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Capítulo 7

El tiempo ha transcurrido tranquilo, no ha habido anomalías y el bebé se ha desarrollado sanamente. Hace una semana comencé a cursar los cuatro meses de embarazo.

Creo que mi vientre sobresale más que antes, pero no lo he dado tanto importancia a eso ya que no suelo salir para que nadie descubra mi embarazo.

Inclusive, la última vez que salí de casa fue para comprar ácido fólico y comida ya que se me habían acabado.

Paso mi día practicando violín o leyendo libros sobre embarazos en hombres omegas únicamente para saber más sobre el estado en el que estoy.

Decidí olvidar lo que sucedió durante mi celo y todo lo relativo a ello. Simplemente haré como que jamás realicé un nido con la ropa de Akihiko.

Ahora mismo me encontraba con el cuerpo cubierto por las sábanas mientras estaba acostado en la cama. No tenía ganas de levantarme ni hacer nada hoy, tengo un cansancio muy grande, siento que no puedo mover ni un centímetro de mi cuerpo.

De repente sonó el timbre de la casa, supuse que era Mafuyu por lo que tomé mi teléfono y le envié rápidamente un mensaje diciéndole que la puerta estaba abierta y que pasara de una vez.

Hace rato, cuando me levanté para ir al baño, fuí a dejar la puerta principal sin seguro para que cuando Mafuyu llegara, pudiera entrar sin siquiera yo levantarme.

Escuché unos pasos aproximándose al lugar que yo estaba. Aparté las sábanas de mi rostro solo para confirmar que era Mafuyu quien había llegado.

El pelirrojo omega bajaba los escalones con lentitud, la nueva marca en su cuello estaba al descubierto, supongo que para repeler a todo alfa que quiera intentar aprovecharse de él. Ciertamente la marca es una buena protección para los omegas recesivos.

Me cubrí nuevamente la cara con las sábanas sintiendo como el pelirrojo se sentaba en el suelo cerca de la cama.

—¿Sucedió algo?—pregunté intrigado.

—No. Simplemente... vine a ver cómo estabas, has estado raro últimamente—respondió el pelirrojo. Tal vez piense eso porque no volví a asistir a ninguno de sus conciertos, además de que he cancelado todo mis próximos recitales sin dar una excusa—. ¿Es por Kaji-san?.

La sola mención de ese apellido hizo que un nudo se formara en mi garganta. Mi cuerpo tembló ligeramente y mi pecho comenzó de nuevo a doler.

—No... no tiene nada que ver con Akihiko...

—Mmm... pensé que sí realmente—dijo Mafuyu, supongo que estaba analizando mi comportamiento para descifrar que me sucede—. Y que por eso no has querido venir a mis conciertos...

Este pequeño omega pelirrojo siempre es tan perspicaz...

—No es nada serio la verdad—dije sentandome y apartando un poco la cobija—. Y que no vaya a tus conciertos no significa que he dejado de oír la música que produces—comenté alzando mi mirada hacia el pelirrojo. Me confundí al ver la expresión de sorpresa, asombro e impresión que tenía Mafuyu dibujada en su rostro—. ¿Qué?.

Fue entonces que caí en cuenta que había descubierto mi vientre y Mafuyu se dió cuenta de mi no tan grande barriga.

El omega tenía su mirada fijada en mi vientre, no me resultó tan inesperado o sorpresivo que lo descubriera, era obvio que en algún punto se llegaría a enterar o algo, aunque admito que tenía la pequeña esperanza de poder ocultarlo totalmente.

—Estás embarazado...—musitó el pelirrojo sin ocultar su impresión.

No tenía sentido ocultarselo y poner excusas, ya Mafuyu lo había descubierto.

—Sí, quería que fuera secreto...

—Pero... entonces... ¿por esto no querías venir a mis conciertos?.

—Sí, precisamente porque no quería que alguien se enterara—respondí posicionando mis manos en mi vientre. Es cierto que está un poco más grande, pero aún no es nada exagerado—. Llevo cuatro meses...

—Pero... ¿por qué no me lo dijiste?, ¿y Kaji-san?, es decir, ¿el bebé es de Kaji-san?.

Mi cuerpo tembló ligeramente al oír esas preguntas, pero traté de no flaquear ahora para que Mafuyu no descubra la verdad.

—No, el bebé es solo mío, no tiene papá, y mucho menos es hijo de Akihiko.

—Pero-

—Además, no tiene sentido pensar en quién es el papá o no porque igual lo daré en adopción cuando nazca—dije encogiéndome de hombros.

De cierto modo, me dolía el pecho cada vez que mencionaba o pensaba en el hecho de que daré a mi hijo en adopción, sin embargo, solo le resto importancia a ese dolor, seguro que solo es mi instinto como madre omega que me hace sentir culpable.

—¿Cómo que lo vas a dar en adopción?—cuestionó Mafuyu acercándose a mí y colocando sus manos en mi vientre para acariciarlo y sentirlo. Las manos de ese pelirrojo eran cálidas.

—No lo voy a poder cuidar, Mafuyu, además, podría dañar mi fama y arruinaría todo en lo que he estado trabajando por años—respondí firme con mis palabras. Si el mundo sabe que estoy embarazado, se generará mucha polémica y la mayoría volverá a tener el pensamiento de que los omegas solo sirven para la reproducción. Miré al pelirrojo que tenía un brillo en los ojos mientras miraba mi vientre—. Tampoco es tan importante...

—Nunca había visto un omega hombre embarazado en persona, el embarazo me parece algo increíble en un omega—comentó Mafuyu pasando su mano por todo mi vientre delicadamente, no lo presionó ni nada, más bien fue cuidadoso—. Increíble... ¿crees que el bebé sienta como lo toco?.

—Probablemente no—respondí fijando mi mirada en los lugares donde me acariciaba el pelirrojo. De repente, Mafuyu se detuvo y me miró con cierta vergüenza por haber empezado a tocarme en esos lugares sin mi consentimiento—. Está bien, no me incómoda que lo toques.

—Mmm... bien—musitó Mafuyu continuando con las caricias, sus ojos miraban con atención la zona de mi cuerpo que acariciaba. Cerré mis ojos y me dejé llevar pensando en si el bebé realmente siente o no las caricias. Por mi parte esos amables toques me reconfortan—. Bueno... Ugetsu... no me parece correcto que te deshagas así del bebé...

—Respeté tu decisión sobre dejarte marcar, respeta la mía sobre dar al bebé en adopción—respondí abriendo mis ojos con una expresión seria. Si cree que me hará cambiar de opinión, se equivoca.

—Pero... solo estás evadiendo la responsabilidad...—decía Mafuyu. Y sin embargo, ignoré sus palabras— ¿Kaji-san o quién sea el papá del bebé sabe que estás embarazado?.

—El papá no es Akihiko, y nadie sabe de este embarazo a excepción de ti, el doctor que lo supervisa y yo—aclaré con el ceño ligeramente fruncido.

—Ugetsu...—habló Mafuyu con la mirada baja. Relajé un poco mi expresión— el embarazo es una etapa muy linda en los omegas y las betas...

—No lo veo así—revelé bajando mi mirada hacia mi vientre—. En especial porque es solo un error.

—Los bebés no deberían de ser considerados errores, no le digas eso ni siquiera ahora que está en la barriga—dijo Mafuyu.

—¡Pues eso es lo que es, yo nunca quise terminar embarazado y mucho menos quería llegar a este punto de mi vida!—exclamé sintiendo las lágrimas quemar mis ojos y nublar mi visión, mi cuerpo volvió a comenzar a temblar. Mafuyu se sorprendió de verme así.

—Yo... entiendo eso...—murmuró Mafuyu. Respiré profundo mientras me secaba las lágrimas de mis ojos evitando sollozar— Ugetsu...

—Descuida, no es nada, el embarazo me pone más sensible—dije antes de soltar un suspiro tratando de calmarme.

—Uget-

Mafuyu se calló cuando su teléfono sonó indicando que le había llegado un mensaje de texto. Bajé mi mirada sintiéndome avergonzado de mi anterior comportamiento, pero no sabía si pedirle disculpas a Mafuyu ya que, después de todo, él fue quien me incomodó un poco. Aunque admito que mi actitud no fue la mejor.

Miré al pelirrojo notando que él estaba tecleando algo en su teléfono.

—Mafuyu...

—Perdón, es Ritsuka-kun—habló el pelirrojo bloqueando su celular.

—No te preocupes. Si tienes cosas que hacer con tu alfa, lo entiendo, está bien, igual tengo un par de cosas por hacer—dije vagamente colocándome de pie para ir a la cocina y servirme un poco de agua en el primer vaso de vidrio que encontré.

—Pero...—habló el pelirrojo, me dí vuelta para mirarlo. Su mano estaba cubriendo su nuca, justo donde está la marca que le hizo su actual alfa, aparentemente busca algo de seguridad. Dejé salir un suspiro.

—No estoy molesto—aclaré desviando mi mirada y posicionando mis manos sobre mi vientre. Lo que menos quiero es que Mafuyu me malinterprete y se enoje conmigo.

—Ugetsu-san... me gustaría que usted venga a verme en el concierto de hoy. Hace tiempo no vienes a verme y... hace poco compuse otra canción—dijo el pelirrojo con cierta timidez.

Mafuyu tiene un enorme talento y hay ocasiones en que se expresa mucho mejor de lo que cree, no me gustaría desaprovechar la oportunidad de ver a alguien tan excepcional como él en el escenario. Sin embargo, mi embarazo es un poco notorio, no puedo arriesgarme a salir así como así... además... no sé cómo mirar a Akihiko luego de tanto tiempo y con un bebé suyo creciendo en mi vientre...

Lo más lógico sería rechazar la invitación de Mafuyu, pero yo era ciertamente débil ante la suplicante mirada de ese omega, por lo que no podía rechazarlo.

A fin de cuentas... no me cuesta nada ir, aunque debo ser muy precavido.

—Está bien, iré—cedí estúpidamente.

Con las manos en mi vientre, me pregunté: "¿Qué es lo peor que podría pasar?".

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