Cap.39
La noche de ayer terminó mejor de lo que pensaba. Todavía podía sentir las grandes manos de Ayrton por todo mi cuerpo, sus labios besándome y volviéndome loca. Sus palabras sucias y en la manera en que me folló hasta que ya no pude más.
Me ponía caliente recordar cómo me persiguió por el bosque, es algo que estaría encantada de repetir una y otra vez. Lástima que tuvo que volver a su manada, ya que tenía una reunión con unos alfas de Rusia.
Ahora me encontraba afuera del despacho de Darius, deseaba hablar sobre la decisión que tomé respeto al trono. Sé que se encontraba furioso, pero no cambiaría de opinión.
Liam estaba cuidando a Kilian y ya había tenido unas palabras con él, para mi sorpresa, no se encontraba molesto con que algún día sería el rey de este clan. Sí, se hallaba nervioso por lo que diría Darius, sin embargo, padre no tenía otra elección que aceptarlo.
Di dos toques a la puerta y cuando escuché su voz permitiéndome entrar, lo hice. Su oficina era muy espaciosa, en la pared de fondo se encontraba una gran pintura de Eider, aparte mis ojos de eso; no quería ver su rostro. Al otro lado de la habitación tenía grandes estantes que contenían libros que se notaban muy antiguos. En su escritorio una foto de Kilian lo decoraba.
Me senté en unas de las sillas frente a su mesa, durante unos minutos no dijo nada ni yo tampoco.
—¿Por qué renunciaste sin antes pedirme permiso? —Aunque su expresión es una fría máscara el tic de su mandíbula lo delata.
—Porque con o sin tu permiso, lo iba a hacer. No sé cuál es tu molestia con ese tema.
—Mi heredera eres tú...
—Liam igual lo es—Lo interrumpí y sus ojos cambiaron a rojos por un breve momento.
—El trono es tuyo desde que naciste, Liam no fue creado con ese propósito, no es su derecho.
—No puedes estar hablando en serio —dije con incredulidad —. Es tu jodido hijo, sangre de tu sangre.
—Pero no es hijo de la mujer que amo, no es parte de ella. Liam solo nació porque necesitaba distraer a todos con tu supuesta muerte, nada más.
—Eso es cruel, nunca le haría eso a ningunos de mis hijos. ¿No se supone que los padres aman a sus hijos? —Apreté mis manos, hasta que mis nudillos se volvieron blancos. No podía ni imaginar lo difícil que fue para mi hermano crecer con él —¿Y su madre? ¿Qué hiciste con ella?
—La maté, no era importante para la vida de Liam y se estaba enamorando de mí.
—Eso es horrible, Darius. Mataste a la madre de tu hijo, ningún niño debería de pasar por eso. ¿Cómo pudiste? —observé como se encogía de hombros, con indiferencia.
—No puedes juzgarme. Hice todo para protegerte y lo volvería a hacer, además, eres la menos indicada para hablar de cosas horribles. Destruiste todo un pueblo, incluido niños que fueron inocentes —arqueó una de sus cejas, como si esperara a que lo desafíe.
—La situación es diferente, ellos no son parte de mí. Nunca haría algo que pueda lastimar a mi familia y mucho menos a mi hijo —dije entre dientes.
Sí, yo tampoco soy una buena persona. Desde que me convertí en una híbrida no he hecho otra cosa que matar sin sentir remordimiento ni empatía por esas gentes. No me importó acabar con sus vidas sin dudarlo, sin embargo, hasta yo tengo un límite.
—Cuando eres un rey, debes de tomar las mejores decisiones, aunque estas no beneficien a todos.
Negué, él no cambiará su manera de pensar.
—Si un rey no puede cuidar a los miembros de su familia, ¿Cómo protege un a todo un clan?
No lo deje responder y salí de su despacho. Algún día Liam será el rey y me encargaré de eso.
Varios meses después.
—¡Feliz cumpleaños, bebé! —comencé a repartir besos por todo su rostro, escuchando su risa y pude jurar que mi corazón se detuvo de tanto amor.
Era la primera vez que celebraba un cumpleaños con él y también era la primera vez desde que pensé que se encontraba muerto, que no lloré en esta época. Era veintiséis de diciembre y Kilian estaba cumpliendo cuatro años.
—Mami, solo deseo dormir —murmuró, adormilado. Reí porque se veía muy tierno.
—¿No quieres ver tus regalos? —Al escuchar esto, abrió sus ojos —. Feliz cumpleaños, mi niño precioso.
Se incorporó y sus brazos rodearon mi cuello, lo sostuve contra mí.
—Gracias —Deposité un beso en su cabeza y nos quedamos un rato así. Nunca imaginé que volvería a tenerlo entre mis brazos ni que se sentiría tan genial ser su madre.
Cuando se separó, pudo ver como toda la habitación se encontraba llena de regalos y chilló emocionado. Se bajó de la cama para ir directo a ellos.
Desde ayer en la noche nos encontrábamos en el hotel de Disneyland en California, Liam y Ayrton se habían encargado de planear este viaje para Kilian y debo decir que hasta yo me hallaba emocionada, era la primera vez que pisaba uno de estos parques.
Darius no pudo venir por asuntos con el clan, él y Liam en los últimos meses se han unido con vampiros de otros países para eliminar a los cazadores y liberar a muchas creaturas que fueron sometidas sus experimentos y torturas.
A pesar de eso, ayer consintió a Kilian con regalos de cumpleaños y navidad. Los vampiros ni los lobos suelen mantener esta tradición humana, sin embargo, lo hicieron porque era la primera navidad que celebraba en mi vida.
Ayrton me regaló una casa en Londres porque en unas de nuestras conversaciones le dije que siempre había querido ir y conocer la ciudad, también mandó a hacer un collar con forma de girasol, mis flores favoritas.
—¡Mira, mami! —dijo, Kilian enseñándome un avión de juguete y varios peluches de distintos animales —. ¡Ahora tengo cuentos nuevos! —gritó, y se puso a correr por la habitación. Aunque una vez expresó que era un "hombre" para leer cuentos, cuando comencé a leerle uno todas las noches les empezaron a gustar.
La puerta de la habitación se abrió y por ella entró Liam cantando cumpleaños feliz con un pastel en forma de avión. Detrás de él se encontraba Ayrton, Briana y Alayna; hermana de Ayrton.
Me la presentó dos semanas después de la fiesta que hizo Darius en el castillo, a la que no he conocido, es a su madre, creo que me evita y yo no le agrado. Siempre que él busca la ocasión para presentarnos, ella lo cancela.
Briana se convirtió oficialmente en la alfa de su manada y James sigue siendo el beta. Ella y yo no nos llevamos muy bien, pero es la tua cantante de Liam.
—... cumpleaños a ti, feliz cumpleaños, Kilian que lo cumplas feliz —Se agachó para que mi bebé pudiera soplar la vela —. Mi sobrino favorito ya no es tan pequeño —Hizo un gesto dramático que hace reír a mi hijo.
Me levanté de la cama y fui a saludar a Alayna. Ayrton cargó a mi hijo y le dio otro regalo. Rodé los ojos de manera divertida, se ha tomado muy en serio en cumplir los caprichos de Kilian.
—Le gusta dar regalos —Me explicó —. Cuando era pequeña también me cumplía mis caprichos, disfruta hacerlo y a mí recibirlos.
—Lo sé, me he dado cuenta.
Briana me saludó, aunque permaneció en su lugar al lado de Liam.
Ayrton se aproximó con Kilian encima de él, bajó la cabeza y besó castamente mis labios.
—Hola, preciosa —Su mirada no se apartó de la mía. Me miraba con esa intensidad que lo caracteriza, mi hombre sabe que siempre me quedó embobada cuando estoy cerca de él.
—Hola —murmuré, sonriéndole y con cierta timidez al ver que todos nos estaban viendo.
—Iugh, no beses a mami —se quejó, Kilian y pude escuchar la carcajada de Liam.
—Ya hemos hablado de esto campeón...
—Pero es asqueroso, nunca voy a besar la boca de nadie —La idea parece horrorizarlo.
—¿Ni siquiera a tu alma gemela? —Le preguntó, Liam.
—No —arrugó la nariz —. Le diré que hay muchos gérmenes.
Ninguno pudo aguantar la risa y él se unió a nosotros. Amo su inocencia, desearía que siempre fuera mi pequeño bebé.
Una hora y media más tarde, terminamos de desayunar y de arreglarnos. Como era invierno, abrigué muy bien a Kilian. Él podía sentir el frío porque era mitad humano, aunque tenía una alta tolerancia a este.
Estábamos en la puerta del parque cuando me di cuenta de que se hallaba vacío, aparte del personal del parque y los personajes que trabajaban aquí. A diferencia del hotel donde había mucha persona que disfrutaban la piscina y otras atracciones que tenía la instalación.
—¿Por qué no hay nadie? —cuestioné a Liam y Ayrton, ya que ellos se encargaron de este viaje.
—Hemos alquilado el parque por tres días —respondió, Liam encogiéndose de hombros.
—¿Eso se puede hacer? —fruncí el ceño, confundida.
—Con dinero suficiente, todo se puede hacer —dijo, Ayrton. Y tuve que darle la razón, el dinero permite muchas cosas.
Luego de esa pequeña conversación nos introducimos a la diversión, el parque estaba decorado con muchas luces y un gran árbol navideño que ahora se encontraba apagado. Por el camino nos encontramos a diferentes personajes y los icónicos Mickey y Minnie. Alayna sacó su cámara y comenzó a sacarnos fotos a todos.
En unos de lo puesto compramos las orejas de los ratones, incluso Ayrton, aunque costó convencerlo. Se veía ridículamente guapo.
—No digas nada —amenazó al ver mi expresión burlona.
Apreté los labios en una fina línea, para evitar reírme. Alayna nos pidió acomodarnos para hacernos una foto a nosotros tres. Kilian y yo sonreímos y Ayrton mantuvo una expresión seria, sin embargo, en sus ojos se notaba la diversión.
—¿Podemos subir a la montaña rusa, por favor, por favor? —suplicó, poniendo ojos de cachorro.
—Eres muy pequeño para subir en ese juego, bebé. Elige otro —su boca se frunció en un adorable puchero, pero asintió.
Quiso entrar a la cueva de los piratas, donde vimos a Jack Sparrow y su tripulación, estos cantaban y bailan mientras íbamos en un barco.
El resto del día pasamos de una atracción a otra, compramos un montón de algodón de azúcar, peluches que Kilian deseaba y muchas cosas que ya ni me acuerdo.
Los personajes estaban informados que era el cumpleaños de mi hijo y cuando nos acercábamos a cualquiera de ellos, se encargaban de felicitarlo. Al caer la noche, vimos un espectáculo de fuegos artificiales al tiempo que las princesas cantaban algunas canciones.
No sé como lo hicieron, pero el cielo se iluminó con un feliz cumpleaños, Kilian. Sus ojos brillaron con felicidad y me entraron ganas de llorar.
—¡Papi, mira! —señaló las luces. Ayrton y yo nos miramos, era la primera vez que Kilian lo llamaba papi. Un nudo se formó en mi garganta y las lágrimas salieron, él me observó preocupado.
—¿Te molestó? —negué. Secó mi mejilla con su pulgar antes de besar mi frente.
—No, simplemente me emocioné.
Ayrton nos rodeó con su brazo y me acurruqué a su lado. Este día no puede ser más perfecto.
Luego de cenar en el restaurante de Olaf, nos dirigimos de vuelta al hotel. Kilian se encontraba durmiendo entre los brazos de Ayrton, había quedado agotado y se durmió camino aquí.
Sufrí un orgasmo visual al verlo ser tan cuidadoso y tierno con mi hijo. Lo dejamos en su habitación que conecta con la de nosotros.
Kilian solo tenía pesadilla con poca frecuencia, estábamos yendo a terapia con una psicóloga del clan y sus mejoras han ido bien. Fue difícil al principio, sin embargo, lo supimos sobrellevar.
Al encontrarnos a solas, Ayrton sostuvo mi cadera, acercándome. Mis manos rodearon su cuello mientras acariciaba su cabello. Agachó la cabeza hasta que nuestras narices chocaron.
—Gracias por hacer esto por Kilian, disfrutó mucho este día —musité.
—Haría cualquier cosa por ustedes, su felicidad es importante para mí —Sus dedos se movían, acariciando con lentitud la piel expuesta de mi espalda. Me estremecí, amaba su toque y lo anhelaba siempre. Me siento tan cómoda estando con él.
—Cada día se me hace más difícil no enamorarme de ti —admití. Una lenta sonrisa se dibujó en su rostro y se vio más hermoso, al igual que peligroso.
—Bien, porque yo ya lo estoy —Sus labios buscaron los míos luego de esa confesión, al contrario de nuestros besos habituales, este era lento y sensual. Jadeé cuando su lengua buscó la mía, recorriendo mi boca con pasión y deseo. Cuando mordí su labio inferior, dejó escapar un gemido gutural. Ese sonido me puso caliente, podía sentir mis bragas humedeciéndose.
—Me vuelves loca, Ayrton Mashall —dije entre besos. Una ronca carcajada salió de su garganta y suspiré. Este hombre será mi perdición.
—Tú también me vuelves loco, Kaela Williams.
¡Hola, pequeñas lunas! ¡Feliz navidad! Espero que se encuentren bien.
¿Qué les pareció el capítulo de hoy?
Hablando de capítulos, a Eres mía le quedan tres más el epílogo. Pronto les diremos adiós a los personajes.
Hay grupo de whatsapp, pedir el link al privado.
Instagram: March_libros.
Twitter: Maryoris_Baez.
Les quiere, March.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro