Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13


Habían avanzado casi dos kilómetros ese día. El calor se volvió húmedo y ambos estaban demasiado exhaustos para seguir.

Por la tarde, Yoongi podía ver perfectamente aquellas enormes nubes entre naranjas y tonos más oscuros, cubriendo el rojizo sol. Una tormenta relampagueante se acercaba.

Aunque los dos intentaron pasarlo de largo, notaron que las nubes ya estaban cerca de llegarles encima en menos de una hora. El pálido se detuvo para sujetar su muñeca, el viento helado le proporcionó entonces una piel muy erizada y escalofríos-Paremos ya o nos tomará la tormenta.

-Bien-Jimin le sonrió débil, girandose ante las calles, observando los edificios-Busquemos un lugar adecuado para pasar la noche.

Entre tantas opciones, Yoongi se alegro de que escogieran la casa acogedora de pocas ventanas.

-Ojalá devorar un enorme pollo frito-Soltó con dolor Jimin apenas entraron (asegurándose que nadie más estuviera allí) con las manos extendidas imaginando tener esa delicia. Yoongi lloriqueo un poco hacia su dirección, la carne era un privilegio y ¡Cómo la deseaba!.

-Dios, cállate-El chico le lanzó una almohada polvorienta justo en la cara, divertido de cómo intentó devolvérselo. Aunque la esquivó, su expresión se llenó de horror cuando corrió en su dirección-¡No, aléjate sucio!

-¡Vas a ver, Yoongi!-Yoongi intentaba a toda costa rodear el sofá con una risa estúpida, estaban siendo un poco escandalosos así que se tapó los labios.

Sus pies estaban demasiado torpes entre la alfombra y unas cuantas prendas ahí tiradas, así que todo terminó con él enredandose y Jimin lanzándose encima suyo, aterrizando justo sobre el sofá.

-U-uhg, bruto...-Se quejó con un jadeo bajito,  una mueca y los ojos en una línea, Jimin lo tenía apresado al sofá y una de las piernas de Yoongi colgaba fuera de esta mientras que la otra la mantuvo flexionada en el aire para darle algo de espacio al castaño entre ellas-Te odio, en serio.

-Esto es un deja vu-Si había algo que le divertiera últimamente, era jugar con Yoongi y hacerlo bufar como lo estaba haciendo ahora. Fue exactamente por eso, que lo sujetó por las muñecas encima de su cabeza, haciendo especial énfasis a ese recuerdo-Solo que ahora tu expresión no dice que quieres matarme.

-Créeme que desearía hacerlo-El chico lentamente se intentó acomodar abajo de su cuerpo. Retorciéndose y preguntándose internamente qué diablos tenía Jimin en la cabeza como para atreverse a tratarlo tan desvergonzadamente. Esto absolutamente no era con la misma tonta intención de "neutralizarlo" de aquella vez-Y-ya, sácate. Atrevido.

-Ow, pobrecito Yoongi, que suspira como tonto por hombres pero se pone muy nervioso cuando tiene uno encima-Jimin cambió de enfoque, ahora sujetando ambas muñecas con una sola mano, la otra la dejó justo a un lado de las mejillas extremadamente rojas del pelinegro-Pero tranquilo, sé que no tienes experiencia en esto todavía.

-De verdad, n-no puedo creer que tengas el descaro de bromear con esto-Otra vez estaban metidos en esa especie de juego que más bien parecía, iba a acabar en algo más. Yoongi no iba a mentir, le gustaba más de lo que se atrevería admitir. Al final eran dos chicos a solas sin ningún prejuicio que los detenga, pero...-¡Por Dios quita esa cara estúpida coqueta!

Justo cuando ya no pudo con la situación, un trueno opacó su voz por completo, del puro susto Yoongi lo rodeó con las piernas (pues sus manos estaban todavía apretadas al sofá) y los dos se mantuvieron en silencio.

-¿Te asustó?-Jimin soltó una risita ahogada, que Yoongi correspondió con ciertos nervios, ya no exactamente por tenerlo encima. El castaño se apartó, todavía con las rodillas entre sus pálidas piernas cuando lo ayudó a sentarse. Ambos quedaron frente a frente y él estaba tratando de darle consuelo por el susto que tuvo-¿De verdad estas bien?.

El castaño se estaba riendo por su propia reacción, pero Yoongi estaba temblando y con el corazón bastante descontrolado. Aún así, le dedicó un gesto suave para no preocuparlo de más.

En ese preciso momento su cabeza comenzó a punzar, estaba bastante a gusto con Jimin y caer en la realidad no era exactamente lindo.

Seguía en un mundo rodeado de seres extraños y la tormenta no le agradaba ni un poco, aún así Jimin lo desconectaba a veces.

-Cerraré las ventanas-Declarando esto, el castaño le dió una palmadita en el hombro y se apartó. El ambiente tuvo un cambió demasiado brusco y podía entender que la lluvia no era precisamente una ayuda. Yoongi se puso raro-¿Puedes por favor empezar a sacar la comida? Me encontré con un poco de azúcar y frutas en el camino...

Jugo de frutas sonaba demasiado bien.

Jimin estuvo al pendiente de su actitud el resto de la noche, mientras comían en silencio y las gotas comenzaban a oírse. Había cubierto todo y solo tenían una lámpara portátil que se llevaba a todos lados.

¿Será que su movimiento fue demasiado? No lo pensó mucho antes de lanzarse encima suyo, tal vez para Yoongi, a pesar de aceptarse a sí mismo, le era difícil relajarse en una situación así con otro hombre.

O tal vez simplemente no sentía el mismo tipo de atracción que él.

¿Lo había interpretado mal todo este tiempo? Quizá debió meditarlo dos veces antes de solo ponerse tan ansioso buscando excusas para tener contacto físico.

No tenía idea.

Ahora todo sería incómodo y vergonzoso.

Jimin se encontró acomodando los colchones en bastante silencio, y alejados el uno del otro para no incomodar más al chico, dando vueltas en el asunto sin parar.

Después de cepillarse los dientes y darse una ducha (Gracias al cielo la energía eléctrica era funcional) se encontró a Yoongi ya envuelto en las sábanas, con los colchones ahora pegados, porque para su sorpresa él los juntó buscando cercanía.

Ahora estaba más confundido que antes.

Acabaron acostándose, y la lluvia se hacía más y más intensa conforme transcurría la noche.

Yoongi le había dado la espalda, y aunque se forzaba a sí mismo no lograba conciliar sueño, además de sentir a su lado como él se removía sin parar.

Al menos hasta que en medio de los relámpagos descubrió que sus pálidos hombros se sacudían, como si estuviera hipando.

-¿Yoongi...?-Le murmuró por detrás, levantándose sobre su propio codo para asomar el rostro-¿Estás bien, te duele algo?.

¿Qué le estaba ocurriendo?

Él no le respondió, simplemente negó en silencio volteandose en su dirección, para hundirse contra Jimin.

No se atrevió a decirle nada durante largos minutos, su camisa se estaba mojando de lágrimas y apenas tuvo las agallas de apretarlo en un abrazo para consolarlo.

A este punto era obvio que Yoongi jamás sintió ningún disgusto hacia él, aquello que dolía en su corazón era algo completamente distinto, y Jimin trataría de darle calidez, sea lo que sea que lo esté atormentando.

-Sabes que puedes confiarme lo que sea, ¿Verdad?-Le murmuró, justo contra el oído mientras el llanto poco a poco desaparecía. El castaño lo sintió sorber e inhalar entre jadeos hirvientes, temblando en su pecho sin poder contenerse-No importa si es ahora o cuando desees, yo te oiré.

La única respuesta que obtuvo, su voz ahogada, ronca y excesivamente baja diciéndole-E-en esta situación, oír es imposible p-para... mí.

Y no pudo entenderlo. Porque incluso en ese momento fue difícil escuchar cuando la voz de Yoongi era tan entrecortada.

Pasaron horas hasta que finalmente percibió su cuerpo quieto, el sueño al fin lo tomó.

Cuando el sol comenzaba a asomarse y la tormenta paso, siguió con una pequeña llovizna. Jimin se levantó primero y se encargó de cocinar algo que a Yoongi le pudiera resultar delicioso.

Él estaba muy callado, con la vista perdida constantemente hacia la puerta y ventana, era doloroso ver esos preciosos ojos felinos inflamados, al igual que los labios y nariz de un tono rojizo muy fuerte.

Se sentó justo a su lado, los belfos de Yoongi se extendieron en una sonrisa plana y avergonzada, pero Jimin simplemente se dedicó a comer en silencio sin decirle nada más. Y para el pálido, eso era suficiente, porque sentirlo acariciando su espalda y apoyándose contra su hombro cada tanto era mejor que palabras.

Después de comer, Jimin se dedicó a mirar su perfil hinchado cada tanto, hasta que lo escuchó inhalar y devolverle el gesto.

Yoongi iba a hablar.

-¿Sabes?-Comenzó, su voz estaba muy gruesa y rasposa, casi como un ronroneo. Yoongi lucía como un pequeño minino lastimado en un rincón-Unos pocos meses después de que todo empezó, yo logré encontrar a dos de mis compañeros de la escuela. Ellos... Eran tan tontos, no sentía miedo cuando veía sus tonterías-Se detuvo un segundo, aspirando con lentitud, sus ojos se perdieron ante la ventana de nuevo-Una noche, hubo una tormenta tan, tan fuerte, estábamos jugando y no fuimos capaz de... Oír nada.

La respiración de Jimin también dejó de escucharse. Viendo el momento exacto donde el mentón de Yoongi comenzó a temblar y la piel se le erizó. Fue casi como si se perdiera de ese plano, como si hubiera sido transportado a esa noche.

-Ellos le estaban dando la espalda a las ventanas, pero cuando yo me fije en ese lugar... y-yo... yo...-Huecos. Dos cuencos gigantes y oscuros, profundos, mirándolos a los tres, inclinadondo ese rostro esquelético para asomarse, esa mandíbula llena de manchas escurriendo rojo espeso, los gritos, sus piernas moviéndose sin siquiera sentirlas, era como si volviera a vivirlo-Intentamos huir, pero ese maldito... Destruyó la casa y los escombros me separaron de ellos. Quedé atrapado en una habitación y-y, no pude hacer absolutamente n-nada.

-Tranquilo, está bien-Jimin no dudó en abrazarlo de nuevo cuando escucho hipidos bajitos, Yoongi se cubrió su propio rostro incapaz de contener lágrimas por más tiempo.

Aun podía recordarlo. Aun podía verlos a ambos, riendo en un pequeño círculo, mientras los relámpagos iluminaban sus figuras, hasta que vió esa silueta en la ventana.

-¿alguna v-vez viviste algo así?-La voz de Yoongi apenas era entendible. Sonaba casi como a balbuceos, opacada por como apretaba su cara contra él.

-Sí-Las caricias en el cabello de Yoongi no se detenían. Los dedos de Jimin se hundían lentamente, mientras que un delgado hilo de lágrima se le escapó.

-E-eres... muy valiente y-y fuerte-El castaño se atrevió a intentar apartarlo de ese escondite en su pecho, viendo con agonía aquella expresión-Desearía... S-ser así.

Lucía como si estuviera rindiendose.

Irónicamente, ese fue el segundo deja vu que tuvo en su compañía.

-No lo soy-Jimin se inclinó para besarle la frente, y masajear sus mejillas empapadas con lentitud-Pero podemos intentar serlo juntos.

A Yoongi le sonaba bonita esa idea. Por eso, se tumbo contra él, apoyando las mejillas en su pecho. Oyendolo fuerte y claro.

Tenía a alguien igual de roto que él a su lado. Pero por alguna razón, al estar juntos se sentía como si solo fueran ellos y sus bromas.

Este capítulo me gusta bastante

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro