Cuando despierta nota que se encontraba en un lugar completamente desconocido. No sabía en dónde estaba y tenía miedo. Miró a su alrededor y vio que estaba en una enorme habitación completamente sola. Se preguntaba quién la trajo a ese lugar. Recordó cómo sucedió todo, hasta que perdió el conocimiento. Lexi se levanta y revisa todas las ventanas y puertas tratando de salir, pero todas estaban bloqueadas, no tenía forma de escapar. En eso escucha unos pasos acercarse, hasta que una de las puertas se abre sin poder creer al ver de quién se trataba, era aquella coneja del coche negro que vio esta mañana; viéndola mejor se fijó que tenía buen cuerpo, ropa de diseñador que la hacía lucir más hermosa y sexy, cabello rojo, pelaje blanco con algunas manchas de un tono marrón claro como café con leche y unos hermosos ojos azules como diamantes.
???:Ciao dolcezza~ (Hola cariño)
Lexi:¿Q-quién eres? ¿Por qué me trajiste aquí?
???:Soy Queen Diamond, mi nombre real es Aurora Bunny. Estás aquí porque desde hoy eres mía.
Lexi: -Confundida y asustada- ¿De qué hablas? ¡No soy tuya!
Aurora:Todo está claro, ahora me perteneces. Ahora eres mía, eres mi mujer.
Aquello la dejó en shock, ¿ser su mujer? ¿Se había vuelto loca? Ni siquiera la conocía como para que le dijera algo así.
Lexi:Lo que estás diciendo es ridículo. Estamos en pleno siglo veintiuno para que creas que las personas son objetos y puedan pertenecer a alguien.
Aurora:No te veo como un objeto, al contrario se que eres una mujer muy hermosa. Pero no es ninguna broma, ahora eres mía, serás mi mujer.
Lexi: -Molesta- Yo no seré tu mujer nunca. ¡Déjame ir! -Trata de salir por la puerta pero Aurora la detiene- ¿Qué haces? Suéltame.
Aurora:Parece que no has entendido, no irás a ninguna parte.
Lexi:¡Claro que si, esto es un secuestro!
Aurora:No tienes ni idea de lo que es un secuestro, dolcezza. (Cariño)
Lexi: -Enojada- ¡No me importa lo que sea, pero me iré de aquí o empezaré a gritar!
Aurora:Grita todo lo que quieras, nadie podrá escucharte.
Frustrada agarra todo lo que estaba a su alrededor y empieza a lanzárselo. Aquella chica increíblemente esquiva todo.
Aurora: -Enojada- ¡Basta! -Su voz sale tan dominante y llena de autoridad, causando que se asuste más dejando de lanzarle cosas- Hablaremos cuando estés más calmada, hasta entonces estarás aquí encerrada.
Lexi:¿¡Qué!? ¿¡Cómo que encerrada!?
Aurora la ignora y sale, escucha como empieza a cerrar con llave desde el otro lado de la puerta. Al darse cuenta corre hacia la puerta, pero no abre. De verdad la había encerrado. Frustrada y enojada empieza a golpear todo y a gritar. No iba a quedarse ahí encerrada iba a escapar como sea. Revisó de nuevo todas las puertas y ventanas, pero están completamente cerradas. La habitación estaba llena de ventabas y es cuando por fin notó algo. La casa estaba en medio de la nada, por un lado veía montañas y bosques, por el otro lado la orilla del mar. Lexi se sentó en la cama descansando su cabeza en la cabecera y abraza sus piernas hacia su pecho.
Lexi: -Con las orejas bajas triste abrazando sus piernas- Nunca saldré de aquí...mi madre tenía razón, era muy mala idea viajar sola...van a preocuparse mucho y se volverán locos. No quiero causarles ese daño. ¡Necesito salir de aquí!
Durante toda la noche golpeó cada puerta y ventana pero es en vano.
A la mañana siguiente...
Lexi estaba completamente agotada, utilizó todas sus fuerzas y no durmió nada. En eso escucha que se abre la puerta y entra una mujer extraña, por el uniforme que lleva, parece que es una empleada. Con ella traía un carrito con charolas de comida. Lexi ignora eso y va rápido con aquella muchacha.
Lexi:Por favor ayúdame, me tienen contra mi voluntad. -Le suplica por ayuda pero ella la ignora y no la mira mientras sigue acomodando la comida- *¿Es enserio esto? Necesito salir de aquí de alguna forma, pero ¿cómo?* -Mira hacia la puerta y nota que estaba abierta- *No pierdo nada en intentarlo*
La mujer estaba tan distraída acomodando las cosas por lo que Lexi aprovecha para acercarse a la puerta. Estaba a muy poco de salir cuando ves a un hombre cuidando fuera y mirándola fijamente.
Lexi: -Molesta- *Mierda, ahora entiendo porqué estaba abierta.* -Regresa de mala gana y se vuelve a sentar en la cama-
La mujer termina y sale de la habitación, cerrando la puerta de nuevo. Lexi se levanta y mira la comida, mientras que su estómago gruñe. No había comido nada desde el restaurante pero no iba a comer nada que venda de esa chica para que sienta incomodidad, con la esperanza de que se de cuenta de que lo que estaba haciendo está mal y la deje ir.
Lexi: -Suspira con frustración- *¿A quién quiero engañar? Eso nunca sucederá*....
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