Cap.37
Dedicado a barbie9915
Arrullé el cuerpo de Kilian tratando de que se calmara. Desde que vino no ha parado de tener pesadillas, todas las noches se levanta gritando y llamándome en medio de sus sueños.
Mi corazón se rompe cada vez que escucho sus desgarradores gritos y me siento impotente al no poder evitar sus pesadillas.
—Estoy aquí, bebé. Todo estará bien —murmuré, acariciando su espalda con suavidad.
Sus brazos se apretaron más fuerte alrededor de mi cuello, como si no quisiera alejarse de mí. Cuando volví a escuchar otro pequeño sollozo del él, deseé tener el poder de revivir a Lyon para volver a matarlo de una manera lenta y dolorosa.
—¿Quieres que te cuente un cuento, cariño?
Su agarre en mi cuello se aflojó un poco, levanto la cabeza para observarme. Tenía las mejillas húmedas y los ojos rojos. Pase mi mano por su cara para limpiar sus lágrimas.
—Ya no soy un bebé, mami —dijo con seriedad. Apreté los labios para evitar reír.
—Pero si eres mi precioso bebé y siempre lo serás.
—Soy un hombre ahora, nosotros no escuchamos cuentos.
—¿No? ¿Ni siquiera porque te lo cuente yo? —fingí un puchero. Suspiró, mirándome por unos largos antes de asentir.
—Está bien, aunque solo por esta vez.
—Tienes tres años, Kilian —le recordé. Se encogió de hombros y sonrió dulcemente.
Mi corazón se derritió con su sonrisa, es lo más hermoso que he visto en mi vida.
Volví a la cama con él encima de mí, se acomodó en mi regazo colocando su cabeza en pecho.
—Ya puedes comenzar —susurró, una vez que estuvo cómodo.
—Había una vez, un pequeño príncipe que era muy valiente...
—¿Cómo yo, mami?
—Sí, tan valiente como tú, Kilian —afirmé.
Continúe con la historia hasta que su respiración se calmó, quedando profundamente dormido.
Besé su cabeza e inhalé su suave aroma a lavanda.
—Te amo, hijo.
—¿Por qué hay tanta gente en el palacio? —cuestioné, comiendo un pedazo de tocino.
Los vampiros no tenemos que comer, sin embargo, muchos de nosotros lo siguen haciendo.
—¿Padre no te dijo? —negué —. Habrá una fiesta en honor a Kilian y a ti.
Me molesta que Darius no me consulte las cosas que me involucran, pero esa celebración será un buen momento para renunciar a ser la próxima heredera al trono, ya que lo más seguro es que estarán los vampiros importantes.
—¿Cuándo será?
—Hoy.
—¿Hoy? Ni siquiera tengo un vestido para la ocasión, ni nada para Kilian. Además, ¿Qué pasa con los invitados?
—Yo me he encargado de comprarte un vestido y un traje a Kilian. Por los invitados no te preocupes, hace dos días fueron avisados.
Iba a decir algo, pero el olor a tostada quemada me lo impidió, miré a mi derecha, donde se encontraba Kilian con una llama en su mano y quemando el pan.
—Bebé, ¿por qué estás quemando tu desayuno? —Se lo quité de la mano. Él me mira con esos ojos que me hacen suspirar. Tendré un grave problema cuando sea grande.
—Se prendió solo —expresó, tratando de parecer inocente.
Liam dejó escapar una carcajada, pero al ver mi cara, se calló.
—No está bien quemar la comida, cuando ya no quieras más la dejas a un lado y listo. ¿Entendido?
—Sí, mamá —susurró, bajando la mirada.
Besé su frente.
—¿Quieres ir al jardín conmigo?
—Sí, por favor.
—Bien. ¿A qué hora comenzarán a llegar los invitados? —Me dirigí a Liam.
—A eso de las siete de la noche —respondió —. Por cierto, vendrá Briana.
—¿Ya están saliendo oficialmente?
—En eso estamos.
No me sorprende, en estos días Liam divide su tiempo entre el castillo y la manada de Alex para ir a verla.
Kilian y yo nos despedimos de él. Antes de ir al jardín, buscamos una manta, el avión de juguete de mi niño y un libro para mí.
Extendí la manta en el césped y me senté apoyando mi espalda en el tronco de un árbol. Kilian corrió por el lugar con su avión en mano, fingiendo volar. Por unos largos segundos lo observé, todavía me costaba creer que se encontraba conmigo.
Si hace unos meses me hubieran dicho que él estaba vivo o que yo pertenencia a este mundo sobrenatural, golpearía a esa persona.
Ahora me tengo que concentrar en buscarle un terapeuta, una escuela y yo pensar en que haré con mi vida. No sé si continuar en la universidad o hacer otra cosa.
En unos cuantos meses es el cumpleaños de Kilian y me emociona mucho, ya que será la primera vez que lo celebre junto a él.
Abrí el libro e intenté concentrarme en la lectura mientras mi hijo juega, pero a mi mente vino Ayrton.
Hemos estado hablando solo por mensajes de texto porque tiene que dirigir su manada luego de tantos días afuera. Una parte de mí siente que le estoy faltando el respeto a la memoria de Alex, es cierto que después de la muerte de Lyon y la llegada de Ayrton se fue el "hechizo" que me hacía tener sentimientos por él, pero aun así no puedo evitar la culpa.
Suspiré, creo que yo también debo visitar un psicólogo. ¿Hay psicólogos para vampiros?
Kilian y yo pasamos toda la mañana y tarde en el jardín, a la hora del almuerzo la sirvienta nos trajo la comida y cuando terminamos se llevó lo que ensuciamos.
Jugué con él hasta que se agotó y se sentó entre mis piernas mientras me escuchaba leer.
El día pasó muy rápido, llegando la hora de arreglarnos para la fiesta. Recogimos todo y entramos al palacio.
Al entrar a mi habitación, vi que en mi cama se encontraban dos cajas blancas con diseños dorados. Abrí la más pequeña, encontrando un pequeño traje negro bien planchado junto con una camisa blanca y una corbata.
Lo dejé con cuidado y destapé la otra. Esa contenía un precioso vestido negro largo con una abertura en la pierna derecha, la parte de arriba era un corset con escote corazón y dentro de la caja había unos guantes de encaje.
Fui al baño con Kilian, lo duché con paciencia para luego envolverlo con una toalla. Lo vestí, arreglé su espeso cabello negro y busqué unos zapatos que combinaba con su traje.
—Te ves precioso, cariño —Besé su mejilla.
—Lo sé, mami, pero gracias.
Solté una carcajada por su comentario, esto seguro es cosa de Liam.
Le prendí la televisión para que se entretenga mientras me ducho. Me depilé, lavé mi cabello y luego me hidraté la piel. Me puse una bata antes de secar mi pelo, una vez terminé con eso, busqué una tanga negra para que no se notara con el vestido.
Volví a la habitación, Kilian estaba concentrado viendo un documental de animales salvajes. Me senté frente a mi tocador para intentar hacerme un peinado elegante. Recogí mi cabello en un moño bajo, dejando dos mechones sueltos que ondulé para darle forma.
Después de peinar mi cabello de la mejor manera posible, busqué un corrector para aplicármelo en el parpado antes de ponerme sombra roja y darle profundidad con una negra. Peine mi ceja con gel, alargue mis pestañas con máscara y luego pinte mis labios de un rojo mate. No tuve que usar base porque mi piel no la necesitaba.
Cogí mi vestuario y fui a mi closet para cambiarme. El lugar parecía una tienda de tanta ropa que había, al igual que accesorios y zapatos. Me quité la bata para ponerme el vestido que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo. Me miré en unos de los espejos y me gustó lo que vi, me sentía preciosa y sexy.
Busqué unos tacones rojos con punta de aguja, me senté en un pequeño mueble y me lo puse. Al pararme, me veía unos centímetros más alta; espero no fracturarme un pie.
Sali y vi a Kilian todavía entretenido con el documental, al verme dejó de prestarle atención y me sonrió.
—¿Nos pondremos una corona?
—¿Quieres ponerte una?
—Sí.
Entré nuevamente al closet y fui a donde se encontraban las joyas. A pesar de que Kilian tenía su propia habitación, varias de sus cosas hallaban aquí. Aproveche para ponerme un collar que contenía un diamante rojo, al igual que mi tiara. La de mi hijo poseía zafiros negros y pequeños diamantes blancos. Coloqué la corona en mi cabeza con cuidado y sujeté la de Kilian.
—Pareces una princesa —dijo asombrado cuando llegué.
—Y tú un hermoso príncipe —Le acomodé la corona y luego lo abracé —. Te amo, bebé.
—Te amo, mami —Correspondió mi abrazo.
Antes de irnos me puse los guantes y salimos del cuarto conmigo sujetándolo de la mano. Se podía escuchar el leve murmuro de las personas que estaban en el palacio. La celebración no sería en el salón de baile principal, sino en otro que se encontraba en el ala este.
Recorrimos el pasillo en silencio, hasta llegar a las escaleras del salón. Me detuve y observé como todo el mundo dejaba de hacer lo que hacía para mirar en mi dirección.
El espacio se encontraba decorado con rosas negras y rojas que contrastaban muy bien con el blanco y dorado del lugar. Sonaba una suave melodía que una orquesta tocaba en vivo y los camareros se movían por el sitio sirviendo bebidas.
Kilian y yo comenzamos a bajar con cuidado, con los ojos de todos puesto en nosotros. Vi como Darius, Liam y Ayrton se abrían espacio entre la gente, deteniéndose al final de las escaleras.
Mi atención se la llevó Ayrton, no pensé que vendría, pero aquí está. Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver lo guapo que se ve. Tiene un traje igual que el de Kilian, sin embargo, lleva una camisa negra con los dos botones desabrochados. Sus ojos me recorren de arriba abajo, oscureciéndose en el proceso.
—Hija —Darius me ofreció su mano y yo la acepté —. Estás preciosa —Besó el dorso de mi mano con cariño.
—Gracias.
—Mi nieto favorito —dijo con orgullo.
—Soy tu único nieto, abuelo.
—Tienes razón, pero aun así eres mi favorito —Le murmuró como si fuera un secreto.
—Hermana, me llevaré a Kilian —asentí y mi hijo se fue con Liam.
—Tengo que presentarse a algunas personas —habló, mi padre.
—Dame unos minutos y luego iré contigo.
—Bien, no tardes —Se dio la vuelta, marchándose. Algunos de los vampiros todavía miraban en mi dirección, aunque los ignore y me concentre en Ayrton.
—Hola —Incliné un poco la cabeza para verlo a los ojos. A pesar de que llevaba tacones, era mucho más alto que yo. No dijo nada, solo me miraba —. ¿Te comió la lengua el ratón? —pregunté, curiosa.
—No, solo que no encuentro las palabras para describir lo magnifica que te ves —Su voz sonaba más ronca de lo normal. Colocó su mano en mi cintura y me aproximó a él. Siempre que me toca, mi cuerpo reacciona al suyo —. No sé si adorarte como una diosa o... —Bajó la cabeza y acercó su boca a mi oído —Follarte como una puta —Me estremecí cuando deposito un beso húmedo en mi cuello.
Santa virgen de los pecadores.
Puse mi mano en su pecho y sentí como me apretó más a él. Aproveché tenerlo cerca y besé su mandíbula.
—Puedes hacer ambas cosas cuando quieras —susurré —. No te diría que no —Aunque quisiera quedarme junto a él, Darius me espera —. Ahora tengo que irme, pero te veré más tarde, lobito.
Me alejé y busqué a Darius entre la multitud, no me llevó mucho tiempo y lo encontré hablando con unos de los vampiros.
—Buenas noches —saludé, poniéndome al lado de mi padre.
—Kaela, te presento a Finn, miembro del consejo de vampiros.
—Un gusto conocerte, Finn.
—El gusto es mío, alteza —Hace una corta reverencia —. He escuchado lo que hizo con esos cazadores, es asombroso como acabó con ellos.
En ese momento se acercó un camarero ofreciéndonos una copa de sangre. Acepté una y le di un pequeño sorbo.
¿De dónde la habrán sacaron?
—Gracias, aunque no fui solo yo quien terminó con ellos.
—Aun así, es asombrosa, serás una buena reina.
Sonreí de manera falsa, muchos del consejo no piensan lo mismo y yo ni siquiera quiero ser la próxima reina.
Darius mantuvo una conversación con él por unos minutos y luego se encargó de presentarme a la mayoría de las personas de este evento. Fueron tantas, que ya ni recuerdo sus nombres. Vi a Kilian junto a Liam y Briana bailando una canción los tres juntos.
Mis mejillas duelen por mantener una sonrisa tanto tiempo. Me detuve en un rincón del salón mientras Darius subía al escenario a decir unas palabras.
—Alteza —Giré la cabeza para observar a la persona que se acercó —. Es un honor tenerla tan cerca, se ve magnífica esta noche.
El hombre me miraba con una lujuria nada disimulada, internamente rodé los ojos.
—Lo sé.
—Me cuesta creer que algo tan delicado y hermoso acabará con esas criaturas, si fuese mía, no la hubiera dejado ponerse en riesgo.
¿Es en serio lo que dice? Patético.
Su mano agarró mi brazo cuando lo ignoré, tuve el impulso de golpearlo, pero en ese instante llegó Ayrton.
—Vas a perder la mano si no la quitas ahora mismo —dijo fríamente, sus ojos estaban completamente negros.
El vampiro parecía nervioso, sin embargo, le hizo caso a la advertencia.
—No vuelvas a tocar ni a respirar cerca de mi mujer, ¿entendido? —La mano de Ayrton rodeó mi cintura.
¿Estaré mal de la cabeza si digo que me excitaron sus palabras?
—L-lo siento, no volverá a suceder —Se disculpa con miedo —. Solo le decía que una mujer como ella no debería ir a la guerra, podría salir lastimada. Alguien podría hacerlo por ella, tiene a miles de guerreros a su disposición.
—Mi mujer es perfectamente capaz de destruir el mundo y salir sin un solo rasguño, no necesita a alguien más para hacerlo. Ahora lárgate —gruñó, molesto.
El vampiro debió ver algo en los ojos de Ayrton, porque se fue rápidamente. Hice un movimiento de mano, haciéndolo tropezar y caer. Todo el mundo giró en su dirección y comenzaron a murmurar.
—¿Desde cuándo soy tu mujer? —cuestioné, mirándolo a los ojos.
Ignoró mi pregunta.
—Eres mía, jodidamente mía, Kaela. Si vuelves a dejar que otro hombre te toque, lo mataré y luego te follaré hasta que recuerdes a quien le perteneces —murmuró, observándome con intensidad y deseo. Su mano rodeó mi cuello, sosteniéndolo con firmeza, pero sin hacerme daño.
Tragué grueso, mis ojos se fijaron en su boca y mis ganas de besarlo aumentaron. Por retorcido que suene, oír decirle eso no me molestó; al contrario, me gustaba la idea de que matara por mí.
—Si soy tuya, tú eres mío, y tampoco puedes permitir que otra mujer te toque, porque te patearé el culo —le advertí.
Un jadeo salió de mi garganta cuando sus labios reclamaron los míos, devorándolos como si no pudiera tener suficiente. No era un beso ni suave ni delicado, era uno donde se adueñaba de mí. Me aferré a él por la ferocidad de sus movimientos, su lengua se abrió camino a mi boca y no pude evitar gemir.
Podía sentir las miradas en nosotros, pero justo en ese momento no me importaba.
Estoy jodida, sin embargo, no me arrepiento de nada.
¡Hola, pequeñas lunas! Espero que se encuentren bien.
¿Qué les pareció el capítulo? Admito que me gusta mucho escribir escenas de Kilian y Kaela.
¿Qué piensan de Ayrton y Kaela?
Por cierto, quiero decir que no romantizo lo que sucede con estás parejas y lo tóxico que pueden llegar a ser. Nada de lo que sucede aquí es para imitarlo en la vida real, mucho menos desear a alguien tan celoso como suelen ser este tipo de personajes, al contrario, si alguien es así con ustedes en la vida real salgan de ahí.
Ig: March_libros.
Twitter: maryoris_baez.
Las quiere, Mach.
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