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Luz, cámara... ¡Acción!


Caminó directo hacia él camerino sin ver a los lados, al menos con su cabeza, por qué sus ojos se paseaban de aquí a allá por debajo de los lentes oscuros. Todos se apartaban en cuanto lo veían y su asistente lo seguía muy de cerca.

Al llegar al cuarto que tenía una placa con su nombre, se adentró observando todo despectivamente, se sentó en la dilla frente al tocador con espejo y de inmediato su equipo colocó el maquillaje en la mesa frente a él, y un equipo de producción entraron con cientos de percheros que serian las prendas del rodaje.

—Señor Kim, es un gusto que esté aquí. —A través del espejo vió al director, el hombre lo había contactado sin necesidad de hacer un casting para la serie que protagonizará.

—Ajá —respondió cortante, como siempre.

—En diez minutos tendremos el primer ensayo de guiones.

—No necesito un ensayo, me aprendí el guión.

—Si. Lo sé, pero las escenas y movimientos…

—Está bien, en diez minutos.

El hombre se retiró y quedó a solas con su equipo, inmediatamente pidió maquillaje y en diez minutos se encontró caminando hacia en dónde sería el set de grabación, era una escena en una oficina. Aquella serie era de la típica historia de mafiosos y el chico que se veía involucrado con el jefe de toda una mafia, un tanto cliché para ser sincero, pero le había llamado la atención que muy pocas veces podía desarrollar un personaje en una serie o película BL, es así que había aceptado.

Al llegar, observó al director charlar con un hombre alto, mucho más que él, cabello negro y largo, vestido casualmente; con pantalón de mezclilla y camiseta negra, y unas botas del mismo color que le daban un aspecto rudo. Lo que más llamó su atención, era el brazo tatuado por completo. Al llegar a su encuentro el director sonrió.

—Oh, señor Kim. Le presento a su compañero de rodaje, el señor Jeon.

Taehyung lo observó de arriba a abajo sin filtro alguno, mientras que el pelinegro se concentro en el rostro del rubio. Ambos sin estrechar sus manos o dirigirse la palabra.

—¿Qué tipo de escena se hará? —preguntó Taehyung ignorando al otro actor.

—Oh, pues vean, lo que sucederá aquí será su primer encuentro…

Ambos actores pusieron atención, repasaron los diálogos con el libreto a mano, haciendo las posiciones y dramatizando los movimientos que harían para la filmación. Al terminar el ensayo del primer día, Kim Taehyung se retiró del estudio despidiéndose únicamente del director, dejando a Jeon con una muy mala primera impresión.

Al día siguiente se haría la primer toma, ya todos estaban en el estudio y ambos actores se encontraban siendo maquillados por sus equipos y vistiendo de tal manera a sus personajes. Tras peinados y más, ambos ya se encontraban en el set. Taehyung se colocó en posición, vendaron sus ojos y otros dos actores lo agarraban de sus brazos del otro lado de la puerta falsa. Se preparó mentalmente y para cuando el director gritó “Acción”, ya había entrado en su papel.

Lo empujaron, dejándolo caer de rodillas en el suelo, sollozó con fuerza y su labio inferior temblaba con miedo, pasos se escucharon en el lugar y tan solo unos segundos después la venda le fue retirada con brusquedad, quedando delante de Jeon Jungkook, vestido de una manera que casi lo hacía salir del papel. Tenía que admitir que se veía increíble con esa camisa negra con tres botones sueltos, ese pantalón de vestir y zapatillas, para rematar, dos ligeros atravesaban cada lado de sus hombros a terminar en el borde su pantalon, y las pistoleras le daban con exactitud esa vibra de hombre mafioso.

—Pero qué tenemos aquí —canturreó el pelinegro, poniéndose de cuclillas delante de él.

—Este chico se encontraba en el bar. Dijo que haría lo que quisiera con tal de no matarlo.

—¿Y creen que soy la maldita madre Teresa de Calcuta o qué?

—Señor… él era la puta en turno de Jongsuk.

Kim volteó hacia los hombres con molestia.

—¡Ey, más respeto imbécil! ¡Él era mi pareja, no era una puta en turno, idiota!

—Interesante… tiene carácter —dijo Jungkook—. Retirence.

Los ojos de ambos actores se encontraron, Jeon permanecía en su papel con una sonrisa oscura plantada en sus labios, una que verdaderamente hizo temblar a Kim Taehyung.

—Bien preciosura… ¿Para qué podrías servirme?

El rubio gateó un poco hasta quedar mi cerca del rostro de Jeon. Mordiendo su labio y casi rozando los ajenos lo observó a los ojos, teniendo muy grabada la respiración tranquila del pelinegro. A él le estaba costando mantener el papel.

—Podría hacer lo que usted quiera.

—A si… ¿Lo que yo quiera? —el menor asintió— ¿Si te pido una mamada, lo harías?

El dedo de Jungkook se colocó por debajo de su mandíbula, acercándolo hasta casi unir sus labios. Un escalofrío corrió por todo el cuerpo de Taehyung, su corazón se aceleró y su mente quedó desorientada por completo.

—¡Corte! —gritaron, e inmediatamente sintió la lejanía de Jungkook y a este caminar en dirección contraria a él con tranquilidad—. Eso fue perfecto, los felicito a ambos.

Taehyung se levantó del suelo y sacudió su pantalón, observó hacia el pelinegro que se encontraba siendo rodeado de su equipo de maquillaje, tomando de una botella de agua. Y casi de inmediato él también fué rodeado de la misma forma.

—La siguiente escena ya la saben, pasaremos al siguiente set.

Un rato después ya se encontraban en la siguiente toma. Sorpresivamente, la primera escena había salido a la perfección, y las otras no habían sido tan difíciles a través de los días, pero esta última no estaba saliendo como lo esperaban.

—¡Corte!

—¡Es que él en serio me lastima! —Gritó Taehyung, quien se encontraba atado con un par de esposas a la cama.

—Jungkook…

—Él es un exagerado. Lo siento, pero si quieres ser un buen actor tienes que improvisar y seguir la corriente de tu compañero.

—¡Que te den! ¡Imbécil!

Jungkook lo observó molesto, las cosas ya estaba escalando a un nivel más personal y eso estaba afectando hasta al mismo equipo de producción, quienes sentían la tensión entre ambos actores.

Taehyung ya estaba harto, por lo tanto le demostraría a ese bastardo, como él lo llamaba mentalmente, que podría hacerlo bien. Aunque él no era el del problema, la escena era brusca, pero el contrario parecía estarse desquitando con él.

—Bien, una última toma. Si no queda en esta lo haremos mañana, lean muy bien los libretos, mañana se hará la escena íntima… y espero que quede a la primera. —susurró el director eso último rogando que los dos actores soportaran hacer una escena tan subida de tono.

Ambos actores tomaron posiciones, o más bien Jungkook lo hizo, ya que Taehyung seguía atado con las esposas a la cama. Gruñó molesto antes de que la toma iniciará, cerró sus ojos y los abrió al escuchar el “¡Acción!”

—¡Hicimos un trato!

—Oh, pequeño ¿Sigues confiando en la palabra de un mafioso?

—Se supone… por favor, suélteme.

—Eso si no, hermosura. Heriste a dos de mis hombres.

—¡Los imbéciles quisieron tocarme!

Jungkook se levantó de la silla frente a la cama con brusquedad. Ahí venía la tan difícil escena. El pelinegro se colocó encima de Taehyung, tomó su mandíbula con fuerza y como extra metió su brazo por debajo de su espalda para acercarlo aún más a él.

—No acuses a mis hombres de algo que no harían, eso puede costarte muy caro —dijo sobre sus labios.

—No estoy mintiendo, si quiere puede preguntarle a la sirvienta. Ella vió todo y me ayudó.

Taehyung tuvo qué soportar la incómoda posición, no estaba dispuesto a soportar hacer de nuevo esa misma escena, la cercanía del azabache le afectaba más de lo quería admitir.

—¿Qué pasa si me dice que no es verdad?

—Igual ya estaba muerto desde que sus hombres me encontraron en el club. Si quiere matarme hágalo y ya ahorrará la fatiga de seguir teniéndome encerrado.

—No te mataré, pero no será lindo lo que te espera.

Jungkook aventó con fuerza el cuerpo del rubio los pocos centímetros que lo había separado del colchón y se retiró de la cama, caminando hacia la puerta y azotando la misma luego de salir.

—Y… ¡Corte! ¡Perfecto!

Todos los presentes soltaron el aire, aliviados de no tener que aguantar otra escena más. Con rapidez desataron a Kim, y este se levantó con dificultad del colchón.

Con un suspiro rendido se encaminó sin mirar a nadie hacia el camerino. Inmediatamente lo siguió su coach íntimo, que al llegar al espacio personal del actor cerró la puerta, escuchando un sollozó de parte de su amigo y compañero de trabajo.

—Taehyungie ¿Te encuentras bien?

—¡Él!... ¡Él es un reverendo idiota!

Su amigo se acercó a abrazarlo y Taehyung se dejó hacer escondiendo su rostro en el cuello del otro rubio.

—Ya cariño, todo estará bien ¿Quieres que hablemos un poco? —Tae asintió sin dejar de llorar—. Ya, siéntate —Kim obedeció, y el mayor arrastró una silla hacia Tae sentándose frente a él—. Dime ¿Te lastimó demasiado?

—No es tanto eso, sabes que he hecho papeles más fuertes que esto, Jiminnie.

—¿Entonces?

—Agh, es que no sé. Él en serio me desespera, no me gusta tenerlo cerca.

—¿Y eso es por? —Taehyung se quedó callado, no quería decirlo, no podía decirlo—. Kim Taehyung ¿Te gusta él?

—¡No! —abrió los ojos en grande al verse evidenciado— ¿Por…qué dices eso?

—Eso es un sí, jamás te había visto tan nervioso. Él te gusta.

—Aunque eso fuera cierto, que no lo es. De todas maneras es un estúpido

—Ya. Pero intenta controlar un poco eso en el set, relájate. Recuerda que siempre estaré para tí.

—Lo sé, y te agradezco intervenir en las escenas.

El día llegó, Taehyung estaba nervioso por el contacto que se acercaba. No quería que eso fuera a interferir en la toma, nunca había tenido tanta falta de profesionalismo, pero esque ese día en especial sucedería la escena de sexo entre los personajes, y ellos tendrían que estar semi desnudos bajo una gruesa sábana, y no sabía si podría controlarse de verdad.

Estaba solo en el camerino, con el estómago revuelto mientras masticaba varios chicles de canela para intentar relajarse. De pronto la puerta sonó y él disimuló tomando una brocha y el polvo de la mesa, pronunció un “pase” y para su desgracia, Jungkook entró a su espacio.

—Hola.

—¿Qué quieres?

—Oye, discúlpame por lo de ayer.

Taehyung bajó sus brazos sorprendido, se esperaba de todo menos eso.

—Hemos pasado una semana del rodaje como perros y gatos… ¿Por qué hasta ahora?

—Tú no has cooperado en lo más mínimo.

—¡Yo no he cooperado! —se levantó de la silla encarando al pelinegro, olvidando que él nada más se encontraba en una bata.

—¿Ya ves cómo te pones? ¡Pareces histérico todo el puto tiempo, Kim!

—Eres un idiota —dijo ya harto, volteándose de nuevo hacia el espejo.

—¡Bien! Quise que hiciéramos las paces antes del rodaje porque sé que esto será incómodo para tí, pero parece ser que no te afectará.

—¿Crees que no me afectará? ¿Crees que será lindo tenerte cerca y actuar como si de verdad me gustara que me toques?

—Eso es poco profesional. —comentó de él mayor de brazos cruzados, observando el cuerpo del rubio.

—Al diablo el profesionalismo.

—Bien… al diablo el profesionalismo, Kim Taehyung. Déjame decirte que eres el ser más terco del planeta tierra, el compañero de rodaje más difícil, arrogante, quisquilloso e irritante con él que he compartido set.

—¡Y tú eres un maldito témpano de hielo! No te importa lastimar a las personas.

—¿Y qué me dices de tí? Insultos por doquier.

—Vete de mi camerino.

—Te duele escuchar la verdad

—¡Que te largues!

Gritó con los ojos cerrados con fuerza, tarde reaccionó a propinarle una cachetada al más alto cuando este se acercó con rapidez y por breves segundos sus labios chocaron con los suyos.

Taehyung no podía con los latidos de su alocado corazón, y Jungkook con su cabeza gacha hacia un lado sonrió observándolo y acercándose a él, hasta hacerlo chocar contra la mesa de maquillaje. Rozó su nariz por el cuello del más bajo, provocando una parálisis en el cuerpo de Kim.

—Veremos si vas a atreverte a golpearme en el set, lindura.

Jungkook se apartó y se fue de inmediato. Taehyung estaba a punto de renunciar a todo, pero no quería darle el gusto de verlo retirarse. Minutos después ya se encontraba listo para la filmación, esperaba, rogaba que esa escena pudiera rodarse en una sola toma, de lo contrario tendría que soportar tal tortura. Quizás lo único que le gustaba de Jeon era su físico, porque lo detestaba con todo su ser.

Taehyung ya se encontraba en posición bajo las sábanas. En el set no estaba más que Jimin y el director de rodaje. Por respeto a los actores y a la escena íntima que harían, nada más estarían las personas necesarias. Tan solo unos segundos después apareció Jungkook nada más con un pantalón de pijama puesto. Trató de no verlo, pero era imposible, al punto que se ruborizó al ver el perfecto abdomen marcado.

—Okey, esta será una escena complicada de veinte a treinta minutos, trataremos de capturar las mejores tomas. Si lo desean, pueden pedir parar cuando gusten y lo hacemos en diferentes tomas. —dijo el director. Por otro lado Jimin se acercó a su amigo.

—¿Estás listo? —el menor asintió—. Si no te sientes bien avisa ¿Si?

Taehyung volvió a asentir, viendo a Jeon acercarse a la cama. Se hizo un lugar debajo de la sábana y se posicionó de tal forma que aparentara estar encima de él, aunque en realidad estaba a un lado de su cuerpo. Escucharon las últimas instrucciones del director, y quedaron nada más ellos solos aparentemente, con camaras en diferentes ángulos. Tenían permitido improvisar, pero en esos momentos Taehyung dudaba hacerlo, es más, dudaba poder seguir el propio guión, porque al conectar con la mirada del pelinegro se perdió completamente y sus mejillas se tiñeron de rojo al tenerlo demasiado cerca. Una sonrisa se dibujó en los labios de Jeon.

—Entras en papel demasiado rápido ¿Eh? —Taehyung apartó su mirada con nervios, sabiendo que venía ahora. Jungkook escondió su cabeza en la curva de su cuello, deleitándose con el inesperado dulce aroma que ahí se albergaba.

—Ni se te ocurra… tocar más de lo debido. —advirtió el menor en un susurro. Jeon gruñó, trayendo efectos nocivos a ambos. En respuesta, Taehyung sintió la mano del azabache subir por su pierna— ¿Qué mierda haces?

Taehyung llevó sus manos por debajo de las sábanas, intentando apartar la de Jeon, pero sus brazos fueron tomados acabando sobre su cabeza, siendo sostenido con fuerza. Jungkook no pudo quedarse tranquilo, por lo que sin poder pensar bien las cosas, y usando a su beneficio la escena pasó su lengua por el cuello del menor, apretando con su mano la suave piel de su pierna. La respiración de Tae estaba acelerada, sus ojos cerrados y cegados por el deseo que empezaba a crecer, y un leve gemido escapó de sus labios, desestabilizando la poca cordura del contrario.

—Es mejor que sigas la corriente, si no quieres que repitamos esta escena una y otra vez —susurró en su oreja, simulando besar la zona— ¿Entendiste, hermosura? —Kim asintió embelesado, mas Jungkook no sabía que el menor no estaba precisamente actuando del todo.

Jungkook subió su mano cada vez más, con una lentitud tortuosa, apartando la bata que se encontraba atada a su cadera, deshaciendo con agilidad el nudo que le impedía tocar más a fondo. Taehyung podía apartarlo, negarse y parar eso, pero no podía, no podía cuando estaba sintiendo los labios de Jungkook besar su mandíbula, su garganta y pasearse hacia sus clavículas desnudas, haciendo un sonido tentador cada que se separaba de su piel.

Los jadeos de Kim lo estaban llevando a la locura, su objetivo era nada más molestar un poco a su compañero, incomodarlo y hacer que se tragara sus palabras de hace un rato sobre tenerlo cerca, pero no estaba funcionando en lo absoluto, más bien parecía ser que el menor estaba queriendo jugar con él, actuando demasiado bien para su gusto, eso lo molestó mucho. Por lo que aumentó el ritmo de sus beso y los toques en su cintura. Tae quería evitarlo, pero le fué imposible no gemir cuando al sentir una presión mas ruda en sus muñecas.

—Más… —pidió totalmente fuera de sí, sin pensar muy bien lo que estaba diciendo.

—Maldición Kim ¿Cómo puedes actuar así en esta situación?

Jungkook se molestó aún más, no estaba logrando nada de lo que quería, al contrario, más bien estaba logrando excitarse en pleno rodaje, sintiendo su erección crecer con cada respiración irregular que tenía el rubio endemoniadamente sexy. Sintiendo la necesidad de querer romper ese papel y demostrar que no era tan profesional llevó las cosas más allá. Besó de nuevo su piel, recorriendo hasta que llegó a sus labios y los movimientos se hicieron desesperados al sentir un sabor dulzón a canela.

«Puta madre, Kim. No gimas de esa manera en mi boca», pensó, cayendo rendido ante los encantos del contrario. Después de todo no era mentira, que cualquiera que hiciera de protagonista con Kim Taehyung, caía rendido a sus pies; en ese caso, Jungkook no sabía que ese mismo efecto había creado en el menor, que se sentía abrumado y excitado sin poder controlar su propio cuerpo.

El director, que se encontraba atento y ligeramente sonrojado, volteó hacia el coach íntimo de Kim Taehyung.

—¿Están actuando?

—¡Obvio que están actuando! ¿Usted qué cree? Son profesionales.

El director volvió su mirada a la pantalla, y Jimin se dedicó a morder la uña de su pulgar. ¿En serio estaban actuando?, hasta él se había preguntado lo mismo, y tenía la curiosidad de saber que estaba sucediendo en realidad bajo ese edredón.

—Me las vas a pagar, Kim Taehyung. —susurró en su cuello, posicionándose a la fuerza entre sus piernas. Estaba a punto de romper con todo lo profesional posible, solo por querer darle una lección al rubio que le había hecho la vida imposible todos esos días. Rozó su mano libre por todo su torso, hasta llegar al borde de su ropa interior, sintiendo con claridad la…—. Mierda, Kim ¿Tú…?

—Por favor para esto, Jeon… Yo no soy capaz de hacerlo. 

Jungkook bajó más su mano, rozando su palma por la erección del menor. Taehyung arqueó su espalda, pegando su cuerpo más al del pelinegro, y gimiendo tal como un loco. Jeon gruñó dejando caer su cadera entre las piernas del menor, demostrándole que no era el único que estaba en esa situación.

—Tae, joder. Ya no puedo más…

Se sentía morir, su pene estaba más que duro como piedra, y sus testículos dolían un infierno. Taehyung alzó un poco sus caderas, cuando sintió los dedos de Jungkook pasearse por el borde del calzoncillo ajustado. En medio de un jadeo el pelinegro bajó la ropa interior del menor, ayudando con discreción a que quedara desnudo, completamente a su merced. Tocó más a fondo su intimidad, y Tae volvió a gemir abriendo sus piernas a capacidad. Jungkook sacó su miembro frotándose contra el del rubio, perdiéndose ambos con las embestidas suaves que empezaban entre ellos.

Jimin escuchó al director aclarar su garganta y cruzar sus piernas, él ya no era capaz de seguir viendo esa escena más tiempo.

—Son… son demasiado buenos, sus movimientos parecen reales…

—Obvio que son buenos ¿Cree que Kim Taehyung es famoso por nada?

Jimin volvió la atención a su teléfono, evitando a costa ver la pantalla de grabación, pero era imposible no ver los gestos de satisfacción de su mejor amigo, estaba cien por ciento seguro que eso no era actuado y si lo era, Kim Taehyung y Jeon Jungkook merecían todos los Oscars de ese año.

—No, pero… no ha habido necesidad de cortar las escenas.

—Ni la habrá —murmuró el ojiazul.

—¿Cómo?

—Que los dejé actuar cuánto quieran, están en el papel y si los interrumpe va a ser desfavorable. Además, faltan otros quince minutos.

—Yo… necesito ir al baño ¿Podrías…?

—Claro.

El hombre se levantó y se retiró del set, por otro lado Jimin se posicionó frente a la pantalla. Los dos actores estaban en otra habitación y ellos nada más estaban monitoreando la grabación desde otro lado para más privacidad. Por pura curiosidad activó rápidamente el sonido de la grabación, escuchando los gemidos y jadeos fuertes de ambos. Con rapidez súbita apagó el volúmen, respirando entrecortadamente y con nerviosismo.

Eso no era actuado.

Taehyung sofocaba sus gemidos en los labios del mayor, mientras este recorría con su lengua cada centímetro de su dulce boca, saboreando como si hubiera miel en los labios del rubio. Y esque así parecía, porque en toda su carrera jamás había experimentado besando así a alguien.

—Eres delicioso, Kim. —suspiró, lamiendo sin cansancio su cuello. Ya sentía entre sus miembros las ligeras gotas de líquido recorriendo sus falos en tanto las embestidas se hacían más insistentes. Jungkook ya no podía más, estaba al límite. Llevó su mano a su miembro, besó la boca del menor con deseo de gastarla si pudiera, mientras se alineaba en su palpitante esfínter—. Dime que no y me detengo.

—No —susurró—... no te detengas.

El azabache sonrió y con suma lentitud entró en su interior, sacando gemidos en ambos. Jungkook quería destrozarlo, embestir con fuerza y rapidez, pero ese no era momento para hacerlo de esa manera; es más, no era el momento de hacer nada de lo que estaban haciendo, sus carreras podrían terminar por ese acto, pero a ninguno parecía importarle en lo más mínimo. 

Las embestidas eran lentas, pero profundas, llegando a tocar el punto g del menor, que se volvía loco gimiendo quedito en la boca del pelinegro. Estaba cerca, muy cerca del éxtasis. Sintió sus muñecas ser liberadas y con las mismas una de sus manos fue entrelazada con la de Jeon,  mientras que su otra mano se dirigía a uno de los glúteos del actor y clavaba sus uñas, mientras se liberaba en su propio abdomen y sentía el semen del contrario correr dentro de él.

—Ah..mh… mierda, eso fué…

—Espectacular. —Terminó la frase el mayor, quedándose quieto en su interior. Esperando que su miembro bajara la dureza

Jungkook se encargó de limpiar el torso de Kim con la bata con la que saldría. Tenía todo calculado a pesar que el rubio le había hecho perder la cabeza, así que ayudó igualmente a que se colocara nuevamente su ropa interior y ambos quedaron en la misma posición; respirando entrecortadamente y shockeados de lo que habían hecho.

—¡Ustedes dos!

Jimin apareció en la habitación de grabación, y quitó inmediatamente la sábana que los cubría, quedando perplejo. Ambos actores estaban cubiertos, y Taehyung tenía la bata enrollada en su cintura, tal como se la había puesto al inicio. Estaba confundido.

Jungkook se levantó sin decir palabra alguna y se retiró con tranquilidad hacia su camerino. Por otro lado, Taehyung suspiró antes de levantarse y colocarse la bata correctamente sobre sus hombros y cerrándola en su pecho desnudo, ya que el nudo ya estaba hecho. Se sintió nervioso cuando la humedad de los fluidos en la bata hizo que la tela se pegara a su pierna.

—¿Habrá que repetir la toma? —preguntó tranquilamente a su amigo, que se hallaba con las mejillas y orejas rojas como un tomate. 

—No… no habrá ne-necesidad. —Tartamudeó.

—Perfecto, porque no pensaba hacerlo.

Taehyung salió de la habitación y fue recibido por su equipo. Inmediatamente el actor pidió que lo dejaran solo y no lo siguieran, necesitaba recuperarse de lo que había pasado en ese set. Había tenido sexo en el estudio de grabación, solo esperaba que eso no se supiera.

Entró y cerró la puerta tras de él, se sentó en la silla frente al espejo, observando los ligeros chupetes que Jungkook había dejado en su cuello. La puerta se abrió, dejando ver al pelinegro tatuado ya vestido un poco más cubierto. No supo qué hacer ni cómo reaccionar, solo que escuchó el seguro ser colocado.

Taehyung se levantó y lo encaró, mientras el mayor caminó hasta él con la mirada en sus ojos.

—Jeon… ¿Qué fué todo eso?... eso no debió pasar, eso. Eso podría votar nuestras carreras.

—¿Te gustó? —Taehyung lo observó como si estuviera loco.

—Acabamos de tener sexo en un set de filmación… ¿y lo primero que me preguntas es si me gustó?

—Contesta, ¿te gustó?

—Joder, si. Me encantó. Pero qué tiene eso que ver con…

Sus palabras fueron cortadas por los labios del pelinegro. Taehyung se dejó hacer, incluso cuando el mayor lo cargó y lo recostó en el sofá en un extremo de la habitación.

—Te deseo —susurró en sus labios—. Eres completamente adictivo, Kim. 

—Tú no te quedas atrás. —Confesó con una sonrisa.

Se besaron cariñosamente, sin la mínima necesidad desnudarse uno al otro, simplemente acariciando sus labios con los propios, y acariciando gentilmente sus cuerpos. Cuando se separaron, sus miradas se perdieron en la contraria, viendo galaxias entre ellos. Jungkook sonrió,  y Tae lo hizo de igual forma logrando acelerar el corazón de Jeon; era la sonrisa más perfecta, un mini rectángulo se formaba cuando reía y sus ojos parecía iluminar como dos faroles en medio de la noche. Se estaba enamorando.

—Kim…

—¿Si…?

—¿Quieres ir a cenar conmigo esta noche?

Taehyung no podía estar más feliz. Y él corazón de Jungkook saltó de alegría en su pecho ante la respuesta. 

—Me encantaría. 

Al menos, las siguientes tomas correrían con naturalidad. 


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