Emergencia
Pasó una semana, Zhan aún le daba vueltas al asunto, un día decidía empezar con su plan, pero al minuto retrocedía, el temor se apoderaba de él, miraba la foto de la ecografía de su hijo y se preguntaba si estaba bien jugar con su padre. Si bien era cierto, él también resultaría herido, pero más podía la colera y el rencor y estaba esa estúpida idea de que con eso también dejaría de amarlo. Pasó otra semana más, el omega no había recibido noticias de Jackson ni de Yibo, se sentía agradecido, era como una ayuda para calmar su corazón y dejar sus pensamientos tranquilos, aunque no duro mucho, una punzada en su corazón le decía que algo iba a empezar a ir mal, al momento el pelinegro recibe una llamada de emergencia del hospital.
- Doctor Xiao, lo necesitamos en emergencia lo más antes posible, el señor Wang está colapsando y necesita una operación de emergencia, si sigue así en menos de 2hrs, puede morir. - se escuchó del otro lado del celular.
Aunque Zhan anhelaba ver a Yibo, él realmente no estaba preparado.
- Doctor, lo necesitamos urgentemente por favor, no hay médicos disponibles, todos están en sala de operación, hoy ha sido un día complicado aquí. -
Zhan no emitía reacción alguna, la madre se percató de eso y atinó a quitarle el celular y responder que iría.
La llamada estaba en altavoz, por lo que la señora Yu escuchó todo, sabía que se trataba del padre de aquel alfa que tanto daño le hizo a su hijo, pero eso no importaba ahora, se trataba de salvar una vida.
- A-Zhan, ¡qué esperas! – un empujón lo sacó de sus pensamientos, su mamá estaba junto a él, entregándole el celular. – El taxi llegará en dos minutos, alístate –
- Iré madre. - volviendo en sí, Zhan entró a su cuarto, sólo para coger su bata y maletín. Salió como estaba vestido, no tuvo tiempo de nada, sólo quería llegar cuanto antes.
En todo el camino no dejaba de pensar en cómo sería el encuentro con Yibo, cómo reaccionaría al tenerlo de nuevo frente a él, frotaba sus manos de los nervios, sabía que tenía que poner su plan en marcha, pero ese no era el momento de hacerlo, siempre le daba largas, él sabía dónde encontrarlo, pero aún no estaba listo; aunque su mente le jugaba diciendo de que este momento él lo podía aprovechar, pero decidió que no.
- No es el momento Zhan, eres médico y tu deber es salvar a las personas, ¡habrá otra oportunidad para comenzar con tu plan! - pensaba el pelinegro.
-Quédese con el cambio. - bajo rápidamente del taxi, agradeciendo al conductor.
Entró corriendo al hospital ya había pasado media hora desde que recibió la llamada de emergencia, entro al elevador, solo miraba su reloj, el tiempo pasaba rápido, al abrirse el ascensor en el piso emergencia, vio la silueta de su amado, pasando por su lado el pelinegro acento la cabeza mirándolo fijamente.
- ¡Alisten todo, prepárense entramos en 3 minutos! - en voz alta el omega ordenaba a los enfermeros.
Yibo vio como Zhan empezó a actuar, él quiso acercarse, pero el omega le regaló un a media sonrisa con una mirada tierna, mientras cerraba la puerta en señal de que estuviera tranquilo y todo estaría bien.
Pasaron dos horas desde que comenzó la operación, aún no daban noticias a Yibo sobre el avance de esta, el alfa sentía que cada minuto era eterno - Sé que él hará todo lo posible, increíblemente la vida de mi padre está en manos del hombre que odia. - susurraba mientras las lágrimas recorrían por su rostro.
Dentro del quirófano Zhan hacía todo lo posible para que los nuevos órganos del señor Wang no colapsaran, había recibido una donación hace un día, pero al parecer su cuerpo estaba rechazando el riñón y las complicaciones eran demasiadas.
- Filtración glomerular – fue lo que le dijeron cuando entró
-GFR en 10 – Gritó un enfermero. Los desechos de la sangre no se estaban expulsando correctamente, estaba originando una disminución del flujo sanguíneo hacia los riñones.
- Frecuencia cardiaca de 50 latidos por minuto –, -Retención de oxígeno disminuyendo, saturación al 70% - decían los enfermeros asistentes. Zhan estaba tratando de dar lo mejor de sí, se negaba a aceptar que las señales de vida del señor Wang iban disminuyendo.
-Saturación al 68% - Abran el oxígeno a la mayor cantidad posible, dijo mientras se disponía a retirar el riñón.
- Doctor el riñón ha dejado de funcionar, el paciente presenta MCRF (muerte con riñón funcionante) el cuerpo ha rechazado completamente el injerto – Todo esto tenía desesperado a Zhan, no podía concentrarse todos gritaban a la vez, el paciente se les estaba yendo de las manos.
- Pupilas dilatadas sin reacción a la luz, frecuencia cardiaca 25 latidos por minuto –
Respiró hondo y volvió a dar órdenes – alista el desfibrilador, debemos aumentar los latidos, tenemos que hacer rápido, de lo contrario perderá más sangre mientras tratamos de reanimarlo –
- Frecuencia cardiaca 20 latidos por minuto, ¡lo estamos perdiendo doctor! -
-Paciente con pérdida importante de sangre, shock hipovolémico -
El doctor sintió como todo a su alrededor se silenciaba, sólo podía ver a los asistentes y técnicos moviendo las cosas, quitando el desfibrilador del pecho del señor Wang. Trataban de apartarlo, pero Zhan estaba aferrado al cuerpo de su paciente.
-Ya no se puede hacer nada. – la jefa de enfermería le alzó la voz, sacándolo de su trance, el ruido de la máquina sonaba sin cesar, avisando que el señor Wang ya había fallecido.
-No, él no puede morir – se repetía en la mente.
Escuche señor Wang, su hijo lo está esperando afuera. - mientras que el pelinegro empezaba a revivirlo manualmente. - Abra los ojos, su hijo lo necesita, lo está esperando afuera, no lo puede dejar, me escucha, ¡no lo puede dejar! - gritaba desesperadamente.
El personal que estaba junto al pelinegro lo saco a la fuerza de la sala para que se tranquilice
- Sé que hizo lo que pudo, no se haga más daño y vaya con su amigo y dígale lo que acaba de pasar, usted es el más apropiado para decirle que su padre falleció. - le dijo una de las enfermeras que vio como tanto como él como Yibo con una solo mirada se decían todo.
Zhan tomó todas sus fuerzas, respiró profundamente, se secó las lágrimas y se acercó a la puerta para darle la noticia a Yibo - Tengo que ser fuerte. - Se repetía mientras caminaba hacia la puerta; al abrirla vio como el alfa se paraba inmediatamente del asiento.
El pelinegro sólo atinó a bajar la cabeza, cuando llegó hacia él suspiro y antes que dijera alguna palabra su alfa lo abrazó fuertemente, este se empezó a caer al piso.
- Lo siento, hicimos todo lo que pudimos. - le susurró al oído.
Mientras todo esto sucedía, se escuchó el grito de una mujer con una voz insoportable: -Yibo Wang, que pasó? ¿Estás bien? -.
Zhan se sentía doblemente mal, por lo menos podría consolar a su alfa entre sus brazos, pero esa voz lo devolvió a la realidad, Yibo no le pertenecía, el omega sólo era el doctor de su padre.
-Lo dejo con su esposa, señor Wang. – Se levantó del piso, se acercó a la esposa y le dio el pésame y se retiró a su consultorio tan rápido como pudo.
- Yibo, párate!, me preocupas amor, ¿estás bien?, dime algo. –Qiu se acercó a su esposo y le acarició la espalda mientras hacía las preguntas con total falsedad en el tono de su voz.
- ¿Puedes dejarme sólo?, deja de fingir. Sé que ni siquiera te importa cómo me siento – El alfa se levantó abruptamente mientras retiraba con cólera la mano de la mujer.
- Por qué me dices esas cosas?, ¿Qué pasó con tu padre, está muerto? – su frialdad se dejaba notar.
Yibo sintió demasiada cólera e impotencia, quería que esa mujer desaparezca de su vista, cómo es posible que esas palabras hayan salido de su boca – SABES QUE MI PADRE MURIÓ, ¿ACASO ZHAN NO TE DIO EL PÉSAME? - Yibo había colmado toda paciencia, no le importó estar gritando, no podía contenerse y con lágrimas en los ojos siguió – ¿QUÉ CLASE DE PERSONA ERES, POR QUIÉN ME TOMAS, ¿CREES QUE SOY UN IMBÉCIL QUE PUEDES ENGAÑAR ASÍ DE FÁCIL? – Perdió el control de su cuerpo y volvió a caer, esta vez los camilleros que pasaban por ahí, lo ayudaron a pararse y lo acomodaron en una silla, le ofrecieron un poco de alcohol y algo de agua de azar.
- Vaya, al parecer el dolor por tu pérdida se va cuando escuchas la voz de ese omega, te concentras tanto en todo lo que salga de su asquerosa boca. Lo peor de todo esto Yibo Wang, es que seguro irás a verlo – Qiu no iba quedarse tranquila, no iba a dejar que su esposo vaya a los brazos del omega.
-Se que él debe de tener la culpa de esto, que raro que justo él sea él quien opere a tu padre, que dirá tu madre cuando se entere que el culpable de toda la desgracia en tu familia, empezando por nuestro matrimonio no funcione. Ese maldito mató a tu padre. - con una sonrisa perversa no dejaba de tirar mierda al doctor.
- Cállate! Ya me tienes harto, ¿hablas de matar? ¡Estás loca! No te aguanto. - mientras se acerba a ella con odio a los ojos. – Dices que nuestro matrimonio esta así por él, Jajaja, este matrimonio es una farsa, una mentira, yo nunca te amé y no te amo, entiende, todo esto fue organizado entre tus padres, tú y mis padres. ¿Crees que puedes andar por ahí hablando pestes de la persona que más amo?, perfecto, haz lo que te dé la gana, no me importa el veneno que salga de tu boca, si así eres feliz, adelante – tomó fuertemente a Qiu de los brazos y acercándose lo más que pudo a su cara, habló con firme seriedad - pero una cosa si te advierto, termina el funeral y te mandaré los papeles del divorcio, ya no quiero estar ni un día más de mi vida a tu lado. – empujó a Qiu a la silla, se alejó a pasos apresurados y sacó el celular para comunicarse con su madre.
La esposa estaba hundida en la vergüenza, todo el mundo en el hospital había visto tal espectáculo, las personas la miraban con desaprobación y negaban con la cabeza, algunos otros habían sacado su celular para grabar como era puesta en su lugar. Qiu se dirigió al ascensor, una vez dentro, estando sola comenzó a gritar todo tipo de lisuras y maldiciones - Me la pagarás maldito omega, tú no te quedarás con mi alfa, malnacido. Toda la fortuna de los Wang, será mía, y me quedaré con lo más preciado para ti, pude quitarte a tu hijo, podré hacer lo mismo con su padre si no me dejas en paz - susurraba entre dientes mientras apretaba su puño de colera.
Pasaron los días, Zhan aún estaba triste por la partida del padre de Yibo, bueno no exactamente por el padre, era por haberlo dejado sin poder estar a su lado en ese momento, él realmente quería estar con su alfa acompañándolo. Sentía culpa también por no haberlo salvado, mientras lo veía partir, se imaginó a su padre, sin duda la pérdida de un ser amado no es fácil de superar.
-Cariño, por qué no vas al bar, buscas a An y te distraes un poco. - La señora Yu sabía todo lo que había pasado, el omega le había contado lo sucedido ese día, sabía que su hijo sufría en silencio, como siempre, nuevamente.
- Sí madre, tienes razón, saldré con An, no me espere despierta. - dándole un beso en su mano y otra en su frente se paró y tomó su casaca. – Gracias! - le susurro el omega a su madre al oído.
La idea de ir al bar a visitar a An, no estaba mal ya que tampoco la había visto desde el día que conversaron y sabía perfectamente que ni Yibo y su esposa irían al bar por la situación actual de la familia.
El pelinegro llegó al Bar y fue directamente hacia la barra donde estaba An- mi bello Zhan Zhan, estoy muy feliz de que hayas decidido venir a verme, dame 5 minutos que ya termina mi turno, ¿puedes? – Cómo negarse a la tierna mueca que su hermana le hacía, Zhan decide esperarla en el la barra mientras pedía un trago.
Mientras el pelinegro esperaba a su hermana, no dejaba de recordar cuando Yibo trabajaba en la barra y esperaba por los tragos de los clientes, le daba risa recordar cada una de las mil caras que le hacía sacar a Zhan mientras tanto. Todo esto era recordado con una sonrisa nostálgica en su rostro.
-Tú vienes conmigo! - una voz sacó de su pensamiento al omega.
Al terminar su jornada de trabajo, An fue a sacar sus cosas y al regresar a la barra no encontró a su pequeño hermano. Pensó que tenía una emergencia en el hospital y se fue a lo cual decidió ir y esperarlo en su casa.
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