La mano de Yoongi pasaba una y otra vez por el suave cabello de Jimin. Ambos chicos estaban en la cama abrazados, mientras el mayor acariciaba a Jimin para que éste pudiera dormirse, ya que sus ojos aún seguían hinchados de tanto llorar.

—Yoongi.

—Dime.

— ¿Por qué estás conmigo si me odias? —preguntó el menor mientras escondía su rostro en el pecho de Yoongi.

El mayor se quedó callado, mientras sentía como Jimin temblaba y lo abrazaba fuertemente.

Lo que Jimin le había preguntado era difícil de responder, ni él mismo sabía por qué estaba con él, si al principio sólo quería vengarse de éste.

Hasta hace unas semanas, odiaba profundamente a Jimin, desde que supo que entraría a la misma escuela que él, sintió que todo a su alrededor se detenía, podría hacerlo sufrir por fin. Después de tantos años sin verlo.

Y que mejor manera de hacerlo, que marcarlo, reclamarlo como su Omega, sabiendo que él ya estaba enamorado de un Alfa y que probablemente ese Alfa, también gustaba de él.

Pero, incluso antes de marcar a Jimin, su lobo interior solamente quería estar cerca de él, y después de marcarlo, su conexión se hizo más fuerte, cada minuto que pasaba, sentía que necesitaba estar con Jimin, y ahí es cuando se dio cuenta que realmente, Jimin era su pareja predestinada y ante eso no podría hacer nada más que aceptarlo.

El odio que sentía hacía Jimin, poco a poco fue tornándose en amor.

El mayor rompió el silencio con un simple "No lo sé".

El cuerpo de Jimin tembló aún más.

—Ya veo. —Se pudo escuchar como la voz de Jimin salía quebrada.

—No lo sé. Simplemente, siento la necesidad de querer protegerte, guardarte en una esfera de cristal y que jamás salgas de ahí, para que nadie pueda hacerte daño. —dijo él mayor.

—No sé qué me pasa, cuando estoy contigo, mi corazón late fuertemente. Y aunque no lo demuestre, tu sola presencia me hace feliz. —Yoongi se tapó su cara avergonzado, jamás había dicho semejantes palabras, Jimin pensaría que era un idiota enamorado.

—Yoongi, eres realmente lindo. —El menor dejó de esconder su rostro y subió hacía los labios de Yoongi, para darle un tierno beso.

—Lamento mucho ser así, pero descubrí que realmente me gustas Jimin y no pienso dejarte ir, por ningún motivo.

—Creo que es muy pronto para decir esto, pero, por favor dame mucho cariño Yoongi. —Las mejillas de Jimin se pusieron rojas, él tampoco entendía por qué repentinamente había cambiado, aunque el lazo no fue hecho con su consentimiento, esperaba ansioso el momento para reforzarlo, pero esta vez con amor.