║CAPITULO DOS║
Escucharon una Rocket Lance y voltearon hacia donde provenía el sonido, dándose cuenta que era la famosa Scarlet.
—¿Que demonios esta pasando aquí? Vi que Artemis abrió un portal de la nada y se introdujo en el.
—Déjame decirte que tu amigo dejo que esta arquera lo besara, Artemis los vio y se fue dolida, ¿a donde? No lo se.
—¿Es enserio Orion? No creí que fuera a cometer una estupidez tan grande como eso y tu Ember, te advertí que no te metieras en la relación de Orion y Artemis —menciono enojada.
Ember se encontraba nerviosa ya que no esperaba que Scarlet se apareciera por allí. Y no tenia planeado enfrentarla porque conocía su fuerza.
—¿A donde fue Artemis? —pregunto viendo a la pelimorada.
—No lo se, siempre que abre un portal no se a donde se dirige o a donde va.
—Pero se supone que sus poderes son casi iguales —comento la pequeña guerrera.
—Son iguales pero muy diferentes, ella tiene la capacidad de abrir portales en cambio yo, soy encargada de las almas.
—Debemos encontrarla, no vaya a ser que llegue a lastimarse —dijo la pelirroja.
—Yo las acompaño —menciono el guerrero amarillento.
—¡No! Tu no iras, no creo que Artemis quiera verte después de lo que hiciste.
El amarillento la ignoro y saco sus alas para posteriormente volar y alejarse.
—Ojala y nunca la encuentre, así podre estar yo con el —dijo en un susurro que la pelimorada logro escuchar perfectamente.
—¡Ya cállate de una vez! —grito sacando su guadaña y la mando a volar con uno de sus ataques especiales.
—Tranquila amiga.
—Ya me tiene harta, pero al menos me desquite un poco —dijo suspirando y volviendo a guardar su guadaña.
—Yo buscare a Caspian y una vez lo encuentre buscaremos a Artemis.
—Muy bien, nos veremos en el centro a mas tardar en una hora —dijo Scarlet cargando su Rocket.
Ambas chicas asintieron y cada una se fue por un camino.
Mientras en otra parte.
Un portal de color morado obscuro se abrió dejando ver a la diosa del espacio salir disparada, cayo al suelo y fue rodando en una colina hasta llegar a la parte de abajo. Artemis se levanto con mucha dificultad ya que le dolía todo su cuerpo, se logro poner de pie y comenzó a caminar hasta llegar a un arbol.
Se sentó recargando su espalda contra el tronco, suspiro intentando no soltar el llanto nuevamente. Había utilizado mucho de su poder y eso provoco un gran dolor en su cuerpo al haber esforzado mucho sus poderes.
Como pudo se acurruco en el arbol y se abrazo a si misma, la imagen de Orion y Ember besandose se repetía una y otra vez en su mente. Intentaba olvidarla por completo pero no podía, por mas que lo intentaba no podía y eso no le gustaba; no quería seguir torturandose de la misma forma.
Escucho unos ruidos que la alertaron pero no tenía la fuerza para estar a la defensiva. Detras de un arbol salió el joven con pañuelo, suspiro tranquila.
—¿Artemis, que haces aquí? —pregunto confundido mientras se acercaba a ella.
—N-Nada, d-descansando —dijo con dificultad.
—Pero, te ves muy mal, ¿qué te paso? —pregunto para después arrodillarse a un lado de ella.
—N-No te preocupes, estoy bien nhg —solto una queja arrugando su entrecejo.
—No lo estas, estas mal —dijo para después tomarla entre sus brazos —. Te llevaré con Yumiko para que te revise, no voy a dejarte aquí.
Artemi no rechistó, no tenía fuerza para decirle que no a Lucien. Al ya tenerla en sus brazos comenzó a caminar hacia donde podría estar la chica con poderes curativos.
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