Pasé mi noche despierto, pensaba en todo mientras miraba el techo en plena oscuridad. No podía dormir debido a los mareos que me causaba mi propio embarazo.

Me sentía tan deprimido. Ni siquiera aquí, en este frío sótano, llega la luz del sol al amanecer.

—Si vas a ser omega y algún día llegas a tener una relación tóxica... por favor usen protección y dale una patada al muy idiota si te llega a lastimar—le dije a mi vientre con una sonrisa. Debería decírselo cuando sea grande, pero se supone que no lo voy a ver crecer ya que lo daré en adopción.

Inexplicablemente mi pecho empezó a doler de nuevo, ah, mi instinto como madre omega me hace arrepentirme de las decisiones que tomo. No pensaré demasiado las cosas, no voy a arrepentirme, decidí deshacerme del bebé cuando nazca y es lo que haré.

Será mejor darlo en adopción, lo cuidarán mejor de lo que yo lo haría. Y así no me arriesgo con el aborto.

Simplemente dejaré de darle vueltas al asunto y seguiré con mi día a día.

Me levanté dispuesto a tomar mi violín y comenzar a practicar, pero sentí un leve mareo que me hizo perder un poco el equilibrio. Detesto los mareos y las náuseas.

Tomé mi teléfono verificando que Mafuyu no me había enviado más mensajes. El pelirrojo me había invitado a su siguiente concierto, pero me ví en la obligación de rechazar.

Debo tratar de salir lo menos posible. Así como el actual omega de Akihiko notó mi embarazo, puede que otras personas lo noten también y esto podría terminar por generar el escándalo que trato de evadir. Pronto mi vientre comenzará a crecer y mis feromonas delatarán más mi embarazo.

Tendré cancelar mis próximos recitales y shows, me tocará tomar vacaciones para que nadie descubra mi embarazo. Aunque igual seguiré practicando violín como comúnmente lo hago.

✨🍁🎻🍁✨

Estuve toda la tarde practicando violín, aunque tuve que tomar pequeños descansos ya sea para vomitar un poco o simplemente me cansaba.

A las cinco de la tarde tomé un relajante baño, estuve a punto de quedarme dormido en la bañera con las manos en mi vientre. Mi mente me recordaba y me repetía que yo no debía tomarle cariño, prácticamente no será mi hijo porque lo adoptará alguna pareja.

Luego del baño, me preparé un simple sandwich para cenar, quería comer algo ligero a ver si así no vomito al despertar.

Después de haber cenado, iba a lavar el plato en el que comí, pero justo cuando estaba a punto de hacerlo, sonó el timbre. Miré mi vientre por unos segundos antes de ir a abrir la puerta.

No me sorprendí mucho al ver que afuera estaba Mafuyu, me resultó algo inesperado ya que él siempre avisa antes de venir, pero supuse que sería él ya que es la única persona que vendría a visitarme.

—Ugetsu-san...—dijo Mafuyu viéndome.

Su mirada fija en mí me recordó que yo solo usaba una camisa negra que me quedaba algo grande y mis boxers negro. Pero le resté importancia a mi vestimenta, me da igual si otro omega me mira vestido así.

Mafuyu usaba una simple camisa roja  y unos pantalones ajustados negros, también traía unas botas marrones que suele usar siempre. Traía en su espalda su guitarra dentro de su funda.

—Hola, Mafuyu, ¿qué te trae por aquí?—pregunté amablemente apoyándome del umbral de la puerta.

—Eh... no es nada realmente. Es solo que... pensé que habías enfermado o habías tenido problemas ya que rechazaste la invitación a mi próximo concierto—dijo el pelirrojo con ligera vergüenza. Supongo que debe sentirse apenado por haber creído algo erróneo.

—Descuida, comprendo tu preocupación, pero recuerda que soy dominante, no me enfermo cuando me viene el celo, y todavía falta para que me llegue—respondí con una sonrisa.

Cuando los omegas dominantes estamos en celo y no tenemos un alfa con quien queramos sobrellevarlo, simplemente liberamos un olor asqueroso y horrible para que ningún alfa se nos acerque sin nuestro consentimiento. Al igual que si no nos gusta como nos hace el alfa con el que estamos, igual liberamos aquel detestable olor para inmovilizar o alejar a alfa.

También cuando los dominantes estamos en celo, no permitimos que los alfas hagan ningún movimiento que no nos favorezca. Mantenemos a nuestros alfas bajo control, por algo somos dominantes.

—Ehh... y también... quería mostrarte la nueva canción que estoy componiendo—comentó el pelirrojo con la mirada fija en el suelo.

—Entiendo, pasa—respondí haciéndome a un lado para darle permiso de ingresar a mi hogar.

Mafuyu tranquilamente entró al lugar donde habito, pero cuando pasó al lado mío pude notar una marca adornando su nuca.

¿Tan pronto Uenoyama marcó a Mafuyu?. Les recomendé esperar un poco y así pensarlo mejor, ¡pero no!. Opino que se están tomando lo de la marca muy a la ligera.

El pelirrojo se descolgó la funda de la guitarra, sacó el instrumentos y con el objeto en sus manos se sentó en el suelo cerca de la cama, me senté a su lado con mis desnudas rodillas flexionadas. Mafuyu estaba con sus piernas estiradas mientras afinaba la guitarra.

—Entonces... ya te marcó...—dije queriendo sacar el tema y así saber por qué no lo pensaron un poco más antes de hacerlo. Mafuyu asintió en un murmullo.

—No podíamos esperar a mi próximo celo—musitó el omega al lado mío, me quedé callado esperando a que me dijera lo que tenía que decir—. Sabemos que fuimos unos insensatos al hacerlo así como así... pero... en verdad estábamos seguros de querer esto. Dicen que los omegas solo pueden ser marcados una vez, pero esta es la segunda marca que tengo en mi cuello...

Miré atentamente al pelirrojo. Él ya me había comentado que su primer alfa se suicidó y que pasó por un largo camino para poder estar donde está ahora, para poder sanarse y seguir avanzando. Sin embargo, pensé que precisamente porque su primer enlace se dañó, reconsideraría ser marcado por segunda vez.

—Mafuyu, tú estás-

—Ritsuka-kun y yo somos jóvenes y tontos con esto del amor, tal vez algún día también nuestro enlace se vaya a quebrar... pero realmente quiero mostrarle lo entregado a él que estoy ahora... Ritsuka-kun me hace querer seguir esperando la siguiente estación, hacía tiempo que no sentía esta viveza, este amor genuino... ni siquiera podía llorar, no quería aceptar nada. Pero ahora... sé que quiero avanzar junto a Ritsuka-kun...

Me quedé embobado al oír sus palabras. Yo realmente había olvidado lo que era un amor honesto y puro. Ya ni recordaba lo que era la calidez...

Mafuyu ha aprendido a seguir adelante cargando con tantas cosas en un cuerpo tan pequeño...

Dicen que los omegas solo podemos ser marcados una vez. Sin embargo, Mafuyu pudo ser marcado por segunda vez, aunque claro que tuvo que soportar un duro tratamiento para poder deshacerse de la primera marca y logró sobrevivir a todo eso. Me impresiona que decida ser marcado por segunda vez, además, dudo que Mafuyu se pueda deshacer de una segunda marca o pueda sobrevivir si algo le llegase a suceder a Ritsuka.

Si a Ritsuka le pasara algo, lo más probable es que Mafuyu muera. O si Mafuyu fuera quien desaparece, probablemente Ritsuka muera. Sentenciaron a muerte sus propias vidas para vivir el tiempo que les quede junto al otro. Me preocupan los posibles finales que esto pueda tener...

Definitivamente Mafuyu está dispuesto a pasar junto a Ritsuka lo que quede de la vida de ambos.

"Sin él, moriré" es lo que acepta un omega al ser marcado. Por eso, siempre he odiado las marcas, no me gusta esa dependencia.

—Está bien, Mafuyu—dije suspirando. No podía decirle más nada, él ya había sido marcado y fue decisión dejarse enlazar por lo que tengo que respetar lo que eligió—. Supongo que tú y Uenoyama estarán bien.

—Mmm... gracias por aprobarlo—musitó Mafuyu con una pequeña sonrisa.

Podía ver en los ojos de pelirrojo sus ilusiones y la felicidad que siente de haber sido marcado.

Jamás llegué a considerar el hecho de que una marca pudiera hacer feliz al omega. Ver a Mafuyu todo lleno de esperanzas me hace recordar aquella época en la que Akihiko y yo nos dábamos tímidos besos y nos dedicabamos cálidas sonrisas, sin embargo, ya todo ese amor inocente y puro está perdido para mí. Igual es lindo ver a alguien con esa honestidad y pureza.