Con Balas y Flores, nos acercamos...
Ranmy se acaba de despertar y se encontraba acomodando las flores del local, todavía faltaba para que abrieran, el resto de su familia aún se encontraba en su casa durmiendo o desayunando, ella estaba ahí, quería algo de privacidad para pensar en su vida.
No muy lejos de ahí dos chicos vestidos de negro se acercaban...
Mocte estaba saliendo del museo, estuvo la mayor parte de la noche trabajando en la preparación del cuadro, de los materiales, de los cuidados que le tenía que dar para empezar a trabajar. Caminaba tranquilamente por las calles, debían de ser las 5 o 6 de la mañana, y todo estaba tranquilo, algo raro en donde él vivía, más o menos a esas horas ya había mucha gente en la calle.
A lo lejos vio una florería, serían perfectas, unas flores para hacer que el departamento fuera más hogareños, o tal vez un cactus o suculenta, ya luego vería si lo regalaba a algún vecino o si se lo podría llevar.
Cuando estaba entrando en el local se dio cuenta de que de hecho estaban asaltando el establecimiento, los asaltantes tenían a una chica encañonada, uno de los sujetos volteo hacia él y le apunto con su pistola. Mocte levanto de manera lenta sus manos, el tipo le indico que se acercara, el otro tenia encañonada la cabeza de la chica que atendía el local. Una vez el mexicano estuvo enfrente del que le apuntaba este tembló un poco, la darse cuenta de la diferencia de alturas.
La mirada del moreno era atemorizante, digna de un mercenario. El asaltante pestañeo, y solo eso basto paraqué Mocte le metiera un buen puñetazo en la quijada al tipo, que soltó la pistola y esta salió volando lejos del alcance del tipo, que quedo noqueado. El otro dejo de apuntarle a la chica, que rápidamente se escondió, el delincuente se acercó hacia Mocte apuntándole con el arma.
El mexicano, por su parte se mantuvo quieto, tenía que encontrar el momento adecuado, para desarmar al tipo, el sujeto se acercó más, mientras lo insultaba en italiano, justo cuando lo tuvo enfrente suyo...
El tipo jalo del gatillo, pero nunca impacto contra Mocte...el mexicano había logrado mover el brazo del tipo para que apuntara al techo, y en ese forcejeo es que se disparó el arma. Ranmy se asustó y tembló en su escondite al oír el disparo. El forcejeo continuo, hasta que el moreno pudo hacer que el ladrón soltara la pistola. Una vez que estuvo desarmado Mocte le dio la vuelta, y con su brazo rodeo el cuello del tipo e hizo presión hasta que se desmayó.
Una vez los delincuentes estuvieron inconscientes en el piso, Ranmy escucho una voz robótica...
-chiama la polizia, per favore-
La rubia salió de su escondite y se acercó, con tropezones hasta el teléfono de la tienda para llamar a la policía.
Una vez acabo la llamada, se desmallo, todo esto había sido demasiado para la mujer; el mexicano se acercó cuando escucho como algo se caía al suelo, al ver que era la chica que atendía el local, se arrodillo, se quitó su chamarra y la doblo para hacer una almohada improvisada para poner la cabeza de la italiana. . .
La policía no tardó mucho en llegar al local, desde afuera todo parecía tranquilo, entraron con cuidado, al acercarse vieron a dos hombres tirados en el piso, a unos pasos estaba el extranjero que se encontraba alado de una chica bastante joven. Le apuntaron con sus armas, a lo que de manera instintiva puso sus manos en alto, pero en una tenían su celular, en la aplicación Proloquo4Text, y se empezó a reproducir el texto en italiano, para poder comunicar lo que paso, en ese momento los paramédicos entraron y se llevaron a Ranmy, al parecer no era nada grave. Y a los otros dos también los llevaron a la ambulancia; la florista se despertó, en ese momento se extrañó de ver médicos a su alrededor, pero después de un par de preguntas y un chequeo, la dejaron salir, estaba bien, solo fue la tensión del momento.
Los policías habían revisado las cámaras de seguridad que tenía la florería, regañaron a Mocte, pero no paso a nada más.
Ranmy vio como las autoridades se iban, algunos hablaban con su papa que había llegado hace poco, y que se veía alterado, pero al ver a lo lejos a su hija se calmó. Mocte por su parte se alejó del lugar con mucha calma. Pero la de ojos morados no, o al menos no del todo, quería por lo menos darle las gracias al chico que la salvo...y a quien engañaba, quería saber si él no era su pareja destinada...
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