29| Prejuicios y miedo
Ya podía pararme de la cama sin ayuda de alguien más, incluso podía bañarme solo, me tardaba como media hora en fregarme y luego necesitaba que me ayudaran a salir y a vestirme, pero cada día mejoraba un poco más que el anterior, era un avance lento pero seguro. Jimin había llegado hace poco de la clínica, había ido a ver a Minsoo y ahora estaba preparando el almuerzo, mi departamento olía realmente delicioso, a carne salteada con verduras y arroz.
—¿No te han dicho cuanto tiempo le queda a Minsoo en el hospital?
Jimin me acercó dos platos, mi forma de contribuir era esa, colocar la mesa a pasos de tortuga, ya que ni siquiera podía hacer fuerza —Desde que despertó me habían dicho que solo sería un par de días más, luego me dijeron unas semanas, y ahora me volvieron a decir solo unos días —me pasó los vasos y el jugo de fruta que había comprado en un almacén de camino acá —Pero veo bastante mejoría en cuanto a ánimo y cicatrización, prefiero que se quede ahí todo lo necesario antes que traerlo a casa y que pueda empeorar.
Ni siquiera alcancé a contestar algo cuando leves toques se dejaron oír en la puerta, Jimin frunció el ceño, extrañado, y me miró —¿Espera a alguien, hyung?
Yo negué con la cabeza, la única persona que podría estar tocando sería Hoseok y...
"Mi madre"
Había olvidado llamarla durante toda esta semana.
—Jimin, no, espera —mi reacción fue demasiado tardía, Jimin ya había abierto la puerta y estaba frente a frente con ella, con la religión en persona.
Se bajó las elegantes gafas de sol que traía puestas y miró a Jimin por sobre ellas, lo estaba analizando con lujo y detalle, la conocía lo suficiente para descifrar sus expresiones faciales —¿Hola? —lo observó de arriba a abajo e hizo una mueca de desagrado, Jimin llevaba un maquillaje suave en el rostro con gloss en los labios, su cabello tinturado de rosa y una remera que dejaba al descubierto sus finas clavículas.
—Mamá, ¿qué haces aquí? —pregunté colocándome detrás de Jimin. Mi primer instinto fue alejarlo lo más posible de ella, pero debía actuar con moderación —¿Por qué no llamaste para avisar que venías?
El rostro de ella cambió completamente al verme —¡Yoongi, querido! —quitó a Jimin del camino y me abrazó con euforia, aquello hizo que mi costado volviera a dolerme como el mismisimo infierno, gruñí por lo bajo y siseé de dolor, haciendo que ella me soltara —¿Pero qué te pasó, hijo?
—No es nada —murmuré sujetándome el costado —Solo me caí de las escaleras y me rompí una costilla —mentí descaradamente, pero no podía decirle que tuve una riña contra un chico al que le gusta la misma persona que a mi. Jimin me sostuvo para ayudarme a mantener el equilibrio y me miró preocupado, nunca le he hablado de mi madre, pero él es lo suficientemente inteligente para entender las cosas apenas las ve, e intuí que ya se había echo una idea de como era ella.
—¿Y por qué no me llamaste para cuidarte? ¡Sabes que hubiera venido corriendo! —pasó por nuestro lado, dejó su bolso en el sillón y se acercó a revisar lo que había al interior de las ollas —¿Quién está cocinando esto? Luce terrible...
Jimin torció la boca, si no los separaba a tiempo, mi madre terminaría denigrando hasta el aire que respiraba —Ve a tu casa, por favor —le pedí en susurros mientras ella seguía alegando que la carne no estaba bien cortada —No tienes porque quedarte a escucharla, no te hará bien.
—¿Está seguro? —Jimin continuaba afirmandome con toda su fuerza, podía ver en su rostro la indecisión por la que atravesaba.
—Sí —me giré a observar a mi madre, quien seguía husmeando en la cocina —Créeme que será lo mejor. De verdad, no mereces escucharla.
Jimin asintió aún dubitativo. Fue hasta mi habitación y tomó el bolso con el que solía ir a trabajar, sacó sus lentes negros que estaban colgados en la entrada y se acercó a mi para despedirse —Lo quiero, hyung —tomó mi mano lejos de la vista de mi madre y me observó con sus hermosos ojos grices —No olvide eso.
Moría por besar sus labios y evitar que se fuera, pero con ella en mi casa, aquello sería imposible. Jimin cerró la puerta de mi departamento tras de sí y yo volví a tener 5 años, volví a convivir con mis prejuicios y miedos hechos persona una vez más.
—¿Quién era ese...chico tan extraño, Yoongi? —preguntó sin pudor —Tenía labial, ¿Puedes creerlo? Es como tu amigo el rarito ¿Cómo se llamaba, Hoseok?
Me tapé el rostro con las manos y suspiré —Sí, mamá, Hoseok es mi amigo rarito.
Caminó hasta la mesa y quitó todos los platos que yo había colocado, dejó encima otros de un color distinto, alegando que ninguno de los dos combinaba con las paredes del departamnto y que si ella estuviera aquí todos los días, nada de eso pasaría.
—¿Y hace cuanto que conoces al chico que se fue? No me habías hablado de él.
—Hace un par de meses —respondí mientras caminaba hacia la mesa para tomar asiento, el abrazo de mi madre me había dejado bastante adolorido —Es solo un...amigo, lo ayudo con unas fotografías.
Ese era otro gran detalle, mi madre pensaba que yo tenía un trabajo formal en alguna empresa, ni siquiera se imaginaba que gracias a esas fotografías yo me hacia mi sueldo de cada mes. Me sirvió la comida en el plato, y luego se sirvió ella. Se supone que yo almorzaría con Jimin.
—Siempre consigues amigos demasiado raros, Yoongi —se llevó la olla a la cocina y la dejó en el lavado —Debes replantearte el tipo de gente con la que te rodeas, no se te vaya a pegar eso de ser gay también, porque hubieras visto a la señora Kim como llegó destrozada a mi casa. Ay, mi dios no lo permita.
Se persignó como tres veces y levantó las manos al cielo en forma de plegaria, de niño recordaba haberla visto hacer eso muchas veces, sobre todo cuando practicaba la ley de atracción. Yo volví a suspirar y miré mi plato de comida sin ninguna pizca de hambre. En el otro extremo de la mesa debía estar Jimin, no ella.
Estoy seguro de que todo este lío se armó porque olvidé llamarla, y como no podía ni siquiera levantarme de la cama sin ayuda, claramente menos podría ir a visitarla. El hecho de que sea yo quien va, la mantenía a ella lejos de mi hogar y de mis cercanos.
Debía avisarle a Hoseok que ni se le ocurra aparecerse por acá o esta vez tendría a la policía en mi departamento, porque ninguno de los dos se soportaba.
⭐️
A veces me olvido de la existencia de Minsoo hdkdhdjd
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