Renacer
-Mi hijo, mi hijo, no pude protegerte, soy un mal padre. - Repetía en voz alta cada día.
Zhan le reprochaba constantemente en la habitación del hospital, sin poder hacer nada, sólo lloraba mirando el horizonte desde su ventana, desconectado del mundo, pensando que había perdido todo.
Tocaron la puerta tres veces, pese a que estaba abierta, la persona que esperaba no sabía si entrar directamente, el omega estaba demasiado perdido en sus pensamientos. Sin dudarlo más, respiró hondo y se dirigió hacia el pelinegro, decidido a ayudarlo. Ciertamente, verlo desde la puerta estaba bien, la vista que tenía, a pesar del estado del omega, era hermosa, el perfil perfecto, alto, de buena postura, pero sobre todo, de sentimientos puros. No había necesidad de conocer años a Zhan, la calidad de persona que era, se notaba desde donde lo mires.
- Hey, estamos esperando por ti en la puerta, pero nos ignoras. - dijo moviendo el ramo de rosas rojas frente a su rostro, con un tono infantil, simulando ser la voz de las rosas. Zhan estaba casi de espaldas, pero pudo ver los pequeños movimientos de su nariz al contacto con éstas.
Al ver el ramo de rosas su corazón latió fuerte por un segundo, luego supo que la voz no podía ser la de su alfa... Antes de voltear, dio una sonrisa triste recordando cuando Yibo lo llenaba de ellas.
-Hola Zhan!, por favor no llores, regálame una sonrisa, ¿sí?, déjame ver de nuevo ese movimiento de nariz, sin duda eres todo un conejito – Jackson estaba frente a él, con una sonrisa que transmitía mucha calma y serenidad, pero por dentro el menor temblaba al ver que sus miradas se toparon directamente.
- Creo que es lo normal, sé que es mi culpa, así se debe de sentir un mal padre como yo, que no supo proteger a su propio hijo. - Respondía el pelinegro tomando las rosas y poniéndolas en la mesa de noche al lado de su camilla.
-No digas eso, tú no tienes la culpa, no necesito conocerte de toda una vida para darme cuenta que nunca harías algo que dañe a tu bebé, ni a ninguna persona. Tienes un aura increíble, sé que hiciste todo lo posible para protegerlo. - decía el alfa dándole palmadas suaves en la espalda.
Zhan giró hacia él – Gracias por tus palabras Jackson, supongo que, debo creerlas. – Suspiró mientras una media sonrisa se asomó por su rostro. Él se sentía mal por su bebé, y también por estar incomodando a Jackson, si bien es cierto, él mismo le pidió al menor que volviera a visitarlo para que le cuente con exactitud lo que había visto desde lejos mientras se desmayó, sintió que involucró demasiado al pobre chico y ahora el volvía todos los días.
El omega salió de alta una semana después, los días se convirtieron en semanas y las semanas se convirtieron en meses...
Pasaron 6 meses desde la terrible perdida, se acercaba año nuevo y Jackson se había convertido un nuevo miembro en la familia, la amistad se consolidó muy rápido, todos estaban agradecidos por la llegada del menor. La señora Yu lo consideraba como el ángel de la guarda de su hijo, no sólo estuvo en el momento más difícil de Zhan para auxiliarlo, sino que ahora era el que le hacía pasar momentos increíbles. El alfa se encargó de hacer feliz a Zhan. No quería que volviera a llorar, aunque a veces era inevitable, él estaba ahí para regarle un abrazo y robarle una sonrisa.
Llegó el 31 de diciembre, un día en dónde todas las familias estaban juntas, esperando lanzar las linternas rojas, cenar y bailar.
Para el Omega era imposible no llorar al recordar a Yibo. - Espero seas feliz, siempre mi corazón será tuyo, te deseo feliz año amor de...- el pensamiento se detuvo al escuchar una voz conocida.
-Zhaaaaaaan... Zhaaaaaaaan... ¡Ya baja, ya será la hora... Conejitooo baja! -
-Sí, ahí bajo- contestó. -Feliz año mi bebé- le dio un beso al cuadro entre sus manos mientras devolvía a su lugar la ecografía de su bebé.
Todos esperaban a Zhan en la sala, An corrió hacia sus brazos - Sé que este año ha sido difícil, ya es hora de dar la vuelta a la página. - susurrándole al oído.
-Te amo hermanita. - con un abrazo le respondía.
- ¿Listo hijo? -
-Claro que sí madre, listos para comenzar un nuevo año y un nuevo renacer. - dándole un delicado beso en la cabeza a su madre.
-Jackson, enano, gracias por haber aparecido en vida y ser un apoyo para mí y mi familia en todo momento. - le decía el Omega dándole un abrazo.
-Gracias a ti conejito. Apareciste en mi vida de una manera poco convencional, pero estoy eternamente agradecido con todos los dioses del universo- Respondió mientras se separaba del abrazo del mayor para jugar con sus cachetes. -Aprovechando que estamos todos juntos, quiero decirte algo muy importante-
Las mujeres ahí presentes no dudaron en mostrar su asombro y a dar pequeños saltos de felicidad al ver al alfa menor arrodillado frente al pelinegro.
- ¿Me harías el honor de convertirte en mi novio? – Sonrió de manera tierna haciendo que sus ojos se cierren de manera preciosa. Las palabras se dijeron mientras una cajita aparecía frente al rostro de Zhan, dentro de ella, un anillo plateado con un circón fino en el centro se dejó ver.
El omega no sabía que contestar, - Dije que era momento de dar una vuelta a la página, es momento de renacer y ser feliz. - pensaba dentro de sí el Omega.
Dio un paso hacia el alfa, ladeando un poco la cabeza, mientras le regalaba una sonrisa encantadora – Claro que acepto pequeño Puppy -
Jackson le puso el anillo en su dedo, y se puso de pie para luego pasar la mano por la mejilla de su ahora novio y con un beso dieron inicio a la relación.
La media noche llegó mientras ambos se separaron del beso.
-Miren los fuegos artificiales, traigamos las linternas. – gritó una An notoriamente emocionada-
La familia se dirigió hacia el balcón, cada uno con su linterna listos para lanzar sus deseos al cielo. Todo era felicidad en la familia.
-Papá, finalmente seremos felices, gracias por enviar a alguien para que me acompañe, prometo que aprenderé a amarlo tanto como pueda – Zhan lanzó su linterna, mientras que su adorado puppy, lo tomó desde atrás por la cintura, hundiendo su cara entre el hombro y el cuello.
El cielo se llenó de hermosas linternas, unas más elaboradas que otras, pero cada una con deseos profundos. Todos en el vecindario estaba fuera de sus casas, en los balcones, en los techos. Estaban felices, en familia, con amigos, algunos con sus mascotas, pero había uno que sólo miraba por el balcón, directamente al departamento del omega. Yibo apretaba los puños por la impotencia, viendo como el hombre que amaba, era abrazado y besado por otro.
-Te perdí para siempre, mi amado Zhan, amor de mi vida, te deseo que seas feliz. ¡Adiós! - dándose la vuelta, cogió su abrigo y salió del lugar sin un rumbo conocido.
Zhan tuvo un extraño presentimiento, mientras era abrazado por Jackson, pudo ver desde el balcón, como todos sus vecinos estaban celebrando. Se separó de su novio, lo tomó de la mano y se acercó aún hasta el borde del balcón asomándose todo lo que pudo, para ver a An, que había bajado a lanzar unas pequeñas bengalas. Llegó a divisar un cuerpo moviéndose, tambaleándose, pensó que era algún triste borracho que no tenía la suerte de tener a alguien para compartir una fecha tan especial, luego pensó que tal vez era algún enfermo, o tal vez alguien que había sido atacado, hasta que esa persona cruzó la pista. Se le erizó la piel, sabía que era el alfa el cual había prometido dejar atrás: - Yibo- susurró el Omega
Jackson lo observaba atentamente, le pareció tierno y curioso ver a su conejito siguiendo con la mirada a algo. Se acercó, Zhan estaba hundido en sus acciones. – Jackson había escuchado el susurro de su novio. Sacudió su cabeza, quitando las ideas que vinieron a su cabeza, respiró hondo dándole una caricia en la espalda mientras improvisaba una sonrisa. – ¿Todo bien A-Zhan?
-Sí, estoy bien de maravilla- respondió el omega regalando una hermosa sonrisa.
Jackson acercó a Zhan hacia su pecho para abrazarlo, mientras miraba desaparecer la sombra del alfa mayor -No voy a permitir que vengas a desmoronar lo que estoy construyendo, Yibo Wang. -
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Llegó marzo, era momento de la graduación de Zhan, por fin se convertía en médico.
Su madre, hermana y novio lo miraban muy orgullosos, el omega les regalaba una hermosa sonrisa de oreja a oreja en señal de que había logrado uno de los juramentos que les había hecho a sus padres. Sin duda, era uno de los momentos más importantes y valiosos de su vida. Por fin el universo conspiraba a su favor, y todo siempre salía como él deseaba, no había motivos para no estar radiante.
Había terminado la carrera con honores y entrando a trabajar directamente al hospital siendo el jefe del piso de Medicina, a veces le parecía algo increíble que se haya graduado hace menos de un mes.
Jackson siempre lo esperaba a su salida, pero este día era especial, era primero de abril, cumplían 3 meses de noviazgo. Se lo llevaría a comer ya que como siempre, Zhan sólo conocía la ruta del trabajo a su casa y viceversa. - ¡Vamos conejito, tengo una sorpresa para ti! - Vendó los ojos del omega, mientras aprovechó la posición para dejarle un tierno beso en la nuca.
- pequeño puppy me voy a caer, estás loco... Jajajajaja. - respondió Zhan algo nervioso pero emocionado.
- Ya te dije es una sorpresa. – No puedes ver, no pasará nada, confía en mí precioso, ¿alguna vez te dejé caer? – Jackson vio muy dulce a Zhan, tanto que empezó a llenarlo de besitos por toda la cara.
Llegaron al Bar Chenqinling, Zhan aún estaba cegado por la chalina.
-Reserva para Jackson Wang. -
Agarrando a su conejito, lo llevó a la mesa cuidadosamente.
El pelinegro empieza abrir los ojos lentamente, acostumbrando a sus ojos a la luz. La mesa tenía rosas rojas en el centro, levantó la vista y su expresión cambió completamente, se supone que sería una sorpresa, las sorpresas con hermosas, pero esto... parecía una pesadilla. Estaba en el Bar donde comenzó todo.
- ¿Qué hacemos aquí? - respondió entre dientes, dándole una mirada seria a Jackson.
- Esta es tu sorpresa mi amor, es el mejor bar, An me ayudó a hacerte este pequeño regalo. ¿No te gusta cómo quedó? – preguntó una mirada de decepción, se acercó para acariciarle el rostro, pero el mayor retrocedió.
- ¿Sabes qué lugar es este? – Zhan estaba conteniéndose para no hacer sonar grosero, no quería dañar los sentimientos de su novio, mucho menos que la gente los vea mal critique, aunque realmente no había más clientes, Jackson reservó todo el bar sólo para ellos. El omega sentía la mirada de sus ex compañeros de trabajo que iban acomodando las cosas en la mesa, se sintió extraño.
- Sí, lo sé precioso, pero ahora eres un cliente – Jackson logró esta vez acariciarle la mejilla. -Vienes de mi mano como se debe, siempre estaré a tu lado conejito hermoso, nadie te molestará, lo prometo- lo cogió de la mano de manera suave y lo dirigió a la silla, la acomodó para que se siente e inmediatamente después, juntó los labios de ambos en un beso suave.
Mientras disfrutaban de la comida y el show, Zhan recordaba los momentos gratos que pasaba en el Bar, atendiendo y cantando como le gustaba.
- Sabes que yo cantaba aquí. – a veces extraño esa sensación de estar frente al público, es otra de mis pasiones, sin duda – Se le notó un poco nostálgico, pero luego miró a su novio con una sonrisa. – Verdaderamente eres impredecible enano – Zhan puso su mano sobre la de su novio.
-Lo sé, me hubiese encantado verte cantar aquí. An me contó todo, no quiero que pienses en tu pasado malo, quiero que recuerdes todo lo bue...- un suave beso interrumpió las palabras del alfa.
-Lo sé, gracias mi amor, necesita afrontar este lugar. - acarició las manos del alfa. – No quisiera que nuestros recuerdos se mezclen con este lugar, quiero crear recuerdos hermosos, en lugares nuevos, junto a ti, ¿podemos irnos? - preguntó el Omega, - yo también tengo una sorpresa para ti, será doble por nuestros 3 meses y por tu cumpleaños- la última parte se la dijo como un susurro muy cerca al oído del menor.
-Jackson sintió que el corazón le iba a explotar, Zhan lo había llamado de una nueva manera – Mi amor – sonaba tan bien de los labios de su novio. Con una sonrisa en el rostro le contestó de inmediato.
-Por supuesto que sí precioso, ¡vamos! - dejando la comida a medio terminar, salieron de la mano como un par de adolescentes enamorados.
- Ya que tú me vendaste los ojos para la sorpresa, te tocará pasar por lo mismo – Zhan tomó la chalina con la cual había sido vendado, para ahora hacerlo con su novio.
- Jackson hizo una mueca infantil que terminó haciendo que Zhan sienta cosquillas en el estómago – Deja de ser tan engreído – dijo mientras terminaba de atarlo.
- ¿No te das cuenta que estoy chiquito?, es obvio que tengo miedito – volvió a decir con voz infantil. Sin duda lo eres, estás aún chiquito por edad y tamaño, sumado a eso, cuando te engríes te vuelves miedoso, lo confirmo. – Tampoco te dejaré caer mi pequeño cachorro – Zhan se divertía mucho con las ocurrencias de su novio.
Zhan estaba un poco nervioso, era la primera vez que hacía una sorpresa para alguien. Organizar todo fue un caos, el omega no tuvo tiempo de pasar le cumpleaños 27 al lado de su novio, el 28 de marzo sin duda fue un día de locura, el hospital estaba hecho un caos, las emergencias llegaban a cada momento – en mi otra vida, debí haber cometido algún delito horroroso – se maldecía. Quería estar al lado de Jackson el día se su cumpleaños, había reservado en un restaurante elegante con vista a toda la ciudad, sería una cena inolvidable, pero el trabajo malogró sus planes. Llamó a Jackson con un tono de decepción es su voz para avisarle que se quedaría de guardia por la cantidad de pacientes, el menor no puso objeción alguna, al contrario, saber que su conejito estaba haciendo lo que más le gustaba lo llenaba de orgullo, cada vida que salvaba era el mejor regalo del mundo. Zhan sentía que estaba completamente bendecido al tener una persona tan comprensiva al lado.
Ayudó a bajar al pequeño cachorro del auto, agarrándolo de la mano lo condujo hacia un ascensor, Jackson no sabía en dónde estaba, Zhan lo dejó solo unos minutos mientras se dirigía a dar los últimos toques.
-Tu sorpresa es abandonarme, buuuuu, le diré a mamá Yu que me dejaste parado solito y te fuiste – Jackson se llevó ambas manos sobre la venda, haciendo el ademán de llorar, movía los hombros de manera graciosa con voz de bebé, pequeños llantos de un cachorrito aparecían de vez en cuando. El omega se colocó detrás de su novio sonriendo silenciosamente y antes de quitarle la venda de los ojos aprovechó en burlarse nuevamente de él – Realmente un cachorro – Jackson dio un pequeño sobresalto, no había sentido los pasos de su novio.
- Sí, soy un cachorro, ahora que ya volviste estoy feliz –
-Sólo te falta mover la colita y ladrar, eres muy tierno mi amor – la emoción fue tanta en Jackson al volver a escuchar esas palabras de la boca de su novio, que al instante empezó a mover la colita y ladrar. Zhan rodó los ojos, muy entretenido con lo presenciaba. Le dio un golpecito suave en el trasero. – Puppy malo, deja de hacer travesuras o volveremos a casa –
El mayor se colocó atrás y desató la chalina. Lo primero Jackson que vio fueron globos llenos de helio que decoraban todo el techo el cuarto, por la ventana enorme, se podía ver lo hermosa que era la ciudad al anochecer, el piso estaba lleno de velas iluminando un camino de pétalos de rosas rojas que conducían hacia una cama redonda, llena de pétalos también. Era un escenario perfecto para una ocasión romántica.
-Quiero que seamos uno- le dijo el omega, abrazándolo y hablándole al oído.
Jackson volteó y le dio un beso tierno – me encanta cariño, está demasiado hermoso – los ojos del alfa estaban brillando por las lágrimas a puertas de salir, estaba demasiado feliz.
Jackson siempre fue muy comprensivo con Zhan, en todo este tiempo, su relación era sólo de besos y abrazos, la mayoría iniciados por el menor, las palabras cariñosas y caricias también salían con más frecuencia del alfa. Él estaba dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario para que Zhan termine de curar las heridas del pasado. Ahora era su conejito el que había preparado una sorpresa así para él. Se sintió más amado que nunca por el omega.
Lo abrazó fuerte, poniendo su nariz en el cuello de Zhan, aspiró su olor embriagante – Me encanta como hueles, es delicioso – le dejó un beso en la zona, y fue en busca de sus labios. Jackson había esperado ese momento desde hace mucho.
El mayor correspondió cada beso, éstos se volvieron más intensos, sólo se separaban para recuperar un poco de oxígeno.
Mientras se besaban, iban dando pequeños pasos hacia la cama.
El alfa le pasó las manos sobre su espalda, Zhan se arqueó ante el contacto, entonces decidió que era momento de empezar la mágica noche. Le quitó lentamente el saco, seguido de su camisa, cada botón que quitaba, llevaba consigo un beso en el lugar, Zhan empezaba a excitarse. Jackson quiso ir lento amando cada espacio de su cuerpo, demasiado atento y cariñoso en cada toque, el omega estaba eternamente agradecido de que fuese a sí. La primera vez juntos tenía que ser dulce, quería sentirse amado por primera vez mientras tenía intimidad, el recuerdo del alfa mayor vino a su mente, él nunca fue tan cariñoso en momentos así, pero sabía perfectamente cómo llevarlo sobre las nubes, esto no estaba bien...
-¡No!- dijo el omega, apartándose del menor como reflejo involuntario.
-Amor, ¿estás bien, te hice daño? - le preguntaba el menor, preocupado, tratando de ubicar el lugar en el que tal vez lo haya herido sin querer.
Zhan se sintió morir, tenía toda la sorpresa planeada, cada detalle fue visto varias veces, nada podría salir mal esa noche, era la primera vez que él haría algo bonito por su novio. No contó con que el cuerpo y la memoria lo traicionarían así.
-Dis...discúlpame por favor – La voz ahogada de Zhan, apenas se llegó a oír.
-Yo pensé... pensé que ya estaba listo, lo siento mucho cariño, creo que es muy pronto. Debí pensar bien las cosas – Las lágrimas salían sin parar, el mayor no podía verlo a la cara, hizo todo para sorprenderlo, y sólo terminó hiriéndolo.
Jackson no lo merecía, nunca hizo nada malo, nunca se molestó, nunca reclamó, él simplemente era un ángel con una paciencia infinita hacia él... Lo amaba sinceramente.
- Soy un desastre, no se supone que las cosas deban darse así, yo realmente quería ser tuyo esta noche, perdóname – Se lanzó a los brazos de su novio, repitiendo esa última palabra una y otra vez.
Jackson lo apartó de su agarre, y con voz suave le dio que no tenía que preocuparse de nada. -No te sientas mal cariño, yo te esperaré, o hay necesidad de apresurar las cosas. Quiero que sea algo que los dos recordemos por siempre – secaba las lágrimas con sus labios.
Zhan era afortunado, la idea que tuvo del castigo por su vida anterior se le esfumó por completo, estaba seguro que había salvado una nación, incluso a toda la humanidad. Tuvo que hacer mucho para que el destino lo recompense con el novio que tenía. – Eres la persona más hermosa de este universo, en todos los sentidos, soy muy afortunado de tenerte en mi vida, mi cachorro preciso, mi ángel, mi amor – Se quedaron abrazados en la cama por varios minutos.
Zhan se sintió sucio por haber recordado cada escena, cada espacio del cuerpo de Yibo y no podía entregarse a otro hombre, todavía no. A parte de eso, la idea de volver a embarazarse, lo aterraba, perder a su hijo, lo marcó demasiado.
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Siguieron pasando los meses...
Zhan salía desde su oficina, caminando hacia el pasillo principal, para dar los informes médicos a los familiares, hasta que se encontró con una escena que lo desconcertó.
Yibo estaba junto con su esposa, en la puerta de una de las salas de hospitalización. El alfa la tenía sostenida de la cintura, parecía que esperaban algo.
De pronto, sintió que todo se detuvo.
-Doctor Xiao, Doctor Xiao, ¡despierte! - una voz lo quitó del trance.
-Sí disculpe señorita, en qué puedo ayudarlo - dijo el pelinegro con tono nervioso
- Ellos son señor Wang junto a su esposa – dijo señalando hacia la dirección de ambos- el padre del señor Wang se encuentra muy grave, este es el diagnóstico, no creo que pase esta noche. - continuó la enfermera.
-Entiendo, no se preocupe, iré a informarles sobre el estado del paciente- respondió temeroso. Era de esperarse, iba a verlo a los ojos después de un año de haber unido sus cuerpos por última vez, y casi un año de haber perdido a su hijo, gracias a su tan amada esposa.
El alfa estaba dándole la espalda:
- ¿Señor Wang? -
Qiu fue la primera en voltear, al ver a Zhan parado frente a ella sintió a su presión abandonarla, estaba con miedo, -qué... qué es... -
- Zhan! - Dijo el alfa, interrumpiendo a su esposa.
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Feliz año!!!
Espero que todos sus sueños y anhelos de cumplan ❤️💚.
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Gracias por leer hasta aquí!!
Qué tal les va pareciendo la historia??
Dejen sus comentarios, siempre las leo 👀...
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