Incontrolable
Pasó una semana de su primer encuentro, el alfa era insaciable, estaba realmente obsesionado con el cuerpo de Zhan, cada vez era más incontrolable, lo buscaba en su casa antes de la universidad, después de esta, antes de llegar al Bar o hasta en el mismo Bar y saliendo del trabajo. El deseo por parte del omega era diferente, se entregaba por amor, accedía a todas las peticiones del alfa, cada despedida era cada vez más tierna y romántica, por parte del Yibo. Después de este tiempo, él empezó a darse cuenta de que Zhan realmente lo amaba y que lo hacía sufrir cada vez que se despedían, sabía que lo hacía por amor, pero él se negaba, se cerraba en que el omega era uno más del montón y que sabía que en unas semanas más todo eso tenía que terminar, aunque un lado de él no quería dejarlo.
Siguieron pasando los días y Yibo había cambiado su actitud frente a Zhan. Este veía un cambio sorprendente en el alfa, desde la manera en que lo miraba, hasta en la manera que cogían, era detallista, cada vez lo protegía más, le pedía perdón por cada forcejeo en plena cogida.
Estando en plena acción, Zhan recibe una llamada. – Yun, déjame contestar- Pedía el omega susurrándole al oído
Yibo lo soltó. - Gracias iré de inmediato. - levantándose de la cama.
- ¿Qué pasó? ¡No me puedes dejar así! – Yibo, un tanto alterado le levantó la voz
Zhan: - Yun, llamaron del hospital, mi mamá despertó, por favor, déjame ir!
Yibo se sintió tonto y se maldijo así mismo, había sonado tan egoísta, reaccionó a sus instintos sin preguntar quién había llamado y es que al ver la sonrisa de oreja a oreja en la cara de Zhan, sintió muchos celos y sintió que lo podía perder... - ¿Yun? – La voz de Zhan lo sacó de sus pensamientos, recogió el pantalón tirado en el piso y respondió - ¡Vamos, te acompaño! –
Ambos empezaron a vestirse, salieron de la casa de Zhan tomando el primer taxi que apareció. El omega empezó a sentir calor en su mano derecha, era Yibo, que sostenía mano haciéndole movimientos de caricia - Yun, ¿qué haces? - preguntó sonrojado. - Estoy haciendo lo que hace una pareja – dijo mientras lo miraba fijamente a los ojos. Ninguno de los dos podía dejarse de mirar, la sensación para ambos era extraña, pero reconfortante.
Llegaron al hospital y Zhan subió corriendo por los pasillos, mientras buscaba al doctor. Lo vio saliendo de la habitación de su madre, y con voz agitada le preguntó si podía entrar a ver a su madre en ese momento.
El Doctor Hao miró detrás del omega - Señor Wa...- Se quedó callado después de que Yibo hiciera una señal para que no hable y deje ir al omega donde su madre.
Zhan estaba tan entusiasmado que no prestó atención a esto, cuando escuchó el permiso para entrar, fue corriendo al cuarto de su madre, mientras que Yibo se quedó con el doctor. - Cómo va evolucionando la señora Xiao?, preguntó con mucho interés.
- Todo va excelente, gracias a usted la señora pudo salvarse, ya en unos días podrá salir de alta del hospital e ir a casa. – Respondió el doctor, mientras le daba palmadas de agradecimiento en el hombro del más joven.
Yibo - Gracias Doctor! Me alegra saber eso, él se merece ser feliz, aunque yo...- Se quedó callado- Bueno Doctor, no se olvide de lo que le pedí ninguna palabra sobre el supuesto tratamiento extra, ¿entendido?
El Doc. asintió en señal de entender. Yibo le estrechó la mano y fue al alcance de su omega. Cuando este se acercó al cuarto de la señora Yu, vio que Zhan lloraba de alegría recostado sobre el vientre de su madre, mientras ella le acariciaba la cabeza de una manera muy delicada y llena de amor. El alfa se estremeció al ver esta escena. Sonrió porque sintió celos al ver a su madre acariciarlo – Debes estar loco Yibo Wang – exclamó en voz baja. La voz del alfa se oyó como susurro, ya señora Yo se percató de ello y se le quedó mirando un tanto confundida.
Yu: - ¿Sí, se le ofrece algo?
Zhan se apresuró en responder - Madre, él es mi a... -. -Buenas noches, soy Yun Xie, su novio Señora Yu - Interrumpió Yibo, se disculpó por no pedir permiso al entrar mientras se acercaba a dejar un beso en la mejilla de la mujer, todo esto ante la mirada atónita de Zhan.
Yu: - Mi pequeño Zhan, ya estás madurando, por fin pensaste en ti mismo, ¡es el mejor regalo que he podido tener, después de todo lo que pasamos ...qué feliz me siento mi pequeño!
Señora, me alegra que este bien; Zhan, la extrañaba muchísimo - exclamó el alfa.
Yu: - Mi niño, ya no llores ya estoy de vuelta. - abrazando a Zhan con todas sus fuerzas.
Pasaron dos semanas desde que la señora Yu fue dada de alta, Yibo acompañaba a Zhan todos los días a cuidar a su madre en casa, había olvidado que tenía una novia, amigos y familia; incluso se quedaba a cuidar a de su suegra para que su omega fuera a clases sin ningún contratiempo. - Señora Yu, tranquila, yo también lo puedo hacer, usted solo siéntese. - la amable mujer le respondió con una sonrisa cariñosa. Empezó a sonar su celular y salió a contestar - Te podrías dignar a pensar en mí, solo un poco. - decía la voz de una mujer alterada al otro lado del teléfono.
Yibo: - Ah! Eres tú, ¿qué es lo que quieres?
Qiu Ying: - Bueno te informo que en dos sábados más será nuestra cena de ensayo para el matrimonio; por si lo olvidaste, estamos a unas tres semanas de nuestro día mi amor. Estarás ahí a las 7:00 pm - le dijo en un tono muy sarcástico
Yibo: - No voy a ir, tengo cosas importantes que hacer, hazlo junto con mis padres, ustedes son los autores de esto.
-Tú te apareces porque te apareces- Se escuchó la voz fuerte desde más lejos.
Yibo: - ¿Mamá?
Li Wang: -Tú apareces ese día, no me importa lo que quieras o tengas que hacer, aquí nadie te está preguntando si puedes o no. ¿Entendido?
Yibo: - Entendido mamá. - rechinando los dientes el alfa, sintió rabia al no poder contradecir a su madre.
Cuando Yibo se despedía por teléfono, llegaba a lo lejos su omega, muy feliz con los resultados de sus exámenes finales. Al darse cuenta que Yun estaba puerta corrió a sus brazos y le susurro en el oído – Estoy demasiado feliz, todo está saliendo de maravilla, y es en parte gracias a ti Yu, ¡Te amo!, quiero ser tuyo esta noche- añadió en un tono coqueto, mientras le pellizcó la nalga soltó una risita coqueta.
Yibo: - Wow! Eso sí me gusta. - con una sonrisa pícara, para luego dejar un beso sobre los labios del omega.
Juntos llegaron al Bar, estaban entretenidos y perdidos entre sus miradas. - Me tienes abandonada Hermanito- dijo An, levantando un poco la voz, para sacar a ambos de su mundo maravilloso. Ella lo recibía con los brazos abiertos, haciendo un puchero muy tierno.
- Hermanita! no digas eso, sabes que he estado super ocupado entre la universidad y mi mamá, pero sabes que aquí podemos vernos siempre.
- Te olvidaste de decir Yun! – dijo mientras empujó de manera infantil el hombro del menor. - Jajaja... mentira hermanito, vamos tenemos que alistarnos – dijo un poco más serie cuando vio Yun. Los tres se prepararon para empezar con sus labores. - Iré con Zhan. – dijo An, mientras entrelazaba sus brazos y lo jalaba, dejando a Yibo parado sin tiempo de responder. El alfa sonrió al darse cuenta de las muecas infantiles que le hacía An mientras se dirigían al camerino.
Ambos hermanos iban hablando y alistándose a la vez para bajar. An rompió el silencio - ¿Y cómo te va con Yun?, sé que te sentías un poco inseguro -dijo viendo a Zhan por el reflejo del espejo, esperando obtener una respuesta escueta, como siempre lo hacía. Sentía que estaba perdiendo la conexión con su hermano y eso le preocupaba.
- Hoy le dije que lo amaba, solo lo sentí y lo hice- escuchó la respuesta del menor mientras este se acomodaba el cabello, como si fuese algo cotidiano...
An en shock, miró a Zhan por un momento pensando que se le saldría una sonrisa, al no sostener la mentira, pero esto nunca ocurrió, Zhan realmente estaba siendo sincero. Llena de curiosidad, y al darse cuenta que el menor no daría más detalle si es que ella no insistía - Y él cómo te respondió? –
- Me dijo que le gustó que le demuestre lo que siento! – respondió sonriendo mientras volteaba tímido, no quería que su hermana lo vea sonrojarse.
- Excelente hermanito, ¡me alegro por ti!, ya muy pronto serás un gran médico y tendrás una vida llena de felicidad, ¡ya lo verás! – le respondió con un abrazo por la espalda. Ella se sintió tranquila, al principio tuvo miedo por los sentimientos no correspondidos de Zhan, pero esa respuesta la dejó tranquila. An se había dado cuenta del amor de su hermano y ahora ambos son felices, todo estaba yendo bien para él... - Por fin empezarás a tener la felicidad que te mereces- añadió mientras le revolvió los cabellos que tanto se había esmerado en acomodar.
Pasaban las horas y todo transcurría con normalidad en el Bar
- Joven necesito el trago más fuerte que tenga. - molestó Zhai fingiendo una voz ronca. - Si cla...- Yibo se quedó sorprendido.
Fuera de bromas, señorito, necesito hablar contigo urgentemente, indicó Zhai con una mirada seria.
- Encuéntrame en los servicios en 10 min – le contestó Yibo.
Llegando el tiempo, Yibo fue corriendo a los servicios, cerrando la puerta, no sin antes poner el aviso de que se estaba haciendo limpieza dentro. Seguro que nadie interrumpiría así, preguntó sin más - ¿Qué pasó? -
Tienes 5 minutos para cambiarte, o largarte de aquí, Qiu está en camino. Pensándolo bien, sólo sácate eso – señalando el delantal y la camisa negra del bar- será mejor que te vea de una vez y me la llevo.
Mientras se arreglaba el cabello, usando el celular como espejo, su prometida lo sorprendió abrazándolo por detrás - ¡Aquí estás, cariño! – Dejó un beso en la espalda del alfa, dejando una clara marca de labial en la ya cambiada camisa celeste.
- ¿Por qué me tienes que seguir?, estoy supervisando el bar, no puedes venir e interrumpir cuando te dé la gana – decía alterado, pero manteniendo el tono de voz baja para no llamar la atención. La tomó de la muñeca, decidido a salir del local para que nadie los vea.
Mientras todo esto sucedía, Zhan esperaba en el camerino para almorzar junto a su amado, como lo hacían diariamente. Le escribió un tierno y sugerente mensaje.
– Bebé, ya está la comida calentada, no demores mucho o se enfriará...
– y no será lo único que se enfríe 😈😏.
– Hoy te daré el postre que tanto me pides, cariño. ¡Te amo! ❤️✨
Pasaron 5 minutos y no recibió respuesta, el mensaje ni siquiera fue leído, ya preocupado, Zhan fue a su búsqueda, caminó por todo el bar, preguntó a sus compañeros de trabajo si lo habían visto, ninguno le dio respuesta. Decidió salir a ver si tal vez fue a la tienda a la vuelta del bar a comprar el clásico helado de postre. Llegando a la parte trasera, escuchó lo que parecía ser una pareja discutiendo
- ¡Recuerda Yibo Wang eres y serás mío para siempre! - gritaba la mujer muy alterada y con la voz entrecortada.
- ¡No lo soy, así que déjame en paz y lárgate! – Se escuchó como respuesta por parte del novio.
Zhan sintió curiosidad ya que escuchó el nombre de Yibo, ese nombre le sonaba familiar, tronó los dedos al recordar que era la persona que hacía las inspecciones sorpresa en el bar. Decidió asomarse para saber cómo lucía, así en la siguiente visita sorpresa, él podría alertar a sus compañeros para que todo salga bien.
Grande fue su sorpresa cuando reconoció la silueta de su amado "Yun", se quedó pálido y las lágrimas empezaron a aparecer inconscientemente, se tapó la boca para no hacer ruido, sintió como su corazón se estrujaba, hacía tiempo que no sentía un dolor tan grande. La pareja seguía discutiendo – Serás mi esposo dentro de unos días, te guste o no. Te aviso que vendré desde mañana, todos los días, ya es hora que tus empleados me conozcan– escuchó decir a la mujer. Se sintió mareado, quiso gritar y reclamarle, pero su cuerpo no le respondía, él no pudo más y se retiró.
Llegó a su camerino y se encerró para que nadie lo viera, se sentía la persona más infeliz y estúpida del universo, sintió asco de sí mismo. Cogió el celular y leyó el mensaje que minutos antes había mandado al supuesto "Yun". Nunca nadie se había burlado de esa manera de él, sintió odio y dolor, su mente estaba llena de pensamientos, sin poder ordenar las ideas locas que se le cruzaban por la mente, sólo se sentó en el piso a llorar desconsoladamente, de espaldas a la puerta.
Yibo regresó al bar y cogió el celular, se dio cuenta del mensaje que le había dejado su querido novio y fue corriendo al camerino. Tocó la puerta, pero no recibió respuesta. Cogió el celular para llamar a Zhan, pero el celular estaba apagado. Se encontró con An y le preguntó si había visto a Zhan.
– Hoy tiene clases Yun, ¿recuerdas? –
– Lo pensé también, pero sus exámenes ya terminaron, se supone que tiene descanso – respondió volviendo a llamar, recibiendo el mensaje de la contestadora automática.
– Tranquilo, siempre hay cosas que presentar a última hora, tal vez fue para eso o recoger sus notas, sabes que él es algo distraído, probablemente se le descargó el celular – lo calmó An. Yibo asintió, aunque algo dentro de él no lo dejaba tranquilo.
Llegada la hora de salida, alistó sus cosas, quería llegar cuanto antes a la casa de Zhan, no saber de él por horas lo volvía loco, necesitaba verlo y llenarlo de besos, quería sentir ese calor tan calmante que sólo su omega le daba al juntar sus cuerpos en un abrazo.
Como fue el último en salir, estaba encargado de apagar todas las luces. Dando una última revisión por todo el local, se percató que la luz del camerino de Zhan estaba prendida, cerca de la puerta murmuró – Realmente tuvo que ser algo urgente lo que pasó como para que deje la luz encendida, Zhan nunca hace eso –
Al darse la vuelta, detuvo sus pasos escuchando la manija de la puerta sonar – Un fantasma - pensó, el cuerpo se le congeló, pero hasta eso hubiera sido mejor...
- ¿Qué desea el jefe Yibo?, ¿sexo? ¿cuánto me falta pagarle? – escuchó el alfa detrás de él. Al reconocer la voz de Zhan, volteó con duda, dándose cuenta que tras la puerta abierta, estaba su adorado Zhan, tan deslumbrante con una luz tenue iluminando su cuerpo desnudo.
- ¿Qué cosas dices bebé, está todo bien, te desmayaste pasó algo?, ¿qué estas hacie...? – dejó de hablar cuando Zhan estuvo sólo a centímetros de él, sintió el miedo recorrer por todo su cuerpo. Zhan tenía la mirada fija en los ojos de Yibo, pudo darse cuenta que éstos estaban muy hinchados y rojos.
Zhan continuó con lo que se había propuesto -jefe, esto es lo que quiere, ¿verdad?
- Haga lo que quiera conmigo; hoy será el último pago que le daré, pero me aseguraré que sea inolvidable- Se acercó al alfa. Yibo no pudo reaccionar, no sabía qué hacer o qué decir.
Zhan, ya cerca del todo, continuó quitando los botones de pantalón, se puso de rodillas ante él, empezó a sacarle ese gran miembro venoso que tanto lo hacía gritar para empezar a metérselo en la boca y empezarle hacer el oral que tanto disfrutaba.
- N-No hagas esto, amor, por favor, t-te lo su-pli-co – contestó con la voz entrecortada, mientras apartaba a Zhan con el brazo puesto en su hombreo.
Zhan solo atinaba a mirarlo desde abajo, se paró y tiró al alfa contra el sofá, y se montó encima del alfa y empezó a saltar, comenzó lento, para luego hacer movimiento cada vez más rápidos.
- Qué pasa jefe, ¿no era para esto que me quería? Hasta donde recuerdo, tenerme encima suyo lo vuelve loco, ¿o es que acaso ya se cansó de mí?
Yibo incómodo y molesto por la actitud de Zhan, reaccionó sin pensar. - Eso es lo que quieres Zhan Xiao?, ¡Ven! -
Se inclino hacía el omega agarrándolo fuertemente tirándolo hacia el sofá, tomándolo de las piernas para abrirlas y tener a la vista el miembro del omega. - Querías esto, en vez de poder hablar y explicarte lo sucedido decides excitarme y coger – Dijo en un tono de excitación y cólera.
- Es lo que querías al principio, bueno siempre quisiste eso, solo cogerme como si yo fuese un simple objeto, algo desechable que sólo usas para satisfacerte. No te entiendo Yun, ay perdón, "Yibo". Dijo mientras cogió ambos cachetes con una mano, haciendo que su boca choque con la de él, en un beso lleno de rencor. Bueno, si no quieres me voy. – Se dispuso a pararse, pero de repente Yibo lo jaló.
- Bien, tú no te vas de aquí hasta que me cumplas, ahora serás mi perro. - Agarrando fuertemente al omega de su brazo lo tiró hacia el sofá nuevamente, recogió su correa y ató sus dos manos fuertemente, haciendo que el omega gritara fuertemente del dolor.
Agarró sus dos piernas largas y las contrajo hacia el omega y sin piedad, le metió brutalmente su enorme miembro, mientras la penetración se aceleraba, el alfa empezaba a morderle los pezones, dejándoselos rojos y adoloridos al punto de casi sangrar, siguió dándole palmazos en las piernas dejando claras marcas de sus manos, que sin duda se volverían hematomas. Se empezaba a escuchar la mezcla los sonidos húmedos producidos del choque de cada embestida, con el llanto y gritos de dolor del omega. - ¡Ya no puedo más, Suéltame! – Suplicaba el omega.
- Dijiste que me ibas a terminar de pagar, pues bien, no tienes idea de todo lo que me debes.
- ¿Por qué hago esto, por qué lo permití? ¡Ah! Claro, yo lo amo... Jamás pensé que llegaría a este punto, me estoy despidiendo de él de la peor manera posible, así no quedará más amor hacia ese farsante dentro de mí. - Pensaba para sí mismo el omega.
Dos gritos de placer se escucharon, ambos habían terminado, el omega encima de su vientre y el alfa dentro del omega.
Sin tiempo para recuperarse luego de todo lo ocurrido, Zhan se apartó de Yibo, cogiendo su ropa mientras salía del camerino. No le importó si luego verían por las cámaras como huía completamente desnudo, iba tropezando poniéndose el bóxer, para luego hacer lo mismo con el pantalón, dejó caer la camisa del trabajo y sólo se puso la casaca.
Yibo había demorado un poco vistiéndose, cogió los zapatos de Zhan y fue a darle el alcance lo más rápido que pudo. De lejos pudo observar como el cuerpo del otro temblaba por el llanto, el dolor y el frío. Se quedó perplejo viendo como lucía el omega, siempre era perfecto ante sus ojos, pero esta vez se veía hecho un desastre. Sin darse cuenta, empezó a llorar, las lágrimas brotaron sin parar de sus ojos, se acercaba a paso lento, arrepintiéndose de todo lo que había hecho, el daño era demasiado grande y él sabía que lo había perdido por completo. El pecho le dolía muy fuerte, nunca se perdonaría, sin duda Zhan tampoco lo haría. Decidió hacer un último esfuerzo, no podía darse por vencido tan fácilmente, lo amaba y lo había lastimado. Se castigó mentalmente miles de veces antes de llegar a él.
Zhan estaba descalzo, con los ojos llenos de lágrimas, tratando de colocar la clave para que la puerta se abriera de una vez y poder escapar.
- Zhan, perdóname por favor – escucho la voz completamente quebrada del alfa, - no sé qué me pasa contigo, te amo, no quiero dejarte-
Continuó hablando sin intención de parar para que Zhan escuche todo.
- No me quiero casar. ¡Sí! yo comenzó queriéndote como un trofeo más, pero con el tiempo no te podía soltar, me estaba enamorando de ti, estoy completamente loco por ti, te amo como no te imaginas. Sé que no me crees, pero todo es cierto. Estoy enamorado de ti, pero soy un idiota, me dejo llevar por mis impulsos. Zhan, por favor amor, deja que te explique todo. No tiembles, por favor ponte esto. – Lo cogió de las manos y lo dirigió a la primera silla que encontró, lo sentó y con delicadeza le colocó las medias, antes de ponerle los zapatos, le besó ambos pies.
Zhan estaba inerte, no había reacción por parte de él, había dejado de llorar, pero tenía la mirada fija en un punto, sin siquiera parpadear y el cuerpo seguía temblando.
- Respóndeme por favor!, No me dejes hablando solo, necesito escuchar tu voz - le rogaba el alfa al oído.
Aclarándose la garganta, Zhan tragó saliva y con un tono frío respondió - jefe, ¿ya terminó? Quiero irme a c- casa. - terminó la frase con la voz casi quebrada, pero no volvería a llorar. Ya había tenido suficiente.
- Sé que merezco lo peor de mundo, pero por favor, déjame explicarte todo, contaré toda la verdad, desde el comienzo -
- Hasta aquí llego todo Señor Wang. ¡Renuncio a este trabajo y renuncio a usted y a todo este puto amor que le entregué! - El omega se puso de pie, se cerró la casaca y recogió el celular y llave que estaban en el suelo, el alfa solo lo miraba desconcertado, quería tocarlo, pero algo lo detenía. Tenía la cabeza revuelta de todo lo que quería decirle, pero no quería lastimarlo más. Zhan verdaderamente se veía lamentable.
An recogerá mis cosas, no se preocupe, no volveré a molestarlo. No quiero ocasionar más problemas con su novia, menos ahora que estará aquí todos los días a su lado. Será nauseabundo verlo junto a ella.
Pues no duró mucho...
No todo tiene que ser felicidad xD!
No quiero hacerlos sufrir 🤧
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Dejen sus comentarios, siempre las leo!
Gracias por seguir la historia ❤️
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