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➳[ ✦005✦ ]

Una media hora después llegó el doctor Kim que atendió a Yoongi, revisó su temperatura y le dió una receta a JiMin con las medecinas que debería tomar cuando despierte, además de unas vitaminas ya que se encuentra bastante débil y un poco anemico.

—Él estara bien siempre y cuando cumpla con las indicaciones que te acabo de dar— Dijó el doctor mirando a JiMin.

—No te precupes Nam, me asegurare de que las cumpla.

—De acuerdo, y alimentalo bien por que esta bastante delgado, necesita muchas vitaminas.

—Entendido.

—Bueno, ya hice mi trabajo así que me voy.

—Gracias por venir Namjoon— Agradeció JiMin sinceramente.

—No es nada.... por lo visto ese chico es importante para ti— Dijo mirando de reojo a Yoongi.

JiMin miró a su amado que yacía durmiendo en la cama y con una sonrisa respondió.

—Lo es.

—Cuidalo.

—Lo haré— Afirmó JiMin con seguridad. Por supuesto que lo haría, cuidaría a Yoongi más que a su propia vida. Era su primer y único amor, su tesoro más preciado y lo protegeria pase lo que pase, aunque eso incluya poner en riesgo su propia vida.

Cuando el doctor salió de la habitación, JiMin se sentó en la cama al lado de Yoongi, su pequeño gatito se veía como un hermoso angelito mientrás dormía. Inconscientemente llevó su mano hasta el rostro de su amado donde dejó suaves caricias, sorprendiendose un poco cuando Yoongi se acurrucó más contrás él, pero sin perder su sonrisa.

Tenerlo a su lado era un gran alivio para su afligido corazón que durante años anheló poder volver a verlo, poder ver sus ojos, su mirada, aquella que siempre lo hipnotizaba, o su sonrisa, la más dulce y hermosa de toda la galaxia; escuchar su voz, aunque solo fuera una palabra, sentir su calor, sentir su olor corporal, aquel que solo Yoongi poseía, tan embrigante y adictivo.

Estar lejos de él por casi 10 años fue una completa tortura, pero no podía derrumbarse, tampoco podía verse débil por que de lo contrario sus enemigos y los de su familia podrían acabar con él. Por eso se preparo física y mentalmente para defenderse a si mismo y a quienes le importan, aprendió a manejar la empresa de sus padres, también aprendió a usar armas, aprendió a luchar a puño limpio y con cuchillo y luego de eso se dedicó por completo a los negocios; y luego de un tiempo, con el apoyo de sus padres, creó su propia empresa y con el paso de los años logró alcanzar a la de sus padres; sus negocios se expandieron por diversas partes del extranjero, obtuvo muchos reconocimientos, había logrado todo lo que siempre soño, tenía casi todo, dinero, reconocimiento, varias propiedades en distintos países, tenia amigos y a sus padres, pero le faltaba lo más importante, le faltaba su otra mitad, su alma gemela, su primer y único amor, le faltaba su Yoongi.

Desde ese momento, su prioridad fue encontrarlo, encontrar a Yoongi y tenía todo el apoyo de su familia para hacerlo. Cuando al fin lo logró, organizo todo para viajar de regreso a su país natal, Corea del Sur, aquel que no habia visitado en casi 10 años.

Es por eso que ahora que al fin lo tiene a su lado su prioridad es disfrutar al máximo cada segundo a su lado, cuidarlo, protegerlo, asegurarse de que se sienta bien y cómodo, y estaba seguro que si Yoongi le pedía algo él no dudaría ni un segundo en dárselo. Yoongi era su debilidad, su adicción, su perdición y por el pisaria el mismísimo infierno.

No sabe cuanto tiempo estuvo perdido en sus pensamientos pero al parecer se habia quedado dormido junto al cuerpo más delgado y pequeño de Yoongi, la calidez que su cuerpo emanaba le transmitia mucha calma y tranquilidad, se sentía como haber vuelto a casa después de mucho tiempo, por que su hogar era Yoongi, solo él, y su lugar era junto a él.

Para cuando despertó, ya habian pasado como dos horas, se asustó un poco pensando que talvés Yoongi habia despertado y habia pensado que se aprovechó de él mientrás dormía pero se alivió al verlo todavia dormido. JiMin se levantó de la cama en silencio y con mucho cuidado para no despertar al menor, al parecer no habia descansado bien en los últimos días y él lo dejaría descansar tanto como quisiera.

Claro que lo despertaria para que coma, no dejaría que Yoongi se salté las comidas.

Así que con eso en mente, se dirigió a la cocina para preparar él mismo la comida para Yoongi, y que mejor que prepararle su comida favorita, así que retiro al personal de cocina e hizo una lista con todos los ingredientes que necesitaba para preparar la comida favorita de Yoongi y una vez que los tuvo todos se puso a cocinar.

Un rato después, Yoongi despertó, la luz dió directo a sus ojos por lo que tuvo que parpadear un par de veces para acostumbrarse. Recordó donde estaba y lo que habia pasado anteriormente por lo que se sintió aliviado de que no haya sido un sueño el hecho de ya no estar junto a Zico. Pero ahora tenía miedo de salir de la habitación, no quería molestar o incomodar al hombre que lo habia salvado de una muerte segura.

Para su suerte el pelinegro entró a la habitación con una bandeja de comida y vaya que sus ojos brillaron al ver su comida favorita en la bandeja, pero su rostro se tornó bastante rojo cuando su estomago rugió hambriento e involuntariamente bajó la mirada al suelo. JiMin sonrió con ternura ante aquello, le causaba gracia ver como Yoongi parecia querer que la tierra se lo tragara.

Se acercó a la cama y acomodó la bandeja de comida con una hermosa sonrisa en el rostro.

―Es hora de comer, pequeño dormilón― Dijo ―Espero que te guste, lo prepare yo mismo― Mencionó JiMin sorprendiendo a Yoongi.

Yoongi jamás hubiera pensado que un hombre como el que estaba frente a él sabría cocinar y menos que lo hiciera para él. Si esto era un sueño, entonces no queria despertar jamás.

―Come, lo hize especialmente para ti, además, necesitas comer bien para tomar la medecina que te receto el doctor y también algunas vitaminas.

Eso desconcertó a Yoongi. ―¿Qué doctor?― Preguntó confundido.

―En la mañana, mientrás dormías, tuviste una fiebre muy alta y estabas comenzando a delirar por eso llame a un doctor para que te revise, así que debemos cumplir con sus indicaciones― Explicó. ―Ahora come, por favor.― Pidió.

Yoongi asintió y comenzó a devorar todo lo que habia en su plato hasta sentirse lleno y satisfecho, hace mucho que no comía algo tan delicioso, mejor dicho hace mucho que no comía algo decente.

―Gracias― Dijo Yoongi sinceramente.

JiMin solo le sonrió y acarició su cabeza, desordenando su cabello en el proceso.

―Ya te dije que no es necesario que me agradescas, todo lo que hago, lo hago de corazón, y para verte feliz y sonriendo, no para que me agradescas, pero si quieres hacerlo entonces alimentate bien de ahora en adelante, ese sería el mejor agradecimiento que puedes darme, ¿Lo harás?

Yoongi asintió rápidamente y JiMin se pregunto el cómo era posible que no le doliera el cuello.

―Bien, eso está mejor.

―¿Y puedo salir de la habitación?― Preguntó Yoongi. ―Me gustaría conocer el lugar.

―Por supuesto que puedes hacerlo, puedes ir a donde quieras. Está es tu casa a partir de ahora, si quieres algo entonces dímelo y te lo conseguiré, si quieres hacer algo entonces hazlo, eres libre de hacer lo que quieras.

―¿Enserio?

―Muy enserio.

―¡Gracias... Mm...

JiMin suspiró, era hora de decirle a Yoongi quién era realmente. ―JiMin... Park JiMin.

Yoongi se quedó en silencio al escuchar aquello, su mente estaba procesando lo recién escuchado. No podía ser cierto, ¿Ese era JiMin?¿El JiMin que el conocía? y lo más importante, ¿Cómo es que se había hecho más guapo que antes?¿Cómo pudo cambiar tanto que ni siquiera lo reconoció?

―¿Eres.... ese JiMin?― Preguntó Yoongi con algo de duda en su voz.

―Lo soy― Aceptó JiMin rogando por que Yoongi no se enojara con él por no haberse comunicado con él antes.

―¡Maldito bastardo!― Gritó Yoongi lanzándole una almohada que JiMin logró esquivar. ―Te desapareciste por tanto tiempo ¡¿y ahora apareces como si nada?!

―Y-Yoongi, c-calmate― Pidió con temor.

Dios, ni los asesinos a los que se habia enfrentado, ni sus entrenadores, ni nadie, daba tanto miedo como Yoongi cuando estaba enojado.

―E-Escúchame primero, por favor.

―¡¿Qué tengo que escuchar, eh?! ¡Diez años, JiMin, diez malditos años en los que no he sabido nada de ti!― Expresó con rabia y tristeza a la vez. ―¡Ni una llamada, ni un mensaje, nada!

―Se que ahora debes estar molesto pero te juro que todo tiene una explicación, no sabes cuanto me dolió estar alejado de ti, fue un infierno, la peor tortura del mundo pero tenia que volverme fuerte y poderoso para poder regresar a buscarte y que nada ni nadie pudiera separarme de ti jamás, se que probablemente ahora no estes buscando una relación pero estoy dispuesto a esperar todo el tiempo del mundo siempre y cuando no me alejes de ti, no lo soportaría.

―Quiero que empecemos de nuevo, que me dejes pasar tiempo contigo como si recién nos estuvieramos conociendo, se que no se puede cambiar el pasado pero dejame estar presente en tu futuro, por favor.― JiMin estaba siendo sincero y Yoongi lo sabía pero eso no quitaba el hecho de que se sintiera dolido, confundido y con un mar de emociones en su interior.

Necesitaba un tiempo a solas para pensar, reflexionar y decidir si darle una oportunidad a JiMin o no.

―Quiero estar solo― Demandó.

JiMin asintió sabiendo que Yoongi necesitaba pensar las cosas con calma.

―Estare abajo por si necesitas algo― Dijo y salió de la habitación dandole privacidad a Yoongi para que pudiera ordenar sus pensamientos.



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