¿Es curioso entender que lo que siente ella por el es algo diferente no?
A veces nos enamoramos a primera vista de alguien hasta el punto de saber quién es esa persona.
Je es estúpido saber que hay más de una que quiere este con esa persona que lo único que hace es arrebatarle lo que más quiere.
Así que para evitar estos arrebatamientos debes de matar.
3 de Abril del año de 2020.
En un día como cualquiera un chica 17 años estaba dormida en una habitación mientras que por una ventana a su lado salían los rallos del sol mientras que llegarían a la cara de la chica.
De un lugar de la habitación de la chica se veía como abria la puerta mientras que llegaba un hombre de 40 años.
—Bien estúpida levantate —ordeno el hombre aún que la chica parecía no reaccionar —oye! No me desobedescas estúpida —dijo el nombre para luego tirarle algo a la chica.
El hombre le había tirado un libro grande al cuerpo de la chica algo que ella al darse cuenta resivio el libro en su estómago.
La chica al sentir el golpe se levantó mientras se retorció del dolor mientras que le dolía mucho.
El hombre la agarró del brazo fuertemente mientras que ella solo grito del dolor, el hombre solo le dio una cachetada fuerte haciéndola que este cavisbaja.
—¡¿CUANTAS MALDITAS VECES TENGO QUE DECIRTE, LEVANTATE!? —grito el hombre.
—U-una —respondio la chica con una voz quebrada.
—Escuchame bien —agarrando mientras la tiraba al suelo —que sea la última vez que me desobedescas —advirtio —¿Entendiste o no?.
—S-si —respondio la chica mientras que esté hombre solo se fue de la habitación —hijo de puta —dijo la chica mientras que se levantaba aún con dolor —me las va a pagar todas.
La chica se fue a bañar, le tomo 15 minutos en bañarse mientras que se veía como en su estómago había una cicatriz enorme y grande.
¿Pero quién se la hizo?
Era muy grande la curiosidad que la chica salió del baño mientras que fue a buscar ropa mientras que se terminaría de cambiar.
La chica se vio y solo dio una pequeña sonrisa ya que al parecer le gustó la ropa que usaba ahora mismo.
—Tan linda para ser maltrata? —se pregunto la chica.
La chica solo salió de la habitación mientras que se veía a su maltratador fumando droga y bebiendo cerveza mientras que ella por dentro tenía una cara de asco pero por fuera una sin emociones.
—Ya estoy lista, así que me voy —dijo la chica.
—Has lo que quieras —respondio el hombre bebido.
La chica solo salió mientras que solo suspiro mientras se iba corriendo de esa casa que para ella era un infierno vivir ahí.
—Odio los fines de semanas, como desearía que de lunes a domingo hagan clases por 12 horas para no verle su cara —dijo la chica mientras tenía una expresión de odio.
Pasaron otros 15 minutos y la chica llegaría a una heladería, la chica entro mientras que fue asentarse a una mesa de 4 asientos mientras saldría una sirvienta.
—Buenos dias —dijo la chica.
—Buenos días señorita—dijo la sirvientw —¿Que desea? —pregunto.
—Leche con chocolate y unas galletas porfavor —respondio la chica con una sonrisa.
—Leche con chocolate y unas galletas —repitio la sirvienta mientras anotaba en un libreta —¿Que tipo de galletas? —pregunto otra vez.
—Hem, tienen caseras? —pregunto la chica.
—Si —respondio la sirvienta.
—Bien, entonces caseras las quiero —dijo la chica.
—Bien —dijo la sirvienta que a la vez se retiraba.
—En verdad no como, por qué está ese hombre infeliz en la casa —dijo mientras estaba sola.
De pronto se escuchó como abrían la puerta de la heladera, la chica vio con interés quien y vio a un chico de cabello negro con ojos azules y una piel muy blanca como la nieve.
La chica se sorprendió y le saldrá un leve sonrojo al ver a ese chico ya que para ella era demasiado grupo y atractivo.
El chico se dio cuenta de la mirada de la chica y la vería, pero ella rápido vio otro lugar, el chico solo dio una sonrisa mientras que se empezó a caminar a dirección de ella.
La chica se sentio nerviosa, era la primera vez en sentirse nerviosa y algo atraída por otra persona, donde vio como el chico se acercaba a ella.
Ella solo estaba nerviosa pero vio que el chico se sentó atrás de ella, al parecer había una mesa pero había sentido su aroma y le gustaba.
—Espero no se haga dado cuenta que lo estaba viendo —penso la chica muy nerviosa —aun que debo admitir que es muy atractivo y guapo —penso de nuevo la chica.
Pasaron 5 minutos y vendria la sirvienta con una bandejas mientras traía el pedido de la chica mientras se lo dejaba cuidadosamente a la chica.
—Gracias —dijo la chica mientras le daba el dinero.
—De nada señorita —respondio la sirvienta mientras se iba en del chico que había llegado.
La chica solo empezó a comer despacio ya que eran las 6 de la mañana pero la casa de ese chico no dejaría de rezonar su cabeza, así que movió la cabeza para dejar de pensar en ese chico.
Terminaría por unos minutos sus galletas y luego pediría para llevar la leche con chocolate mientras que se iría sin antes pagar.
Se fue caminando mientras que pasando otros 30 minutos llego a una academia mientras que llegaban muchos chicos y chica de su edad a la academia.
Ella entró mientras que fue a una clase mientras entraba fue recibida por los abrazos de 2 chica y un chico.
—¡Victoria, venistes! —dijieron las 2 chicas mientras la chica mencionada como Victoria, solo rodeaba sus ojos al ser abrazada.
—Si —figio feliz mientras las abrazaba.
—Hola Victoria —saludo el chico mientras ambas chicas se separaban de Victoria.
—Hola Carlos —saludo Victoria, mientras el nombrado tenía una sonrisa entre dientes y de oreja a oreja.
—¿Como haz estado? —pregunto Carlos.
—Bien y ustedes? —pregunto.
—Bien pero más cuando vienes a la universidad —respondieron la chica con cabello negro.
—Que bueno —dijo Victoria, mientras que se iba a un asiento mientras vería a otro lado.
De pronto se vieron como llegaban un grupo de chicas llegaban y otro grupo de chicos.
Victoria, solo rodeo los ojos otra vez al ver a estos 2 grupos, al parecer no se llevaba bien con nadie o eso parecía.
—¿Que hacen aquí? —pregunto Carlos, algo serio.
—Que? Ya no podemos visitar a la Victoria? —pregunto con una voz burlona una chica morena de cabello castaño.
—No dejaremos que la vuelvan a molestar —advirtio la chica de cabello negro seria.
—No, nos importa tonta —dijo la chica morena mientras le lanzaba una pelota de papel a Victoria.
Victoria, resiviera esto donde solo los dejo pasar mientras se escuchaba una voz.
—Bueno señorita Chloe, que le han dicho de estar molestando a la señorita Victoria? —pregunto una voz masculina.
—Este maestro ya vino —penso con molestia Victoria.
—Relajase maestro —respondio la chica mencionada como Chloe, mientras se retiraban ambos grupos.
—Señorita Victoria —dijo el profesor.
—¿Si?
—Antes de que se valla quiero hablar con usted —respondio el profesor con una voz perversa.
—De acuerdo —dijo Victoria.
Asi Victoria, volvería a ver el chico, ella estaría sorprendida pero más el chico al verla.
—¿Puedo ayudarlo jovencito? —pregunto el profesor.
—Si, es que hace poco el director, me envió aqui —respondio el chico.
—Entiendo, ¿Entonces tiene todo? —pregunto de nuevo.
—Si —respondio el chico mientras le daba unos papeles.
—Bien —empieza a leerlos—hummm-mmm —bien pase joven.
—Gracias —dijo mientras se acercaba.
—Por cierto, cual es su nombre? —pregunto de nuevo el profesor.
—Mi nombres es Mateo Herrera —respondio el chico.
—Es un placer Mateo—dijo el profesor—
—Igualmente—dijo con una sonrisa—¿Donde me puedo sentar?—pregunto Mateo—
—Donde sea —respondio el profesor.
—De acuerdo.
Mateo, vería a cualquier lugar y vería que solo había un asiento y era en de Victoria, a su lado.
Así que fue en de ella, todas las chicas verían con un leve sonrojo a Matía, ya que era ahora el chico guapo de la clase.
—Puedo sentarme aquí? —pregunto Mateo.
—C-claro —respondio Victoria, estando viendo a otro lado.
—Gracias —se sienta a su lado—soy Mateo y tu? —pregunto.
—Soy Victoria Valles —respondio mientras que lo vería.
—Que lindo nombre Victoria —dijo Mateo, con una sonrisa haciéndola pone nerviosa.
—I-igual el tuyo, M-mateo —dijo Victoria tartamudeando.
Mateo, se dio cuenta que Victoria, le empezó a gustar, así que solo dio una sonrisa mientras que vería como el profesor estaba serio.
—Comenzemos las clases —dijo el profesor algo celoso y serio.
—¿Quien será el? —penso Victoria, y a la vez se preguntaba.
Continuara.....
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