59. El cumpleaños de Kepa
📅 3 de octubre
📅 Casi 6 meses de embarazo
Desde que vi el musical de "La llamada" no paro de cantar sus canciones en el coche. Me las descargué enteras y me las sé de memoria, hasta Kepa las canta conmigo.
Salgo de la pastelería y él me está esperando apoyado en el coche con el móvil en la mano. En cuanto me ve lo guarda y me sonríe. Me lanzo a sus brazos y sus labios se unen a los míos en un lento beso que me dejan con ganas de más.
- Hola marido ¿me has echado mucho de menos?
- Muchísimo. ¿Cómo estás? ¿estás cansada?
- Un poco, pero bien.
Kepa me lleva de la mano hacia el coche y me abre la puerta para que entre. Me siento en el asiento y él se sienta en el suyo.
- ¿Así que oficialmente ya estás de baja por maternidad? -me pregunta él con una sonrisilla.
- Si. Ya lo estoy. Y si te digo la verdad ya lo estaba deseando, me empieza a molestar la espalda y además que aquí Miss Pompón se manifiesta de unas maneras...
Kepa pone su mano derecha en mi vientre y lo acaricia con mucha ternura. La niña se mueve mucho, pero mucho. María dice que su hijo era igual, que hasta el último momento no paraba quieto.
- Quiero llamarla Tara -me dice Kepa haciendo que yo lo mire sorprendido.
- ¿Tara? Pero si...
- Me encanta ese nombre. Cuando creí que te llamabas así ya me gustaba...pero que vaya, que si tú tienes pensado otro, lo hablamos...
- Tara -le digo mientras me quedo pensando- la verdad es que es un nombre bonito, y sería una bonita forma de recordar como nos conocimos.
- ¿Tara entonces?
- Tara.
Kepa me sonríe satisfecho y yo es que no le puedo negar nada con esa cara. Está loquito con la niña. Pero loquito. Todas las noches acabamos tumbados en el sofá y él con su mano en mi vientre. Tara, porque ya la llamaremos por su nombre, es muy activa y hay veces que se mueve tanto que me deja muy cansada.
Estamos casi llegando a casa y estoy un poco nerviosa. Hoy es el cumpleaños de Kepa, cumple 26 y le he preparado una fiesta sorpresa. Ésta mañana ya lo felicite bien felicitado (él, yo y la ducha) y le he dicho que prefería que me invitara a cenar esta noche en vez de ir a comer cuando la realidad es que su familia, Ferrán, Ainara, Pau, Elena, Marcos, Ana y algunos de sus compañeros están en casa esperando que llegue para darle la sorpresa.
Dejamos el coche en el sótano y subimos las escaleras cogidos de la mano. Abrimos la puerta y le dejo a él que entre primero en el comedor. Cuando lo hace y ve a todo el mundo que le grita "Feliz cumpleaños" se queda de pie en la puerta bastante sorprendido. Me acerco a él y beso sus labios mientras le sonrío.
- Esto es cosa tuya Naroa -me dice Kepa abrazándome.
- Por supuesto.
- Gracias mi vida.
Kepa entra dentro y recibe las felicitaciones de todo el mundo. Se emociona cuando ve a su padre porque no se esperaba que el pudiera venir. Peio ha hecho un gran esfuerzo para estar hoy al lado de su hijo.
- ¿Cómo están mis niñas?
Maria viene hacia mi y me abraza poniendo sus manos en mi barriga.
- Bien, bastante bien. Por fin estoy de baja maternal.
- Ahora a descansar cariño y a disfrutar del embarazo. Estoy deseando que te vengas a Ondarroa.
- Yo también. Tengo unas ganas.
- Yo si que tengo ganas. Estoy tan contenta de que te vayas a venir. Y Peio está loquito. ¡Si vieras la de cosas que le ha comprado a la niña!
- Te quiero mucho Maria - miro a mi suegra y la abrazo mientras ella hace lo mismo.
- Yo si que te quiero. Has llegado a nuestras vidas para darnos luz. Si hasta Peio se ha quitado años de encima.
Peio viene hacia mi mirándome muy sonriente.
- ¿Cómo estás cariño?
Me suelto de Maria y lo abrazo a él dejando que sus manos se posen en mi barriga.
- Bastante bien la verdad.
- Cuando vayas a Ondarroa tenemos muchas cosas que hacer que he leído que las embarazadas tienen que andar mucho...
- No si entretenida me vais a tener, eso seguro.
- ¿Te quedarás con nosotros o en vuestra casa?
- Pues con vosotros, por supuesto.
Peio me besa en las mejillas y se engancha a mi brazo.
- No te puedes imaginar lo feliz que soy de ser abuelo. Me habéis dado la vida tú y mi hijo. Estoy deseando que nazca la chiquitina.
Aprieto mis labios intentando no llorar pero es que no puedo cuando veo a mis suegros con lágrimas en los ojos.
- Anda venga - dice Maria- que sois los dos unos ñoños.
Me agarro al brazo de Peio y vamos a hablar con el resto de invitados. Kepa se da la vuelta y me guiña un ojo sonriéndome feliz.
Naroa, la comida es una fantasía - me dice Pau con sus brochetas en la mano. Lo que este muchacho come no es normal- debería venirme a vivir aquí con vosotros, Ferrán me tiene muerto de hambre.
- ¡Pau te estoy oyendo! Y tú me tienes arruinado con lo que comes -le grita Ferrán desde el otro lado del comedor.
- Tranquilo rubio que siempre que quieras te puedes venir a comer a mi casa -le digo a Pau besando su mejilla.
El timbre de la puerta vuelve a sonar y al poco rato aparecen mi hermano, Oliver y Jax. En cuanto llegan Christian se cuelga del brazo de María haciendo las delicias de mi suegra.
- ¿Y mi sobri? -me pregunta Jax dándome un abrazo.
- Ya sabes, en lo suyo, moviéndose sin parar.
- ¿Y si resulta que al final es portera?
- Tiene toda la pinta. Por cierto, allí hay alguien que lo mismo quiere saludarte más efusivamente...
Le hago un gesto con la cabeza señalándole a Kaia la cual está en una esquina de la mesa con un sándwich en la mano, el cual se ha quedado a medio camino en cuanto ha visto a Jax. Ambos se miran devorándose con la mirada y yo le doy un empujón a mi amigo para que vaya a por ella. Tardan poco en desaparecer del comedor sin que nadie se de cuenta, bueno, todos menos yo claro.
- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos cumpleaños feliz!
Kepa sopla las velas de su tarta agarrado a mi mano. Cuando termina todos le aplaudimos y él se gira para darme un largo beso. Nos hace callar a todos con las manos y me agarra de la cintura.
- Muchísimas gracias a todos por estar aquí conmigo, sobre todo a mi padre que sé lo mucho que le cuesta viajar. Si pienso en mi cumpleaños del año pasado, aquí en Madrid, solo y en el de este año, desde luego que mi vida ha cambiado mucho...y la culpa es de esta señorita que está a mi lado...
Kepa me estrecha entre sus brazos y yo me sonrojo al ver tantos ojos puestos en mi.
- Te quiero mucho Naroa. Gracias por casarte conmigo y por querer formar una familia juntos.
Kepa me da un largo beso que me sabe a gloria mientras escucho los gritos de Ferrán y Pau diciéndonos de todo. Nos separamos y escondo mi cabeza en su pecho muerta de la vergüenza.
- Pues os íbamos a decir como se iba a llamar la niña y ahora os vais a quedar con las ganas -les digo mirando a la pareja de primos.
- ¡Venga ya Naroa!
Los gritos y las protestas no se hacen esperar y yo les saco la lengua sobre todo a mi hermano y a Ferrán por pesados. Alzo mi cabeza para mirar a Kepa y él me mira asintiendo.
- La niña se va a llamar...Tara -dice Kepa mientras escuchamos los oohh de todo el mundo.
- Anda mira, como aquella hermana gemela que tenías Naroa -me dice Pau alzando su copa y guiñándome un ojo.
- Sigues siendo tonto Pau -le respondo yo rodando mis ojos.
Los padres de Kepa y Aritz se han quedado a dormir en casa. Mañana por la mañana se irán en avión de vuelta a Ondarroa. Kaia se ha ido con Jax, Oliver y Chris, aunque creo yo que esta noche duerme en casa de Jax. No me ha dado ni tiempo a hablar con ella. Solo me ha hecho una señal con los dedos diciéndome que todo Ok.
Estoy ya metida en la cama. Estoy bastante cansada. Desde que me levanté esta mañana a las 8 para ir a la pastelería no he parado. Menos mal que por fin estoy con la baja maternal y voy a poder descansar. Kepa sale del baño y después de quitarse la sudadera se mete en la cama. Yo no pierdo de vista sus movimientos. Como el boxer que lleva le marca todo el culo y lo que no es el culo, la camiseta que le queda apretada en los antebrazos. Putas hormonas que me tienen babeando por él, bueno, y cuando no estaba embarazada también babeaba.
- ¿Te gusta lo que ves pequeña?
Kepa me da una sonrisa torcida mientras se mete en la cama y se gira para mirarme.
- Sabes que si Arrizabalaga. Estás muy bueno, pero eso no hace falta que te lo diga.
- Usted también está muy buena señora.
Kepa pone una de sus manos en mi mejilla y me atrae hacia él para besarme. Su boca sabe a la menta del enjuague bucal y su lengua busca la mía acariciándola constantemente. Kepa se pone encima mía haciendo que yo abra mis piernas. Sus manos buscan la cinturilla de mis pantalones para bajármelos mientras yo le libero el pene de los boxers.
- Intenta no gritar Naroa. Que mis padres están al lado y no quiero que mañana me pongan la cara colorada.
- No grites tú -le digo mientras poco a poco se va deslizando dentro de mi.
Me muerdo los labios ahogando un gemido mientras él alza una de sus cejas divertido. Por un momentos nos olvidamos del mundo y solo somos él y yo, como siempre hemos sido. Mis manos se agarran a sus brazos y le pido más susurrándole al oído. Sus embestidas son cada vez más rápidas pero él tiene mucho cuidado de no apretarme la barriga. Mis piernas lo rodean dejando que así me embista más profundo.
- Te quiero loco.
Busco sus labios y los beso. Estoy hambrienta de él, de sus besos, de sus caricias por todo mi cuerpo. Es deseo puro y duro por Kepa. Se mueve cada vez más rápido y yo siento que ya no puedo más. Me abrazo a su cuello y le susurro que me voy, que no puedo mäs. Nuestros labios vuelven a unirse y ahogamos nuestros gemidos el uno en el otro mientras nos venimos juntos. Al terminar nos miramos y nos reímos muy bajito. Kepa sale de mi y deja un pequeño camino de besos hasta llegar a mi barriga.
-Tara mi amor, espero que no te hayamos despertado, pero es que tu madre me provoca con esas bragas que se pone ahora.
- Tú eres tonto -le digo tirándole del pelo- llevo estas bragas porque no me están bien las mías idiota.
- Pero si son muy eróticas, grandes, pero eróticas.
Me levanto de la cama haciéndome la ofendida y él me coge del brazo para que no me vaya. Sus labios buscan los míos y me besa poniendo una de sus manos en mi mejilla.
- Ya te dije una vez que tú eres sexy te pongas lo que te pongas Naroa.
- ¿Aunque esté así de gordita?
- Naroa. Estás embarazada cariño, y estás preciosa, y más preciosa que te vas a poner.
Mis ojos se llenan de lágrimas y lo abrazo buscando la calidez de su cuerpo. Kepa acaricia mi espalda y nos tumbamos los dos en la cama mientras yo no despegue mis brazos de él.
- Naroa, cuando nazca Tara ya lo voy a tener todo en la vida. Tú y ella, ya no necesito nada más para ser feliz.
*** Buenos días a todo el mundo. Ya quedan poquitos de esta maravillosa historia de amor. Quiero dar las gracias por el apoyo recibido y por los comentarios tan bonitos que me hacéis por aquí y por privado.
Que paséis una buena semana!! Muchos besos y abrazos para todos ***
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