56. La Venganza Es Un Plato Que Se Sirve Bien Frio
📅 Madrid
19.00 de la tarde
14.00 de la tarde en San Juan de Puerto Rico
Mientras Naroa y Kepa disfrutaban de su primer día de casados, Carly se preparaba en un hotel a las afueras de Madrid para dar el si, quiero a su futuro esposo. Sólo las íntimas sabían que se casaba con Kepa, para los demás sería una auténtica sorpresa así como para el mundo del corazón. Había sido muy cuidadosa con la exclusiva para que su nombre ocupara todas las portadas y programas de televisión al día siguiente. El nombre de Carly estaría en boca de todo el mundo. Como ella quería y esperaba.
Se tocó la flor que llevaba el pelo y sonrío pensando en todos sus planes de futuro. Intentaría convencer a Kepa para que reconociera a su hijo como suyo, y una vez que se separaran, porque lo harían, recorrería los platos de televisión, daría exclusivas con la noticia de su separación. Por supuesto, el portero vasco quedaría como el malo. Ya se inventaría alguna infidelidad con alguna modelo o incluso podría usar a la insulsa de su ex.
Después sería el turno de su hijo. Lloraría admitiendo que su hijo no era de Kepa y que él incluso le quería quitar la custodia. Más tarde, la bomba, diría quien es el verdadero padre de su hijo, y así, por lo menos, estaría un par de años en el candelero. Todo estaba orquestado perfectamente y nada podía fallar. Se tomó una copa de champan satisfecha por como iban las cosas y la puerta de la habitación se abrió.
Puso cara de asco al ver a Aritz entrar por ella, el cual la cerró echándole el pestillo disimuladamente para que nadie los interrumpiera.
- ¿Qué haces aquí Aritz? Deberías estar abajo acompañando a tu hermano en el altar. Venga, que ya mismo bajo, lárgate de aquí.
Carly le hizo un gesto con la mano para que se fuera pero fue inútil.
- Sólo venía a enseñarte la última publicación de Instagram de mi hermano, ¿quieres verla?
Aritz le enseñó su móvil a Carly aguantándose la risa. Cuando la instagramer vio la foto, su cara cambió poniéndose palidísima mientras un orgulloso Aritz la miraba sin compasión.
Naroa, mi amor. No puedo imaginar no estar aquí ahora mismo, en este momento, sosteniendo tu mano, esperando que el resto de nuestras vidas comience. Tú eres mi hoy y todas mis mañanas. Porque tú no susurraste en mi oído sino en mi corazón. Y que feliz me hace poder decir bien alto que soy tu marido y tú mi mujer.
- ¿Qué coño es esto?
Carly se levantó tremendamente furiosa casi echando espuma por la boca. Le tembló todo el cuerpo por la rabia. A Aritz le hubiera encantado poder grabarla y ponerla en bucle.
- ¿No es evidente? Mi hermano se ha casado con su novia - le dijo Aritz muy tranquilamente.
- ¿De qué estás hablando Aritz? No tiene ni puta gracia.
Aritz se sentó en uno de los sillones de la sala mientras ella se iba a por él como un mihura.
- Siéntate Carly. Que vamos a hablar.
- ¡Yo no tengo nada de que hablar contigo! O viene tu hermano ahora mismo o llamo a la policía.
- Me parece que eso no va a pasar y te voy a decir porqué, pero antes ¡siéntate de una puta vez!
La voz que pegó Aritz le hizo dar un respingo a Carly y sentarse furiosa. Sentía hervir la sangre. Sobre todo porque si esa foto era verdad a estas horas medio mundo sabría que Kepa se había casado y no era con ella. Su venganza iba a ser terrible.
- Mi hermano se ha casado con su novia, la cual le va a hacer padre. Van a formar una familia porque se quieren y quieren estar juntos. Y ni tú, hija de puta, lo vas a impedir...
- ¡Estás en mis manos Aritz! Una palabra mía y...
- Te equivocas, como siempre. Te voy a contar lo que mi hermano y yo hemos estado haciendo mientras tú preparabas tu boda de mierda...
Durante los siguientes minutos Aritz pasó a explicarle como él mismo había visitado a Bernardo en la casa donde vivía con sus padres. Como él no se acordaba de nada de lo que había pasado ni estaba en condiciones de poder hablar, se lo contó todo a sus padres. Pero todo, todo. Porque además Aritz estaba muy arrepentido de sus actos y quería asumir las consecuencias. Por supuesto les contó los planes de Carly.
Al principio sus padres se pusieron nerviosos y muy enfadados con Aritz, pero, poco a poco recapacitaron pues no era la primera vez que su hijo había cometido algún abuso de ese tipo a otra chica. Con la promesa de no denunciar a Aritz, si Kaia hacia lo mismo con su hijo, y una buena cantidad de dinero para "ayudar" en la rehabilitación de Bernardo, Aritz puso delante de su cara el documento firmado por los padres de Bernardo ante los abogados de ambos, del acuerdo alcanzado.
Carly miró a Aritz horrorizada pues su plan se estaba viniendo abajo. Sintió un sudor frío por todo su cuerpo y empezó a temblar.
- Cómo ves, no tienes nada ya conque chantajearnos, y si se te ocurre hacerlo público, la familia de Bernardo te denunciará y sinceramente, aquí el famoso es mi hermano no yo. A nadie le importa lo que yo haga o deje de hacer. Y que no se te olvide que la idea de todo esto fue de tu padre.
- Mí padre está muerto Aritz. No podéis hacer nada contra él...
- Si, lo está. Pero tú y tú madre si que estáis vivas y la vergüenza que sentiría tu madre y la gente de alrededor... Así que, tu misma. Bueno, ahí te quedas. Creo que tienes que salir a dar explicaciones de porqué no te casas. No te deseo suerte, no te la mereces hija de puta.
Aritz se levantó sonriendo orgulloso viendo como la decepción y la rabia se instalaba en la cara de la instagramer.
- Y por cierto Carly, ahora voy a ser yo quien te amenace como has hecho tú con mi familia. Como se te ocurra volver a molestar a mi hermano hago público que estas embarazada de Cristiano Ronaldo...
La cara de Carly era un poema. Aritz se río y quito el cerrojo saliendo de la habitación muy aliviado. Mientras salía del hotel cogió el teléfono y marcó el número de su hermano Kepa con una sonrisa satisfecha. El portero le respondió al instante.
- Ya está hecho.
Kepa volvió a dejar el teléfono en la mesa y se dio la vuelta para volver a la cama con su mujer. Joder, su mujer. Se le llenaba la boca cada vez que lo pronunciaba. Naroa estaba preciosa recién levantada y lo mejor de todo es que de ahora en adelante estaría todas las mañanas a su lado. Esta preciosa mujer sería lo último que vería al acostarse y lo primero al abrir sus ojos.
- Tengo que contarte algo - le dijo Kepa. Ella alzó una de sus cejas y dejó de beber su zumo de naranja.
- Hazme un favor y no me asustes. Te recuerdo que llevo a tu hijo en mi vientre Arrizabalaga.
Kepa le dio un beso a Naroa en los labios poniendo sus manos en su barriga.
- Y no lo olvido. Tú y mi bebé sois lo más grande que tengo.
Kepa le contó a Naroa todo el plan que el mismo Aritz se encargó de preparar desde que su hermano le contó el chantaje de Carly. Naroa lo miraba alucinada y a la vez riéndose. Le hubiera encantado ver la cara de la instagramer cuando viera sus fotos de boda. Al terminar abrazó a Kepa mientras él aspiraba su dulce olor.
- Te quiero Kepa. Te quiero tanto que aún a veces creo que esto sigue siendo un sueño.
- Tranquila mi niña. Te juro que no pienso dejar que nada ni nadie nos arrebate lo que es nuestro. Porque tú eres mía y te pienso defender así se me vaya la vida en ello.
Kepa besó a su mujer con muchas ganas y si, tremendamente aliviado. Carly por fin, había recibido su merecido. Y pensar que esa horrible mujer podía haberle robado estos momentos.
Se amaron de nuevo, se perdieron entre las sábanas besándose y acariciándose sin prisas. Sus bocas recorrieron la piel del otro y sus besos se volvieron más exigentes a medida que sentían que eran uno y sólo uno. La habitación se lleno del roce de sus cuerpos, de gemidos sin contener, y cuando cayeron exhaustos en la cama se abrazaron necesitando tenerse aún muy cerca.
- Luego le diré a Marcos que tenía razón -dijo Kepa entrelazando sus dedos con los de Naroa por encima de su barriga.
- ¿Qué ha dicho ahora Llorente? Que ese cada vez que habla sube el pan.
- Que el sexo de casados es mucho mejor porque follarte a tu mujer te hace que te tiemblen las rodillas.
- Bueno, creo que por primera vez Marcos dice algo coherente, pero que yo sepa, acabamos de hacer el amor Arrizabalaga.
- Y ahora me gustaría follarme a mi mujer que te tengo ganas otra vez.
- Tú siempre me tienes ganas, Kepa.
- Tranquila, que el darte amor nunca te va a faltar Naroa.
- Eres más tonto.
- Pero me quieres.
Kepa le guiño un ojo a su mujer mientras ella lo miraba divertida. Naroa se tumbó en la cama y él puso su mano en su desnuda barriga dándole suaves caricias. Las yemas de sus dedos hacia que se le pusiera la piel de gallina.
- Creo que me quedé embarazada el fin de semana de la caravana - le dijo Naroa haciendo que él la mirara perdido en sus ojos claros.
- En el saco de dormir.
- Ahí mismo - le contestó ella riéndose.
Kepa puso sus labios en su vientre besándola con mucha delicadeza.
- Pequeño mío. Ya me he casado con mamá, ya no vas a ser un bastardo...
- ¡Kepa!
Naroa golpeó a su marido en la cabeza y él protestó airadamente. Levantó su cabeza y Naroa lo miró entrecerrando sus ojos.
- Te quiero mucho mi bebé - siguió diciéndole el portero al vientre de su mujer - Estoy loquito por ti y por tu madre. No lo olvides que sois mi vida entera. Si os llego a perder a los dos me muero. Voy a estar siempre con vosotros, siempre.
Kepa beso el vientre de su mujer y cuando alzo sus ojos ella tenía la cara surcada en lágrimas. Se incorporó y la sonrisa conque la miró podría derretir a cualquiera. Kepa abrazo a su mujer sintiendo los fuertes latidos de su corazón.
- No llores mi vida - le dijo Kepa limpiando sus lágrimas con sus dedos- ¿Quieres que te consuele para que no llores más?
Kepa le sacó la lengua arrancándole un sonrisa a Naroa. Estaba claro que con Kepa no se iba a aburrir en la vida.
Naroa lo empujó a la cama y se puso encima de él. Se quito la camiseta dejando sus pechos al aire. Kepa la miraba embobado relamiéndose los labios.
- Perdona pero creo que ya va siendo hora de que YO me folle a mi marido.
Kepa abrió sus brazos y los puso en cruz.
- Soy todo tuyo esposa.
- Siempre has sido mío, solo mío.
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