Sufrimiento
Zhan volvió en sí lentamente, abrió los ojos despacio, tratando de reconocer el lugar en donde estaba, confundido y haciendo un esfuerzo por recordar lo sucedido, quiso llevar su mano a la cabeza por el repentino dolor que apareció, sentía un peso leve que venía de su mano, al voltear se dio cuenta que era An, quien al sentir el movimiento de la cama despertó. - Pequeño ZhanZhan ¡despertaste! -
- ¿Qué hacemos aquí Annie? Me duele la cabeza.
- Sufriste un golpe fuerte en la cabeza cuando te desmayaste y te trajeron aquí, estaban en peligro, pero por suerte todo está en orden ahora- Respondió la pequeña.
¿Estaban?, ¿quiénes estábamos en peligro? Dios no puede ser, ¿golpeé a alguien cuando me desmayé? No puede ser, por qué a mí, seguro tendré que correr con los gastos de su hospitalización también – decía Zhan, sin dejar que su hermana le responda.
- A-Zhan, mmmmm, bueno, sucede que... A, no sé cómo decírtelo – La voz de An se enredaba al decir las palabras, sumado al jugueteo nervioso de sus manos contra los pobres dedos de Zhan.
-An, dime por favor, tan grave se encuentra la otra persona?, dijiste que el peligro pasó, deja la intriga y dímelo de una vez por favor. Sé directa –
An soltó los dedos del pelinegro, recostó sus codos sobre la camilla y luego de respirar profundamente, soló la noticia con los ojos cerrados.
- Tienes dos semanas y media de gestación- al no obtener respuesta alguna, abrió los ojos para ver si su hermano estaba bien.
Miles de pensamientos pasaron por la mente de Zhan en sólo 5 segundos. La oración dicha por su hermana tenía que ser una broma de muy mal gusto, no podía ser cierto, acaso él... NO, DEFINITIVAMENTE NO.
No. Nooo....no puede ser! Dime qué es un sueño, NOOOOOO, ¡por favor, di que no es verdad! - rompió en llanto mientras tomaba a su hermana de los hombros y le pedía una y otra vez que le diga que era mentira.
An se maldijo internamente, no debió decirlo así... Pero entonces, ¿cuál era la manera correcta de decirle sin que eso lo afecte? ... - Cálmate por favor, respira. Recuerda que tienes que velar no sólo por ti, estaré a tu lado para apoyarte siempre. No estás sólo, te apoyaré en lo que decidas, sé que no querrás decirle nada a Xi... -a Yibo- se corrigió.
Hermana, estoy esperando un hijo de alguien que no me ama, que solo jugó conmigo. Esto no es justo para ninguno, este bebé no tiene porqué sufrir el desprecio que sufrí yo.
An trataba de consolarlo, era inevitable que su querido hermano se sintiera intranquilo, trataba de hacerle caricias suaves en el vientre para que sintiera que había alguien que lo necesitaba.
- Zhan, hermano, por favor hazlo por tu bebé, yo sé que la manera en la que se ha dado todo no es la correcta, pero ese bebé necesita que su padre esté tranquilo, aún no ha pasado el riesgo del aborto. -
El pelinegro tenía sentimientos encontrados, no sabía que hacer exactamente, la idea de ser padre le gustaba, pero pensar en que ese bebé crecería y comenzaría a hacer preguntas... Eso simplemente le aterraba. Las palabras de su hermana lo sacaron de sus pensamientos negativos, y el tacto en su vientre hizo que una tranquilidad inesperada llegue a él.
- Es cierto, el bebé no tiene la culpa, haré lo que pueda para que él o ella se sienta bien. - acompañando a su hermana con la caricia a su vientre.
- Eres muy valiente A-Zhan, serás un gran padre, estoy muy orgullosa de ti – An se levantó y le dio un beso en la frente a su hermano.
Pasó dos días en el hospital, el peligro había bajado y le dieron de alta.
Al llegar a casa, su madre lo esperaba con los brazos abiertos - Yo estoy aquí, ¡verás que todo saldrá bien! -
- Te decepcioné mamá, lo siento – se agachó para abrazar a su madre, el sólo hecho de sentir los latidos del corazón de la mujer cerca al de él, lo calmaban demasiado, era su zona segura. Pensando en que en algún momento estaría así con su bebé, hizo que las lágrimas corran por su rostro.
ZhanZhan, mi pequeño, voy a ser abuela, independientemente de todo, es la mejor noticia que he recibido, volveremos a ser tres en esta casa – Tomó a su hijo de ambas manos y le dio un beso en cada una. – Desde ahora seremos tres de nuevo – repitió sin poder evitar las lágrimas. - Siempre estaré para ti, no tienes por qué preocuparte querido. -
Faltaban cinco días para la boda de Yibo, tanto él con Qiu, iban y venían, de un lado a otro, viendo los detalles faltantes. Ella toda entusiasmada, en cambio él, sólo tenía una mirada baja y fría. Recordaba el rostro del Omega que amaba día tras día.
- Aló- contesta el alfa al escuchar sonar su celular.
- ¿Dónde estás cariñito? – Molestó Zhai desde el otro lado de la línea. – Deja de caminar como zombie y escápate de donde sea que te encuentres, Ya sé dónde vive Zhan. -
-Zhan, oh Dios – la emoción del alfa fue tanta, que no le importó haber alzado la voz dentro del lugar, haciendo que varios volteen a mirarlo. Sin darse cuenta, Yibo ya estaba en el ascensor pidiendo la ubicación de su amigo, iría volando si pudiera.
- Cariñooo, a dónde vas bebé, debemos escoger esto – escuchó a su novia hacer una especia de berrinche.
- Me tengo que ir, encárgate tú, sabes que me da igual- le decía mientras el ascensor cerraba sus puertas.
Esto no le gustó nada, nadie la dejaba parada en medio de tanta gente mirándola. ¿Qué podía ser más importante para su futuro esposo, que pasar tiempo con ella?
- Así que Zhan – murmuró, sabía que había escuchado ese nombre en algún lugar, empezó a caminar en dirección al ascensor tratando de recordar. - Cierto en el Bar! - Espero con ansias que el ascensor abra sus puertas y corrió hasta subir al primer taxi que encontró.
Qiu llegó al Bar y buscó desesperadamente al gerente del local - Señor Li, quiero ver los datos de un trabajador llamado Zhan, ¡lo quiero de inmediato! - Dejándolo con la palabra en la boca, dio media vuelta y se dirigió al camerino a esperar la información, mientras se retocaba el maquillaje y peinado, que fueron estropeados gracias a sus apresurados pasos.
A la media hora tocaron la puerta del camerino, entregándole un sobre con toda la información que el Bar tenía sobre el ex empleado. - Gracias! Puedes retirarte. -
-Así que tú eres Zhan- el tono amargo en su voz, hizo que una mueca de asco aparezca en su cara. -No sé qué tanto harás con él para que te tome importancia, eres un triste y pobre estudiante sin ningún futuro – continuó mientras clavaba sus uñas en la pequeña foto adjuntada en su hoja de vida. Cogió el teléfono y marcó un número- Quiero que investigues a este tipo, necesito toda la información que puedas encontrar, TODA -
Yibo llegó al lugar acordado con Zhai
-Querido, creo que de agradecimiento por lo menos, merezco que te cases conmigo- Bromeó Zhai al ver por fin una sonrisa en el rostro de su amigo. – Zhan vive a una cuadra de aquí, te mostraré...
- ¡Gracias hermano! Te debo varias - Se apresuró a entrar al edificio, ya frente a la puerta del departamento, respiró hondo y con temor. La respiración de Yibo se hacía cada vez más pesada, estaba demasiado nervioso, se dio cuenta que no sabía que decir exactamente y se cuestionó la idea de estar ahí parado – Estoy realmente loco, ¿qué pretendo decirle?, ¿cómo empiezo? - Pensaba para sí mismo. Decidió que era mejor ordenar sus ideas, para que Zhan pueda entender toda la situación, se dio vuelta, pero unos pasos se oyeron tras la puerta e inmediatamente después, la manija se movió.
- Sí hijit... - la señora Yu quedó atónita al ver al alfa parado en la puerta, An se acercó diciendo que se apresure que llegarían tarde, se dio cuenta el por qué la señora Yu quedó paralizada.
- ¿Qué haces tú aquí? – Gritó An.
Yibo estaba demasiado nervioso, - Debí haberme ido hace rato – pensó al mismo tiempo la idea de "todo pasa por algo" rondó la cabeza del alfa. Ya estaba ahí, tenía que intentarlo, el destino lo puso en esa situación y él no quería huir más, la afrontaría pase lo que pase.
- Déjeme entrar, por favor, necesito ver a Zhan. Sólo una vez, deme una oportunidad para poder explicarles lo que sucedió, si luego él no quiere saber nada de mí, yo... Entenderé - con voz solloza y lágrimas asomándose por sus ojos, el alfa rogaba.
Zhan salió de su habitación y se percató que su madre y hermana seguían en la puerta. – Perderán la cita si siguen ahí paradas – dijo mientras se acercaba
- Mamá, qué pasa, ya deben ir al hosp...- el pelinegro no podía decir ni una palabra más, agarrándose del vientre, aún convaleciente, tragó saliva y con los ojos llorosos gritó con todas sus fuerzas - Lárgate de mi casa. -
Yibo llegó a entrar metiendo su cuerpo poco a poco, la madre se había dado por vencida, después de todo, tarde o temprano ellos deberían conversar. No quería aceptarlo, pero él tenía derecho a saber que pronto tendrían un bebé. An trató de detenerlo, pero la señora Yu la cogió del brazo e hizo una seña de "déjalo".
-Amor, necesito hablar contigo, por favor. Te ruego que me escuches, yo qui... - el grito de Zhan evitó que el alfa termine la oración – Señor Wang, será mejor que se vaya, o llamaré a la policía –
En un acto de desesperación Yibo cayó de rodillas y se aferró a las piernas de Zhan, con la voz completamente entrecortada le pidió al omega que sólo lo escuche una vez, le aseguró que le explicaría todo y que saldría de su vida si así lo decidía.
-A-Zhan, te apoyaré en lo que decidas, nunca lo olvides. – La madre se puso al lado del omega, haciéndole saber al castaño que su hijo no estaba solo, su hermana imitó el gesto y lanzó una mirada de odio hacia Yibo.
Zhan tenía ganas de pegarle, insultarlo, sintió mucha impotencia, pero recordó que debería mantenerse fuerte, su bebé lo necesitaba. Respiró hondo y dijo con voz fría – Párate y habla, sólo te escucharé por cinco minutos, luego debes irte. No quiero volver a verte. Volteó a ver a su madre, y con una actitud completamente distinta hacia ella le pidió que los deje solos, no sin antes abrazarla y acariciar sus cabellos.
-An, corazón, será mejor que vayamos al hospital, no quiero perder esta cita, estoy segura que Zhan sabrá manejar la situación – Tomó la muñeca a su "hija" y salieron, antes de cerrar la puerta An amenazó a Yibo – Si se te ocurre hacer otra estupidez, realmente me conocerás Yibo Wang-.
Yibo sintió que cinco minutos no eran suficientes para terminar de explicar todo, pero decidió no perder ningún valioso segundo.
-Yo te amo Zhan- La voz se le quebró, llevó las manos hacia sus ojos y atrapó las lágrimas que querían salir. Aclaró su garganta y continuó... - No me quiero casar, nunca lo quise, todo esto es armado por mis padres, por Qiu y por su familia. A mis padres le importa un carajo lo que yo sienta, sólo les interesa seguir escalando económicamente. Debo admitir que al principio te vi sólo como algo pasajero, pero había algo en ti que no me dejaba tranquilo, por eso hice todo un show para poder acercarme a ti, estuve mal lo sé – Bajó la mirada en modo de arrepentimiento, se dio cuenta que Zhan no lo miraba y se veía incómodo.
- Las cosas cambiaron completamente con el tiempo– Una risa de desprecio hizo que su corazón le duela, Zhan no estaba creyendo lo que él decía.
– Zhan, te estoy hablando con el corazón en la mano, me di cuenta que ya estaba enamorado de ti. Iba a contarte toda la verdad, pero Qiu malogró todo. Nunca fue mi intención herirte de la manera en la que lo hice. Perdóname por favor, dejaré todo, no me importa el dinero, ni las empresas, ni mi familia, sólo quiero estar tu lado.
- Ya terminó su tiempo señor Wang, ya le cumplí el capricho de nuevo. Retírese por favor. Zhan se dirigió la puerta y la abrió invitando al alfa a salir.
El mundo de Yibo se vino abajo, tenía mucho por decir, pero sentía que todo estaba siendo en vano, se negaba a creer que no tendría de nuevo a Zhan entre sus brazos. -Te pido perdón por todo lo que hice. - volvió a ponerse de rodillas frente al omega. – Pídeme lo que quieras Zhan, lo haré por ti, por nosotros, yo en serio te amo, estoy completamente arrepentido por todo, no me dejes. Perdóname mi amor – Las palabras a penas podían distinguirse, el alfa realmente estaba destrozado.
Zhan respiró hondo y rodó los ojos – ¿Acaso no entiende señor?, Solo quiero que te vayas Yibo, busca a otra víctima para que te distraigas como estás acostumbrado. Ya no eres parte de mi vida, y no te quiero de vuelta, yo reharé la de mi familia lejos de ti. -
-Aún me queda un minuto, así que seguiré – Se puso de pie y secándose las lágrimas continuó – Eres lo más maravilloso que llegó a mi vida, desde la noche en la que nos acostamos lo confirmé. Eres con quien quiero pasar mi vida entera, todo fue tan mágico, el sólo tocarte me hacía volar, yo ... - Entonces es eso – interrumpió Zhan, cerró la puerta y volvió a ponerse en frente de Yibo.
- ¿Viniste a buscarme sólo para eso, cierto?, no tenías que darle tantas vueltas al asunto. Perfecto, terminemos con esto de una maldita vez. – Zhan tomó a Yibo de la mano y lo dirigió hacia su habitación. El alfa estaba confundido por la situación, intentó aclarar las cosas, pero Zhan silenció sus palabras con un tosco beso, tiró a Zhan a la cama y volteó para cerrar la puerta. Antes de volver, se agarró el vientre. - Está será la última vez que sentiré a tu padre, me despediré de él y lo olvidaremos – habló mentalmente con su bebé.
-No digas nada y hazme tuyo, realmente te daré permiso de hacer conmigo lo que desees, sólo no seas tosco.
El alfa mirando fijamente a los ojos del Omega empezó a desvestirlo, besándolo desde el cuello hasta los hombros, desabotonando los pantalones del Omega hasta dejarlos caer. Se puso detrás de Zhan, besándole la espalda con mucha sutileza – Esta vez será diferente, amor – dijo agarrándole del cuello y susurrándole en el oído al Omega.
Zhan se volteó y empezó a besar a Yibo, mientras lo empezaba a desvestir, bajando lentamente hasta llegar a la altura de ese gran y venoso pene que lo volvía loco. Empezó a hacerle sexo oral, mientras lo miraba fijamente a los ojos, eso al alfa lo hacía gritar de placer.
- Ven- agarrándole de los brazos al Omega lo cargo, llevándolo hacia la cama, besándolo sin parar hasta quedar uno encima del otro, el Omega estaba debajo de él esperando que la despedida empiece de una vez.
Se colocó encima del omega, y con una mirada lujuriosa comenzó a descender hasta llegar a los pies, Yibo quería apreciar la belleza de su amado de pies a cabeza. Retiró las medias suavemente, siguió con el pantalón, realmente estaba siendo delicado, con mucho cuidado dejaba besos por las partes ya visibles del cuerpo de Zhan. Continuó con su labor hasta dejarlo completamente desnudo.
Bajó las caderas para que ambos miembros se encuentren lo que ocasionó que Zhan suelte un pequeño jadeo, estaban totalmente duros, sintió como su pelinegro se movía debajo y sin pensarlo hizo lo que el cuerpo del otro estaba pidiendo. Tomó con una mano el miembro y se lo introdujo por completo a la boca, succionó cada centímetro, ocasionando espasmos constantes y gemidos que cada vez se hacían más fuertes. Subió lento lamiendo el camino del ombligo hacia los labios. El beso fue dulce y salvaje a la vez, Zhan se apartó para tomar aire, se colgó de los hombros del Alfa y con un susurro en el oído le dijo – Te quiero dentro, ahora-.
Yibo asintió y con una sonrisa coqueta respondió: - Lo que mi amado ordene-. Lo recostó nuevamente – Ábrete para mi – Zhan obedeció de inmediato y separó las piernas, dejando su entrada al descubierto.
La vista de Yibo, sin duda, era gloriosa. – Eres tan perfecto – dijo mientras besó sus rodillas. Con mucho cuidado, introdujo el primer dedo, notando un jadeo por parte del pelinegro, esperó un momento para empezar a moverlo, entrando y saliendo cada vez más rápido, lo mismo hizo con el segundo. Después de un momento así supo que ya estaba listo.
-Seré delicado, no te preocupes- Se apresuró a decir el alfa, notando cierto temor en los ojos de su amado.
Acomodó el miembro en la entrada y comenzó a penetrarlo con lentitud, la sensación de ser rodeado por las paredes de Zhan era maravillosa, se acomodó de tal manera que el omega pudo enredar sus piernas sobre las caderas de este. Zhan comenzó a moverse, mientras Yibo miraba embobado aquella escena. – Perfecto, hazlo tú mismo, me encanta verte así, podría pasar todo el día teniéndote así para mí- El alfa estaba tocando las estrellas con todo lo que estaba ocurriendo.
Cambiaron de posición a una más cómoda para el omega. Teniéndolo encima suyo, el alfa se dio cuenta que el pelinegro estaba con los labios hinchados, la cara enrojecida, el cabello despeinado y pegado a su frente por el sudor que caía como si estuviese lloviendo, él amaba esa imagen, sonreía profundamente dándole besos en el pecho a Zhan. Decidió ayudarlo con las últimas penetraciones hasta que ambos llegaron al climax al mismo tiempo.
El pelinegro se levantó de la cama para ponerse un polo y sus calzoncillos. Volvió a la cama dándole la espalda a Yibo y empezó a llorar silenciosamente. El alfa se percató de los pequeños temblores en el cuerpo de su ser amado.
- ¿Te hice daño? - preguntó asustado el alfa.
- No descuida, estam... ¡estoy bien!
Yibo, en un tono protector le preguntó a Zhan si podían quedarse un rato más así. - Es mejor que te vayas, tienes muchas cosas que hacer en estos días – se puso de pie y le alcanzó su ropa para que el alfa se vistiera. – Tomaré una ducha- añadió antes de desaparecer de la vista del alfa.
El tiempo de baño fue demasiado doloroso para Zhan, el agua de la regadera se mezclaba con sus lágrimas, el llanto ahogado complicaba la respiración del omega. Se quedó bajo el agua hasta calmarse, no dejaría que Yibo lo vea derrotado, no otra vez.
Zhan salió de la ducha, empezó a cambiarse y se acercó al alfa, dándole un gran beso, ese era el último beso, la despedida para siempre.
Tomó a Yibo de la mano y lo condujo a la sala, se acercó hacia la puerta y la abrió –Será mejor que te retires - Yibo quiso interrumpirlo, pero el omega lo detuvo con un gesto, en clara señal de que no quería escucharlo más. -Creo que está de más que volvamos a vernos. Me dijiste que respetarías mi decisión y ya la he tomado, así que por favor... - Zhan abrió la puerta y esperó que el alfa salga.
El omega sabía que ya no había vuelta atrás, sentía que de nuevo se había equivocado, tenía unas ganas locas de regresar a los brazos de su alfa, pero ya era tarde, dentro de unos días Yibo se convertiría en el esposo de otra persona. Una hora después, decidió que lo mejor sería salir a caminar para que pueda calmarse y no preocupar su madre con el semblante que tenía.
-Así que tú eres Zhan. - una voz chillona se escuchó a la salida del edificio
- Sí, soy yo- dando la vuelta y respondiendo extrañado, vio a la novia de Yibo, quien le devolvió la mirada de pies a cabeza sonriendo con desprecio.
-Tú eres el perro con el que se estaba acostando con mi novio? Que asco y risa me das, date cuenta que no eres nada para él – Qiu se acercaba hacia Zhan. - Quizás tu madre te debió de enseñar eso, ser el perro de un hombre comprometido, ¿crees que con eso saldrás de pobre?
Zhan, muy exaltado al escuchar las palabras de la tipa, ahogó un grito y apretó los dientes - Basta, a mi madre no la meta en esto, tenga respeto-
- Respeto a una simple comerciante, date cuenta no son nada, por eso tú padre murió, por no ser nada. - Soltó con intención venenosa
- No se atrev...- Antes de poder terminar la frase, sintió un dolor fuerte en el vientre, llevó su mano hacia el lugar. – No estoy para tus teatros de mala muerte perrito, Sé que mi novio te ofreció a pagar un tratamiento extra a cambio que te entregaras a él. - con una sonrisa malvada en el rostro.
-Qué!, ¿quién te dijo eso? – el dolor siguió cada vez más fuerte, pero Zhan no se iría, no dejaría que esa chica se difame a su familia.
Qiu: - Sabes que ese tratamiento fue mentira? Jajajajaja... Me das pena, que asco de verdad.
Zhan se quedó atónito ante la revelación de Qiu, su cuerpo de empezó a temblar, el dolor en el vientre se había vuelto insoportable - Por favor bebé aguanta, no me hagas esto ahora. - Pedía en voz baja, cada vez más apagada, sintió una pesadez en la cabeza y todo se empezó a tornar oscuro hasta que se desmayó por completo.
Un alfa había presenciado toda la discusión, este corrió rápido cuando vio que Zhan cayó al piso, lo llevó rápidamente a una clínica. Los doctores lo introducen a sala de operaciones ya que veían que había empezado a sangrar.
Salieron de la sala con las pertenencias del Omega y se las entregaron al muchacho que lo acompañó: - trate de llamar a un familiar. - dijo el doctor
El alfa, saco el celular del Omega ya que este empezó a sonar - Aló. -
¿A- Zhan, eres tú? - Una An confundida respondía desde la otra línea
- Hola, supongo que eres familiar del chico, de Zhan, se corrigió de inmediato. Soy Jackson, él no puede responder ahora, sufrió un desmayo. Estamos en la clínica, te pasaré la dirección. -
Pasaron unos minutos y An llegó notablemente asustada, preguntando a las enfermeras por el paradero de su hermano- Quiero ver a Zhan Xiao, ¿dónde está? - Jackson escuchó el grito- Señorita An aquí – Respondió agitando el brazo levantado para que la pequeña lo note.
-Familiar del joven Zhan? - preguntaba el doctor encargado
An: - Aquí estoy, soy su hermana.
-Se le tiene que practicar un legrado de suma urgencia, necesito que llene estos documentos y firme el permiso. -
- ¿Cómo? Pero si él estaba bien – preguntó desconcertada. Jackson interrumpió – Será mejor que entregues los documentos primero, el doctor estaba esperando un familiar con urgencia, te explicaré lo poco que vi -
Mientras a Zhan le practicaban el legrado, Yibo estaba viendo a su futura esposa llegar a la mesa preparada para casarse. Este sería el último ensayo, el alfa se sintió raro, el aire le empezó a faltarle, soltó el nudo de la corbata. Tenía un raro presentimiento.
Yibo no imaginaba lo que pasaba con Zhan.
Al día siguiente en la clínica, la señora Yu fue a visitar a su hijo, quien por fortuna no tuvo infecciones ni fiebre, luego de la intervención.
-Mi pequeño despertaste. - con lágrimas en los ojos, la mujer cogió con ambas manos la cara de su hijo.
- ¿Por qué lloras? - Trató de incorporarse, pero sintió un dolor - Auch! - ¿Por qué me duele tanto el vientre?
An iba entrando junto con Jackson, se sentía mal de haberlo hecho volver al hospital cuando ni siquiera conocía al omega, pero imaginó que a Zhan le gustaría conocer a la persona que lo ayudó en ese momento tan complicado.
- Que bueno que despertaste lindo! Ahora que está todo bien, estas bellas damas podrán descansar un momento.
Zhan: - Quién es él? - preguntó confundido
- El fue quién te trajo aquí, sonsito – dijo An dándole una suave palmada en la cabeza.
- Oh, muchas gracias por haberme ayudado, realmente lo apreció – Zhan se dispuso a incorporarse nuevamente para darle la mando al amable muchacho en señal de agradecimiento, pero volvió a sentir el dolor molesto en el vientre, esta vez con más intensidad. Se tocó el vientre, y tuvo un presentimiento muy malo
- Mi hijo, mi bebé... mamá, ¿está bien mi hijo verdad?
- An, él está bien? No se queden calladas y díganme. - empezaba a desesperarse.
Cariño, cálmate. Te diré lo que pasó, pero por favor, debes mantenerte calmado. Tu bebé hijo... tuvieron que practicarte legrado, fue un aborto, lo siento mucho.
-NOOOOOOOO...- se escuchó el retumbar del gritodel omega en todo el piso del hospital.
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