Hora de partir.

Jimin y Yoongi enlistaron sus pertenecías, era un día nublado así que no debían preocuparse por cubrirse del sol.

Por alguna razón, el castaño estaba insimismado en la idea de explorar la ciudad antes de separar caminos. Y una buena comida.

Yoongi solo quería tumbarse a dormir para tener energías pero Jimin lo arrastró por la muñeca con un aura que le hizo imposible negarse.

Después de todo, había sido una muy agradable compañía durante el tiempo que estuvieron juntos.

-¿Un centro comercial? ¿en serio?-Preguntó, un poco incrédulo y sorprendido. Es cierto que ahora no podían preocuparse por alimento, pero se sentía incómodo con la sola idea de pasarla bien. Como si estuviera mal.

-¿Ves a alguien más que te lo impida aparte de tu cabecita necia?-El chico le empujó un poco con el dedo índice a modo de juego y Yoongi le sostuvo con una sonrisa-De seguro hay cosas interesantes ahí dentro.

-Umh...-Yoongi le dedicó una sonrisa muy ligera, tratando de no pensarlo demasiado-Está bien, supongo.

-¡Genial!-Se dejó llevar por él, el lugar lucía desordenado pero estaba ciertamente, intacto. Lo cual era una buena señal.

Esos seres tendían a buscar personas, probablemente esa ciudad debió ser evacuada lo suficientemente rápido como para no llamar la atención.

Ver tan poca destrucción, la cual era tan antigua que incluso se llenaba de verdor le daba paz. Pero en la ciudad contigua sí lo había, y eso era un peligro esperando a ocurrir.

Al entrar, lo primero que se toparon fueron muchas tiendas electrónicas, pero Yoongi se sintió atraído por la tienda de vinilos y álbumes.

Se acercó sin dudarlo un segundo, sosteniendo los álbumes, que gracias al embalaje estaban intactos.

Escucho los pasos del castaño detrás suyo y se volteó con una expresión feliz-¡Míralo! Luce tan bien, siempre quise uno de estos.

Sin embargo, apenas se volteó fue recibido por un sorpresivo "Click".

-Vaya, solo mira esta expresión de felicidad tan genuina-Le comentó, caminando hasta él con una cámara instantánea y bastantes papeles de fotografía en blanco-Ese álbum se ve increíble.

-Es completamente funcional-Yoongi se sintió un poco maravillado, bueno, la realidad es que se guardó en perfecto estado, y los elementos necesarios para ponerla a funcionar estaban allí. Nunca pensó en eso.

-¿Quieres tomar algunas fotos?-Esa sugerencia le hizo titubear, ¿Por qué era tan ridículo sentirse bien en esa situación? Se había enfocado tanto tiempo en solo sobrevivir, que ahora esto era extraño. Pero le agradaba.

Ni siquiera hubo la necesidad de responder, Jimin lo sostuvo por el hombro y saco la foto, la cual salió al instante.

Él la agitó un poco hasta que la imagen se aclaró-¿Te gusta? Creo que salimos bastante bien.

Cuando se la dió, Yoongi la guardó entre sus pertenecías, no sin antes observarla un poco más.

En la foto, su expresión salió algo perdida, no diría que fue seria sino un poco tonta. Aún así, salió bonito, y Jimin tenía un lindo gesto.

-De seguro que hay prendas increíbles en el piso de arriba.

-Oh no, eso sí que no-Yoongi retrocedió un poco, aunque sus brazos quedaron extendidos pues el otro le sujetaba ambas muñecas-Jimin esto es el fin del mundo, no una pasarela.

-Disculpa, ¿que escuché? ¿Que una pasarela es exactamente lo que quieres?

-¡Jimin ya no somos niños!

A pesar de que sonaban a quejas, Yoongi tenía una enorme sonrisa en el rostro.

-¿Desde cuando las pasarelas son para niños, uhm?

-Uhm...-Sus ojitos felinos miraron con cierto aire pícaro hacia otra dirección, su cuerpo inclinado hacia atrás con las manos extendidas que Jimin sostenía para "no dejarlo ir"-Bueno, de todos modos ya tenía que renovar prendas.

Tan pronto como lo dijo, sintió que lo jalaba directo hacia las escaleras. Y tenía razón, allí arriba era un mundo de prendas, claro que tenían algo de polvo, al menos las que no estaban empaquetadas.

Yoongi quiso dedicarse a guardar las que veía convenientes, abrigos y ropas frescas que cubran la mayor parte de su piel, especialmente para así evitar que el sol le pegue demasiado.

Al menos hasta que Jimin le insistió en posar un poco.

-Vamos, será un buen recuerdo-El chico tenía demasiada ropa curiosa y extravagange colgando del hombro. Yoongi ya ni siquiera considero negarse.

-Solo si tú también lo haces-Le condicionó, bastante tímido pero divertido.

Sostuvo con una mueca las prendas extrañas que se trajo consigo. Aún así, Yoongi se esforzó por mantenerse serio, o al menos eso intentaba.

-¡Pero deja de reír!

La mayoría de las fotografías acabaron con un rostro algo borroso donde se lograba apreciar una enorme sonrisa rosa de gomita. Jimin no podía dejar de apreciarlas, eran como un abrazo cálido al pecho.

En medio de ese caos, los dos estaban riendo como un par de tontos en una tarde de verano, como si se trataran de esos días flojos donde no quedaba absolutamente nada más que hacer y acababan en una noche de desvelada.

-Opino que salí muy guapo-El pelinegro le comento asomándose tras su hombro después de unos pocos minutos.

El chico se mantuvo en silencio admirando un poco, antes de tomar la decisión que estuvo meditando todo ese día.

Se voltearon uno frente al otro dejando los juegos de lado. El pálido asumió que era la señal, el momento de separar caminos, y eso se sintió un poco agridulce.

Pero por supuesto que Jimin no lo iba a dejar escapar tan fácil.

-Yoongi, la realidad es que estoy buscando algo en concreto-El cambio de actitud hizo que Yoongi se ponga serio y curioso, recibiendo en manos las fotografías para guardarlas en un sitio seguro-Estoy buscando un refugio en concreto. Tengo esperanzas de que este intacto y en buenas condiciones.

La mención del refugio, tal vez fue como un golpe de realidad. Su expresión cambió tanto que incluso el castaño jaló de su ropa al verlo tan desconectado repentinamente.

-¿De que hablas? Creí que solamente viajabas sin sentido-Después de volver al mundo real, El pálido se sacude ligeramente, con una intriga bastante creciente debido a los gestos tan serios que Jimin estaba transmitiendo, su piel se crispó un poco y acabó rascando tras su oreja, justo como cuando comenzaba a sentir ese cosquilleo de nervios en el estómago.

-Me gustaría que me acompañes.