Un jodido bunker. Eso es lo que Jimin estaba buscando.

Cuando se lo dijo, Yoongi creyó que estaba loco.

Luego, él se tomó su tiempo de intentar no sonreír ante la incrédula y hasta un poco mofosa cara del pálido. Jimin aspiro un poco, apretando los labios.

-Mi bisabuelo lo mandó construir hace muchos años. Las amenazas de guerra hicieron que tomara la decisión. Yoongi, solo tienes que dimensionarlo-El chico lo sostuvo por los hombros, y Yoongi observó esas manos sujetándolo, y se dejó guiar hasta quedar sentados ambos en un banquillo del lugar-Bajo tierra, con luz eléctrica y una casa encima. Es un lugar perfecto, podríamos vivir ahí sin ningún problema.

El chico se relamio un poco los labios, sintiéndose inseguro y titubeante-¿Cómo sabes que eso sigue intacto?

-Mis padres me llevaban ahí siempre. A mis abuelos les enorgullecia mostrarmelo, lo usaban como una despensa para guardar sus alimentos-Los ojos gatunos de Yoongi se agrandaron un poco, intentando dimensionar. La verdad, la idea sonaba genial, podía imaginárselo perfectamente, ¿Pero valía la pena ilusionarse con un día en el que pueda dormir con paz, sin temor a despertar siendo observado por oscuros ojos huecos?-Podría funcionar.

-¿Por qué a mi?-Finalmente se atrevió a preguntar, quitando la mirada de aquella pared y observando los ojos marrones de Jimin, ¿Por qué lo escogería a él, siendo alguien que incluso por si mismo se percibía tan apagado?.

-Es que eres adorable.

Yoongi frunció los labios.

-¡Estoy hablando en serio!

El castaño se carcajeó un poco, recibiendo entre risas el pequeño golpe por parte del pelinegro y sosteniendo su muñeca-¿Por qué te lo cuestionas tanto? Me agradas, bueno, si obviamos que casi me degollas-Para él era ciertamente, un poco difícil creerlo. Pero cada vez que Jimin hablaba, sonaba tan genuino que simplemente tuvo que aceptarlo-Eres muy tranquilo, tienes a una linda mascota, y tu manera de demostrar interés es simplemente dejándote llevar en silencio, ¿No es eso adorable acaso?-Yoongi dió un paso atrás meditandolo. Ciertamente, se había estado dejando llevar demasiado-Aun guardas un poco de esperanza y no dudas en aceptarla en cuanto se te presente. No eres un chico duro, Yoongi. Solo cuidas de ti mismo, y eso está bien. ¡Además, tienes que admitir que me has tomado cariño!.

Ese hombre se estaba tomando muchas libertades con él, Yoongi levantó las cejas, exhaló una risa y dejó caer los hombros, negando lentamente.

-Vamos, si no te agradará solo un poco, no seguirías aquí-La manera en la que pico su mejilla con una expresión de victoria le hizo saber que había sido descubierto.

-Bien, tal vez me caíste bien-Las manos pálidas del chico lo empujando un poco por el pecho, mientras que con la mano izquierda roza el sitio donde guardaba las fotografías-Necesito pensar en esto, Jimin...

-En este mundo, ya no hay absolutamente nada que perder por intentarlo-Yoongi lo sabía. De todos modos él iba a moverse, ¿Importaba en qué dirección? Si no existía ningún bunker allí, simplemente habría que seguir-¿Tienes miedo de que la idea te guste demasiado?.

-Creo que sí-con esa respuesta sincera, le dedicó una mirada apenada y un poco triste. De verdad no quería formar una ilusión con todo eso.

-Yo también lo tengo. No puedo darte aliento al respecto, ¿Te conforma saber que puedo entenderte?.

Yoongi exhaló otra risa tonta que finalmente los dos compartieron. Si, creer en eso era riesgoso.

Esa noche, los dos durmieron en total silencio, Yoongi meditando sobre todo aquello.

Analizó en silencio la silueta dormida ajena, con los rasgos tan serenos, Jimin dormía con confianza a su lado. Jimin lo consideraba alguien a quien contarle cuales eran sus anhelos aunque suenen tontos. Lo estaba invitando a su viaje incierto, lo eligió como su compañero.

La verdad, quería intentarlo.