Uno
No era su pasatiempo favorito, para nada, no le gustaba ni un poquito... Solo venía porque su hermano lo obligaba.
Aja...
—Quita esa cara, prometo que después te comprare algo que quieras bebé.—Dijo Carlos intentando que el Omega en frente no pusiera esa carita de cachorro abandonado.
—Carlos... Soy futbolista profesional, dinero y haters me sobran, lo siento... Es que los olores son muy fuertes.—Dijo Gavi, frunciendo su ceño, era una de las razones por las que no le gustaba esto.
—Lo siento, si quieres le digo a Checo que te de una prenda, sé que su aroma te tranquiliza.—Ofreció el Alfa.
Gavi asintió y vio como su hermano mayor salió corriendo a buscar al Omega mexicano.
Pablo Martín Sainz Gavira y Carlos Sainz Jr... Fue un revuelo cuando su relación familiar salió a la luz.
Carlos Sainz Jr era el hijo de Carlos Sainz Cenamor, con Reyes de Castro, único hijo Alfa del matrimonio y... Gavi pues, es el hijo que Carlos Sainz tuvo con Aurora Gavira, un desliz de una noche, así lo habían llamado los tres.
Bueno, de ese desliz nació un bonito Omega, berrinchudo, fuerte y dominante, para Carlos Jr su hermanito era su todo... Aunque al principio no se lo tomó bien, claro, solo era un niño de diez años cuando por primera vez escuchó sobre la existencia de Pablo.
Después a los quince, sus padres lo sentaron en su habitación para una charla.
—Sea lo que sea... Fue idea de Charles; yo soy inocente.—Había dicho el Alfa, y ciertamente era así, su amigo, Charles otro Alfa loco, era el cabecilla en todo.
—No hijo, no es eso.—Su padre suspiró, miró a su madre y está ni siquiera le dirigió la mirada.
—Verás hijo, hay algo que, con tu madre hemos hablado y consideramos que es correcto que sepas... Tienes un hermano menor.
Desde ese día; tuvieron que pasar casi tres meses para que Carlos preguntara por su hermano, y otros dos para pedir conocerlo.
Su padre lo llevo hasta Barcelona, al parecer la mujer y su hermano eran de ahí, Carlos sabía que su pequeño hermano, al igual que él, se estaba formando para un deporte, pero a diferencia de Carlos; que aspiraba a convertirse en un piloto profesional, como su padre.
Pablo aspiraba a ser un futbolista.
—Ven, vamos a ver los calentamientos, y luego si quieres podemos ir con él.—Dijo Carlos padre.
—¿Él sabe?
—Sabe lo mismo que tú, es un niño muy inteligente, también sabe que tiene un hermano mayor.
Carlos se sintió nervioso, ¿Le agradaría a su hermanito?
Fueron a una de las bancas; cuando los niños salieron, Carlos padre no necesitó decir nada.
Carlos pudo reconocer a su hermanito, fue como si su instinto protector, su Alfa interior despertara para decir algo.
"Cachorro."
Lo vio correr, lo vio esquivar y defender, era toda una bestia en el campo, para su corta edad de cinco y su pequeña estatura, Pablo era el que más sobresalía.
Después de que terminarán, Carlos se levantó, su padre no lo detuvo; lo vio ir lentamente hasta donde estaba su otro hijo.
—Hola... ¿Me firmas esto?—Preguntó Carlos, extendiéndole su gorra; el pequeño lo vio confundido.
—¿Yop?
—Síp, quiero un autógrafo del mejor de aquí, ¿Cómo te llamas? Yo soy Carlos.—Parecía un perico, pero no podían culparlo.
—Uhhh, mi mami dice que no tengo que hablar con extraños... Pero tú eres Carlos; mi hermano, ¿Verdad? Te vi con el señor Sainz.
Carlos se sorprendió, su padre tenía razón, el pequeño era bastante inteligente.
Asintió varias veces con una sonrisa boba, aún con su gorra en mano, realmente quería esa firma.
—Entonces... ¿Me la firmas?
—Solo si me compras un helado, de maní porque los de mango no saben bien.
Carlos rió, sí que era un pequeño bastante inteligente, asintió aceptando el trato.
Desde ese día, con un Carlos de quince y un pequeño Gavi de cinco, las cosas cambiaron, Carlos viajaba más seguido a Barcelona para ver a su pequeño bebé.
Y aunque costó mucho, y dos años después de su primer encuentro, Aurora le confío a Carlos Jr la seguridad de su bebito.
Carlos le había pedido a la madre de su hermano que lo dejara ir hasta Madrid con él, por unas semanas, o en sus vacaciones, tuvo que luchar mucho para ganarse la confianza de la mujer.
Ni siquiera su padre hizo tal cosa, eso también era un tema complicado. El señor Sainz cumplía con las obligaciones económicas con Pablo, al niño no le faltaba casi nada... Casi.
El señor Sainz no se involucraba mucho con el menor de sus hijos; esto era más por su esposa, por alguna razón, sentía que seguía engañando a su mujer si tenía una especie de vínculo con el pequeño.
Aunque Reyes siempre le decía que eso era una estupidez, y que no era justo que el niño pagará por los errores de los adultos.
Aún así... Carlos Sainz nunca pudo ser muy cercano a su hijo pequeño, pero su hijo mayor sí.
Carlos Sainz Jr fue como un padre para su hermanito, Carlos veía a ese niño como su pequeño bebé, su más grande tesoro.
Y eso aumento cuando a los diez, Gavi se presentó como Omega, Carlos se volvió más sobreprotector.
Y luego... Luego los medios.
Cuando Gavi debutó en el primer equipo, Carlos obviamente que estuvo presente, siempre trataba de estar en los partidos de su hermanito, pero ser piloto de la f1 en ese entonces le complicaba.
Pero aún así estuvo en su debut y eso hizo que todos los medios hablaran, primero, ¿Qué hacía Carlos Sainz Jr en el encuentro de Barcelona vs Sevillano siendo que en un par de días tendría su primera carrera de temporada?
Segundo, ¿Por qué tenía una banderita del Barça siendo que él era merengue?
Y tercero... ¡¿Por qué estaba apoyando al Omega recién debutado del Barça y para más un menor de edad?!
Todo un revuelo, lo tacharon de todo, de loco, de pedofilo, hasta de secuestrador.
Entonces la hora finalmente llegó, después de terminar el encuentro, y que su hermanito hubiera marcado su primer gol, fue entrevistado.
—Primero que nada, felicidades por tu debut y tu gol, Gavi dinos; ¿Cómo te sientes?—Preguntó la beta con una sonrisa amable.
—Sí, muchas gracias, y la verdad muy contento, agradezco mucho al Míster por la oportunidad.
—Gavi, no sé si lo habrás notado, pero alguien te estuvo apoyando desde que pusiste un pie en el campo.
—Eh, sí, sí, Carlitos dijo que vendría.
—Oh, ¿Entonces se conocen?
—Sí...
Carlos veía como su cachorrito parecía nervioso, seguramente ya no sabía que decir, siempre fue apenado delante de las cámaras, pero sabía que en esta ocasión se debía a su presencia.
Entonces, hizo lo que su Alfa dijo.
"A por nuestro niño"
—¡Bebebito estuviste wow!—Dijo para sorpresa de todos y luego cargo al Omega en sus hombros.
—Mi pequeño hermanito será la próxima pesadilla de mi amado Real Madrid.
Y con esas palabras el caos se desató.
—¿Dónde está el loco de tu hermano?—Una voz se hizo presente y Gavi recordó cuál era la otra razón por la que no le gustaba estar ahí.
—Hola Charles, un gusto verte, estoy bien, ¿Y tú?—Dijo de forma sarcástica.
Charles Leclerc, el compañero y amigo de su hermano en Ferrari, y en secreto, su crush.
Gavi podía decir que hasta estaba enamorado del Alfa monegasco, pero el Alfa solo lo veía como un cachorro, igual que su hermano.
Así que mantenerse lejos le parecía una buena opción, pero no, ahí va su hermano arrastrándolo para ir con él a sus practicas.
Tenía una lesión, no muy grave, pero estaba de baja por dos meses, dos meses que Carlos dijo "Tiempo de hermanos" y prácticamente lo secuestro.
—Ah... Lo siento, ¿Cómo has estado? Sé que tuviste una lesión, espero que te recuperes pronto.
—Gracias, estoy bien, Carlos fue con Checo a traerme algo.
Y hablando del rey de Roma.
—Leclerc.
—Sainz...
—Uy, yo mejor iré a ver que esta haciendo Franco.—Dijo Gavi empezó a caminar, pero una mano en el cuello de su camisa lo detuvo.
—¿Por qué vas a ir con Colapinto? Ve con Checo mejor.
Gavi refufuño, tenía veinte, pero su hermano lo trataba como un bebé.
De todas formas fue con el argentino, le agradaba, era muy hablador, igual que él.
—Uy, ¿Por qué dejaste solo a esos dos? Se van a agarrar a piñas.—Dijo Franco ofreciéndole un jugito.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque Charles se metió con una amigita de Carlos, la cago y ahora Carlos esta molesto.
El corazón de Gavi se oprimio un poco, pero no le quiso dar mucha importancia.
—Che... No tenes que poner esa cara... Hay muchos Alfas que estarían locos por tenerte, sos un omega muy lindo.
—P-Pero...
—Tranquilo, no se nota, solo que soy chismoso y... Vos tenes la misma mirada de bobo enamorado que yo tenía.
Gavi le dio un golpecito, pero sonrió al final, miró como su hermano y el Alfa que le gustaba parecían discutir.
—Nah... Ni modo que se pelen.
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