No podía decir un día exacto y tampoco estaba segura del mes pero me arriesgaría a Junio, Junio de 2014.

¡Claro que sí! En Mayo había sido mi cumpleaños nro. 20 y a mediados de de Junio había empezado el proyecto "Minx".

Definitivamente Junio de 2014.

Se había hecho tarde después de la práctica diaria, pero aún así ella y yo le seguíamos dando a la coreografía sin descanso, habíamos llegado al punto de quedarnos solas. Yo por cabezota y ella por perfeccionista.

Lamentablemente el calor nos obligó a detenernos y tomar un descanso. Junio era un mes caluroso hasta por la noche ¡Sumenle un baile! Totalmente mortífero. Por eso nos sentamos una al lado de la otra, secandonos el sudor, tomando agua e incluso echandonos un poco en la cara.

Por esa época Yoohyeon era extremadamente tímida, no hablaba mucho con nadie y apenas sabía su nombre. Podía decir que era una chica dedicada y muy hermosa. No... Era esas chicas a las que la palabra "hermosa" les quedaba corta, su belleza en especial superaba cualquier palabra existente.

No sabía que pensaba ella de mí, pero a mi me atraía físicamente, por eso me quedé mirándola y en algún momento del descanso acabamos por cruzar miradas. Nos miramos un segundo y al siguiente nos estábamos comiendo la boca con desepero, con una energía que habíamos sacado de la misma nada, porque la práctica nos había dejado hechas polvo.

Pero los besos hambrientos no paraban, se volvian adictivos y en algún punto ella acabó a horcadas sobre mí. Movía su cadera contra la mía a un ritmo que me sacaba lo coherente, y yo le agarré con fuerza el trasero para apretarla contra mi muslo.

Si supiera que ese gemidos me puso al límite seguro se habría aprovechado de eso, pero yo me adelanté y la tumbé en el suelo para mantener el control de la situación. Empecé a profanar su cuello virgen, recorriendo desde su definida mandíbula hasta la base, disfrutando de su errática respiración, de como sus manos cada vez tomaban más confianza con mi cuerpo.

Hubo una pausa cuando le levanté la remera sobre los pechos, pero bastó que dejara un beso sobre su costilla izquierda para que me pidiera seguir. Me rogó que no me detuviera, yo le hice caso como si no estuviéramos en la empresa, dándome la libertad de retirar por complejo la prenda. Fue cuando me di un festín auditivo, descubriendo lo delisiosos que eran los gemidos de una chica debajo tuyo, jadeando y balbucenado tu nombre mientras se retuerse de placer, virando los ojos hacía atrás. Era jodidamente excitante.

Ni hablar cuando esa chiquita me tiró contra el suelo para encargarse de mi un buen rato, regalandome centenares de besos y lamidas sin pudor alguno. Me quitó la camisa tan rápido como el sujetador, dejando expuestos mis pechos, que no eran ninguna bomba pero que ella miró como si fueran la octava maravilla del mundo. Fue a por ellos algo torpemente pero con un deseo tan marcado que no tardó mucho en hacer caso e ir más despacio.

Cuando se cansó de estar chupandome los pezones llevó su boca a mi hombro derecho, de ahí al brazo, tratandolo con delicadeza. Hasta que llegó a la muñeca y su jueguito se tornó oscuro.
Las miradas que me daba era sucias mientras lamía las venas que se sobresalian de mi piel, y besaba con gusto, como si se tratara de otro para de labios. Sin darme cuenta mi pulgar se había metido a su boca y ella lo aceptó dejando que le metiera la mano entrera. Acabé recorriendo sus dientes y encías, mezclando los dedos entre su lengua y sintiendo las candentes vibraciones de su garganta.

En ese momtenro no la conocía, pero no me sorprendió que una chica tan tímida fuera toda una diablita.

—Por favor~ ya follame~ —éso no me lo iba a olvidar nunca. La forma en la que había metido mi mano dentro de su short ... No tenia palabras para definir lo muchísimo que me calentó verla tan necesitada y que le importara nada rogarme un poquito de atención. —Por favor~.

Entonces saqué la mano, volví a tumbarla y le bajé el short con su arruinada tanga, dejando su húmedo problema a la vista. Me encantó ver su ferviente súplica hasta que le di lo que quería. Esa primera vez con alguien tuve que sacar a relucir todas las veces en las que me había masturbado para hacerla llegar lo mejor posible.

Le costó reponerse de la vergonzosa situación de correrse por primera vez —cosa que supe muchisimo tiempo después— pero después de poner la toalla en el suelo se animó a un segundo round.

Esta vez fue mi turno de disfrutar, me bajó de igual forma el short y las bragas totalmente mojadas para luego tomarme por sorpresa y empezar a comerme la vagina. Experiencia no tenía, pero yo tampoco, así que la dejé seguir hasta llegar al punto de obligarla a tener la cara contra mi vulva y nada más. Yoohyeon nunca se quejó y mucho menos cuando abrió la boca para tragarse hasta la última gota de mi venida.

Esa noche, después de vestirnos cada una volvió a su casa, tanto a ella como a mi nos venían a recoger. Al día siguiente no hubo cambios en su actitud y tampoco en la mía, era como si nunca hubiera pasado. Había sido algo del momento y ya. Era un secreto entre ambas que ninguna iba a confesar nunca.

Ese mismo mes acabamos en el mismo grupo, que nos dio la oportunidad de conocernos un poco más junto a Bora, Siyeon y Yoobin.

—¿Qué edad tienes, Yoohyeon-ah?

—Diecisiete.

"Diecisiete"...

Ese día al llegar a casa tuve una crisis adulta, la primera en mi vida y era terriblemente terrible ¡Me había acostado con una menor de edad!

—Genial, Minji. Acabas de cumplir la mayoría de edad y ya la cagas —susurré histérica, caminando de un lado a otro mientras me tomaba el pelo, pero me lo pensé un momento, solo uno, y me bastó para dejar de arrepentirme

Había estado mal, horrible y bien podía acabar en prisión por abuso sexual de una adolecente, pero la peor parte era que no me arrepentía... ¡Lo quería repetir! Lo iba a repetir.

《Que Dios me perdone》

Tan solo necesitaba otro momento a solas con ella, como por ejemplo, dentro del baño de nuestra nueva casa.

—Ja' sí, claro... ¿esperar tres años cuando viviremos juntas? —dije hambrienta, cerrando la puerta a mis espaldas. Ella levantó la mirada, claramente nerviosa por la forma en que jugaba con la toalla.

—¿Qué dices, JiU unnie?

—Que te voy a follar otra vez.

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Dato curioso: Todo esto se me ocurrió cuando en algún progama durante la era de You and I se hicieron cartas. JiU se disculpó con Yoohyeon por algo que pasó cuando eran Trainees.

¡Gracias por leer y feliz cumpleaños atrasado sofii_rioos01 y a SG_Sunrise31 !