Mateo, ya iba a ir al gimnasio, hasta que...

—¿Que haces aquí?—pregunto Mateo—

—Hoy irás al gimnasio, quiero ir también—respondio Victoria feliz—

—De acuerdo vamos—

Ambos fueron al gimnasio y llegaron.

Como siempre Mateo, fue resivido por su maestra de gimnasia aún que vio que vino acompañado poniendola celosa.

—¿Y ella Mateo?—pregunto la maestra de gimnasia—

—Ella es...—

—Soy Victoria Valles, una amiga de su alumno—respondio seria—

—Mucho gusto conocerte—celosa—

—Igualmente—

—Soy Rosalíne—dijo dandole la mano—

Ella le acepto la mano mientras se miraban fijamente y una miradas serias.

No se confiaban con solo verse y hablar, no tenían ninguna emoción o confianza.

Pero lamentablemente no duró mucho las miradas ya que La maestra Rosaline, empezó asentir un apretón de mano mientras que dio un gemido de dolor.

—Victoria, sueltala—dijo Mateo, viendo cómo ella le apretaba la mano—

Ella no prestaba atención solo ignoraba las súplicas de su chico, ella sabía que está mujer no se iba a detener en molestar lo que era de ella.

O mucho peor robar algo que le pertenece.

—¡Victoria ya!—levanto la voz—

Ella solo hizo caso mientras que la maestra Rosaline solo callo adolorida por el apretón de mano mientras se agarraba su mano con la otra.

La maestra Rosaline, vio por unos segundos la expresión de la chica y vio una mirada psicópata y de asesina.

Pero solo fue en de Mateo mientras la abrazaba y pondría su mano derecha en el pecho de él y la otra atrás de el.

Pasaron los días, semanas y medio año y Victoria había obtenido un cuerpo más hermoso gracias al ejercicio.

Ella estába haciendo ejercicio con el amor de su vida, su obsesión, su chico y su primer amor en su vida.

Ambos se detenieron.

—Bueno yo creo que ya—dijo Mateo cansado—

—Claro—con una sonrisa—oye ¿Nos tomamos una foto?—pregunto con intereses—

—Claro—

Ambos se tomarían una foto

Luego fueron afuera y volvieron a sus casas.

Tiempo después.

—Alumnos, ustedes saben que ya falta poco para que vallan a la universidad, así que tiene que dar lo mejor de ustedes—dijo el profesor Pérez—

—Prifesor una pregunta—dijo Gisselle—

—Si—

—El dia último en estar aquí, no se, podremos hacer una fiesta en la academia?—pregunto con curiosidad—

—Suena algo bueno—respondio—claro, solo que le debemos decir al director y saber que piensa el—

—Solo faltan 6 meses, eh?—penso seriamente Victoria—

Victoria, le vino un recuerdo en sobre los contactos de mujeres que tenía Mateo.

Así que solo le vino un pensamiento y era... Matar a esas chicas que lo acosaban.

—Son solo 7 chicas, más las 2 profesoras que tienen un interés por Mateo, tendré que llamar a Felipe y los chicos para que me ayuden—penso seriamente—

Las clases fueron normales y aburridas, solo bla, bla y bla.

En la hora de comer Victoria, fue en de Felipe y lo encontró con los chicos.

—¿Que haces aquí?—pregunto serio—

—Nesecito otra vez tu ayuda y es urgentemente—respondio viendolo—

—Dilo—

—Hay 7 chicas y 2 maestras interesadas en Mateo, nesecito que se aparten de mi camino—dijo sería—

—Esta bien pero con la condición de que nos hagas un favor—

—¿Que favor es?—pregunto curiosa—

—Quiero que nos consigas drogas para drogarlas—respondio—

—De acuerdo—

—Oigan chicos—ellos lo miran—ustedes me ayudaran a secuestrar a esas chicas—

—De acuerdo Felipe—

—¿Donde las llevaremos?—pregunto nuevamente —

—Al bosque, ahí hay un hollo donde podremos matarlas—respondio con una sonrisa—

—Como es tu amor enfermo y psicópata por Mateo—dijo sorprendido Felipe—

—Yo no lo llamaría “amor enfermo y psicópata”, yo lo llamaría seguridad o afecto de amor—dijo aún con su sonrisa—pero no asi—

—Eso es lo que es, un amor enfermizo y obsesivo, pero ya que—

—Por cierto—saca un papel y se lo da—ahi están la ubicación donde viven, donde trabajan y a donde viven sus familias—

—Valla—sorprendido—si eres alguien de temer y respetar—

—Gracias—dijo viendolo—

—Si yo tuviera una novia o acosadora como tú...—

—No soy acosadora, solo lo cuido—corrigiendo—

—Como sea, si fueras mi novia, ya me hubiera muerto desde el primer día que mates—dijo serio—

—Maldito—

Con Mateo.

—¿Donde estará Victoria, no la encuentro?—se pregunto—

Pasaron unos minutos y Mateo, encontró a Víctoria, hablando con un grupo de chicos.

Se acercó pero escucho algo que lo extraño de ella.

—Espero que Mateo, no se de cuenta de lo que haces—dijo serio Felipe—de lo contrario si se da cuenta...—

—No tiene que darse cuenta—dijo seria—me encargaré personalmente que no esté sospechando—viendolo—

—¿Que no darme cuenta, pero de que?—penso confundido y escuchándolo—

—¿Y si sospecha?—pregunto dudoso—

—El va entender, el es el amor de mi vida, mi primer y único amor, mi razón de vivir y el chico que siempre eh estado esperando—respondio—

Así este solo se acercó.

—Victoria—llamo Mateo—

Ella dio la vuelta mientras que aún no quitaba su sonrisa, estaba alegre de verlo otra vez.

—Hola—alegre—

—No íbamos a comer?—pregunto con curiodad—

—¡Si!—llevandoselo—

En la noche.

Mateo, estaba en un arbusto mientras esperaba que Víctoria, saliera y vió que sacaba su bolsón y metía una bolsa llena de jeringas con un líquido.

—¿Que demonios es eso?—se pregunto susurrando—

Vio que ella empezó irse corriendo, empezó a seguirla igual mientras se preguntaba ¿Que era ese líquido? ¿Para que las jeringas? Y más ¿Que sospechar de ella?

Mientras que la seguía, solo veía que se iba a una cabaña y entro.

—¿Acaso lo que tiene es drogas?—se pregunto—no creo que sea tan estúpida en drogarse con jeringas y más en ser adicta a eso—incredulo—

Con Víctoria.

—Nadie te vio?—pregunto Felipe—

—Nadie—respondio seria—

—Bien—

Victoria, saco de su bolson la bolsa con jeringas llenas de ese líquido.

—Espero no nos delates—advirtio—

—Para que, si igual me van atrapar tarde o temprano—dijo seria—

Continuara.....