19| ¿Solo un amigo?
El bar estaba abarrotado de gente bailando de un lado a otro, besándose con desconocidos y bebiendo todo aquello que se les cruzara por delante. Cada vez se me hacía más complicado lograr que pagaran lo que bebían, ya que se equivocaban mil veces en la contraseña o no podían introducir la tarjeta en la ranura con lo ebrios que estaban.
—Es tu turno de limpiar —Namjoon me pasó el trapo por debajo de la barra y me apuntó hacia un sujeto que estaba en una esquina vomitando mientras se aferraba al brazo de una chica. Se supone que no nos encargamos del aseo del local, pero la barra era nuestra responsabilidad, si alguien la vomitaba, debíamos limpiar lo más pronto posible. Gruñí por lo bajo.
Terminé de servir los pedidos que tenía pendientes y fui por el balde con agua, un par de guantes y una mascarilla, observé como los amigos del sujeto se lo llevaban a alguna otra parte y comencé a limpiar, detestaba este empleo más que cualquier otro que he tenido, si no tuviera que pagar las cuentas del hospital de Minsoo habría renunciado hace bastante tiempo. Intenté buscar en alguna otra parte, pero no me llamaban, a nadie parecía servirle que solo hubiera terminado la preparatoria excepto a este lugar.
Me llevé el balde hasta el fregadero y lo dejé ahí, me deshice de las cosas que traía puesta y revisé mi celular, recién eran las 2 de la madrugada, y no tenía ningún mensaje de Yoongi. Lo volví a guardar en mi bolsillo y salí a la barra nuevamente. Namjoon, mi compañero de trabajo, no era una persona muy conversadora, pero su trabajo era bastante eficiente, entre los dos podíamos mantener a la barra relativamente contenta, aunque aún deseábamos que nuestro jefe contratara a alguien más.
—Has estado demasiado silencioso —me dijo al pasar por mi lado —He hablado más yo que tu, ¿todo bien?
Aquello me hizo sonreír —En realidad no —admití. Namjoon no indagó más, y yo se lo agradecí, no sabía mucho sobre él, y él tampoco sobre mí, pero tenerlo cerca me daba una sensación de familiaridad. Tenía su brazo derecho y su cuello llenos de tatuajes, dando una imagen intimidante, pero era el sujeto más pacífico que había conocido alguna vez.
Al cabo de un rato, vi un rostro familiar navegando entre la multitud, derecho hacia donde estaba, yo no recordaba haber quedado de juntarme con él hoy, quizás lo olvidé. —¿Qué haces por aquí? —le pregunté apenas llegó.
—Hola Jiminie hyung —agarró un asiento vacío que encontró por ahí y se acomodó frente a mi —Vine a verlo, el otro día quedamos en que me prepararía su especialidad.
Pude recordar esa conversación con Jungkook, pero no imaginé que vendría tan pronto —Creo que no es buen momento...—detuve lo que estaba haciendo y lo miré, traía puestas unas pupilentes azules, o quizás eran verdes, con la iluminación nefasta del lugar costaba identificar algunos colores—. Debiste avisarme que venías, el bar está demasiado lleno.
—No se preocupe, yo puedo esperar.
Lo observé durante unos segundos, su rostro tenía una leve capa de maquillaje, sombra de ojos cafés y gloss en los labios, no puedo negar lo atractivo que luce, pero aún no entiendo el porqué hace todo esto, de haberme avisado que tenía planes de venir, le hubiera dicho que no, que lo dejáramos para otro día.
—Jungkook...
—Ay, hyung, lo olvidé —metió su mano al bolso que traía y sacó una pequeña caja cuadrada—. Le traje este regalo, estoy seguro de que le gustará.
La dejó encima del meson que nos separaba y mi corazón se detuvo por un segundo, este es el segundo día que se aparece en mi trabajo sin avisar, me da regalos y me dice lo bien que me veo. Hasta hoy en la tarde, antes de discutir con Yoongi, yo lo veía como una simple amistad, pero ahora ya no estaba tan seguro, yo nunca le daría un anillo a un amigo. —Jungkook, no creo que sea buen momento, de verdad.
La multitud de gente que se juntó en la barra comenzó a colocarme nervioso, y Jungkook ahí sentado no ayudaba en nada. —¿Por qué no?—. Miró la caja apenado, de sinceramente no entiendo como considera que es una buena idea ir a ver a alguien que trabaja en una barra, un día sábado en la madrugada y llevarle un regalo, y además, esperar que lo reciba con emoción y que le prepare su especialidad.
—Porque tengo demasiado trabajo, mira a tu alrededor —retomé lo que estaba haciendo y entregué dos mojitos que tenía pendientes desde que Jungkook llegó —De verdad necesito que te vayas.
Algo se apagó en su rostro, desearía no haber sido tan brusco —¿Lo dice por su nuevo fotógrafo?
Yo lo miré extrañado —¿Que tiene que ver Yoongi aquí?
Jungkook tomó la caja entre sus manos y la guardó de donde mismo la sacó —Desde que él llegó, usted ya no me trata como antes. Ignora mis mensajes y evita mis abrazos.
—No ignoro tus mensajes —mi paciencia cada vez disminuía un poco más, pero seguia siendo mi amigo —Solo he tenido demasiado trabajo.
Había resentimiento en su rostro, la sonrisa con la que llegó de un momento a otro desapareció, quizás Yoongi si tenía razón después de todo, capaz haya algo de atracción de Jungkook hacia mi, y yo lo confundí con amistad —Mira, si quieres lo podemos hablar después —tomé una de sus manos por sobre la barra y le sonreír, el contraste de temperaturas de nuestras manos me dio escalofríos, su cuerpo estaba tibio, mientras que mis manos rozaban el hielo—. Pero ahora no es buen momento, discutí con Yoongi hyung y tengo demasiado trabajo tanto aquí como en casa.
Jumgkook esquivó mi mirada y se soltó de mi agarre —Sabía que era por él, aún no son nada y ya lo está alejando de sus amigos —tomó sus cosas y se fue de la barra, se mezcló entre la gente y las luces hasta que mis ojos ya no lo pudieron ver.
Miré a Namjoon algo estupefacto por lo que acababa de suceder, él solamente negó con la cabeza y me sonrió —Acabas de romper un corazón, Jim.
Necesité más de un minuto para procesar todo, ¿Será cierto que Yoongi está alejándome de mis amigos? Sin embargo, ¿Jungkook es solo un amigo? He estado acostumbrado a ese trato con él debido a las colaboraciones que hacíamos juntos, sin embargo, nunca se me pasó por la mente tener algo más con él, y la verdad, tampoco imaginé que reaccionaría de esa forma al pedirle algo. Si Namjoon tiene razón y le rompí el corazón, me sentiría horriblemente mal por haberle dado falsas esperanzas alguna vez.
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