Candy no quería soltar la mano de Rory y no lo hizo en la media hora que estuvieron "buscando" a su hermano. Rory no se quejó ni una vez a pesar de que ella pudo notar que no estaba del todo cómoda con que fuera tan efusiva. Entonces su móvil sonó.

Justo a tiempo.

Sin soltar a Rory, abrió su teléfono y leyó el mensaje de una de sus amiguitas. Candy ya no deseaba saber nada con ella, puso los ojos en blanco y después de cerrar su móvil se giró a Rory que pasaba la mirada por todo el aeropuerto.

―Lo siento ángel, era mi hermano... dice que no alcanzó el vuelo y que por eso no andaba por aquí. ―Soltó la mano de Rory solo para poder tomar su cara acercándola un poco a la de ella―. Siento mucho haberte hecho perder el tiempo

Rory trató de alejarse, pero ella no se lo permitió y esta le sonrió incómoda.

―No te preocupes Candy, si tu hermano no va a venir será mejor que me vaya a casa, debo espe...

―No ángel ―la interrumpió Candy sin soltarla― te invito a desayunar.

Rory frunció el ceño, así que Candy le soltó la mano sólo para tomarla del brazo. No dispuesta a dejar que se alejara de ella.

―No es necesario Candy y me llamó Rory, bueno Lorelai, pero Shane me dice Rory.

Candy no pudo evitar poner mala cara.

―¿Quién es ese Shane?

―Mi novio, tuvo que salir de viaje. Por eso estoy aquí, lo traje.

―¿Estará mucho tiempo fuera? ―preguntó fingiendo desinterés.

―Casi un mes ―dijo Rory con pesar― pero es por su trabajo y si esto va bien nos casaremos cuando regrese.

Candy gruñó, Rory se sobresaltó.

―¿Te pasa algo Candy?

―Tengo hambre ―dijo rápidamente pateándose mentalmente― ¿me acompañas?

Rory asintió y uniendo su mano a la de ella, Candy la condujo a su restaurante favorito. Tenía un mes para borrar a Shane del mapa.