Primeramente, gracias a mi madre por darme la vida y animarme a seguir escribiendo. Tus palabras siempre me suben la inspiración y mantienen mis sueños, mamá. 

A mi hermana, Allison, que leyó Cazadores: Los doce poderes en menos de dos días y desde allí me pide que escriba la continuación. Gracias por tus halagos forzados, hermanita.  

A mi amiga lectora, Adanae, que es la principal en impulsarme a probar suerte en una editorial y no quedarme estancada; que sufre y ríe y se emociona con los personajes de cada libro que escribo; que me hace reír a mí en los momentos que me siento mal. 

Y a ti, que no sé tu nombre ni te conozco pero le diste una oportunidad a esta historia, que llegaste hasta esta parte y, quizá, me regalaste un voto. Mil gracias. Infinitas gracias, tantas como las estrellas. Incontables gracias. Y a los lectores fantasmas: también gracias. A ustedes también los quiero, fantasmas. 

Hasta luego. 

Jovahn Jones