Yoongi abrió sus ojos con pesadez, seguía teniendo mucho sueño por lo que parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la luz. Soltó un bostezo mientras se removía en su lugar y se acurrucaba en la suave y cómoda cama.

—Buenos días bello durmiente— Escuchó una voz que le habló.

Yoongi se dió la vuelta y miró con asombro al pelinegro que se encontraba recargado en el marco de la puerta y una pequeña sonrisa en el rostro.

—¿Por qué tan sorprendido? ¿Acaso... no recuerdas lo que paso?— Preguntó algo preocupado acercandose a la cama donde aún se encontraba su amado.

El menor negó levemente. —Bueno, un poco... Pero tengo los recuerdos un poco.... distorsionados— Explicó. Luego dió un par de miradas a toda la habitación dandose cuenta que no era la suya. —Uhm... ¿Cómo llegue aquí?

—Chaeyoung tenia razón...— Murmuró recordando las palabras que su prima, una psicologa, le habia dicho anteriormente. —No te preocupes, es mejor que no lo recuerdes, tu cerebro bloqueo esa información para protegerte, así que no te fuerzes a recordar, ¿de acuerdo?— Explicó.

Yoongi asintió entendiendo. —De acuerdo...— Respondió, pero entonces recordó que Zico probablemente lo debe estar buscando y quien sabe lo que le hara cuando lo encuentre.

—Te dije que te ayudaria, ¿cierto? —Yoongi asintió. —Entonces no pienses en nada más, solo centrate en el presente, yo voy a protegerte y no dejare que nadie te vuelva a lastimar, ¿de acuerdo?— Preguntó. —Así que despeja esa cabezita tuya.

Yoongi asintió con una sonrisa sientiendose más tranquilo.

—Gracias...— Dijo con una hermosa y sincera sonrisa.

—No tienes que agradecerme, solo manten tu corazón abierto para mí.— Dijo. —Ah, y si necesitas algo solo dimelo, te lo conseguire de inmediato.

—De acuerdo, pero ahora solo quiero seguir durmiendo— Confesó bostezando.

—Claro, entonces te dejare dormir.

Yoongi asintió cerrando sus ojos lentamente hasta volver a quedarse dormido.

—Dulce sueños, mi bello durmiente.— Dijo JiMin revolviendole aquel cabello tan suave, hermoso y único, caracteristico del menor. JiMin se levantó de la cama y al llegar a la puerta le dió una última mirada antes de dejar la habitación cerrando la puerta detrás suyo.

—¿Cómo está?— Preguntó Jennie al verlo llegar a la sala de star donde lo estaba esperando. Estaba preocupada por aquel chico que habia tenido la misma mala suerte que ella de enamorarse de alguién tan despreciable como Zico.

—Está descansando, y como dijo Rose, su cerebro bloqueó parte de la información de lo sucedido la noche anterior como un mecanismo de defensa personal— Explicó tomando asiento en uno de los sofás.

—Ya veo.— Asintió. —¿Pero que pasara con Zico?¿No crees que él va a buscarlo?— Preguntó la castaña. —Zico no se quedara de brazos cruzados cuando se de cuenta de que... ¿Cómo dijiste que se llamaba?

—Yoongi, Min Yoongi.

—Bueno, estoy segura de que Zico va a buscar a Yoongi por todas partes si es que ya se dió cuenta de que no está donde se supone que debería estar.

JiMin sonrió maliciosamente mientrás sujetaba su barbilla.

—No creo que tenga tiempo para eso en este momento....

—¿A qué te refieres?

—Ya lo descubriras.

En otra parte de la ciudad, Zico se hallaba furioso, sus ojos debordaban llamas ardientes, todos sus empleados y ejecutivos estaban temblando de miedo.

—¿¡¡Cómo pudieron permitir que esto sucediera!!?

—L-Lo sentimos, Señor.

—¡Maldita sea, son unos inútiles!— Exclamó arrojando al suelo los papeles que habian sobre su escritorio.

—P-Pero Señor....

—¿¡¡Qué!!?— Preguntó lanzandole una mirada asesina.

—E-El S-Señor Jeon dijo que si no solucionamos este problema y su inversión se ve afectada, entonces deberiamos prepararnos para las consecuencias.

—¡¡Maldita sea!! No podemos darnos el lujo de tener a Jeon como nuestro enemigo, así que más les vale solucionar este problema cuanto antes, ¿¡¡me escucharon!!?

—S-Si, S-Señor.

—Entonces, ¡fuera de mi vista!— Ordenó y todos los presentes abandonaron su oficina dejando solo a Zico. —Maldita sea, Jung es una cosa pero tener problemas con Jeon es otra muy diferente, ese sujeto es conocido por su aficción de asesinar de maneras horribles a aquellos que no le agradan o representan un problema para él.— Pensó en voz alta recordando todo los rumores que habian acerca de "El Desalmado Jeon". —Maldición, no quiero morir aún.

JiMin solo podía sonreir imaginando como sería la reacción de Woo Ji-Ho ante tal situación, la cual no estaba muy alejada de la realidad.

—Esa sonrisa la conosco, ¿ya tenias todo planeado verdad?— Preguntó Jennie mirando a JiMin sonreír con malicia y diversión.

—Ya sabes como soy— Fué lo único que JiMin respondió.

Entonces Jennie recordó algo que JiHyun le habia mencionado hace un tiempo atrás.

"Mi hermano podra aparentar ser el ser más civilizado, amable y cariñoso, pero.... si te conviertes en su enemigo, entonces se convertira en un ser sin corazón, alguién que no dudara en utilizar a las personas a su antojo para que hagan lo que él quiere y hacer sufrir de maneras horribles a quienes se metieron con él o con las personas que le importan. Ese es mi hermano, un hombre calculador, manipulador, estrategico y decidido, cuando crees que ya lo conoces él te sale con algo nuevo".

—JiHyun tenía razón— Susurró.

Los Park sin duda son personas que como amigos son una bendición pero como enemigos son el verdadero infierno de las personas.

"Qué bueno que soy su amiga" pensó Jennie aliviada, pero a la vez intrigada por saber que es lo que le tiene preparado a Zico.

—¡Señor Park!— La voz de una de las empleadas que recién habia sido contratada entró corriendo a la sala llamando a JiMin.

—¿Qué sucede?— Preguntó JiMin poniendose de pie al igual que Jennie.

—El Joven que pidió que cuidaramos...

—¿Qué sucede con él?— Preguntó preocupado, hace unos momentos Yoongi estaba bien, ¿qué pudo haber pasado?

—C-Creo que algo le pasa...— La empleada ni siquiera terminó de hablar y JiMin ya habia salido corriendo en dirección a la habitación donde se encontraba Yoongi.

Al llegar vió que algunos de sus guardaespaldas y tres de sus sirvientas se encontraban en la habitación alrededor de la cama de Yoongi, JiMin caminó hasta llegar a la cama haciendose paso entre ellos, cuando llegó hasta él, pudo escuchar como gritaba y murmuraba cosas entre sueños, además, estaba temblando y cuando llevó su mano hasta la frente del menor para tomarle la temperatura se dió cuenta de que estaba ardiendo.

—¡Llamen al doctor Kim, rápido!— Ordenó.

—Ya viene en camino, lo acabo de llamar— Dijo Jennie quien llegaba a la habitación junto a la empleada que le habia avisado sobre lo que estaba sucediendo.

JiMin miró con preocupación a su amado, no le gustaba verlo así, se sentía impotente de no poder hacer nada para ayudarlo en una situación así.

—N-No... p-por fa... vor....— Murmuraba Yoongi entre sueños. —P-Para.... n-no....— Mientrás hablaba dormido, su expresión se hacia más asutadiza, como si intentar escapar de algo.

Entonces, JiMin recordó algo que Yoongi le comentó una vez hace mucho tiempo, algo que hasta ahora, no le habia tomado importancia.

"—¿Te cuento una historia?— Preguntó Yoongi con la mirada puesta en el cielo.

Ambos se encontraban acostados en el techo de la escuela secundaria, miraban hacia el cielo, mientrás diafrutaban de la compañia del otro sin decir nada hasta que el menor habló.

—Claro gatito, sabes que siempre estare encantado de escucharte— Respondió un muy sonriente JiMin de 15 años prestandole toda la atención del mundo a su novio.

Yoongi sin despegar la mirada del cielo comenzo a contar dicha historia.

"Hace unos años, en un orfanato rodeado por un extenso bosque, vivía un niño muy ingenuo de tan solo 10 años. Él era un chico alegre, sonriente, curioso por todo lo que le rodeaba, así como tú...

Un día, ese niño encontró una mariposa, una muy hermosa y brillante, aquel niño se puso a jugar con ella y se divirtió tanto que ni siquiera notó que ya habia anochecido. Cuando quiso volver a la casa hogar, no recordaba exactamente por donde hacerlo, ya que al estar jugando a preseguir a la mariposa, se habia alejado bastante del camino principal que podia llevarlo de regreso al orfanato.

Ese niño camino durante un buen rato sin exito hasta que se encontró con un hombre que era uno de los guardias del orfanato, él le pidió ayuda para poder regresar y el hombre con una sonrisa extraña accedió a ayudarlo, pero.... lo que ese niño no sabia era que ese hombre no queria ayudarlo, solo fingió hacerlo para abusar de él en un lugar apartado sin que nadie lo pudiera interrumpir.

Aquel niñó lloró, gritó y suplicó por ayuda pero nadie vino a ayudarlo, no recuerda muy bien lo que sucedió pero al día siguiente se encontraba en un hospital, rodeado de la directora del orfanato y otras dos mujeres que la ayudaban, le dirijeron que lo habian encontrado a inconsciente por el bosque y muy malherido por lo que lo llevaron de imediato al hospital donde tardó dos días en despertar.

Desde ese día, aquel niño cambió bastante, perdió su sonrisa, perdió su alegria, no queria salir a niguna parte y preferia quedarse encerrado en su habitación, así era hasta que un día conoció a un chico que era como su antiguo yo, aquel chico le ayudo mucho y le devolvió el interes por la vida, le enseño a olvidar lo malo y concentrarse en lo bueno y divertido de la vida por que el pasado ya no te puede lastimar y el futuro aún es incierto, es por eso que se debe disfrutar el presente olvidando todo lo demás.

Y eso fue lo que hizo, aquel niño enterró todo lo malo en la profundidad de su mente y se centro en vivir el presente adecudamente; no le fue fácil, pero con ayuda de aquel chico lo logró.

—Yoongi....

—Una historia tragica, ¿verdad?

—Si...

—Esa es mi historia— Dijó y volteó a mirarlo.

—¿Q-Qué?— JiMin quedó atonitó ante esa confesión.

Pero entonces Yoongi sonrió.

—Es broma, ¿enserio creíste eso?— Preguntó comenzando a reír.

JiMin lo miró indignado poe haber sido engañado.

—¡Tú!— Se sentó de golpe señalandolo. —¿¡Cómo te atreves a engañarme!?

Yoongi no dejaba de reír ante la expresión del mayor quien tenía un adorable puchero y su postura le recordaba a la del protagonista de un comíc, pero algo que JiMin no sabia era que todo lo que dijo no era una mentira.

—¡Mereces ser castigado!— Dijó JiMin acercandose al menor, acorralandolo con sus brazos para que no pudiera escapar. —Pagaras por haber engañado— Sentenció comenzando a acerle cosquillas por todo el cuerpo.

Yoongi comenzó a removerse como un gusano tratando de liberarse del ataque de cosquillas del mayor pero era imposible; JiMin podía ser un poco pequeño comparado a los demás pero tenía una fuerza increíble.

—Yaaa... para, JiMin...

Cuando JiMin lo soltó, Yoongi comenzo a inhalar bastante aire recuperando el que perdió y su estomago le dolía por lo mucho que se habia reído."

—Yoongi...— JiMin mencionó su nombre con la voz un poco ronca, queria llorar, gritar y golpear algo, ¿Cómo alguién pudo haberle hecho eso a un niño? Y lo que es peor, ¿Cómo es que no se dió cuenta de que Yoongi estaba siendo sincero?

JiMin abrazó con fuerza el cuerpo de Yoongi ocultando su rostro en el cuello del menor.

—P-Perdón...— Susurró. —Perdón por no haberte conocido antes....

Yoongi poco a poco iba dejando de temblar, era como si la voz de JiMin hubiera sido la medecina que necesitaba para mejorar.

—De ahora en adelante me asegurare de hacerte feliz.