Cap. 10
"Es más fácil sonreir que explicar la tristeza "
Capítulo dedicado a mi pendeja y hermana de otra madre, por siempre apoyarme Scarlet Ventura.
A todas mis lectoras por siempre estar ahí y también dándome ánimo de seguir con sus comentarios. ¡Ya somo 15.6k de lectura!
Kaela
Mi cita con Alex fue sublime, a pesar de todo lo ocurrido durante el día. Se que hice bien en darle una oportunidad.
Él me ha demostrado que soy importante para él, no obstante tengo miedo de que todo sea una mentira al igual que lo fue mi relación con Ryan.
Antes pensaba que las personas que sufrían por amor eran estúpidas, porque vamos ¿llorar por un imbécil que no vale la pena?, Pero lo entendí. Cuando le entregas a alguien tu confianza y cada parte de tu alma para luego ver que todo siempre fue una mentira, te sientes tan dolida, frustrada y decepcionada que no vuelves hacer la misma de siempre.
Así me sentí cuando él me dejo, pero lo que en realidad me destruyó por completo fue perder lo más bonito que he podido tener en esta vida.
Los recuerdos me golpean con fuerza, siento que estoy en aquel día en el que médico me dio la peor noticia de mi vida. Lo siento, no pudimos hacer nada por su bebé. Nunca había sentido un dolor tan desgarrador como ese, mi mundo se hizo pedazos y después todo fue oscuridad.
—¡Kaela! —Entran con una gran sonrisa Emma y Briana, pero se les borran cuando me ven.
—¿Por qué estas llorando? —Inquiere Emma acercándose a mi. Frunzo el ceño, no me di cuenta de que estaba llorando. Paso mi mano por mis mejillas quitándome las lágrimas.
—Ah, era que estaba recordando una historia —digo con una mueca—. Pero ¿para qué me buscan? —cambio de tema. La sonrisa de ambas vuelve a parecer en sus rostros.
—Hoy Alex te presentará a la manada como su luna. ¡Que emoción! —dice eufórica Briana. Emma sólo me mira con una pequeña sonrisa.
Y yo… yo sólo me encuentro horrorizada.
—¡¿Qué?! —me levanto bruscamente de la cama —¿Se ha vuelto loco? —no dejo que respondan y salgo de la habitación dejándolas con la palabra en la boca.
Dale la mano y te cogerán la vida.
Cállate la boca, no estoy de humor.
Soy tu conciencia pendeja.
Entro a su despacho, pero no se encuentra ahí. En cambio hay un chico con un montón de papeles, cuando este siente mi mirada levanta la vista de los documentos y me mira. ¡Santo Dios! ¿Aquí no hay nadie feo?
—Así que tu eres Kaela, nuestra luna —arqueo una ceja en su dirección; nunca lo había visto —. Yo soy Samuel, Delta de esta manada. Un gusto. —Se levanta del mueble y extiende una mano hacia mí, se la cojo devolviéndole el saludo.
—Un placer. ¿Sabes dónde está Alex? —cuestiono.
—Está viendo los daños de algunas casas con el equipo de construcción luna. —Antes de que pueda responder aparecen nuevamente Emma y Briana.
—¿Por qué saliste de esa forma? Tenemos que arreglarte para la ceremonia. —Emma me toma del brazo pero me zafo de su agarre.
—No habrá ceremonia —digo con firmeza. Los tres me miran con la boca abierta.
—P… pero eres la luna de esta manada —balbucea Briana.
—¿Qué está pasando aquí? —Todos nos giramos en dirección de la voz de Alex; quien también viene con James —¿Qué está pasando? —vuelve a repetir cuando nadie contesta.
—Les estaba informando que no habrá ninguna ceremonia. —Lo miro fijamente, sus ojos pasan de manera breve a dorados y vuelven a su color habitual.
—Déjenme a solas con ella —habla con frialdad y sin ninguna emoción, sus ojos no se apartan de los míos en ningún momento. Los chicos nos miran a ambos nerviosos pero sin moverse de su sitio —¡Largo! —Su tono de voz y sus ojos están dorados. Se que ahora Matt tiene el control. Ellos no dicen nada y salen del despacho. Él cierra la puerta de un portazo y se acerca a grandes zancada.
Joder con el pulgoso, se ve sexy así todo furioso.
—Repite lo que dijiste —Su respiración choca con la mía. Doy un paso hacia atrás para mirarlo mejor.
—No habrá ninguna ceremonia. —Si él piensa que va a intimidarme está muy equivocado.
—¿Cuando se te ocurrió esta idea que no decidiste informarme?
—De la misma manera que se te ocurrió a ti presentarme a tu manada sin decirme nada —cierra los ojos un momento y cuando los vuelve abrir es Alex quien tiene el control.
—Pensé que todo iba bien entre nosotros —pasó su mano por su cabello y se alejó unos pasos de mi —. Por eso lo hice, no pensaba que harías un drama.
—A este yo lo mato —pienso.
—¿Un drama? —le cuestiono —¿Piensas que esto es un drama? Se supone que estábamos intentándolo Alex, en una relación se consulta las cosas antes de tomar una decisión que implica a la otra persona. ¿Sabes porqué reacciono de esta forma? Porque en tu mundo está ceremonia significa un matrimonio y no deseo casarme contigo —aprieta tanto la mandíbula que temo a que se la rompa — ¿Y sabes porqué me molesta? —no dice nada y continuo —Porque no es la primera vez que lo haces, primero me secuestras ya que soy tu mate y tengo que dejar la vida a la que estaba acostumbrada. Y ahora esto. ¿Qué será lo próximo? —ambos nos quedamos en silencio, su cuerpo está tenso y me miran con una frialdad que me hiela la sangre.
—Tienes razón, te dejaré libre. Puede continuar con tu vida, pero mis hombres te estarán vigilando hasta que se resuelva todo el asunto con los vampiros, no quiero que te pase nada. —Lo dice en tono seco. La verdad no se que decir. A pesar de eso sus ojos se ven tan tristes y derrotados.
—Alex yo… —Trato de acercarme a él, pero se aleja.
—Vete Kaela. —Lo miro y veo como una lágrima se desliza por su mejilla y a esa le siguen otras. Cierro los ojos, por un momento me hubiese gustado no haber dicho lo que dije pero esta hecho. Dejo salir un suspiro de tristeza para después irme.
[…]
Estas semanas fueron una mierda, Alex cumplió con su palabra de dejarme libre y que sus hombres me cuidaran. Regrese a mi pequeña casa y también a la Universidad, él se había encargado de hablar con el director para que pudiera regresar.
En la Universidad todo ocurría lo más normal que fuera posible, tenía que adelantar un montón de proyectos y hacer unos cuantos exámenes. Por otro lado sólo hablaba con Emma y Chad. Briana que también iba a la uni ni me dirigía la palabra. El primer día en que fui me dijo que nunca me perdonaría lo que le hice a Alex. Trevor sólo me saludaba cuando me cruzaba con él por los pasillos.
Podía sentir la tristeza de Alex lo que me hacía sentir mal, resultó que me gustaba más de lo que pensaba.
Trabajaba en una pequeña tienda que estaba a unos quince minutos de mi hogar. La pareja que eran sueños de la tienda eran muy cariñosos y amables con todo el mundo. Me hacían desear tener unos padres como ellos.
Últimamente tenía unos sueños con una mujer igual a mi, pero a su alrededor se sentía un aura muy oscura al igual que sus ojos. Por extraño que parezca esa mujer me hacía sentir una sensación familiar. Aunque lo que me causaba terror eran unas bestias, la tenían sujeta y llenas de sangre. Los ojos de ellos eran igual de negros a de la mujer, ellos me miraban mi cuerpo sabía que estaba en peligro, querían acercarse pero la extraña mujer no lo dejaba. Escuchaba sus gritos diciéndome que me fuera, que corriera lejos y no me dejara atrapar. Y siempre cuando do estaba a punto de despertar escuchaba un suave susurro diciendo que la verdadera yo estaba a punto de despertar.
Luego de escuchar esas palabras despertaba empapada de sudor y con una extraña sensación de que algo estaba a punto de suceder.
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¡Hola hermosuras! Espero que se encuentren bien con todo esto que está pasando con el coronavirus y no salgan de casa.
Si se quieren unir al grupo de WhatsApp mándame mensaje privado.
Les quiere
March.
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