Capítulo 4
Ahora que decidí tenerlo, habrán algunos cambios en mi forma de vida, tendré que modificar un poco mi rutina y mi dieta. Son muchas cosas las que debo planificar, pero me lo busqué por arrepentirme de abortarlo. Si mañana no tengo ocupaciones, iré al doctor para ver cómo está mi embarazo y si necesito algún medicamento especial o qué se yo...
Realmente no sé nada sobre los embarazo. Ignoraba las clases sobre el embarazo en los omegas debido a que yo juraba que jamás tendría un bebé. Pero Akihiko como siempre hace que mi vida sea un desastre.
Dirigí fugazmente mi vista hacia mi vientre. Lo más probable es que lo dé en adopción en el futuro, pero igual me tocará cuidarlo los primeros días de su nacimiento hasta que encuentre una pareja que lo quiera adoptar.
No será tan difícil buscar quien lo adopte, lo más probable es que este bebé sea dominante y por ende habrá más probabilidades de que haya quien quiera adoptarlo.
—Oye...—hablé, las palmas de mis manos tocaban mi vientre. Siento mis manos frías mientras que mi vientre se siente cálido. Últimamente me puse a leer algunos libros sobre el embarazo de un omega, dicen que hablarle al bebé en el vientre hace que cuando nazca te reconozca por el sonido de tu voz. Aunque no soy de creer ese tipo de cosas, me gusta charlar con el bebé, de cierto modo se siente bien hacerlo— ¿crees que deba hablar con tu padre sobre ti?, es decir... Aki debería saber que existes... tal vez lo más adecuado sea platicarle de ti...
Akihiko debería saber que tenemos un hijo común, no busco sacarle provecho a esta situación ni nada. Solo quiero reclamarle que es un idiota por haberme dejado embarazado. Y tal vez él quiera hacerse cargo del bebé, así resolvería rápidamente el tema de deshacerme de la criatura cuando nazca.
Mafuyu me había dicho la ubicación exacta en la que vive. Luego de ir al doctor, iré a ver a Akihiko y le hablaré únicamente sobre lo que hay en mi vientre.
✨🍁🎻🍁✨
Luego de ir a la consulta para tratar mi embarazo, fuí a la farmacia ubicada cerca del hospital únicamente para comprar lo que el doctor me había recomendado tomar.
Mi doctor dijo que mi embarazo no parecía tener ninguna anomalía y que el bebé está creciendo adecuada y sanamente para el poco tiempo que tiene.
Después de haber comprado el ácido fólico y algunas vitaminas, tomé un taxi para que me llevara hasta el apartamento de Akihiko. Me sentía bastante nervioso, inconcientemente tocaba mi vientre buscando calmar mi ansiedad.
Me pregunto si Akihiko aceptará al bebé o si decidirá rechazarlo... bueno, realmente me da igual lo que ese idiota piense.
Apoyé mi cabeza en la puerta del taxi mientras era inundado por recuerdos. ¿Así como Akihiko me llegó a decir "Te amo" se lo dirá también al bebé?, ¿o le dirá el "Te detesto" que me decía cuando peleabamos?. No debo preocuparme tanto, no me importa si él decide rechazar al bebé porque yo tampoco pienso criarlo.
Además, el estrés es malo para el bebé, debo mantenerme tranquilo.
Para cuándo miré a través de la ventana, ya habíamos llegado al lugar donde tengo entendido vive Akihiko.
Le pagué al taxista y después me bajé del vehículo, me quité el cubrebocas para guardarlo en mi bolsillo. Miré atentamente el edificio, no destacaba en nada realmente.
Entré al lugar y subí tranquilamente las escaleras, repitiendome mentalmente el número del piso en el que me había dicho Mafuyu que está el apartamento de Akihiko.
En el piso en el que tengo entendido que habita Akihiko solo había una puerta por lo que ya podía suponer fácilmente que era para entrar al apartamento de Akihiko.
Estuve parado quieto frente a esa superficie rectangular de madera unos segundos, los nervios habían comenzado a atacarme, ¿y si realmente no era aquí y me equivoqué de lugar?, ¿y si Akihiko y yo terminamos discutiendo?. No había nada que me aseguraba que le reacción de Akihiko sería buena, solo me lo podía imaginar a él pidiendo que aborte. De todas formas, esto no podría irse más al caño.
Levanté mi mano aún con incertidumbre y lentamente golpeé la puerta usando mis nudillos. Seguía temiendo por la reacción de Aki y dudando sobre si era algo desubicado venir de repente.
Bajé mi cabeza con notorios nervios.
Justo entonces la puerta se abrió. A pesar de tener nulas esperanzas sobre una buena reacción de Akihiko, alcé mi mirada dispuesto a encararlo.
—Aki-
Me callé al ver que la persona en frente mío no era Akihiko, no reconocí del todo a quien tenía en frente, pero fácilmente pude deducir que era un hombre omega.
Este omega no parecía ser dominante, tenía cabello largo dorado y usaba una ropa bastante holgada, me resulta un poco conocido...
Mil pensamientos vinieron a mi cabeza al ver a este omega dónde se supone que habita Akihiko. Está claro que es su amante.
—Buenos días—dijo el omega con una amable sonrisa en sus labios—. ¿Qué se le ofrece?.
Ver a este hombre en este lugar específicamente fue un recordatorio de que yo ya no tenía espacio en la vida de Akihiko. Mi corazón dolió y casi olvido los motivos por los que estoy aquí.
—Bueno... yo...
—Oh, felicidades—dijo el hombre frente con una sonrisa, lo miré un poco confundido—. Lo siento, es que mi sentido del olfato es muy bueno, y tus feromonas tienen ese aroma lechoso que me dice que estás embarazado, ¿me equivoco?.
Cierto, había olvidado ocultar completamente mis feromonas. En este momento que me siento tan vulnerable, inevitablemente las había liberado como defensa. Es tonto, pero me sentía cohibido al frente de un omega recesivo.
—Ehhh... bueno...—balbuceaba yo sin saber que decir. Segundos después forcé una sonrisa comprendiendo cuál era mi lugar en todo esto—sí, estoy embarazado, pero por ahora es un secreto, ya sabes, una sorpresa para mi alfa.
—Oh, comprendo perfectamente. El embarazo lo considero algo muy lindo, incluso he estado pensando en tener un hijo con mi pareja...
Reí amargamente al oír lo sincero que es. Este omega no parece mal tipo, se ve que está lleno de ilusiones con Akihiko, se nota a simple vista el amor que le tiene.
Al verlo, pude recordar a la perfección: yo aquí no valgo nada, dejé de ser importante para Akihiko desde hace días. No debí ni siquiera haber considerado venir aquí.
A pesar de que me duela mucho es la verdad, no soy nada de Akihiko. Mafuyu me dijo que ahora Aki era feliz, no quiero que por mi embarazo Aki tenga problemas con su pareja.
Este bebé ha causado tantas cosas inexplicables en mí que ni siquiera me identifico a mí mismo ahora.
El dolor en mi pecho aumentó considerablemente. Después de todo lo malo que le hice y ahora perjudicar su felicidad involucrando a mi hijo en su vida... no quiero que me odie más.
—Bueno, fue divertido charlar contigo un momento—le dije al omega con una sonrisa amistosa, pero mi corazón se sentía vacío—. Mil disculpas porque la verdad es que me equivoqué de apartamento, ya me voy.
En eso, ambos escuchamos una voz proveniente de dentro del apartamento.
—Haruki, ¿quién está en la puerta?.— Reconocí a la perfección esa grave voz. Mi cuerpo se estremeció y comenzó a temblar ligeramente, de forma inconciente dirigí mis manos hacia mi vientre, como si intentara protegerlo, puedo suponer que me comporto como una madre debido a mi instinto de omega.
Antes de que el joven de cabello largo respondiera, me fuí de ahí corriendo rápidamente sin esperar nada. No quería ni imaginar la reacción de Akihiko, no puedo echarle a perder la linda vida que comenzó a llevar.
Bajé rápidamente las escaleras, aunque nadie me estaba siguiendo, por medida de precaución me fuí de ahí lo más rápido que pude.
✨🍁🎻🍁✨
Llegué a casa sintiéndome patético, llorando como un tonto, mi pecho me dolía horriblemente. Tenía ganas de gritar, pero no sabía que decir con exactitud, además, nadie me oiría estando en este hermético lugar.
Me arrojé a mi cama sin detener mis lágrimas. Justo cuando pienso que he superado todo, algo como esto sucede recordándome lo atrás que me estoy quedando.
Abracé mi vientre, sabiendo que este bebé y los recuerdos que he almacenado a lo largo de mi vida son lo único que tengo ahora. Podía sollozar lo más fuerte posible e igual nadie me escucharía.
Las lágrimas no cesaban al igual que el dolor en mi pecho. Me sentía demasiado sensible y vulnerable, tal vez por el embarazo...
—Oye, probablemente en el futuro te dé en adopción o no se que vaya a ser contigo—sollozaba yo limpiando las lágrimas que bajaban por mis mejillas, miré fugazmente mi barriga viendo cómo nuevas lágrimas se aproximaban—. Lo único que tengo seguro es que Akihiko jamás sabrá que eres su hijo.
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