Debo ser bastante cuidadoso ahora, mantenerme al margen con mis acciones, absolutamente nadie puede saber sobre este embarazo, sin excepciones.

Pensaba en deshacerme hoy mismo de la criatura antes de que empiece a darme complicaciones, pero luego recordé que Mafuyu me había pedido que le llevara unos inhibidores y algo de medicina por la tarde, lo más probable es que pase el rato con él así que no me dará chance de hacerlo hoy.

Prefiero y considero mejor estar con el pelirrojo en estos momentos para cuidarlo ya que suele enfermarse a menudo cuando cambia la estación o cuando viene su celo; los omegas recesivos son mucho más sensibles.

Suspiré aún pensativo, desde que me enteré de mi embarazo siento que ando muy pensativo y cuidadoso, también he andaba muy atento a mi vientre.

A pesar de que nada en mi abdomen ha cambiado, mi vientre se siente diferente, mucho más delicado... aunque igual esta sensación no durará mucho, porque lo único que me falta para abortar es el planificar cuando hacerlo.

Admito que me da algo de miedo abortar y luego sufrir las posibles consecuencias físicas de haberlo hecho, porque tengo entendido que hay omegas que simplemente no soportan un aborto o sufren graves secuelas. Y, aunque confío en la fuerza y resistencia de mi cuerpo, no puedo fiarme tanto de las personas que me practiquen el aborto, es arriesgado y todo, pero igual lo haré; abortaré porque considero que estar embarazado es peor. Odio con todo mi ser las náuseas matutinas.

Dejando eso de lado por un segundo, me posicioné boca arriba en la cama girando mi cabeza para ver la mitad vacía de la cama, recordando al instante las veces que Akihiko estaba acostado a mi lado...

Ni siquiera pienso en contarle a Aki de esto, él todavía es estudiante y lo más probable es que no quiera hacerse cargo del bebé, incluso creo que estará de acuerdo con mi decisión, por ello no creo que haga falta preguntarle. Además, no hay necesidad de involucrarlo a él en mis decisiones.

Estoy decidido a acabar con esto.

✨🍁🎻🍁✨

Caminé con tranquilidad hacia la casa de Mafuyu; si bien podía tomar un taxi, justo hoy decidí simplemente ir a pie.

Antes de salir, me había colocado el cubrebocas y una gorra para que no me reconozcan las personas por la calle, debo mantener un perfil bajo.

Mientras caminaba, miraba con algo de desconfianza a las personas en la calle, estúpidamente dudaba de si se me notaba el embarazo o no, incluso inconscientemente dirigía mi vista hacia abajo solo para recordarme que mi figura no ha cambiado y que mi embarazo no es para nada notorio. Ah, toda esta situación me está volviendo hasta paranoico.

Inhalé y exhalé profundo cuando me di cuenta de lo ver a qué ya estaba de la casa de Mafuyu, debo tranquilizarme y actuar con naturalidad para que ese pelirrojo no note mi embarazo. Mafuyu es muy perspicaz a tal punto de que si ve el más mínimo cambio en mi conducta ya sabe que algo me sucede.

A los pocos minutos, ya había llegado a casa del pelirrojo. Suspiré para apartar los pensamientos referentes a mi embarazo de mi cabeza. Estuve a punto de tocar el timbre cuando una joven señora abrió la puerta dispuesta a salir.

La detallé unos segundos, se parece a Mafuyu y, por su aroma y físico, debe ser una omega recesiva.

-Buenas tardes, vengo a ver a Mafuyu-dije con una sonrisa y tratando de sonar amable con ella, me devolvió la sonrisa y me miró con tranquilidad.

-Oh, hola, sí, Mafuyu me había dicho que había invitado a otro amigo a verlo, pasa, está en la sala con Uenoyama-kun. Justo yo iba saliendo al trabajo. Lamento no poder recibirlo bien, pero ando un poco tarde-me respondió la jovial señora invitandome a entrar y haciendo una reverencia en mi dirección, es muy amable... no suelo tratar comúnmente omegas recesivos, a excepción de Mafuyu la verdad.

-Está bien, descuide, igual vine solo a cuidar de Mafuyu.

-Oh, muchas gracias por ello.

Ingresé a la casa intercambiando un par de palabras de despedida con ella, segundo después escuché cómo luego la jovial señora salía, cerraba la puerta y se iba. Me quité los zapatos para después caminar a dónde supongo está la sala buscando a Mafuyu.

Pero justo me topé con una escena algo inesperada y sorprendente...

Mafuyu estaba ligeramente recostado en el sofá con sus mejillas rojas mientras un alfa de cabello negro estaba encima de él devorándole los labios. Lo primero que pensé fue que el alfa lo estaba sometiendo a algo, pero descarté la idea cuando noté que Mafuyu le correspondía a todo y hasta lo atraía más, por no decir que el alfa era el que se veía más nervioso y tímido. Los cuerpos de ambos se encontraban muy pegados y se acariciaban mutuamente.

Bueno, no pensé que los fuera a encontrar en un momento así...

Sí soy consciente que Mafuyu tenía una relación secreta con un alfa, pero tampoco es como si me esperaba encontrar con esta escena poco discreta, más teniendo en cuenta que se supone salen en secreto.

Tosí ruidosamente para que notaran mi presencia. Rápidamente el alfa se apartó de Mafuyu y dirigieron su vista a mi persona con mucha vergüenza. Sus manos estaban unidas y las piernas de ambos estaban enredadas entre sí. Sus miradas llenas de impresión no se apartaban de mí.

Me bajé el cubrebocas, coloqué la bolsa de plástico que traje con inhibidores y algunas medicinas sobre la mesita de café, y luego me fui a sentar en el sillón que queda un poco apartado de ellos. Ellos no decían nada, no parecían tener cara con que hacerlo.

-Si realmente van a guardar esta relación en secreto, deberían de por lo menos disimular más-aconsejé cruzando mis piernas. Ambos se veían avergonzados por haber sido atrapados en el acto. Tenían su cara totalmente roja, aunque creo que en el caso de Mafuyu se debe a la fiebre que está sufriendo-. El alfa...

-Me llamo Uenoyama Ritsuka-se presentó el desconocido alfa con notorios nervios e incomodidad-. Usted es...

-Murata Ugetsu-dije interrumpiendolo. Dejé de lado toda la situación ya que mi atención se había centrado en ese alfa, lo miré detenidamente, no parecía mal tipo en verdad, y entiendo que Mafuyu haya querido estar en estos difíciles momentos junto a su novio, pero un omega recesivo jamás debe fiarse en un alfa-. Oye, Uenoyama, te recomiendo que no intentes nada durante el celo de Mafuyu porque te las verás conmigo y no te imaginas de lo que es capaz un omega dominante.

Ritsuka miró al pelirrojo unos segundos mientras que este bajó la mirada pensando en algo, parecía dudar en si decirme algo o no. Su comportamiento me generó intriga, lo miré detenidamente...

-Nosotros...-habló Mafuyu evitando mirarme directamente-habíamos pensado en aprovechar este celo para que él me marque...

... ¿Eh?

Sus palabras me descolocaron a tal punto que abrí la boca por simple impresión y asombro.

Es decir... ¿acaso Mafuyu perdió la cordura? ¡Ser marcado por un alfa es horrible, y lo sabe perfectamente!

No entiendo esto, es decir, Mafuyu pasó por eso de la marca una vez con su primer alfa, ¡¿por qué tan siquiera consideraría repetir eso?!

Además, ¡son muy jóvenes para decidir enlazarse así como así, ¡¿qué acaso los jóvenes de hoy en día dejaron de ver la gravedad de las cosas?! ¿por qué piensan tan siquiera en este tipo de cosas a su edad?

-No creo que...

-Ya consideramos todo y... quiero que Ritsuka me marque-dijo Mafuyu interrumpiendome, pero era difícil de entender. Me preocupa ese pelirrojo, le he tomado bastante cariño, no quiero que la pase mal con esto...-. Él es la persona que me gusta, que me enseñó a amar la música y me hizo sentir cosas que sentí perdidas en mí...

Lo miré detenidamente... notando la enorme cantidad de sentimientos que transmitía su mirada y la mano suya que sujetaba su pareja, ambos parecen tan entregados al otro... procesé con lentitud sus palabras...

Es extraño. Nunca fue una opción para mí dejarme ser marcado...

Recuerdo que Akihiko intentó marcarme una vez, pero no se lo permití. Cuando los dientes de aquel alfa se habían aproximado a mi cuello, liberé un aroma asqueroso y sofocante para inmovilizarlo. Creo que si me hubiera marcado, mi situación ahora sería mucho peor, no me arrepiento de haberlo rechazado. Si lo hubiera aceptado, no sería solo un bebé en mi vientre, sino que tendría la marca de un lazo roto en mi cuello. Menos mal fuí precavido.

Miré de nuevo a la pareja, puede ser muy unida ahora...

-Pero... ¿y las consecuencias? ¿qué pasa si un día te arrepientes? ¿o simplemente dejan de amarse? Las consecuencias son peores para el omega marcado-le recordé firme, quería hacerle entrar en razón de lo que implicaba todo esto. Sin embargo, la carita llena de ilusiones que tenía Mafuyu me hacía sentir un exagerado por pensar en las consecuencias, aunque no es así.

La marca no es un juego de niños. Es una forma en que los alfas se adueñan totalmente del omega, nunca me agradó y mucho menos me gustó ver a omegas teniendo esa sucia y dolorosa cosa en el cuello. La marca es otro motivo por el cual siempre preferí acostarme con betas: ellos no podrían marcarme aunque me hagan perder la conciencia en el acto.

-Estoy dispuesto a asumir todo lo que posiblemente pueda pasar entre nosotros-respondió Mafuyu con determinación. Ritsuka permanecía callado, sabía que no debía interferir.

Mafuyu es muy persistente y algo necio en situaciones como esta, no parece qurer cambiar de opinión pese a mis argumentos... pero no sé...

Mirando esa expresión ilusa y determinada que tenía la pareja frente mío me planteé varias preguntas: ¿por qué un omega decidiría entregarse totalmente a un alfa? ¿tan grande puede ser el amor a sentir por él a tal punto de decidir pertenecerle para siempre?

Suspiré. El ver tan unidos a Mafuyu y Uenoyama me trajo a la mente el recuerdo del día en el que Akihiko y yo concebimos al bebé en mi vientre.