Mateo, estaba llorando desconsoladamente, estaba arrepentido en a verla conocido, nada de esto hubiera pasado si la hubiera aceptado.

Pero otra vez, fue golpeado pero esta vez fue Felipe, que lo golpeó haciendo que Víctoria, se enoje y lo golpee con un puño en la cara.

—¿¡POR QUE LO HICISTE?!—pregunto Felipe enojado y gritandole—

—¡NO VUELVAS ATRAVERTE EN TOCARLO!—enojada—

—Como sea—levantandose—¿Donde lo vas dejar?—

—En mi casa, debo mantenerlo ahí amarrado en mi cama hasta que se tranquilize y olvide lo que vio—viendolo—

Al día siguiente.

Veríamos a Victoria en la cocina mientras estaba haciendo el desayuno para ella y para su chico.

Al cabo del rato habia echo galletas y un vaso con leche caliente mientras fue a su habitación y entro.

Ella al entrar vio a Mateo, acostado mientras estaba amarrado con una cara sería mientras ella solo tendría una sonrisa.

—Te traje el desayuno—dijo con una sonrisa—

—No tengo hambre—dijo serio—

—Si tienes hambre, te conozco muy bien y se que tienes hambre, así que come—dijo acercandose—

—No voy a comer, tal vez eso tiene veneno—dijo desconfíado—

—¿Como crees que sería capaz de envenarte Mateo?—pregunto con incrédula—

—Eres una asesina—respondio serio—

Ella llegó a su cama y se acercó mientras que dejó a un lado el desayuno mientras que lo vio y acercaría su mano derecha a su mejilla derecha mientras que la acariciaba con una sonrisa enamorada.

—Ahora—viendolo—podremos estar juntos, sin que nadie nos aparte amor—

—¿Amor?—pregunto confundido—

—Ah si! Desde ahora me llamaras amor, bebé, cielo, etcétera, etcétera o también por mi nombre ¿Okey?—

—De acuerdo—

Ella solo lo abrazó feliz mientras que le dio un beso con amor en los labios y el solo tuvo que corresponder para luego separarse.

—Victoria—

—¿Que pasa?—pregunto con intetes—

—Quiero ir a la academia—respondio para luego que ella solo se puso seria—prometo no traicionarte—

—Claro que vas a estudiar, no te quitaré el derecho de estudiar—viendolo—pero con la condición de que de que seamos novios desde hoy y adelante—

—C-claro hermosa—

Ella al escucharlo no pudo evitar sonrojarse mientras que solo dio una sonrisa apenada.

—¿Y como quieres que te diga?—pregunto aún apenada—

—Bueno normalmente solo Mateo o amor, pero también como quieras—

—Y si también... Mi corazón o solo corazón?—

—Como quieras—dijo viendola—

Victoria, solo lo desamarro mientras que le pasó el desayuno, el solo lo agarro mientras empezaba a comer.

—Ire alistarme y luego, iremos a tu casa y después a la academia—viendolo—

El solo asintió mientras que ella salió de la habitación, este comió despacio mientras que terminó y dejó el plato y vaso en una mesa que tenía Victoria.

—Ahora la pregunta del millón es ¿Como demonios voy a escapar de esa loca?—se pregunto mentalmente—

Mateo, fue abajo y vio que Víctoria, estaba lavando los trastes, asta que se dio la vuelta estando con un cuchillo, algo que el retrocedio del miedo.

—¿Y-y el cuchillo p-para que lo t-tienes?—pregunto con miedo—

—Oh—viendolo con una sonrisaj tierna—no lo usaré contigo, solo lo usaré cuando eliminé a otra chica—

—P-pero no tienes q-que hacer eso—dijo con miedo—

—Si es nesecario—dejando de lavar—

Ella se le acercó aún con el cuchillo mientras que lo abrazó así el sintió la punta del cuchillo en su espalda tocándolo.

—Gracias por hacerme la mujer más feliz del mundo—dijo abrazandolo—me moriría si no estuvieras conmigo—

Este solo retrocedio mientras que vio la puerta y luego a ella, Mateo quería ya irse pero tenía que esperarla de lo contrario ella podría desquitarse con otra víctima y no quería.

—Solo se que nesecitas ayuda—dijo poniéndose serio—nesecitas ir al psicólogo—

Victoria, al escuchar “psicologo” solo se molestó al ver que el la llamaba enferma y loca, así que se puso sería.

—Yo no nesecito ayuda, lo único que nesecito es tu amor y una vida feliz—

—Victoria, las cosas no son aso, ¿Que harás el día de mañana me enamore?—pregunto serio—

—Facil, matarla y asegurarme de que enamores de mi—respondio seria—

—¿Cuando dejaras de matar por tu maldito amor enfermo?—pregunto de nuevo—

—No le digas así a nuestro amor, no esta enfermo ni maldito—dijo viéndolo con algo de tristeza—

—Extraño a la Victoria, más inocensiva que no lastimaba—dijo viendola—fue un error a vernos conocido—

—No—acercandole mientras que le agarraba la cara—no digas eso porfavor, me duele y no soportaría.....verte con otra, de solo verte con una chica me pone celosa—

—Nesecitas ayuda, porfavor ver a una cita con alguien que te pueda entender más que yo—

—¡No! ¡No, no, no, no! ¡No y no!—grito mientras se apartaba de el y daba vueltas de lado—no, yo y tú debemos estar junto quieras o no—deteniendoae y viendolo—si tu intentas escapar de mi, tendré que encerrarte o mucho peor llevarte a otro lugar para que no te encuentren—

—¿Me estas amenazando?—pregunto serio aun—

—No, pero si tengo que amenazante lo haré todo por nosotros—

Mateo, solo se estaría aún serio, no le gustaba que su amiga actuará así de forma obsesiva, celosa y sobreprotectora con el.

Este solo suspiro ya que ahora mantenía una relación mientras vio la puerta nuevamente y luego a ella.

—De acuerdo, no me iré pero tendrás que comportarte como una novia ¿Si?—pregunto nuevamente—

—¡Hare lo que tú quieres, con tal que no te alejes de mi, no hay problema!—respondio mientras se lanzaba encontrar de el—

Este iba a esquivarla pero ella ya estaba demasiado cerca para luego impactar ella contra su pecho y caer.

El caería abajo mientras ella arriba de el y en su regazo mientras se inclinó a el haciendo que estén cerca sus labios.

—Esta posición es muy comprometida—

—Me.....vale.....madres—con una sonrisa—un día de estos, quiero tenerte en mi cama—

—Ah no—dijo viendola—yo no quiero ser abusado sexualmente—

—No eso no, si no, pasar todo el día viendo películas de comedias románticas o de miedo—dijo viendolo—pero si quieres—se sienta—

El vio como ella empezaba a quitarse la ropa y luego quitarse la camisa y luego intentar quitarle la camisa a su chico.

—Detente, aún no hemos tenido meses de novios y ya empiezas—dijo viéndola a la cara—

—¿Y que tal el día que nos casemos, tengamos hijos?—pregunto viendolo—

—Victoria—sentandose mientras ella parecía una niña emocionada—claro, tendremos hijos—

Mateo, acercó sus brazos a su espalda mientras que la abrazó, Víctoria, solo correspondió mientras estaba feliz de tenerlo muy cerca mientras que disfrutaba el abrazo de su chico.

Continuara.....