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Capítulo 4. ¿Cumpleaños... feliz?

Unos minutos más y el de hebras verdes se tranquilizó, permitiéndole entrar y dejar que la visita disfrutará de la calidez del hogar.

— Con permiso — Dejaba su paraguas en la entrada y se quitaba los zapatos para poder pasar a la comodidad de la casa. — Bonito traje Izuku; te ves adorable. — Decía Fumikage mientras se le esponjaban las plumas de su pequeño rostro.

— Gracias Tokoyami, me alegra saber que te gusta; adelante pasa. — Mostraba una hermosa y radiante sonrisa que derrite los corazones de cualquiera.

— Por poco se me olvida, tómalo, espero te guste. — Le hacia entrega de una linda cajita decorada con estampados de All Might y un lazo rojo.

— ¡Que emoción! Muchísimas gracias, sabes, eres la segunda persona que me ha traído un regalo en mi cumpleaños, ¡¿Qué será?! — Abría la caja con cuidado para no romper el papel y el moño; cuando termino de abrirla completamente, se quedaba contemplando el contenido de la cajita llorando felizmente...

— ¿Qué pasa?... ¿No te gusto el presente?... Si gustas, puedo comprar otra cosa; solo, por favor, no llores... — Limpiaba las lágrimas de Izuku con cuidado.

— No es que no me haya gustado... Me encanta. — Abrazaba al azabache.

— ¿En serio?... Creí que no te había gustado.

La cajita contenía una figura de All Might edición limitada... Y una sortija de aluminio con brillos negros y dorados que Fumikage hizo para la actividad de hoy.

— La maestra me informó sobre la actividad. Tal vez hubieras querido que alguien más te tocará para hacer equipo.

— ¿De que hablas? Me alegra que hayamos sido equipo. Acompáñame a la cocina, mi mamá quiere conocerte. — Ambos llegaban a la cocina. — Espérame aquí, iré por algo a mi habitación.

— Hola Tokoyami, ¿Cómo estás? — Inko le dirigía la palabra a Fumikage.

— Buenas tardes señora Inko, muy bien, gracias, ¿Y usted?

— También estoy bien, gracias. Adelante puedes tomar asiento, ¿Gustas un té caliente, o prefieres que te sirva Katsudon?

— Un té está bien por ahora, por favor.

— Enseguida. — Tomaba una taza y servía el té. — Aquí tienes, cuidado de no quemarte.

— Claro, gracias. — Tomaba la taza, soplaba para enfriarlo un poco y ocupaba asiento.

— Izuku que ha contado muchas cosas sobre ti Tokoyami. Dice que eres un gran amigo con el cual se puede contar; también me contó que le diste tus banditas, el día en que mi hijo se lastimó. Muchas gracias por eso. — Inko le dirigía una sonrisa al invitado.

Tokoyami quedaba asombrado frente a las palabras de la madre de Izuku, mientras observaba por una ventanilla como la lluvia cesaba. No sabía que decir. Afortunadamente llega el cumpleañero para aliviar el momento.

— ¡Ya regresé! ¡Tokoyami, ¿Quieres jugar a los superhéroes?! — Hablaba Deku emocionado.

— Si, seguro. ¿Cómo lo juegas? — Preguntaba Fumikage.

— Mi mamá finge estar herida, pero no sabemos dónde se encuentra, nuestra misión será encontrarla y salvarla. — Le explicaba Izuku a ambas personas.

— Vale, comprendo.

— Entendido hijo, bueno, voy a esconderme. — Inko se retiraba de la cocina para poder encontrar un buen lugar donde esconderse.

Mientras Inko se escondía, Midoriya le prestaba una sábana negra a Fumikage para que se ponga en el papel de héroe.

En algún lugar de la casa. — ¡Sálvenme Héroes~!

Llegaban a la escena 2 mini héroes a salvar el día. — ¡No hay nada que temer, hemos llegado!

Así pasaron toda la tarde; pasando el rato de lo más divertido, jugando a los héroes, videojuegos. Pero llega la hora de que recojan a Tokoyami.

— Fue muy divertido Izuku. Ojalá y pueda venir otro día a visitarte. Muchas gracias por invitarme; señora Inko la comida estaba muy buena. — Fumikage estaba muy feliz, recogía su paraguas y salía afuera. — Nos vemos mañana en el colegio, Izuku.

— Mamá, acompañaré a Tokoyami afuera en lo que llegan sus papás. Vamos Tokoyami. — Lo tomaba de la mano.

— Vale, tengan cuidado. — Respondía Inko, pero le dio un mal presentimiento.

Afuera...

— T-Tokoyami, también te t-tengo una sorpresa, v-verás... — Hablaba Deku tartamudeando. — Respecto a la a-actividad de hoy, me tarde un poco más que los otros, pero me g-gusto el resultado. — Sacaba el anillo de uno de sus bolsillos y se lo entregaba. — A-Aquí tienes, espero te guste... - Extendía su mano y posesionaba el objeto en la mano del contrario.

— Izuku es... Es muy bello, muchas gracias. — A Tokoyami no le cabía más felicidad y le enseñaba a Izuku la sonrisa más bonita que tenía. Pero...










— Pausa... — Alguien hablaba mientras se acercaba a Izuku. — Así que... Eres al que estábamos buscando...

Un hombre misterioso con el Quirk de pausar un área de 2,500 metros cuadrados, había detenido a Izuku y Tokoyami como si se tratara de poner pausa a un programa de televisión. No había nadie más alrededor. El hombre era el único en movimiento.

— Vendrás conmigo mocoso, pero antes te pondré algo para que no me des problemas... — Le administraba anestesia, tomaba a Izuku y lo cargo en su espalda. Al estar retirado de los 2500 metros cuadrados, el área que detuvo, volvió a la normalidad. El hombre había desaparecido.

— ¿Izuku? ¿Dónde estás? — Fumikage estaba muy confundido. — Hace un segundo que estaba hablando con él, pero ya no está, se supone que el no tiene particularidad, entonces el... ¡Señora Inko! ¡¿Izuku está con usted verdad?! — Se estaba preocupando.

Salía del apartamento al escuchar su nombre. — ¿Pasa algo?, Tokoyami, ¿No estaba Izuku contigo? — Se ponía algo nerviosa.

Tokoyami se quedó helado... — ¿El suele irse así?... (Dígame qué si...)

— N-no, eso no es normal en el... No tiene permitido irse a un lugar sin antes decírmelo. — La madre de Izuku se llenó de preocupación.

No... No es verdad... ¿Izuku huyó o lo raptaron?... Me niego a creerlo... ¿Fue acaso un Quirk?... ¡No lo sé! — Era la primera vez que el azabache lloraba después de mucho tiempo, se sentía muy mal. —

— N-no te alteres Tokoyami, cálmate, llamaré a la estación de policía. Ojalá y no te haya pasado nada... — Empezaba a llorar desconsolada, mientras llamaba por teléfono.

— Buenas tardes, ¿Cuál es su emergencia? — Le contestaban del otro lado del teléfono.

— ¡M-Mi hijo ha desaparecido! — Inko estaba quebrada, no se le entendía casi nada.

— ¿Está segura de que no es algún tipo de broma? — Pensaba que era una trastada, ya que últimamente habían recibido llamadas de broma.

— ¡¿QUÉ?! ¡Es una emergencia, esto va enserio! ¡Créanme! — Su voz se aclaró un poco para que pudiera comprender.

— Muy bien, le pido por favor que se calme, ya vamos para allá, mandaremos 2 patrullas. ¿Me podría proporcionar su dirección?

— Apartamentos de Mitsubara... — Contestaba finalmente, para después colgar.

Pero cierto héroe estaba en la comisaria. Le contaron la situación y sin más dilación partió a toda velocidad a la indicación dada. Las patrullas iban detrás de él.


Por otro lado...


Izuku despertaba en una camilla atado a ella. — ¿Qué es ésto?, ¿Dónde estoy?, ¡Tokoyami, Mamá! — Veía a su alrededor, al parecer estaba en un tipo de edificio abandonado por las paredes en mal estado; intentaba forcejear las ataduras para poder escapar, pero apenas era un niño, no podía liberarse por más que intentará.

Dejo de forcejear al escuchar los pasos de alguien.

— Vaya, vaya. Veo que ya has despertado. — Hablaba la persona desconocida.

— ¡¿Quién es?! — Gritaba Izuku asustado.

— Lo siento, que descortés de mi parte; me presento soy Nora. Te preguntarás porque te secuestraron. Verás... Yo tenía una gran prometida, la amaba demasiado, ella me daba todo, era perfecta para mí. Pero sucedió algo que no creí capaz, ¡Ella me estaba engañando con otra mujer! No podía creerlo. Llegué a la conclusión de que todas las mujeres son iguales. Tantos años... Estuve esperando... Íbamos a estar juntos por siempre... Me traicionó... Y acabe con su miserable vida... Es una lástima, yo quería que me diera descendientes, pero no me quedaré con las ganas. Así que he estado experimentando con muchos hombres, para que tengan la posibilidad de engendrar hijos, pero todos han fallado... Ahora... Toca el turno de los más jóvenes ¿No te parece emocionante? — Esbozaba una sonrisa de lo más tétrica.

— ¡Nunca ayudaré a un loco como usted!, ¡Jam..... — Izuku cayó en un profundo sueño debido a la anestesia que Nora coloco en él.

— Lo lamento niño, la vida tiene personas buenas y personas locas como yo. — Reía y tomaba a Izuku para introducirlo en una cápsula llena de sustancias y químicos poco conocidos; al parecer no se mostraban cambios físicos, más bien, eran cambios interiores. Observaba con esperanza de que está vez funcionará.


Continuará....

(Lamento la tardanza, se que fue mucho tiempo, pero no me llega la inspiración, pero bueno. Ojalá les haya gustado ^^)

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