Segunda oportunidad
*Un mes después*
-Zhan, ya llegué amor-
-...- no recibía repuesta
-Zhan?- nada aún – ZHAN! – empezó a gritar.
Empezó a buscar por todo el pequeño departamento – "Hace 30 min. Me dijo que me esperaría para almorzar juntos y no está, don...- Unos ruidos lo alertaron, empezó a guiarse de ellos que a medida que se acercaba a su habitación se escuchaba más fuerte – Zhan, eres tú, ¿estás en el baño? –
-Yi... Yi-bo- el médico ya no podía articular ninguna palabra más debido a los constantes vómitos, solo atinó a sacar el seguro de la puerta para que entrara el castaño.
Yibo al verlo en el suelo con la cabeza metida en el retrete vaciando todo lo que su estómago tenía, lo agarró de los hombros para ayudarlo – Cariño, estoy aquí- susurró.
Al cabo de unos minutos el omega se pudo poner de pie para empezar a lavarse la boca y el rostro. Con la ayuda de su amado empezó a caminar ya que se sentía sus piernas como gelatinas, estaba muy débil
– "Creo que se viene un mini Yibo, no, no lo creo, ay no, sí, sí lo creo, soy médico, le digo, o no, no le digo,¿no me..."- se dijo a sí mismo pero la voz del alfa lo sacó de su disputa interna
– Zhan, mi amor que pasó? Qué comiste cariño?- le preguntó en un tono preocupado junto con unas sobaditas en la espalda, sentándolo en la cama.
- "Que no tomé mis pastillas y que lo más 100% confirmado que ahora tengo un bebé" - pensó para sí mismo dándole repuesta a su pregunta – No lo sé amor, quizás lo de la mañana me cayo mal (claro que sí lo sabes)- con una sonrisa media sonrisa.
-Ok cariño, pero si pasan unos minutos más y no te sientes bien dímelo para ir al hospital, sí? - llevando su mano hacía el rostro del pelinegro
-No es para tanto mi vida, pero igual te lo diré- respondió
-Bueno por lo que vi no hay almuerzo- dijo el castaño cruzando sus brazos y con un puchero.
-eh jeje... no- Zhan se llevó las manos a la cara tapándola.
-Bueno pediré comida, que desea comer mi médico rey hermoso? –
-Mmmmm... pollo, olla caliente...mmmmm... algo picante y mmmmm té verde helado- sonrió el pelinegro
-Dios!! Que antojón te me pusiste, bueno ya sabes cómo lo pagarás – regalándole una mirada sexy
-Estúpido! – respondió acompañado de un almohadazo cayendo a directamente en la cara de su novio.
El resto del día todo estuvo más tranquilo, estaba casi seguro de sus sospechas, pero no quería que Yibo se entere aún, así que tuvo q disimular muy bien alguna que otra náusea, decidió ir al día siguiente a hacerse una prueba, y así fue, al día siguiente llegó revisó a uno cuantas personas sin pensar tanto que lo que vendría luego ya que siempre se enfocaba al 100% en cada paciente – Bien, terminé temprano, Lin, por favor consígueme una cita con el doctor Yun- pidió por el teléfono.
-Yun?... El gineco-urólogo? – Preguntó un poco confundida la enfermera.
-Si él y por favor que quede entre nosotros, eso también dile a Yun – señalándole con el dedo y ojos entrecerrados a pesar que la enfermera no lo veía.
Llegada la tarde, se dirigió a la cita con el ginecólogo, el cual accedió esperarlo ya que eran colegas y Zhan estaba postulando a ser director del hospital, así que no perdería la oportunidad de hacer méritos. El pelinegro sabía que Yun era la persona la cual estaba siendo chantajea por la innombrable. Llegó al consultorio, se saludaron y fue directo al punto.
-Yun, sácame una prueba de embarazo, ahora mismo, no, mejor hazme un ultrasonido, sí un ultrasonido – Zhan estaba muy nervioso, aunque según él, todo estaba controlado.
-Haber Zhan, cálmate... espera ¿QUÉ? - abrió los ojos como platos
-Yun, te digo que me hagas un ultrasonido, hacerme una prueba de sangre está de más – super seguro el pelinegro
-Zhan pe...pe...pe-
-Yun reacciona, estoy embarazado, estoy impaciente, y cada minuto que paso aquí se hará que se me suba la presión y será peor, acaba con mis ansias ahora – agarrándolo al doctor del brazo.
- Está bien, espera que regrese mi alma al cuerpo por este impacto – Yun respiraba despacio tratando de regresar a la estabilidad de sus nervios.
Le pidió al pelinegro subir a la camilla, sacarse la bata, desabrochar sus pantalones, abrir su camisa y dejar su vientre expuesto. – Bien Zhan, te pondré el gel, ¿listo? - preguntó su colega
-Hmmm – asintió el pelinegro, al cabo de unos minutos sintió el gel super frío sobre su vientre, el Doc. Yu empezó a mover.
-Pues veamos, Zhan, a ver, a ver.... – abrió los ojos de par en par – Sí tienes razón, pues hubiera sido una pérdida de tiempo hacerte una prueba de sangre, felicidades, aquí está tu bebé –
-...-
-Zhan? –
-Mi... mi...mi bebé – dijo entrecortado y sollozando, estaba tan feliz el pelinegro, que estalló en llanto, pero este llanto era de felicidad, salió del consultorio o sin antes darle un fuerte abrazo a Yun por haberle hecho ver a su pequeño ser amado, caminó hacia su consultorio pensando en mil cosas, sobre todo pensar en como decirle a su esta noticia a su novio – Tiene que ser mmmmm... hermoso, nosotros dos, una gran sorpresa, si le hablaré para que me diga cuando tie... - Fue interrumpido por una voz que conocía perfectamente
- ¿Hermoso, sorpresa, dos? - era su alfa el quien había entrado a su consultorio, al encontrar la puerta entreabierta, pensando darle una sorpresa. Yibo se acercaba hacia Zhan con una mirada confundida
- "Ay noooo!! Piensa Zhan, piensa..." – de nuevo fue interrumpido
-ZHAN! Estoy aquí cariño – el castaño se le acerco moviendo las palmas de las manos frente al rostro de su omega
-Mi amor!!! ¡¡¡Que sorpresa, viniste por mí!! -dijo en voz alta, feliz para ocultar su error .
- Por qué actúas tan disforzado, ¿qué ocultas amor? - el castaño alzó una ceja.
-Pensaba en ti y me preguntaba cuándo me darías una sorpresa! - contestó mientras le regalaba una sonrisa notoriamente nerviosa.
-Está muy raro doctor Xiao-
-Jaja... vamos a casa? – Nada que ver, es que tuve una reunión un poco estresante.
-Vamos, quiero descansar, pero en tus brazos mi doctor favorito- dijo el alfa, extendiéndole la mano a su omega para que se puedan retirar.
Camino a casa al pelinegro estaba con antojo de un helado de chocolate con fresas, así que se lo pidió a su novio, haciendo un tierno pucherito -¿quién se puede negar a esa carita tan hermosa?-, Con el antojo concedido, se dirigieron a casa. Su madre los recibo como siempre, con un tierno abrazo y beso en la frente.
-Hijo, demoraron mucho en llegar, la comida se enfría, te hice lo que me pediste esta mañana –
-Mamá Yu, lo siento, aquí al doctor Xiao se empeñó a que paráramos en una heladería y caí – dándole un beso en la frente a la mayor.
-Mamá lo siento, realmente quería uno, ¿discúlpame sí?
-Últimamente mi doctor bebé está comiendo mucho mamá Yu – dijo Yibo pasando su mano por el estómago de Zhan.
- ¿Me estás diciendo cerdito? – hizo un puchero
-Ya basta, vayan a lavarse y a comer- dijo la mayor
Comieron tranquilos, siguieron molestando a Zhan con la comida, ya que el pelinegro estaba un poquito más cachetón, comía todo lo que se le cruzaba en el camino, más aún todo lo que tenía que ver con el chocolate, aunque algunas veces a escondidas se metía en el baño para devolver todo lo ingerido.
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El celular de Zhan empezó a sonar, era un número desconocido, así que sólo lo miró y lo dejó en el mueble.
-Zhan, contesta, quizás sea del hospital- Yibo le extendió el celular, este lo pensó unos segundos, pero luego tomó la llamada, poniéndose de pie, para no incomodar a su novio, quien veía una película.
-Hola?
-Tanto tiempo sin escuchar tu voz – la chillona de una mujer se escuchó desde el otro lado de la línea.
- ¿Qué deseas? - el pelinegro entró a su habitación rápidamente, para no ser escuchado por su novio.
-Hablar contigo doctorcito, Yibo ya no viene a verme ni se preocupa por su hija, así que deberíamos hablar seriamente, ¿no crees? –
-Mira, yo que tengo que... - un pensamiento lo detuvo – "Creo que ya llegó el momento de encarar a esta mujer" –
-Entiendo, no te preocupes, dime fecha, hora y lugar - le respondió con un tono de enojo en su voz
-Bien, pasado mañana a las 3 pm, en la mansión Wang-
- Bien, ahí estaremos –
-Te quiero solo, si se entera Yibo, tu tendrás la culpa de que mi hija no conozca a su padre, buenas tardes cariño – sacando una carcajada llena de maldad, colgó.
-Maldita bruja – dijo tratando de calmarse y respirando lentamente para controlarse – Bebé, tenemos que defender a papá, sabes que serás muy amado por nosotros, esta vez estamos los dos protegiéndote– prometió acariciándose el vientre.
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Ahora sí a cuidar del pequeño ser
Zhan se encontrará con la innombrable??
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Gracias por seguir la historia...
Gracias por cada voto
Gracias por compartirla
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