El destino es una cosa verdaderamente curiosa...

Por ejemplo: ella jamás imagino que su "destino" mediría 1,99 cm, seria de piel oscura, cabello negro, con rastas, de buena musculatura, unos bellísimos ojos violetas como los jacintos, una sonrisa amable y comprensiva, y con varias cicatrices por el cuerpo, algunas hechas a propósito y otras accidentales, expansiones en sus orejas, o que fuera mudo debido a un accidente. 

Pero ahí estaban, a punto de casarse, con su marca de destinados completadas...

Tenía que decir que la primera vez que conoció a su futuro esposo se llevó un buen susto, pero eso de alguna manera era parte del encanto.

 Todo el mundo hablaba de encuentros que desencadenaban el amor, y demás, eran hermosas, pero había algo en cómo se dieron las cosas con su pareja, que hacía que todo se sintiera más real, natural y perfecto.