Comenzamos con una cita
Mocte entero a la florería, se descoloco un poco al ver tantos pares de ojos sobre su persona, algunos lo escaneaban como si evaluaran su valía, algo comprensible; todo indicaba que la chica de pelo rubio y ojos morados era la menor de la familia. Otros ojos lo veían con algo de admiración, eso le elevo un poco su ego. Una sonrisa amable se plasmó en la cara del mexicano.
-*buenas tardes*- saludo una voz mecánica, desconcertando a algunos de los italianos, que trataron de ver de dónde venía la voz, hasta que se dieron cuenta de que provenía del celular del moreno, que lo tenía en su mano. Algunas de las hermanas de Ranmy les dieron un codazo a los que abrieron la boca al caer en cuenta de que Mocte tenía una fea cicatriz en cuello y que seguramente lo hacía mudo.
-hola, es un gusto conocerte ¿Cuál era tu nombre?-saludo la madre de la italiana, mientras se acercaba a donde estaba el extranjero, Mocte inclino su cabeza para poder ver a los ojos a la mujer de menor estatura, era más alta que Ranmy, pero aun así era más baja que Mocte.
-*un gusto señora, me llamo Mocte De Casas Azules*-se presentó formalmente el más alto, ante la mujer y el resto de su familia, ya que por el silencio que seguía en la tienda la voz mecánica se escuchaba claramente y alto volumen.
-un placer Mocte, mi hija vendrá en un momento-informo la matriarca de la familia, con una sonrisa amable en su cara, aquel hombre le había agradado, se veía amable, a pesar de su cicatriz del cuello y los piercings que usaba. O tal vez era que la voz de la aplicación era muy formal.
-*muchas gracias, ¿podría pasar?*-agradeció el mexicano, para luego preguntar, ya que aún seguía en el umbral de la puerta.
-o claro, pasa, pasa-dijo la mujer mayor, y se hizo a un lado para que el hombre pasara al interior de la tienda. Donde a los segundos fue bombardeado por diversas preguntas hechas al unísono, por los hermanos de Ranmy.
Por su parte la rubia seguía perdida en su mundo de fantasias, o al menos hasta que su hermana Fiora la zarandeo.
-¡oye!-se quejó la menor por la brusquedad con la que fue tratada.
-si si si, ya llego tu hombre-le dijo la mayor, a lo que Ranmy se puso roja por como su hermana se refería al moreno.
-¡é...él n...no es mi hombre!-tartamudeo la oji morada ante lo que Fiora insinuaba. La italiana mayor solo sonrió con ironía ante lo que decía su hermana menor.
-aja, ¿y bueno, vas a ir a verlo, o dejaras que Marco y demás lo sigan incomodando?-pregunto Fiora, y luego señalo a la bola de sus hermanos que estaban haciéndole preguntas y amenazando sutilmente a Mocte. Ranmy no le respondió a su hermana, y salió corriendo a donde estaban sus hermanos y su "cita"
La menor de la familia empezó a apartar a sus hermanos, para poder llegar a donde estaba Mocte, algunos se molestaron por ser empujados, una vez la italiana quito de en medio a su ultimo hermano, tropezó y choco contra el mexicano, cuando la más baja enderezo su cara se dio cuenta contra quien choco y contra que parte del más alto choco; choco MUY cerca de la entrepierna del de rastas, la rubia se apartó rápidamente y comenzó a disculparse atropelladamente, algunos de sus hermanos y hermanas también se avergonzaron por lo que paso con su hermana y el extranjero.
Mocte solo se rio levemente por la actitud de los italianos.
-*descuida, no pasa nada*-dijo el de ojos rosas para calmar a la chica y a su familia.
-aaa...perdona, debí tener más cuidado-dijo la más baja, con la voz bajita por la pena, el más alto acaricio suavemente la cabeza de la italiana menor. Un gesto bastante tierno. Esto calmo la pena de la más joven de la familia italiana, ese gesto era muy calmante para ella, su sonrojo dejo de ser tan intenso, hasta ser un leve color rosado.
-*todo está bien, ¿quieres que nos vamos ya?*-pregunto el mexicano agachándose para quedar a la altura de la de ojos morados, quien se volvió a colorar a tope, al ver la sonrisa tan amable y dulce que le estaba dando el moreno, además de ver esos ojos rosas tan llamativos y bondadosos.
La rubia de ojos morados asintió de manera afirmativa a la pregunta que le había hecho su salvador.
-*con permiso*-pidió el extranjero mientras tomaba de la mano a la italiana menor, los hermanos de Ranmy se apartaron del camino de la pareja. Una vez los dos salieron, los papas de la rubia menor salieron de la tienda también y se despidieron de su hija, y el padre de Ranmy amenazo a Mocte, para que cuidara bien a su hija menor, a lo que el mexicano asintió en comprensión.
-*la traeré a las 6:00 pm, a la florería, ¿está bien esa hora?*-preguntó el hombre más alto al padre de Ranmy, quien asintió en acuerdo con lo que decía el más alto, principalmente por los ojitos tiernos y suplicantes que le estaba dando su hija y esposa, detrás del moreno.
Una vez puesta la hora de llegada para la rubia, la pareja retomo su camino para hacer su cita.
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