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Cap.38

Capítulo dedicado a: LadyPizza25

Ayrton

—Si soy tuya, tú eres mío, y tampoco puedes permitir que otra mujer te toque, porque te patearé el culo —Me advirtió.

Me gustó la sensación de que me reclamara como suyo. No tengo ningún problema en pertenecerle, porque ella también es mía.

Un jadeo salió de su garganta cuando reclamé su boca con la mía, saboreé y devoré sus labios, había querido hacer esto desde que la conocí. Su cuerpo se amoldaba de manera perfecta al mío, se aferró a mí cuando no pudo con la intensidad de mis movimientos. Mi lengua se abrió camino a su boca, escuchándola gemir, ese sonido me volvió loco.

Me olvidé de todas las personas que nos rodeaba, solo podía pensar en ella y en lo bien que encajaba en mis brazos, la suavidad de sus labios y el olor a flores que inundaba mis sentidos cada vez que me encontraba con ella en un mismo lugar.

Mía, mía, mía.

Es en lo único que podíamos pensar mi lobo y yo, ella es nuestra.

Un carraspeo hace que nos alejemos, sin embargo, no la suelto ni dejo de mirarla. Sus ojos tienen destellos de rojos, sus labios hinchados y sus mejillas sonrojadas me hacen desear volver a besarla. Mi polla se tensa dentro de mis pantalones al imaginar esos labios envolviendo mi pene.

—Quítale la mano a mi hija —rugió. Los ojos de Kaela se movieron a dirección de su padre y se sonrojó aún más. Lo miré, pero sin quitarle las manos de encima, él no me dirá que hacer con mi mujer.

Podía sentir las miradas disimuladas de las personas que se hallaban aquí.

—Darius, no es el momento —habló en un murmuro.

—Lo que no es el momento es que te estés enrollando con este —me señaló con desdén —, en medio de esta fiesta.

—No son tus problemas, es mi mujer y si nos queremos besar aquí o en cualquier otro lugar, lo haremos —declaré, sin importarme que se molestara. Cuando Kaela vio que su padre daba algunos pasos para acercarse a mí, se soltó de mi agarre y se interpuso entre ambos.

—Darius, no —dijo con firmeza —. No debimos dejarnos llevar en este lugar, aunque tampoco es el momento de iniciar algún tipo de pelea.

—No vuelvas a besarla ni a tocarla indebidamente —ordenó, antes de macharse.

Ella suspira y vuelve su atención a mí, olvidándose de la gente. La acerco hasta que no hay espacio que nos separe. Inclina la cabeza para poder ver mis ojos.

—Ya escuchaste a Darius, nada de tocarme indebidamente —bromeó, colocando sus manos alrededor mi cuello.

—Mmm —Una suave melodía comenzó a sonar, me balanceé al ritmo de la música, llevando a Kaela a seguir mis pasos —. Un rey no recibe órdenes de nadie, mucho menos me prohíbe tocar lo que es mío.

—Si te ordenara a no volver a tocarme, ¿lo harías? —preguntó con genuina curiosidad.

—Sí —dije sin dudar —. Tu consentimiento es más importante que mi deseo, nunca lo dudes. No haría algo que tú no quieras.

Asintió, mientras su mano tocaba distraídamente mi cabello de la nuca. No podía dejar de observarla, de sentirla contra mí.

Baje mi cabeza, hasta que mi nariz tocó la suya. Sus labios se entreabrieron y no pude evitar dejar un casto beso en ellos.

—Llevas tentándome toda la noche —susurré, mi mano se movió a la abertura de su vestido, tocando la suave piel de pierna y trazando las líneas de su tatuaje —. No puedo mantener mis manos quietas cuando estoy contigo—Besé su mandíbula —. Quiero matar a cada hijo de puta que no ha apartado sus ojos de ti —Acaricié la curva de su trasero, ella dejó salir un suspiro y cerró los ojos.

—Ayrton...

—¿Sí, pequeña luna?

—Me encanta que me toques, pero puedo sentir las miradas de todos puesta en nosotros, además, la música acaba de terminar.

Tiene razón, la música terminó y aunque me encanta tocarla, no quiero que nadie aparte de mí vea su placer. Sus gemidos y gritos son solo míos.

Antes de decirle algo, escuchamos el pequeño grito de Kilian llamándola, dirigimos nuestra atención a él que venía acompañado de Liam.

—¡Mami! ¿Podemos bailar, por favor? —Pidió, haciendo un pequeño puchero.

Pude ver como Kaela se derritió de ternura y asintió, tomando su mano entre las suyas.

—Caballeros, si me disculpan —hizo una ligera reverencia —. Iré a bailar con este apuesto príncipe —Me miró una última vez y se unió a la multitud.

—Agradéceme que te salve de tener un gran problema —dijo, digiriendo brevemente sus ojos a mi entrepierna —. Sería vergonzoso tener una erección en medio de un baile.

Cuando lo ignoré escuché su risa burlona y luego desaparecer, supongo que a reunirse con Briana.

No pierdo de vista a Kaela, se ve muy feliz y despreocupada bailando con Kilian, se nota en cada poro de su cuerpo como ama a ese pequeño. Y joder, haría cualquier cosa para mantener esa sonrisa en su rostro.

—No puedo creer que ella en algún futuro sea nuestra gobernante, ¿viste cómo se comportó? Parecía una zorra dejándose manosear por ese lobo —Giré la cabeza para buscar a quien dijo ese comentario, lo encontré a unos pasos de distancia, riendo con otro vampiro.

Apreté la mandíbula, molesto por su falta de respeto. Abrí mi enlace con mi beta, necesitaba que se deshiciera de este problema.

«Anka

«¿Sucede algo, majestad?»

«Sí, necesito que te deshaga de dos vampiros.»

«¿Cuáles?»

«Los que se encuentran cerca de mí, uno tiene un traje rojo con negro y el otro una camisa azul.»

«Ya los vi, ¿los deseas muertos?»

«Sí.»

«Bien, ya me encargo de ellos»

Un minuto después, Bridie se acercó con uno de mis guardias, lo vi decirles algo y ellos miraron en mi dirección, sus expresiones cambiaron y yo sonreí con malicia. Les hice un pequeño saludo antes de que se lo llevaran. Algunas personas observaron mientras se los sacaban del salón, sin embargo, no se atrevieron a intervenir.

Volví a llevar mi atención a Kaela, para notar que se acercaba, ya que la música terminó. Parece que no se dio cuenta de nada, porque no hizo algún comentario al respeto.

—¿Puedes quedarte un momento con Kilian? Me toca dar un discurso —comentó.

—Claro —accedí.

—Pórtate bien, no hagas ninguna travesura. ¿Entendido?

—Sí, mami.

Besó su mejilla y la vi alejarse nuevamente. Me perdí en el suave y sensual balanceo de su cadera, caminaba con elegancia y poder; con el porte de una digna reina. Mi reina.

Las personas le abrieron paso y hacen una reverencia, ella les sonrió con educacion.

—Ayrton —Sentí como Kilian tiraba de mi pantalón de vestir. Baje la miraba.

—¿Qué pasó, campeón?

—¿Me puedes levantar, por favor? No puedo ver a mami.

No respondí nada y me agaché para poder levantarlo, sus brazos rodearon mi cuello, mientras sus piernas intentaban aferrarse a mi cadera.

—Gracias. Ahora tengo una duda, si eres el alma gemela de mi mami, ¿tú serás mi nuevo papi? —cuestionó, frunciendo el ceño.

Me quedé en silencio por un momento, no sabía que responder a eso. No he hablado con Kaela de eso y no tenía ni idea de si le parecía bien que Kilian me viera como su figura paterna.

—Bueno, si tu madre y tú están de acuerdo, puedo ser tu padre —expresé, con calma.

—Yo estoy de acuerdo, pero me tienes que regalar más aviones y regalos, me gustan muchos los regalos —habló con una sonrisa, como si la idea le emocionara.

No pude evitar reír, el pequeño tiene una obsesión con los aviones. Para su suerte, tengo muchos de esos y no me importaría malcriarlo con más regalos.

—Tenemos dos cosas en común, nos vamos a llevar muy bien.

—Lo sé, aunque mami es mía y un poco tuya.

Voy a disfrutar tener este niño en mi vida.

—Buenas noches —Todo el salón quedó en silencio al escuchar la voz de Kaela —. Quiero darles la gracias a todos por venir a celebrar con nosotros la derrota de los cazadores y Boutlyn, sabemos que esto todavía no ha terminado, en algún lugar hay cazadores experimentando y matando a muchos de nosotros, pero hoy hemos ganado la batalla y pronto la guerra. Les agradezco por celebrar con nosotros la resurrección de mi hijo gracias al rey Ayrton —hace una breve pausa y mira en nuestra dirección, sonriendo.

»Ahora, sé que todos saben que soy la sucesora al trono, a algunos les agrada la noticia y otros simplemente la odian. Esta noche quiero renunciar a mi derecho al trono —La sala se llenó de murmullos y yo fruncí el ceño —. Silencio —realizó un movimiento de manos y todo el mundo se calló —. No renuncio por las opiniones de ustedes ni del consejo vampírico, lo hago porque no merezco ese lugar. Mi hermano, Liam es un mejor sucesor. Se preocupa bastante por nuestra sociedad, siempre se encuentra ayudando a todo vampiro que lo necesite y ha crecido con este clan, sabe nuestras debilidades y se encarga de mejorarla, en un futuro, será un rey justo —Miró a Liam antes de hacerle una reverencia —. Por el futuro rey —Alzó la copa que le había pasado un camarero, en un brindis.

—¡Por el futuro rey! —gritaron en unísono. La cara de Liam era todo un poema, pero, aun así, trató de que no se le notara lo incómodo que se encontraba.

Kaela bajó del escenario y Darius sostuvo su brazo, llevándola a una parte alejada de la gente.

—¿El tío Liam es un rey? ¿Puedo ser uno cuando sea grande? —preguntó emocionado.

—En un futuro él será rey y sí, puedes ser uno cuando crezca —dije, mientras caminaba en dirección de mi luna y su padre.

—¡Mami!

Al escuchar a Kilian, Kaela se giró para observarnos.

—Hablaremos mañana, pero ten en claro que no cambiaré de opinión —Lo dejó con la palabra en la boca y sujetó a Kilian cuando él se lazó a sus brazos.

—Ayrton me dijo que podía ser un rey cuando crezca y también que puede ser mi papi, si tú y yo estamos de acuerdo, yo lo estoy, ¿estás de acuerdo? Di que sí, di que sí, él me dará muchos regalos —informó sin detenerse y haciéndole ojos de cachorrito.

Ella me miró confundida y sin saber qué decir. Supongo que pensaba que eso me podría molestar.

—Decidiremos eso otro día, ¿sí? —Él se encogió de hombros —. ¿Puedes quedarte un rato con Kilian? —Le preguntó a Darius que se mantuvo al margen. Acepto, aunque se notaba muy molesto con ella. Kaela besó la mejilla de su hijo y se lo entregó.

Luego sostuvo mi mano y nos llevó hasta la salida.

—¿A dónde vamos? —inquirí cuando salimos del palacio, adentrándonos al bosque.

No respondió y nos seguimos alejando del castillo. Cuando consideró que estábamos lo suficientemente lejos de todos, se detuvo y giró sobre sus talones, quedando frente a mí.

—¿Qué...? —Sus labios interrumpieron cualquier cosa que iba a decir, por un instante, no le correspondí, sorprendido por su iniciativa.

Mordisqueé su labio inferior antes de apoderarme y tomar el control de nuestro beso. La atraje hacia mí, hasta que su pecho tocó el mío. Mis manos se movieron a su trasero y gruñí sobre su boca cuando dejó escapar eso sonidos que me volvían loco. Sus uñas se clavaron en mi hombro al sentir como mi lengua reclamaba la suya. Me apreté contra ella, para que notara lo duro que me puso con solo besarme.

—¿No deberías invitarme primero a una cita antes de asaltarme por el bosque? —bromeé al separarnos, con la respiración agitada.

—Luego tendremos una cita, ahora tengo una fantasía —Pude notar como sus ojos cambiaban a un rojo oscuro.

—¿Qué fantasía? —Mi voz se escuchó más ronca de lo normal, mi deseo por follarla con ese vestido crecía a cada segundo que pasaba.

—Quiero... —Se mordió el labio, como si le avergonzara lo que iba a decir —Quiero que me persigas y si logras atraparme, puedes hacer conmigo lo que quieras.

Joder, mi lobo se puso eufórico y yo rugí. Mi mano fue a su cuello, rodeándolo con firmeza. Esos tentadores labios se entreabrieron y los imaginé envueltos en mi polla, mientras follaba esa preciosa boca.

—¿Así que quieres jugar a que el temible lobo atrape a la dulce y tierna Caperucita? —jadeó cuando apreté el agarre de su cuello.

—Sí, aunque esta Caperucita no es dulce ni tierna —ronroneó con picardía.

—Tienes tres segundos para correr —La liberé de mi agarre —Uno...

—Atrápame, lobito —dijo antes de salir corriendo.

No pude evitar reír y salí a cazarla.

A pesar de la oscuridad del lugar, podía ver todo perfectamente y mis sentidos estaban alerta. Una rama se rompió a mi izquierda y seguí ese sonido.

—Kaela, Kaela —pronuncié su nombre con lentitud —. No tengas miedo, el lobo no te hará nada.

Escuché su risa burlona en la lejanía y corrí, podía oír sus pisadas y oler su aroma que se desvanecía en el aire.

—Lobito, lobito. ¿No puedes atraparme? —el tono burlón de su voz solo lograba excitarme y mi lobo quería tomar todo el control de la situación.

—Cuando te atrape, lo primero que haré es follarme ese lindo coñito deseoso de mi pene.

Giré a mi derecha tratando de ser lo más silencioso posible, podía sentirla cerca.

—Si es que lo logras —Vi el destello de los diamantes de su corona, se encontraba de espalda a mí —. ¿Te rindes?

«¡Mía, mía, mía!»

En menos de dos segundos, ya me encontraba detrás de ella, al darse cuenta trató de escapar, sin embargo, no se lo permití.

—Te encontré —gruñí en su oído. La sujeté, con su espalda pegada a mi pecho. Se estremeció al sentir el tirón de su cabello, dejándome su cuello a mi merced.

—¿Qué harás con esta pobre caperuci...? —gritó al sentir la mordida que le hice y gimió cuando pasé mi lengua en ese lugar.

Mi mano derecha fue al escote de su vestido y lo bajé, dejando al descubierto sus senos. Los pezones se encontraban fruncido y tomé uno entre mis dedos, masajeándolo despacio.

Dejó caer su cabeza en mi pecho con un suspiro, su cuerpo respondía a cada uno de mis toques, eran tan recesiva. Fui dejando besos húmedos a lo largo de cuello, gimoteó al sentir el tirón de su pezón, mi mano izquierda le dio atención a su otro seno mientras la derecha fue a la abertura de su vestido.

—Mira cómo me tienes —susurré, restregando mi erección contra su trasero. Llegué al elástico de su tanga y lo rasgué, su espalda se arqueó y trató de sujetarse de algo.

—Por los d-dioses...

No lograba aparta mis ojos de ella, cada uno de sus gritos, reacciones y la suavidad de su piel me tenían hipnotizado.

—Estás tan necesitada de que te folle...

—P-por favor, Ayrton —suplicó en un murmullo cuando hundí dos dedos dentro de su apretado coño —. Por favor...

—Tan húmeda y resbaladiza —mordisqueé su delicado cuello y luego chupé hasta dejar una marca —. ¿Qué pensarían tu clan si vieran como su reina está a punto de ser follada como una sucia puta?

—No soy una reina —lloriqueó al sentir como mi pulgar acariciaba su clítoris mientras mis dedos se la follaba más rápido.

—Oh, pero si eres mi reina, pequeña luna —Ahogué su grito con mi boca cuando el orgasmo la golpeo con fuerza, su cuerpo temblaba y mordió mi labio hasta que pude sentir el sabor metálico de mi sangre.

Saqué mis dedos de su interior, sus ojos estaban ligeramente cerrados y con las mejillas sonrojadas.

—Abre —ordené. Lo hizo y los llevé a su boca, su lengua lo lamió con timidez al principio, pero terminó chupándolo con ganas. Los saqué y la giré para que quedara frente a mí —. Quítame el cinturón y saca mi polla de los pantalones —Las manos le temblaban un poco cuando comenzó a desabrocharlo, sin embargo, sus ojos brillaban con lujuria.

Mi pene estaba deseoso por sentir sus suaves manos y hundirme en el calor de su interior.

—Eres más grande de lo que imaginé —Pasó la punta de la lengua por labio inferior cuando lo agarró en su pequeña mano.

—Y cada centímetro te pertenece solo a ti. Joder —eché la cabeza hacia atrás en el momento que empezó a acariciar todo mi eje. Apretaba lo justo para desear correrme, lo hacía con ambas manos y el pulgar lo pasaba por mi glande, esparciendo mi líquido pre seminal.

La aparté, si seguía así iba a terminar antes de que la diversión terminara, ella me miró confundida, pero al ver que sacaba un preservativo de mi chaqueta, me lo quitó para ponérmelo ella misma.

No debería de excitarme con esta escena, ¿cierto?

Tan pronto como lo puso, la cargué. Sus piernas rodearon mi cadera y jadeó apenas y sintió mi pene en su entrada.

—Por favor, fóllame ya.

—Me encanta cuando me suplicas —caminé dos pasos para apoyar su espalda en el árbol, agarré mi miembro y lo pasé por su clítoris, burlándome de su placer.

—Ayrton... aaah —sollozó de placer cuando entré en ella de una estocada.

Mi mente quedó en blanco al sentirla tan apretada y cálida, el mundo se detuvo y solo quedamos nosotros dos. Tomé posesión de su boca y comencé a moverme con lentitud para que se acostumbrara.

—Te sientes tan bien en mis brazos, conmigo dentro de ti —murmuré sobre sus labios.

—Te necesito más... —Sus manos abrieron mi camisa y acarició mi pecho. Me hundí con mayor profundidad en su coño en el instante en que se comenzó a mover contra mí.

El ritmo fue aumentando, parecíamos no tener suficiente el uno del otro, no sé sabía donde iniciaba ella y donde terminaba yo.

—Más fuerte —ordenó, jadeando.

—Te encanta tenerme destrozando tu coño —dije con la voz ronca de placer.

—¡Sí! —gritó, cuando aceleré mis embestidas. Tuvo que sostenerse con mayor fuerza, sus uñas se hundían en mi nuca y pude sentir la sangre saliendo de esas pequeñas heridas.

Sus tetas rebotaban al ritmo de mis movimientos, no pude evitar llevarme uno a la boca.

—¡Ayrton!

—Eres tan deliciosa —mordí su pezón con fuerza y las paredes de su vagina apretaron mi pene.

—Me voy a correr —gimió, cerrando los ojos. Dejé un rastro de saliva en su seno y llevé mi mano a su cuello, obligándola a mirarme.

—Córrete y no apartes tus ojos de mí —la embestí con fuerza dos veces y se corrió gritando mi nombre. Gruñí con ferocidad sin dejar de moverme hasta que también alcancé mi clímax.

En mi nube de placer, sentí como sus colmillos perforaban la piel de mi cuello y ella bebía de mi sangre, provocando un nuevo orgasmo en conjunto.

—Me perteneces —dijo de manera posesiva, una vez que estuvo satisfecha.

Sus grandes ojos me miraban complacidos y brillaban con un sentimiento que no descifré. La corona  en su cabeza se encontraba ligeramente torcida, pero eso no quitaba lo poderosa que se veía.

Una vez más, uní nuestras bocas, pero en un beso tranquilo y apasionado. Besarla era como tener mi propio pedazo del paraíso.

—Soy tuyo, cada parte de mí te pertenece, Kaela Williams.

-----------------❤

¡Hola, pequeñas lunas! Espero que se encuentren bien.

¿Qué les pareció el capítulo y Ayrton?

Y hablando de capítulos, a la historia le quedan pocos. ¿Tienen alguna duda que sientan que no se ha resuelto?

Por cierto, hay grupo de whatsapp por si desean unirse. Solo escriban por privado.

Instagram: March_libros.
Twitter: maryoris_baez.

Les quiere, March.

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