07| Batman
Luego de una semana siguiendo el mismo ritmo, ya es costumbre verlo casi sin ropa, lo que aún no es costumbre, es grabar los vídeos, tengo que hacer cinco o seis tomas hasta que él queda conforme, y eso porque cierro los ojos para no verlo, pero aún así me cuesta inhabilitar sus gemidos, aunque sean falsos, siguen siendo gemidos que probablemente él ocupó en algún encuentro sexual con alguna otra pobre alma.
En casos como estos, es decir, en caso de tener una pareja como él ¿cómo sabes cuando está fingiendo?
Al tocar la puerta de su departamento, tarda un poco más de lo usual en abrir. Y cuando su rostro se asoma al otro lado, noto un cambio preocupante, la primera vez que lo vi en esa cafetería de "psteles Daisy" se encontraba radiante, con vida en cada poro de su piel, ahora parecía una masa opaca, cansada y desprovista de energía.
Sus ojos grices tienen grandes ojeras debajo de ellos, y su piel está palida, me atrevería incluso a decir, que está más palida que la mía porque ni siquiera lleva maquillaje.
—Adelante, hyung —murmura sin energía. —¿Quiere un café?
Yo desvío la vista de su rostro y camino por su lado para dejar mis cosas sobre la mesa —Bueno. —el living está bastante desornedado, hay prendas esparcidas sobre los sillones, las cuales no tengo idea si están limpias o sucias.
Lo observo moverse torpemente por la cocina. Lo veo tomar un vaso de vidrio y estar a punto de echarle agua hirviendo, luego lo veo detenerse, ya se percató, me mira confundido —¿Me dijo que quería café, verdad?
Yo asiento. —¿Jimin? —él vuelve a mirarme con algo de sorpresa, ahí me di cuenta de que nunca lo había llamado por su nombre —¿Te sientes bien?
—Sí —murmura —Solo estoy un poco cansado. Luego de tomar las fotografías aprovecharé de dormir.
¿Cansado? Me pregunto qué es lo que le cansa de su vida, porque su aspecto es el de alguien que no ha dormido en un par de días, ni se ha alimentado como corresponde, y estando en su hogar, donde lo único que hace es posar para fotografías sexuales, es algo complicado descuidarse tanto, ya que por lo general tienes todas las comodidades ahí mismo.
Me trae el café y se sienta frente a mí. Durante todos estos días había evitado mirarlo por lo extraño que es él, pero ahora no quiero perderlo de vista, me preocupa saber que puede caerse y golpearse la cabeza, porque se ve débil, su semejanza a una mujer se ha incrementado con lo demacrado que se ve.
Su cuerpo está cubierto por una fina remera que parece ser blanca, y a través de ella puedo ver el mismo cuerpo que he estado viendo durante todas estas semanas. Sus brazos tienen el músculo suficiente para considerarlo atractivo, y su rostro aniñado está libre de cicatrices, en el pasado fue un adolescente que no tuvo granitos, o que supo cuidarse la cara para no dejar marcas.
—Me iré a maquillar —dijo con una pequeña sonrisa —No puedo ser modelo en este estado ¿verdad?
Yo negué, verlo sonreír se había convertido en algo familiar. Pero yo no quiero eso, no quiero que él -alguien gay- se convierta en algo familiar para mí, no quiero sentir su ausencia cuando deje de trabajar para él.
No quiero que se vuelva parte de mí.
—¿Comenzamos? —pregunto apenas lo siento entrar a la habitación. Él murmura un asentimiento casi inaudible, parecido a un gemido. Al voltearme con la camara, lo veo únicamente con un boxer, un azotador negro en la mano, y un maquillaje de batman en el rostro. Por un momento tuve miedo, me sentí como un tigre enjaulado, queriendo arrancar de allí antes de que comience la tortura, aunque de cierta forma, el maquillaje lo hacía ver cómico.
Jimin se rasca la nuca —Vamos a hacer tres tomas —me indica —y al final un gif, que es como un video super corto —sé lo que es un gif, Jimin —Luego cambio de vestuario, y repetimos lo mismo. Y sería por el día de hoy.
Yo suspiro, no quiero ver más penes, pero la remuneración es buena, mejor de lo que esperé, incluso pude echarle gasolina a mi auto y devolverle el dinero que Hoseok ha estado ocupando para comprar mis insumos.
La primera toma transcurre bien, Jimin se adapta de forma muy sencilla al ojo crítico de la camara. Pero al final comienza a cansarse, ya no logro tomar una fotografía sin que sus ojos grices denoten agotamiento extremo, en la segunda imagen tuvo bastantes dificultades para mantener su miembro erecto, y a pesar de que no lo vi de forma explícita por cerrar los ojos, oía sus gemidos de frustración por no poder posar bien.
Cuando ya hemos acabado las primeras cuatro tomas, Jimin se sienta en la cama, agotado —¿Cómo quedaron? —intenta levantarse, pero sus piernas parecen no tener la fuerza suficiente y se tambalea hacia adelante.
Yo alcanzo a sujetarle el brazo antes de que se estampe contra el suelo, y él parece encontrar un apoyo, porque poco a poco comienza a recargar parte de su peso en mí, y llega un momento, donde su rostro está peligrosamente cerca del mío.
—¿Puede...volver dentro de un par de horas? —me pregunta totalmente débil. Su cuerpo se siente tembloroso y frío, pareciera que de repente le hubiera bajado la presión a niveles peligrosos.
Yo tardo un poco en salir de mi estupor, nunca pensé que mis reflejos funcionarían tan bien. —Claro.
Él vuelve a hablar —O...puede esperarme en el living —intenta zafarse de mi agarre y caminar hacia la cama, pero cuando da otro paso vuelve a tambalearse —Solo...solo necesito dormir un poco.
Esta vez lo sujeto de la cintura para poder estabilizarlo, y un escalofrío recorre mi espalda al sentir su aliento a frutilla chocar contra mi rostro. Comienzo a colocarme realmente nervioso al percibir la piel erizada de sus brazos, ya que no es normal -para nada normal- que un cuerpo reaccione así con la cercanía del otro cuando se supone que solo se ven por trabajo.
Algo anda mal, tanto con él como conmigo.
El maquillaje de batman que lleva encima no me impide ver sus facciones delicadas, ni notar los pequeños lunares que tiene esparcidos por su piel. —Yo veré que hago, no te preocupes —no tengo idea de qué hacer, esa es la verdad. Jamás había conocido a alguien con la piel así de hermosa y suave. Me pregunto si esto es lo que siente Hoseok cada vez que toca a otro hombre, porque no se parece en nada a lo que yo sentía cuando tocaba a mi ex pareja.
—¿Quieres que llame a una ambulancia? —le pregunto en voz baja.
—No... —murmura —Quiero dormir, me está...sujetando demasiado fuerte, hyung.
Aliviano la presión que estaba ejerciendo en su cintura, no me di cuenta en qué momento comencé a hacerle daño. Lo llevo despacio hacia la cama y lo recuesto en ella, sé que quizas debería llamar a bomberos, o a una ambulancia, como se lo sugerí, pero si él no quiere, no puedo obligarlo. Supongo que mi mejor solución es llamar a Hoseok y ver si le puede preguntar a alguno de sus amigos enfermeros qué hacer en esta situación.
Busco algo para taparlo, y solo encuentro una manta rosa muy peluda. La tiendo sobre su cuerpo y salgo de la habitación con el trípode y mi camara. Mientras Jimin se recupera y luego de hablar con mi amigo, editaré las fotos que alcanzamos a tomar.
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