01| Cupón de comida
En instragram hay pocas personas que logran mantener su cuenta pública si venden contenido para mayores de edad. Me sorprendió haber encontrado la de este chico, no es que estuviera buscando este tipo de cuentas, claro que no, solo pasaba de un perfil a otro como cualquier persona harta de repartir volantes de empleo un día Lunes.
Presioné la primera imagen del perfil y me quedé mirando la estrechez de su talle, no debería estar pensando en esto, porque no soy gay, pero mi mano abarcaría gran parte de su cintura debido a la similitud con la de una mujer. La fotografía de más abajo lo mostraba a él recostado en una litera de sábanas blancas, su rostro no estaba visible, solo parte de su cabello rosa y un tatuaje numérico bajo el codo. Todas las imágenes estaban sujetas a derechos de autor, el fotógrafo de ese chico debía ser bastante bueno en su trabajo como para que nunca lo haya reemplazado. Seguí bajando hasta llegar a la primera imagen, la verdad es que sería interesante tomar ese tipo de fotografías, usualmente me enfoco solo en paisajes y estructuras urbanas, jamás he intentado capturar a una persona semi desnuda, creo que si fuera una mujer no sabría disimular una erección si se llegara a producir. Con los chicos es distinto, pero aún así, me cuesta ver a hombres más femeninos, las fotografías no saldrían bien.
Quise encontrar una imagen que mostrara el rostro de ese joven antes de seguir buscando empleo, no tengo idea porqué, solo necesitaba familiarizarme con su rostro, pero en un descuido al bajar le di me gusta a una fotografía.
Mierda, mierda y más mierda. Que la tierra me trague y me escupa al otro lado del mundo, por favor, tamaña vergüenza. ¿Que pensará él ahora?
Saqué el like, sin embargo, sabía que de todas formas quedaría registrado en las notificaciones de ese joven, solo espero que no lo malinterprete, nunca fue mi intención querer comprar ese tipo de contenido.
Para evitar seguir pasando vergüenza innecesaria, guardé mi celular y me llevé mis impresiones de currículum, no se iban a repartir solas. Bufé molesto al saber que él se daría cuenta de que estuve espiando su perfil, no lo conozco de nada, pero...dios, no estoy tan desesperado como para revisar esas páginas, menos las de otro hombre.
Continué caminando, recorrí todo el centro de la ciudad e ingresé en cada tienda que se relacionaba con fotografía para dejar mis datos, tenía que encontrar empleo antes de fin de mes o mi arrendadora me correría del departamento, ya tengo dos meses completos sin pagar y sé que en cualquier momento Hyejin llegará con la policía para sacarme de ahí. Podría postular a cualquier puesto de trabajo con tal de recibir dinero, pero, profesionalmente hablando, la fotografía y sus derivados es lo único que sé hacer, los demás trabajos no me darían el dinero que necesito para apalear mis deudas.
—Nos pondremos en contacto con usted, señor —me dijo la recepcionista, lo que literalmente fue un "lo llamaremos"
Nunca llaman.
Salí del lugar murmurando un "gracias", al menos ella fue amable, la chica de la empresa anterior me dijo que iría al baño, y jamás volvió, la estuve esperando cerca de media hora.
Hice otra parada luego de quedarme sin lugares a los que entrar, el café de gatitos llamado "Dalí Catcafé" estaba 24/7 abierto, y luego de que vine a sacar fotografías para una publicidad -que por cierto dieron muy buenos resultados-, me regalaron cupones de comida gratis. En realidad nunca pensé que tendría que ocuparlos, sin embargo, ahora es muy buena ocasión para eso.
—Entonces, llevarás doble porción de pastel y un café mediano ¿algo más? —negué con la cabeza—. Perfecto ¿cómo cancelas?
Le tendí un cupón. El chico de la caja me miró con una ceja alzada y los delgados labios curvados en una sonrisa —¿Eres el que hizo la publicidad de la entrada? —asentí. Yo tomé las fotografías de los gatos y confeccioné la cara visible del local, tuve esos derechos gracias a la empresa para la que trabajaba en ese entonces—. Sí, te recuerdo. Estabas a punto de renunciar porque Whalien no se quedaba nunca quieto.
Whalien es el último miembro que adoptó este lugar, tiene tres meses y demasiada energía. —Nunca me había tocado un cliente tan complicado —dije mientras lo veía sacar mi pastel de la vitrina y dejarlo sobre una bandeja, el chico traía una bandana roja cruzada en la frente para evitar que sus mechones de cabello castaño entorpecieran su visión o se metieran a la comida. Yo no recuerdo haberlo visto ese día, pero había tanta gente tratando de colaborar para la publicidad, que lo más probable es que lo haya pasado por alto.
—Puedes ir a sentarte, te llevaremos el café a la mesa —tomé la bandeja con el pastel en el medio y me fui a sentar, supongo que no preguntó mi nombre porque el lugar estaba literalmente vacío, solo había una mujer sentada en la esquina con un computador negro lleno de stickers, más los tres empleados del lugar, y yo.
Cuando llegué, inmediatamente un gato amarillo se sentó en la silla que estaba al otro lado de la mesa, parte del hocico lo tenía cubierto con pelaje blanco, dando la impresión de que tuviera un bigote similar al de Hitler, el hombre que creó el Holocausto judío. Piqué un trozo de pastel y el animal siguió mis movimientos en toda ocasión, jamás me había planteado tener una mascota, pero venir a este lugar lleno de gatos, con comida de gatos, y mucho olor a perfume de gato, era uno de mis pasatiempos favoritos cuando iba a la universidad, por eso cuando me llamaron para hacer la publicidad, acepté sin pensarlo dos veces, lástima que este lugar es de tradiciones y se renueva cada siglo, de aquí a que necesiten otro fotógrafo van a pasar meses, posiblemente años, por ese motivo ni siquiera me gasté en preguntar si tenían empleo.
Creo que debí haber estado demasiado sumido en mis pensamientos y en la desgracia que se convirtió mi vida luego de haber terminado la universidad, porque no noté que mi celular comenzó a sonar producto de los mensajes entrantes hasta que el joven de la caja me lo dijo. —Podría ser importante —dejó el vaso de café sobre la mesa, son bastante generosos con el líquido, no pensé que el vaso fuera tan grande.
Desvié mi vista hacia el aparato y justo en ese momento fue como si mi saliva recibiera una orden de irse hacia otra parte. Era el chico de las fotografías.
Estaba escribiéndome a través de Instagram. Tiene que ser una puta broma.
—Tenemos un DEA, puedes ahogarte todo lo que quieras.
—¿Un DEA? ¿Qué carajos es eso? —pregunté una vez dejé de toser.
El chico castaño volvió a sonreír, tomó al gato con apariencia de Hitler entre sus manos y se sentó en la silla. —¿No hay problema con que me quede un rato aquí? No hay mucho qué hacer en la caja...ni en el local.
Negué, aunque en realidad moría de curiosidad por saber qué decían los mensajes
—Un DEA es un desfibrilador externo automático, cuando una persona entra en paro cardiorrespiratorio, se aplica ese equipo para hacer un RCP más efectivo —entendí que sirve para salvar a alguien que está sin aire, con eso creo que me basta.
—¿Eres médico o algo así? —pregunté, a pesar de que se ve bastante joven para eso, probablemente tiene tres o cuatro años menos que yo.
—No, soy estudiante de enfermería, voy en tercer año —se quedó en silencio, mirándome, en otro momento me hubiera sentido incómodo, pero la tranquilidad que transmitía ese sujeto no permitía que aquel sentimiento se desarrollara-. Aunque si lo preguntas por el DEA, en realidad, todas las personas deberían entender cómo funciona, no requiere la aplicación de un especialista.
—Con decirte que nunca en mi vida había escuchado ese nombre, te harás una idea de la poca cultura que tiene la sociedad acerca de los primeros auxilios.
Él volvió a sonreír, nunca había conocido a una persona que hiciera ese gesto tan seguido, por lo general, todos parecían estar siempre apagados, incluyéndome.
—¿Todo bien con los mensajes? —me preguntó luego de un rato— ¿No era nada grave?
Me encogí de hombros —Aún no los leo—. En su mirada compasiva advertí que no había problema si lo hacía, así que simplemente tomé el celular esperando no encontrarme un pene en la pantalla.
Park_Jim_ te ha enviado un mensaje
¡Hola!
Espero no ser imprudente, pero me encontré con su perfil y me di cuenta que usted es fotógrafo.
¿Le interesaría una propuesta de trabajo?
Vaya, ¿quién diría que un like no deseado traería consigo semejante oferta?
Pero no, gracias.
⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro