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III

-Capítulo 3: Pesadilla-

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-Narra autor-

El atardecer se acentuaba en la ciudad de Kuoh, los chicos y chicas ya habían regresado de las escuelas, algunos adultos recientemente emprendían camino para sus casas, por el otro lado, otros se quedaban a hacer horas extras.

Mientras tanto, en la mansión Hyoudou, principalmente en la habitación de Issei, el susodicho se encontraba sentado frente a su escritorio leyendo un manga llamado 'Berserk' para ser más especifico, el volumen 3.

N/T: Leed Berserk.

El menor de los Hyoudou estaba totalmente enfocado en su historieta, leyendo cada viñeta con detenimiento, observando a profundidad cada panel. Aunque Issei se vio obligado a detener su lectura, al escuchar como la puerta de su habitación fue golpeada, al darse la media vuelta, se dio cuenta de que se trataba de su hermana.

-... Ya nos vamos, Issei. Dentro de poco, papá estará llegando ...- manifestó una Sayuri arreglada de forma casual con una mochila colgada en su hombro derecho.

Asintiendo como si nada, Issei dice -... De acuerdo. Qué la pasen bien ...- de forma tranquila, regresando sus ojos al manga.

Sayuri abrió la boca ligeramente como si estuviera apunto de decir algo, pero se contuvo y sin más, procedió a retirarse de la habitación de su hermano, no sin antes detenerse un segundo y verlo de reojo con cierta inquietud.

De todos modos, la castaña reanudó su camino, y tras un par de minutos, llegó a la entrada principal de la casa donde se encontraban sus primas y sus amigas, quienes a parte de estar arregladas casualmente, también llevaban bolsos con ellas.

-... ¿Qué dijo, Issei? ...- Rias preguntó con una ceja alzada de la curiosidad, presenciando como Sayuri bajaba de las escaleras.

-... Nada fuera de lugar. Esta distraído con una de sus historietas ...- Sayuri respondió un tanto tranquila cosa que le sacó una sonrisa irónica a la Gremory.

-... Sin duda es fuerte ...- Rias comentó desviando su mirada de Sayuri, quien comprendió lo que quiso decir la pelirroja.

-... Antes de que nos vayamos, déjenme hacer algo...- Sayuri comentó recibiendo un asentimiento calmado por parte de la mayoría.

Extendiendo su mano, Sayuri libero un poco de poder mágico, con el cual, manifestó un hechizo de protección y de alerta por sí algo pudiera suceder en su ausencia.

Una ves hecho eso, todas se juntaron para que así, Akeno pudiera crear un hechizo de teletransporte, desapareciendo de la mansión en cuestión de segundos.

Mientras tanto, Issei seguía en su habitación leyendo Berserk, sin despegar sus ojos del manga, aunque si fuera honesto consigo mismo, ni siquiera lo estaba viendo. Se encontraba tan sumido en sus pensamientos recordando lo  sucedió con su hermano, que era incapaz de sacárselo de la cabeza. 

-Hace un par de horas-

-... Hola, hermanito ¿Cómo has estado? ...- Oliver preguntó cómodamente con una sonrisa, con su mano levantada en forma de saludo.

Sin embargo, antes de que Issei pudiera hacer o decir algo, Miyuki y Sophie se pusieron frente a su primito con expresiones severas sin desviar su atención de Oliver, quien se mantenía tranquilo pese a ser mirado por sus familiares de forma casi hostil.

-... ¿Qué es lo que quieres, Oliver? ...- Miyuki cuestionó de forma severa, atenta por si el susodicho hacia algún movimiento extraño.

-... Oigan, ¿por qué tanta hostilidad hacia mi? ...- Oliver regreso la pregunta con falsa lastima notándose por la sonrisa que tenía en el rostro, cosa que no le agrado a sus primas así que decidió en dejar los juegos de lado.

-... En fin, solo vine por Issei ...- Oliver manifestó de forma tranquila, a lo que Sophie y Miyuki tomaron posiciones de defensa desconcertando tanto a Issei como a Oliver por su actuar.

-... ¿Qué? ¿Acaso no puedo pasar tiempo con mi hermanito? ...- Oliver preguntó un tanto confundido, sacándole una sonrisa irónica a Sophie.

-... Define "pasar el tiempo" ...- Sophie manifestó de forma irónica, cosa que Oliver entendió hacia donde iba todo este asunto.

-... Sí creen que voy a hacer eso, están equivocadas... Al menos no ahora ...- Oliver comentó con cierta consideración, cosa que no le gustó oír a sus primas.

-... ¿Qué quieres decir con eso ...- Issei cansado de ser un espectador pregunto, recibiendo la atención tanto de sus primas como de su hermano.

-... Pronto me independizare. No seré más el peón de Rias y tampoco su esposo. Me convertiré en un rey ...- Oliver decía a medida que se acercaba a su hermano menor.

Sophie y Miyuki si bien habían tomado posturas de combate, no podían pelear no solo al estar conscientes de que eran inferiores a Oliver en cuanto a poder, sino que también por la presencia de Issei.

Así que sin muchas opciones, ambas hermanas procedieron a bajar sus guardias con cierta resignación a lo que Oliver una vez frente a Issei, se agacho para estar a la misma altura.

-... Y una vez que eso ocurra, tu te convertirás en un príncipe, hermanito ...- Oliver manifestó con seguridad en sus palabras, posicionando una de sus manos en el hombro de su hermanito.

-... ¿Pero qué hay de Rias y las chicas? ¿Por qué quieres terminar con ellas? ...- Issei cuestionó consternado, ocasionando que Oliver dejará escapar un suspiro.

-... No entienden mi forma de pensar, si hubiera sido lo contrario y me habrían aceptado seguiría con ellas ...- Oliver contestó con cierta seriedad, sorprendiendo a Issei por sus palabras.

-... ¿Solo por eso? ...- Issei preguntó un tanto desilucionado, a lo que Oliver sujeto a su hermano de ambos hombros.

-... Issei. ¿Tienes idea de lo que sacrifique? ¿Todo lo que luche?. Aún así solo piensan darme condecoraciones y palabras de agradecimiento, ¿Crees que eso es justo? ...- Oliver cuestionó con cierta severidad, dejando a Issei en una encrucijada en la que encontró salida.

-... Ellas también se sacrificaron. Nuestra familia también lo hicieron. No puedes dejarlos de lado ...- Issei contradijo con desaprobación, sintiendo como aquella admiración que sentía por su hermano poco a poco se convertía en desilusión.

-... Lo sé, y tienes razón. Pero a diferencia de ellos, pienso obtener lo que merezco y voy a hacerlo ...- Oliver manifestó con firmeza en sus palabras, soltando a Issei para así levantarse, procediendo a dirigirse hacia las puertas de la mansión.

-... Te dejaré para que lo proceses mejor, confío en que me darás la razón. Después de todo, eres mi hermano ...- Oliver comentó tranquilo, levantando su mano en forma de despedida bajo la mirada de sus tres familiares, principalmente la de Issei.

-Presente-


Sacudiendo la cabeza en señal de negación, seguido de eso, Issei se golpeó con fuerza los cachetes, ocasionando que se le quedara una marca roja ambas zonas. Tras despabilarse, el menor de los Hyoudou procedió a salir de su habitación dispuesto a trabar las ventanas en el piso que estaba y hacer lo mismo con los inferiores.

Una vez que trabó tanto ventanas como puertas, Issei llegó a la sala principal de la casa, lo primero que hizo fue encender el televisor de pantalla grande para así tomar asiento y buscar algo con tal de matar el tiempo, encontrándose con la primera película de 'Sherk'

Como recién comenzaba decidió en ir a calentar la comida que tenía, al cabo de unos minutos, el pequeño castaño regreso a la sala sujetando con una mano un plato en el que habían 5 trozos de pizza y con la otra un vaso grande de jugo de naranja.

Issei sin más se sentó en el sofá habiendo dejado las cosas que sostenía en la mesita de centro que tenia cerca, para así, ver la película en paz. Una paz que era completamente palpable, sino fuera por la televisión encendida el silencio estaría reinando por toda la mansión.

Cosa que Issei por más que tratará de ignorar enfocándose en la película o comiendo, era incapaz de hacerlo, recordando pese a que sus padres trabajaban y sus hermanos y primas estudiaban, la casa casi siempre estaba animada.

Por lo que sentirse solo aún era una nueva experiencia, incluso cuando trato de llenar ese vacío que sentía haciendo lo que más le gustaba, al final no funcionó y lo único que conseguía era meterse en problemas.

Si bien no lo hacía adrede en la mayoría de los casos, cuando lo hacía a propósito, a pesar de que recibía la atención que quería, no podía evitar sentirse mal, pero si no lo hacía, lo más seguro es que ya se hubieran olvidado de él.

No poseía una Sacred Gear digna, no poseía reservas mágicas decentes, no poseía un talento para la lucha y ni hablar de que no servía en el poder social y político como sus padres.

El único talento que poseía era cantar, pero comparado a las cualidades que tenían sus familiares, no era nada a lado de ellos, por esa razón estaba seguro de que se olvidarian de él. Y si todo hubiera sido de esa forma, tal vez, en este instante estaría con su hermano Oliver haciendo cualquier cosa.

Sin embargo, dándose cuenta de lo que estaba pensando, Issei rápidamente desecho todo eso al darse cuenta de que se estaba yendo por las ramas, en un intento de justificar su actuar.

Abandonado todo tipo de pensamientos indebidos, Issei decidió enfocarse en la película y terminar su comida, la cual se estaba enfriando. Una vez que terminó de comer, el sueño comenzó a invadir al menor de los Hyoudou, y al no ser capaz de soportarlo más, se recostó en el sofá para así cerrar los ojos.

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Abriendo poco a poco los ojos, una vez despierto, Issei se dio cuenta de que 'Sherk' había terminado, en su lugar, estaban dando 'Pesadilla en la Calle Elm 3' justo en la parte donde un personaje secundario estaba apunto de tener relaciones con una enfermera, la cual, se revela que se trataba de Freddy Krueger.

Dejando escapar un largo bostezo, Issei procedió a agarrar el control remoto para así ver la hora, dándose cuenta de que eran las 21:55 de la noche. Pese a estar medio dormido, eso extraño un poco al menor de los Hyoudou, quien no tenía idea de si su padre llegó o no a la casa.

Apagando el televisor, Issei se levantó del sofá ya un tanto más consciente y camino hasta la entrada de la mansión, escuchando nada más que un profundo silencio.

Pensando que su padre debía estar atrasado con temas de trabajo, Issei decidió dejarlo de lado y tomó rumbo hacia su habitación, tomando el elevador para llegar más rápido.

Para cuando ingreso a su cuarto, lo primero que hizo Issei fue dirigirse al pequeño baño que tenía con el objetivo de cepillarse los dientes. Una vez que terminó de hacer eso, el pequeño castaño se tiró a su cama sin tomarse las molestias de su ponerse un pijama.

No obstante, justo cuando se acomodo para así volver al mundo de los sueños, pudo escuchar voces susurrantes, risas bajas y pasos cada vez más notorios acercándose en su habitación.

Desconcertado por eso, Issei se levantó de su cama y rápidamente se dirigió hacia la puerta de su habitación, procediendo a abrirla poco a poco hasta ser capaz de asomar la cabeza o lo suficiente para divisar algo con su ojo izquierdo.

Quedando conmocionado al presenciar cómo su propio padre que sujetaba con una mano una botella de licor, mientras que con la otra, abrazaba la cadera de una mujer a su lado.

Ambos parecían estar ebrios, sobre todo su padre, a lo que Issei supuso que las risas se debían por eso, pero lo dejo de lado al ser testigo como su padre se tropezó, pero deteniendo su caida, la mujer se interpuso sujetando a Takeo, quien aprovechando el momento puso su cara entre los enormes pechos de la MILF.

-... Ten más cuidado, tigre ...- la mujer comentó con una sonrisa divertida, mientras que Takeo abrazo a la mujer para así pegarse más a ella y empezar a besar su dotado escote.

-... Oye, tranquilo. Una vez que veamos a tu hijo, haré lo que tu quieras ...- la mujer comentó con una sonrisa sugerente, a lo que aceptando tal idea, Takeo se separo y enderezó.

-... Ehtonsesh, veteh prepaorando, querwida...- Takeo hablaba de forma errática debido al excesivo consumo de alcohol. 

Pese a eso, ambos continuaron su camino hasta el cuarto de Issei, quien saliendo de la conmoción, con cuidado cerró la puerta para posteriormente tirarse a la cama.

Una vez hecho eso, Issei se cubrió con la colcha hasta su cuello y se acostó dándole la espalda a la puerta, aunque esperando ansioso la llegada de su padre y de su amante, Issei sentía como su corazón latía a mil por hora al tener miedo de ser descubierto.

Cosa que tampoco ayudaban los murmullos y los pasos que escuchaba en el pasillo, poniéndose cada vez más nervioso a medida que se acercaban. Hasta que, el tan ansiado momento llegó, Issei escuchó como la puerta de su habitación se abría generando un sonido chirriante.


-... Vesh, qube te hdije ...- Takeo manifestó con cierta prepotencia, a lo que la mujer procedió a cerrar la puerta.

-... En ese caso, vamos a jugar ...- la mujer expresó de forma provocativa una vez que cerró la entrada de la habitación.

Tras esos últimos diálogos, Issei oyó como ambos poco a poco se fueron alejando, aunque por si las dudas, se mantuvo quieto en su lugar por unos largos y angustiantes segundos.

No obstante, incluso por más que quisiera levantarse, era incapaz de hacerlo, un montón de sentimientos encontrados lo invadían por lo que estaba haciendo su padre.

No sabía si gritar, no sabía si enfrentarlo, o que, no sabía que hacer, y por primera vez en mucho tiempo, necesitaba a su hermana o a una de sus primas. A pesar de todo, juntando el poco espíritu rebelde que poseía, Issei se levantó de la cama y procedió a buscar algo debajo de su colchón.

-... (No pienso ser cómplice o testigo de esto) ...- Issei pensó con rechazo, encontrando lo que buscaba.

Sacándolo, Issei reveló que se trataba del sombrero de las limosnas, teniendo cada centavo y billete como lo había dejado. Guardando gran parte de ese dinero en los bolsillos de su pantalón, posterior a eso, el pequeño castaño se dirigió e ingresó a su armario.

Estando dentro no sin antes cerrar las puertas, Issei removió una placa de madera dejando al visto un pasadizo secreto, por el cual, se metió sin ninguna clase de problemas.

Al cabo de unos minutos, Issei salió de la despensa de la cocina, y al no ver o escuchar algo fuera de lo normal, a paso rápido pero silencioso se dirigió hacia la entrada principal de su casa, dispuesto a irse de la misma e instalarse en algún motel barato. 

Sin embargo, en el momento que estuvo frente a la puerta e intentó sujetar el picaporte, un círculo mágico se manifestó en la entrada evitando que pudiera huir. Ante eso, Issei se sorprendió e inconscientemente retrocedió, hasta que pudo escuchar unos pasos en su retaguardia y una rara presencia que lo dejó paralizado.

-... ¿Adónde crees que vas, pequeño? ...- preguntó curiosa la voz de una mujer desde la espalda de Issei.

Con una gota de sudor frío bajando por su frente, Issei procedió a girarse en dirección hacia donde escucho la voz, presenciando con algo de miedo como la amante de su padre bajaba las escaleras con calma y cierta gracia.

La mujer podría ser considerada como una MILF en toda la extensión de la palabra, encima de su largo cabello de color negro se notaban dos orejas de zorro, sus ojos color avellana transmitían cierta calma pero también provocación. Su vestimenta consistía en un vestido kimono blanco sin mangas, el cual, revelaba gran parte de sus enormes protuberancias además de remarcar sus notables caderas y una enorme cola de zorro en su retaguardia baja, también llevaba un obi negro alrededor de su estrecho abdomen y encima de este un listón rojo. Y portando un montón de adornos dorados y dos enormes gemas verdes.

-(Ignoren la espada y las muñequeras por favor)-

-... ¿Cómo? ...- Issei preguntó de forma inconsciente, siendo testigo de como la mujer tras bajar las escaleras, poco a poco fue cerrando la distancia.

-... Por favor. Sentir presencias es un juego de niños para mi, además que cuando llegamos a tu habitación, escuche como tu corazón latía muy rápido ...- la mujer contestó con calma, hasta estar a unos centímetros delante de Issei.

-... Supongo que se lo dijiste a papá...- Issei manifestó más tranquilo que molesto, pero eso cambió al presenciar cómo la mujer negó con la cabeza.

-... En lo absoluto. Ahora mismo está roncando en una de las habitaciones donde lo deje, bebió mucho ...- la mujer expresó con cierta desilusión, a lo que Issei solo chasqueo la lengua ante eso.

-... Y como sabías que estaba despierto, te adelantaste a impedir que escapara ...- Issei expresó con molestia, recibiendo un chasquido de dedos como confirmación por parte de la mujer.

-... Bingo ...- la mujer declaró con una sonrisa, posicionando su mano derecha bajo su barbilla.

-... El asunto ahora es... ¿Qué debería hacer contigo? ...- preguntó intrigada a la nada misma, observando detenidamente de pies a cabeza al menor de los Hyoudou.

Issei quedó desconcertado ante sus palabras, hasta que pudo presenciar cómo la mujer hizo crecer su sonrisa, algo que le puso los pelos de punta, a la vez, sus instintos le advertían de un enorme peligro.

Fue tan grande la sensación que de forma inconsciente llevó su pie derecho hacia atrás, pero dándose cuenta de que podría aprovechar eso, Issei de forma disimulada llevó su mano derecha hacia su bolsillo, sin desviar su atención de la mujer que lo veía hipnotizada sin borrar su suave sonrisa.

Aunque en el momento que Issei puso su mano en el bolsillo, rápidamente sacó todos los billetes y monedas que era capaz de sujetar, los cuales, arrojó en dirección al rostro de la mujer.

Tras eso, Issei inmediatamente dio un paso hacia su lado derecho dispuesto a huir hacia la cocina, sin embargo, antes de que pudiera dar un segundo paso, fue sujetado del brazo cosa que lo dejó sorprendido.

-... Buen intento, pequeño...- la mujer elogió con una sonrisa acercando a Issei en su dirección, para posteriormente, cargarlo en su hombro con total facilidad haciendo que mire hacia atrás.

-... O--Oye, ¿Qué crees que haces? ...- Issei cuestionó un tanto sobresaltado, notando como la mujer comenzó a emprender camino.

-... No te preocupes, vas a hacer lo que tu padre no hizo ...- la mujer contestó con un tono sugerente, dándole una palmada en el trasero a Issei, cosa que lo puso rojo de la vergüenza.

-... P--Primero que nada ¿Cómo te llamas? ...- Issei preguntó rojo de la vergüenza, tratando de reincorporarse por lo sucedido.

-... Violet. El tuyo no hace falta que me lo digas, sé que te llamas Issei ...- Violet respondió de forma calmada, deteniéndose un segundo para mirar a Issei y regalarle una sonrisa encantadora.

-... E--Está bien, Violet, escúchame un segundo. N--No soy bueno para eso. No la tengo muy grande y soy precoz, ¿Estarás conforme con eso? ...- Issei se excusó  un tanto nervioso, cosa que le sacó una risita llena de diversión a la kitsune.

-... Escuche que sabes cantar, así que puedes usar tu boca ...- Violet expresó de forma sugerente, reanudando con su caminata hasta empezar a subir las escaleras, alarmando a Issei que no sabia como zafarse de esta situación.

-... H--Hay otros niños en el mundo. Seguramente mucho mejores que yo ...- Issei siguió hablando en un intento de querer convencer a Violet de dejarlo ir.

-... Incluso si hubieran mil niños con tu mismo color en el mundo, estoy necesitada ahora, no puedo seguir esperando más. Agradece que estoy siendo considerada, sino lo estaríamos haciendo ahora mismo...- la kitsune manifestó con cierta urgencia, mientras que Issei poco a poco iba perdiendo las esperanzas, hasta que algo lo confundió.

-... ¿A qué te refieres con color? ...- Issei cuestionó confundido olvidándose por un momento que iba a ser abusado.

-... Los yokais no somos la única raza que pueden percibir los sentimientos en forma de color. Sino que también los demonios y ángeles caídos ...- Violet contestó luciendo tranquila, a la vez que Issei solo se limitaba a escuchar.

-... Pero el sentimiento, o mejor dicho, el color que perciben principalmente es el blanco, que representa la pureza de uno...- Violet terminó su línea cosa que le sacó una sonrisa a Issei.

-... ¿En serio crees que soy puro? ...- Issei preguntó con algo de burla, estando consciente de que no poseía ningún rastro de inocencia o pureza.

-... Sé que no lo eres. Pero el color blanco no solo representa eso, sino que también otros sentimientos positivos. En tu caso ...- Violet detuvo tanto su caminata como su habla, para así mirar de reojo a Issei, quien noto un brillo de lujuria en su mirada, sintiendo como la inquietud se apoderaba de él. 

-... Es el amor ...- Violet manifestó con deleite reanudando su camino, dejando sin palabras a Issei, que noto como la kitsune terminó de dar el último paso terminando de subir completamente las escaleras.

Posterior a eso, el menor de los Hyoudou se percató de como la kitsune empezó a caminar por un pasillo, pero así como inicio, al poco tiempo se detuvo y se giro.

-... Y tu pequeño, tienes un amor tan grande que es una sorpresa de que no te hayan querido corromper ...- Violet comentó abriendo una puerta y encendiendo la luz de esa habitación.

Notando eso, Issei se alarmó especialmente en el momento que Violet se adentraba a la habitación, y antes de que pudiera hablar o hacer algo, fue arrojado por la kitsune hacia una cama doble.

Obviamente, el colchón amortiguó su caída, aunque eso fue lo que menos le importó a Issei y rápidamente se reincorporó, siendo testigo de como la amante de su padre cerró la puerta y la trabó con seguro.

Tras eso, se dio la media vuelta con una sonrisa depredadora, emprendiendo camino en dirección a Issei moviendo sensualmente sus caderas, habiéndose quitado los tacones en mitad del camino ya que en el momento que estuvo al borde de la cama, no perdió el tiempo y se subió a esta.

Presenciando como Violet gateaba hacia él mientras movía su cola hacia distintas direcciones, Issei empezó a retroceder hasta llegar al extremo de la cama con una almohada en la espalda. Al darse cuenta de que no podía seguir dando marcha atrás, Issei quito sus ojos de la kitsune y miro a su alrededor en busca de una una ruta de escape.

No obstante, al recordar que estaba tratando con un ser sobrenatural, se dio cuenta de que no tenía posibilidad alguna de huir.

-... Oye, ¿Qué tal sí...- Issei no pudo continuar hablando debido a que cuando clavo sus ojos en Violet, esta misma lo cayó con un repentino beso.

El cuál era uno profundo, apasionado, pero especialmente, cargado de lujuria, la kitsune ni siquiera se contuvo e introdujo su lengua dentro de la boca de Issei, lamiendo cada extremo con cierta desesperación y deteniéndose a jugar con su lengua e incluso saboreaba su saliva.

Pese a que lo tomó desprevenido, Issei al poco tiempo salió de la conmoción e intentó separarse de Violet, cosa que no detuvo a la mencionada, que sujetando ambas manos del castaño y pegándolas contra el respaldo de la cama, lo aprisionó evitando que pudiera hacer algo.

En un intento de ejercer fuerza para querer liberarse, Issei se veía incapaz de hacerlo sintiéndose frustrado al no ser capaz de hacer mucho, aunque esa frustración paso a ser desesperación ante la falta de aire a medida que pasaban los segundos.

Llegando a un punto en el que el rostro de Issei se volvió rojo, sus ojos llegaban a los extremos de sus párpados al mismo tiempo que lágrimas se escapaban de las comisuras de sus ojos. Cosa que Violet notó por lo que decidió en concluir con el beso, y en el momento que se separaron, vapor salieron de la boca de ambos acompañado de un delgado hilo de saliva que los unía hasta que se rompió por completo debido a la distancia.

Una vez separados por algunos centímetros, Issei respiraba de forma agitada y con pesadez intentando de recuperar todo el aire posible mientras que lágrimas se deslizaban por sus mejillas completamente ruborizadas. Por el otro lado, Violet observaba con total lujuria a Issei, su sonrisa  extasiada y maliciosa era tan ancha que alcanzaban sus mejillas rojas, y con cada exhalación que soltaba por la boca un notable vapor se hacia ver.

-... Hermoso ...- Violet expresó en completo éxtasis, no solo por el aspecto tierno y sumiso que tenía Issei, sino que también al presenciar cómo aquel color blanco puro poco a poco se iba tiñendo de negro.

Por lo que sabiendo que su objetivo no se acabó, Violet aprovecho que Issei aún trataba de recuperar el aire,  procedió a llevar sus manos por encima de su cabeza, y aunque el Hyoudou menor intentó oponer resistencia no sirvió de nada, debido a que Violet manifestó un par de esposas entre sus manos.

Acción que también llevó a cabo con sus pies, una vez hecho eso, la kitsune acomodó a Issei en la cama quedando recostado, todo bajo la mirada de Issei que veía con enojo y hasta cierto punto con odio a Violet, cosa que solo excitaba a la kitsune.

-... Eso es, muéstrame más, muéstrame más...- Violet comentó maravillada, sujetando la camisa que Issei llevaba puesta.

Y sin una pizca de duda, Violet con una sonrisa depredadora desgarró la camisa de Issei exponiendo gran parte de su torso, seguido de eso, la kitsune removió la parte superior de su vestido para así revelar sus enormes pechos junto a sus protuberancias erectas y duras como rocas.

Siendo testigo de eso, Issei no pudo evitar ponerse más rojo de lo que ya estaba, mientras tanto, Violet se posicionó encima del castaño pegando su cuerpo con el suyo. Tras eso, Violet acercó su rostro con el de Issei, a lo que queriendo evitar otro beso, el Hyoudou menor giro la cabeza hacia un lado.

Pero sintiendo la respiración caliente de la kitsune cerca de su cuello, eso ocasionó que una corriente eléctrica recorriera por todo su cuerpo, sensación que se volvió más intensa al recibir besos sonoros y cargados de saliva en el cuello.

-... A pesar de que estas en la pubertad, tienes un olor dulce y tu piel es muy suave. Me pregunto si en verdad eres un chico? ...- Violet decía embriagada por el aroma de Issei, sin dejar de besar el cuello del susodicho con cierta ansia.

Pero al mismo tiempo que hacia eso, Violet fue deslizando hacia abajo su mano izquierda lentamente por el torso de Issei, quien, se dio cuenta de que la amante de su padre tenía intensión de ir hacia su entrepierna.

-... N--No lo hagas ...- Issei solicitó en un tono débil con sus mejillas rojas de la vergüenza, cerrando los ojos para concentrarse en que su amiguito no se levantará.

No obstante, el repentino toqueteo en su entrepierna por parte de Violet ocasionó que Issei se sobresaltará y contuviera un gemido, cosa que le sacó una sonrisa maliciosa a Violet, que pasó su mano por debajo del pantalón y la ropa interior de Issei hasta alcanzar su miembro.

Ante ese acto, Issei se puso aún más rojo al sentir como Violet estimulaba su pene, acto que le ocasionaba uno que otro gemido, los cuales, contenía apretando tanto los labios como lo dientes.

Pero a medida que la kitsune continuaba con su trabajo manual, poco a poco fue dejando el cuello de Issei comenzando a descender, dejando un rastro de lápiz labial, chupetones y saliva hasta detenerse en el pezón derecho del pequeño castaño.

-... ¡Hmm! ...- Issei dio un gemido ahogado al sentir como Violet había mordido su pezón izquierdo.

-... Déjame escucharlo, pequeño. Quiero oír ese lindo sonido ...- Violet expresó de forma provocativa, lamiendo el pezón de Issei para morderlo repentinamente.

-... ¡Nhn! ...- Issei volvió a dar otro gemido ahogado está vez más sonoro que el anterior.

Con los ojos y los labios cerrados con fuerza, Issei estaba más que preparado para contener cualquier otro estímulo, cosa que Violet se percató y reconoció que el Hyoudou menor era tenaz. De cualquier modo, eso no iba a detener a la kitsune, que dejó de jugar  con los pezones de Issei y procedió a continuar con el recorrido hasta llegar al abdomen de Issei.

Y aprovechando que aún tenía su mano bajo la ropa de Issei, Violet no perdió el tiempo y destrozo tanto su pantalón como su bóxer, revelando que pese a la estimulación el pene de Issei se mantenía flácido. Por lo que clavando sus ojos en el Hyoudou menor, la kitsune vio como Issei a parte de tener los ojos cerrados con fuerza, también parecía estar comprimiendo cada parte de su cuerpo.

-... Sin duda estoy impresionada, pero ...- deteniendo su habla, Violet procedió a voltear a Issei de modo que quedara boca abajo.

Consternado y preocupado, Issei abrió los ojos para así girar la cabeza rápidamente en un intento de ver lo que haría la amante de su padre, siendo testigo de como la susodicha le arrancó su pantalón y ropa interior exponiendo su regordete trasero al aire libre.

-... Nada te servirá ...- Violet declaró con una sonrisa maliciosa, llevando los primeros dos dedos de su mano izquierda a la boca, para después sacarlos, mostrando sus dedos cubiertos de saliva.

Dándose una idea de lo que Violet estaba por hacer, Issei quedó paralizado presenciando como la kitsune acercaba su mano hacia su trasero, y más temprano que tarde, Issei abrió los ojos de par en par al sentir como los dedos de Violet ingresaron por su ano.

Aún así, el pequeño castaño se mantuvo firme apretando con fuerza los dientes preparado para lo siguiente, sin embargo, en el momento que los dedos de Violet hicieron presión en un punto extraño para Issei, todas las fuerzas que reunió, desaparecieron.

-... ¡Hya! ...- Issei gimió con sorpresa al mismo tiempo que curvaba la espalda ante el repentino orgasmo.

Mientras tanto, Violet retiro sus dedos y solo se propuso a presenciar como el pene de Issei se ponía erecto de forma inconsciente, llegando a medir 16 cm de largo y teniendo un diámetro de 4 cm. Eso sin dudar le sacó una sonrisa lujuriosa a la kitsune, aunque esa sonrisa desapareció al recordar las palabras que Issei le había dicho.

-... Eres un mentiroso ...- Violet manifestó con una voz fría y una expresión sombría, procediendo a darle una fuerte nagalda a Issei como castigo.

Aunque Violet no se detuvo ahí, sino que continuó cacheteando el trasero de Issei hasta el punto de que sus nalgas obtuvieron un color rojizo, Issei por su lado, no tenía de otra que contener sus quejidos del dolor  limitándose solo a llorar.

Luego de un rato, Violet dejó de nalgear a Issei, observando con un notable sonrojo su culo regordete, cosa que le sacó una sonrisa lujuriosa a la vez que dejaba escapar aire caliente en forma de vapor, y como ya no aguantaba más, procedió a posicionar a Issei boca arriba.

Al hacerlo, vio como Issei se veía en un estado deplorable, sus ojos que miraban a la nada estaban rojos por haber llorado, su rostro también era decorado por un rubor rojizo y de su boca se escapaban hilos de saliva.

-... Oh, no te preocupes, pequeño ...- Violet expresó con una sonrisa dulce, acariciando la mejilla derecha de Issei con suavidad.

-... Te haré sentir bien ...- tras terminar su línea, Violet dejó de acariciar a Issei y bajo hacia su entrepierna.

Frente a frente con el pene dotado de Issei, Violet veía con claro deseo el largo y duro eje con venas palpitantes además de sus dos bolas hinchadas. Cansada de solo observar, Violet agarró el extremo inferior de la polla de Issei con su mano derecha, mientras que con su mano desocupada procedió a  acariciar sus labios vaginales.

Comenzando a estimular el miembro de Issei, Violet movía su mano de arriba a abajo de forma cautelosa recorriendo todo el largo, hasta que se le ocurrió escupir gruesos hilos de saliva en la punta bulbosa, para así continuar deslizando su mano esta vez con movimientos arremolinados en ciertos intervalos.

Issei solo se limitó a cerrar los ojos y ahogar sus gemidos para sus adentros al sentir como Violet apretaba con fuerza su polla a la vez que aumento la velocidad.

Pero con el pensamiento de querer saber como era su sabor, Violet posó sus labios por encima de la polla de Issei, para así, introducirlo con tal de succionar el bulsoso glande y hacer movimientos en forma de remolino con la lengua. Cosa que no solo le sacaba gemidos ahogados a la kitsune, sino que también al mismo Issei, que dejaba escapar vapor de su boca con cada exhalación que daba.

Aún siendo insuficiente para ella, Violet engullo todo el miembro de Issei hasta el punto de que alcanzó su garganta, acción que le hizo sacar a Issei la lengua a causa de la excitante sensación que sentía al estar en en el interior liso de la kitsune.

Quien, para buena o mala suerte de Issei, comenzó a mover de forma vigorosa la cabeza de arriba hacia abajo hasta golpear su cara contra la cintura del pequeño castaño. Succionando de forma intensa y recorriendo con su lengua con movimientos circulares el largo y ancho miembro de Issei.

Issei a pesar de la excitación que sentía, se mantenía firme a la hora de contener los gemidos, no iba a permitirse darle el gusto a Violet. Pero resulta que era todo lo contrario, a la kitsune no podía gustarle más el hecho de que Issei diera batalla, eso solo la motivaba a querer corromperlo no solo de forma emocional, sino que también de forma física y mental.

Por lo que al darse cuenta de cómo el miembro de Issei se hinchaba en el interior de su boca y sus bolas palpitaban, poco a poco fue sacando la polla del Hyoudou menor de su cavidad vocal hasta hacerlo de forma completa. El pene de Issei a parte de estar lubricado con la baba de la kitsune, también estaba más duro que antes y palpitaba amenazando con soltar su carga.

Issei abrió levemente los ojos para ver lo que haría Violet, observando como la susodicha estaba de pie encima suyo, con la parte inferior de su vestido a partado revelando que no traía puesto ropa interior, exponiendo su coño mojado y chorreante tras haberse tocado durante la felación.

-... Muy bien. Es hora del show principal ...- Violet expresó lamiendo sus labios con deseo, para así, comenzar a descender.

Issei presenciaba ese suceso con los ojos apagados, había perdido todo rastro de esperanza en ser salvado, deleitando a Violet que se había percatado de que el Hyoudou menor ya no tenía aquel color blanco resplandeciente, sino a uno oscuro que no parecía tener retorno.

Y si bien había cumplido su objetivo principal, como estaba apunto de quitarle la virginidad a Issei además de que esos colores oscuros también le atraían, en el momento que sintió la punta bulsosa del miembro de Issei rozar su coño, no dudo introducirla en su interior. 

Sin embargo, antes de que todo se fuera por las ramas, la puerta de la habitación fue abierta de forma estrepitosa, y en un abrir y cerrar de ojos, Violet desapareció encima de Issei, quien, quedó completamente consternado hasta que sintió una fuerte ventisca que no solo sacudió su cabello sino que también la habitación entera, moviendo las cortinas y haciendo temblar los pocos muebles que habían.

Issei vio que la responsable de todo eso, fue su hermana Sayuri que tenía un semblante sombrío al mismo tiempo que tenía su puño extendido en el lugar donde una vez estuvo Violet. En cuanto a la última mencionada, estaba en una esquina cubriendo sus partes íntimas con su ropa.

-... Eso estuvo cerca. Por poco no lo cuento ...- Violet  comentó de forma tranquila, como si la presencia de Sayuri no significará nada.

-... ¡Sayuri! ...- Rias grito preocupada ingresando al cuarto junto a las integrantes de su sequito.

Una vez adentro, todas se llevaron la sorpresa de ver a Violet, pero sobre todo, a un Issei aprisionado y desnudo en la cama, con marcas de lápiz labial y notables chupetones en su cuello y en el resto de su torso, además de miembro aún erecto al aire libre.

Sin embargo, ante eso, el brillo de los ojos de todas y cada una desapareció, dejando ver una profunda oscuridad al mismo tiempo que las respiraciones de algunas se volvió algo errática. Cosa que Issei se dio cuenta al sentir las miradas de las chicas clavadas en él, sintiendo la misma sensación que con Violet y recordando sus palabras antes de entrar a la habitación.

-... ¡¡Chicas!! ¡¡Detengan a Sayuri!! ...- Issei grito alarmado no solo por lo que su hermana podría hacer, sino que también tenía miedo por ellas.

Al escuchar las palabras de Issei, de forma casi inmediata las chicas recuperaron la compostura, y tras procesar lo que estaba ocurriendo, rápidamente se concentraron en Sayuri que tenía un aura verde a su alrededor al mismo tiempo que miraba con hostilidad a Violet.

-... ¡¡Sayuri!! ¡¡Espera!! ...- Rias exclamó preocupada acercándose a la castaña que no desviaba su atención de la kitsune, hasta que la pelirroja se interpuso en su campo de visión.

-... Sayuri, Escúchame. No puedes pelear contra ella, Issei podría salir herido y no solo él, sino que también los civiles que están cerca ...- Rias manifestó sujetando a Sayuri de los hombros, siendo capaz de regresarla al mundo real.

Sin tener idea de lo que ocurrió, Sayuri se detuvo para mirar a las chicas que aún estaban en la puerta, luciendo preocupadas y hasta cierto punto atentas por lo que podría hacer. Desviando su atención de ellas, Sayuri se enfocó en su hermano menor notando la expresión preocupada y también asustada.

Bajando la mirada, Sayuri se dio cuenta de lo que estaba apunto de hacer, y si bien no podía ignorar lo sucedido, era consciente de que Issei la necesitaba en este momento.

-... ¡¡Vete de aquí!! ...- Sayuri rugio enfadada apretando con fuerzas sus puños.

-... Con mucho gusto ...- Violet expresó relajada, manifestando un hechizo de teletransporte antes de que Sayuri cambiará de opinión o alguna de las chicas hiciera algo.

Tras la huida de la kitsune, los grilletes que encadenaban a Issei desaparecieron casi al instante, por lo que sin perder el tiempo, Issei agarró la almohada que tenía cerca con la cual cubrió su entrepierna, para posteriormente levantarse de la cama e irse corriendo de la habitación.

Sin embargo, las chicas al estar bloqueando la puerta hicieron que Issei se detuviera de forma obligatoria ocasionando que bajará la cabeza, haciendo que todas crean que se sentía avergonzado.

Pero la realidad era otra, lo que realmente Issei sentía era miedo, uno tal que era incapaz de mirar tan siquiera el rostro de las chicas, quienes, al notar que impedían el paso de Issei, rápidamente se hicieron a un lado.

Ante eso, Issei continuó su camino siendo seguido por nadie, solo fue visto por Akeno que cubrió su boca con la mano al mismo tiempo que un tinte rosa decoraba sus mejillas. Por el otro lado, el resto de las chicas eran conscientes de que no podían hacer nada más que darle su espacio para procesar lo ocurrido y que la mejor para apoyarlo, era Sayuri, quien tenía otro objetivo en mente.

-... Yo me encargaré de Issei. Por el momento, necesito que se lo lleven de aquí, ¿puedes hacerme el favor, Rias? ...- Sayuri solicito recibiendo un asentimiento firme por parte de la Gremory.

Siendo más que suficiente para ella, Sayuri emprendió camino saliendo de la habitación con un semblante serio, teniendo como destino, el cuarto donde se encontraba su padre. Mientras tanto, las chicas a pesar de querer involucrarse, sabían que no podían  hacerlo al tratarse de una disputa familiar, lo mínimo que podían hacer eran cuidar de Issei.

No obstante, eso también era un problema.

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En el inframundo, más específico, en la mansión principal del clan Gremory, un montón de chicas se encontraban presentes en la sala principal, tratándose de las participantes de la pijamada, quienes, fueron informadas de lo sucedido en la mansión Hyoudou-Kawashima.

-... No puedo creerlo ...- Kunou expresó conteniendo su enojo apretando con fuerza sus manos.

A pesar de que habían chicas/mujeres que no tenían una relación muy cercana con Issei, se sentían indignadas y hasta cierto punto molestas. Por el otro lado, las que si lo eran, solo contenían el enojo que sentían principalmente por lo que el patriarca Hyoudou hacia a escondidas.

Aunque la tensa atmósfera que había en la sala desapareció en el momento que percibieron un hechizo de transporte manifestándose en la entrada de la mansión Gremory. Ante eso, todas las presentes se levantaron de sus asientos para así dirigirse hacia dicho lugar, llegando a presenciar cómo poco a poco iba surgiendo una figura, tratándose de una Sayuri para nada contenta.


-... ¿Dónde está, Issei? ...- Sayuri pregunto con cierta inquietud, observando a todas las presentes hasta que Rias dio un paso hacia adelante.

-... Por aquí ...- Rias contestó emprendiendo camino siendo seguida por Sayuri.

Las demás chicas no dijeron nada o tan solo se movieron de sus lugares, sintiéndose impotentes al no saber cómo o que podían hacer para ayudar. Con Rias y Sayuri, ambas caminaban por los pasillos de la mansión, hasta que la Hyoudou logró divisar a sus primas sentadas a los lados de una puerta.

-... Las dejaré a solas ...- Rias manifestó con calma deteniendo su paso, a lo que Sayuri solo se acercó hacia sus familiares que al verla se levantaron.

-... Sayuri, ¿Qué dijo el viejo? ...- Miyuki cuestionó con un tono severo observando como su prima se acercaba en su dirección.

-... No tiene sentido preguntar por él ...- Sayuri contestó de forma áspera, siendo más que suficiente para Miyuki y Sophie.

Acercándose hacia la puerta, Sayuri procedió a golpearla dos veces -... Issei ...- Sayuri llamó con un tono suave sin recibir respuesta alguna, a lo que volvió a golpear la puerta.

-... Issei yo...- Sayuri detuvo su habla debido a que no sabía que decir, lo mismo se podría aplicar con sus primas por eso estaban afuera.

-... Traje todas tus cosas. Tu ropa y los mangas que tenias escondidos, los dejaré aquí si los necesitas...- Sayuri manifestó habiendo sacado una maleta de una dimensión de bolsillo, para así dejarla frente a la puerta.

No obstante, seguía sin recibir respuesta, y lo que menos podía hacer era obligar a su hermano a que le contestará o le abriera la puerta, así que decidió desistir por el momento y hablar con él al día siguiente.

-... Dormiremos en las habitaciones de a lado, si necesitas algo solo grita...- Sophie comentó con una expresión preocupada, recibiendo nada más que silencio.

-... Descansa ...- Sayuri comentó con cierto brillo de culpa en sus ojos, emprendiendo camino junto a Sophie y Miyuki.

Para cuando las tres se alejaron lo suficiente del lugar,  la puerta de la habitación en la que Issei residía fue abierta por él mismo, con tal de agarrar la maleta que su hermana dejó. En el interior del cuarto, Issei cerro la puerta y la trabó con seguro, seguido de eso, procedió a abrir la maleta con tal de llevar consigo algo de ropa hacia el baño.


Una vez adentro, lo primero que hizo Issei fue encender la luz y acercarse a la ducha para así abrir las llaves del agua fría y caliente. Por lo que esperando que el agua se pusiera tibia, Issei comenzó a quitarse la vestimenta que traía puesta con cierto sentimiento de inseguridad.

Pese a eso, el menor de los Hyoudou se quitó toda la ropa y se posicionó frente al enorme espejo que tenía cerca, viendo las marcas de lápiz labial y los chupetones que Violet le había dejado de recuerdo.

Y sin poder evitarlo, Issei comenzó a tocar los lugares donde estaban dichas marcas, aunque tras un rato, no podía ver su reflejo a causa del vapor originado por la ducha que mojó el espejo. Por lo que recobrando la compostura, Issei se metió a la ducha sin la necesidad de cambiar la temperatura del agua, el cual, mojaba su cabello y se deslizaba por su cuerpo.

No obstante, esa misma sensación ocasionó que cada bello de su cuerpo se pusiera de punta al recordar a Violet, en especial, las palabras que esta misma le había dicho.

"... Los yokais no son la única raza que pueden percibir los sentimientos en forma de color. Sino que también los demonios y ángeles caídos ..."

"... Y tu pequeño, tienes un amor tan grande que es una sorpresa de que no te hayan querido corromper ..."

Incapaz de evitarlo, Issei se abrazó asimismo con fuerza, una fuerza tal que fue capaz de clavar las uñas en sus brazos ocasionando que hilos de sangre comenzarán a caer en forma de cascada. Mientras tanto, sus ojos estaban inundados en un gran miedo, no solo al estar en una mansión llena de demonios, sino que también por estar en el mismo inframundo.

Si bien contaba con su madre, su hermana, sus primas e incluso sus amigas, no confiaba en ellas, ya no. Y como prueba de eso, Issei junto un poco de la sangre que escurría de su brazo derecho con su dedo índice, y con eso, procedió a formar la cruz de Cristo en la pared.


-Continuará-

Los elementos utilizados del universo de Highschool DxD no me pertenecen, al igual que las imágenes utilizadas, sino que es propiedad de sus respectivos autores.

Espero que el capítulo de hoy les haya gustado, mi gente. Ya saben que si tienen preguntas con este fanfic o con otro, pueden hacerlas aquí o por privado, los estaré leyendo.

Bien, con todo eso ya dicho, aquí su anfitrión thesoulreaper-301 les envía un saludo enorme y un abrazo psicologico a todos y a todas. Y como no tengo nada más que decir, me despido, Bye, bye.

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