El suelo se estremecía.

Yoongi sintió la sangre tan helada, que sus músculos se congelaron completamente.

La vista se le tornó borrosa y apenas pudo observar aquella mancha oscura de sombra crecer lentamente en el suelo, pero antes de siquiera ser vistos, sintió un fuerte jalón hacia atrás.

Jimin, al verlo así, sin siquiera reaccionar, se encargó de tomarlo por el estómago y esconderse dentro de un edificio algo destruido.

Lo sostuvo firmemente abrazándolo con las piernas y cubriéndole la boca por reflejo de su experiencia. Algunas veces, el pánico se volvía tan grande que el único reflejo capaz de dar una persona; era gritar.

Sin embargo, Yoongi se quedó tan quieto como pudo, incluso sosteniendo la respiración. Ambos observaron ocultos aquella enorme sombra esquelética cruzar, como si se hubiera levantando tras el escándalo.

Jamás se encontró con alguien que reaccione al miedo paralizandose, generalmente se desesperaban gritando o intentando huir. Pero no tenía tiempo de cuestionarse eso.

Mierda, ese tal Jimin tenía razón cuando le dijo que se mantuviera callado.

Yoongi podía sentir contra su espalda el corazón agitado del castaño, descontrolado totalmente. El suyo estaba igual, tanto que le encajó las uñas en los brazos.

Fueron segundos tensos donde solamente se oían y sentían los pesados pasos alejarse.

Entonces, Jimin retiró las manos de él como si le quemara, un tanto precavido con las distancias mientras Yoongi se dejó caer débilmente contra el suelo, apoyando la frente en sus antebrazos-Me salvaste...

Sus extremidades estaban algo entumecidas, ciertamente, el pálido no tenía ni una mínima de fuerzas para intentar defenderse en caso de que la persona tras él de verdad tenga malas intenciones.

-Te dije que no quería hacerte daño-El castaño también se recostó, sosteniéndose el pecho agitado, murmurando a su costado-Sospechaba que esa cosa estaba por aquí...

Admiró su débil cuerpo en el suelo, también bajando la guardia. Después de todo, era obvio que en ese estado el chico no le representaba ningún peligro.

-Lo siento-el pálido tragó saliva, animandose a ver a aquel desconocido al rostro. El chico estaba boca arriba en el suelo, despeinado y manteniendo los ojos cerrados, era un hombre bastante guapo-Yo de verdad pensé que ibas a hacerlo.

-Tal vez viste muchas películas antes-para aligerar el ambiente, Jimin río en silencio-Aunque tienes razón, no confíes. ¿Alguna vez te saquearon?

-Umh, no realmente-Yoongi se mordió el labio pensativo-Prefiero alejarme de las personas.

-Así que eres un errante en solitario-El castaño al fin lo vió a los ojos, antes de darle una mueca-A mí si me han robado antes, creí que no viviría un día más. Pero una de esas cosas horribles los interrumpió...

-¿Cómo puedes... Decirlo tan tranquilamente?

Yoongi se sentía tan perturbado, de solo pensar en esos monstruos gigantes, puros huesos infernales que simplemente rondaban el mundo como si nada... Como si hubieran surgido del mismísimo averno.

-Los he visto un par de veces... cuatro, sin contar ocasiones como esta donde solo los oigo-Jimin parecía llevar más experiencia que él en el tema, y aunque en sus pupilas se notaba el miedo, él parecía haber aceptado ya el destino de ese mundo-¿Cuántas veces los has visto?.

¿Desde cuando le seguía conversaciones a un desconocido? El pálido se resignó totalmente, en esta ocasión no se sentía en el estado físico suficiente para irse de una buena vez. Además, había pasado mucho tiempo desde que tuvo interacción humana.

-Solo dos-Yoongi intentó sentarse, sus extremidades seguían temblando tanto que estaba seguro, no podía levantarse-Contando la ocasión en la que los vi por primera vez...

-¿Hace cuatro años?-Tras la pregunta, el pálido asintió con la mirada perdida en el moho crecido entre las baldosas del edificio-No me has dicho tu nombre.

-¿Realmente importa? No te volveré a ver.

A duras penas, Yoongi se irguió, pero sus muslos temblaban tanto que se vió obligado a apoyarse contra un mural. Al menos hasta que sintió el piso estremecerse débilmente contra la planta de sus pies, lo que indicaba que ese monstruo seguía rondando.

-No es seguro ir en ese momento, yo pasaré la noche aquí. Intentar salir a una zona despejada es suicidio-Jimin comentó, con cierta diversión en el rostro al ver como lentamente el rojo en el rostro ajeno se perdía del pánico.

-¿Sabes? Creo que este lugar luce más cómodo de lo que creí-Apoyo el trasero en el suelo nuevamente, rendido. Ahora estaba atrapado hasta nuevo aviso, el castaño se llevaba toda razón al final de cuentas. No quería morir, al menos no a manos de esos monstruos. Así que, exhaló levantando la mirada con resignación-Soy Yoongi.

-Bonito nombre para mi compañero esta noche, Yoongi-Jimin era mil veces más agradable y social que él. El chico era realmente paciente, amable y le estaba regalando una sonrisa pequeña.

Así que, se preparó mentalmente para no hacer que su compañía sea un momento amargo al menos por unas horas.