📅Mediados de febrero

📅 DÍAS DESPUÉS

- Yo quería cenar con Ferrán - Ainara me mira haciendo un puchero . Tengo que aguantarme las ganas de reír porque la pobre no sabe todo lo que le hemos preparado. 

- Tía, no te quejes que hace mucho tiempo que no quedamos las tres solas para cenar.

- Ya, pero es que mañana es mi cumple y quería estar con él a las doce.

- Bueno, pues te jodes, lo ves a las una. Pues si que te ha dado fuerte con Ferrán.

- Ay, Naroa. Si es que tenías razón. Es tan increíble, en todos los sentidos. Esa pinta que tiene de chulo y de prepotente es mentira, luego es un trozo de pan, más dulce y cariñoso...y en la cama, joder, si es que no te aburres con él Naroa.

- No necesito tanta información Ainara -le digo riéndome- que luego no puedo mirarlo a la cara.

- Es que... Ferrán es único Naroa. Ni tengo que fingir los orgasmos cuando estoy con él.

- ¿Tú has fingidos orgasmos? -Ainara me mira rodando sus ojos y suelta una sonrisilla. Miro por el retrovisor y me mosqueo un poco porque hay un coche que desde hace unos cinco minutos va detrás nuestra y me estoy empezando a cabrear. O puede que sean imaginaciones mías.

- Buah. Uno detrás de otro. Así los tíos con los que estaba terminaban antes...

- ¿Con todos?

- Menos con Ferrán. ¿Y tú?

- ¿Yo? Ninguno, y menos con Kepa.

- ¿Quién es mejor Kepa o Jax? -Ainara me mira riéndose y yo resoplo.

- Kepa. El sexo con amor es mucho mejor Ainara, y yo a Kepa lo amo con locura. Además, que con él estoy haciendo cosas que no he hecho nunca con nadie...

- ¿Cómo qué?

- Como hacerlo en un granero a las tres de la mañana...no preguntes Ainara.

Mi amiga se ríe a carcajadas y yo vuelvo a mirar por el retrovisor. He torcido por otro sitio a caso hecho y el coche nos sigue detrás.

- ¿Qué pasa Naroa?

- Nada...bueno, que me da la sensación de que el coche de atrás nos está siguiendo.

Ainara se da la vuelta nerviosa y se queda mirando el coche. Estamos paradas en un paso de peatones y el coche se ha puesto bastante cerca del mio.

- ¡Joder! -dice ella poniéndose nerviosa. 

- ¿Qué pasa?

- Que creo que es Alex.

- ¿Alex? ¿Estás segura?

- Ese es el coche de Belinda, lo sé por la matrícula. Joder, ¿porqué nos sigue?

- Mira, no lo sé, pero tenemos que despistarlo. Me está dando miedo que nos siga.

- Vale, de acuerdo.

En cuanto el semáforo se pone en verde quemo rueda y conduzco rápidamente por la carretera. Para ir a casa de Elena tenemos que coger la autovía, pero en el último momento me paso la salida para despistar al coche que nos sigue y cojo una carretera secundaria. Miro por el retrovisor, y el coche sigue detrás nuestra. Trago saliva nerviosa y si, bastante asustada, sobre todo porque cada vez se pone más cerca nuestra.

- Es Alex, Naroa, acabo de verlo -me dice Ainara nerviosa también- acelera y perdámoslo de vista, no me fío de él.

- Eso intento Ai.

Creo que en estos momentos quiero más a Kepa por haberme regalado el Suzuki Swift Sport porque si fuera otro coche no podríamos ir tan rápido por la carretera.

El coche de Alex se pega más al nuestro y hay un momento que hasta nos da por detrás haciendo que las dos nos lancemos un poco hacia adelante.

- ¿Pero que está haciendo este gilipollas? -grita Ainara.

- Creo que quiere echarnos de la carretera Ai.

Doy un volantazo y giro por una salida para ver si puedo despistarlo pero su coche coge más velocidad y se pone al lado nuestra. Y si, es Alex, el cual nos mira con una escalofriante sonrisa desde su coche. Vuelve a pegarse a nosotras y me da un empujón con el coche que hace que me desestabilice. Ahora también agradezco cuando Jax me obligaba a ayudarle a probar los coches de carreras que arreglaba para los circuitos. Consigo estabilizar el volante y sigue al lado nuestra. Veo que intenta otra vez acercarse a nosotras y entonces reduzco velocidad frenando poco a poco hasta que dejo que él me pase. El muy idiota mira hacia atrás sin ser consciente de lo que he hecho.

La carretera es más larga y sigo conduciendo a baja velocidad. Alex intenta reducir pero esta vez me pongo yo detrás de él hasta estar bastante cerca de su coche. Hago un giro hacia la derecha para meterme por un camino y él quiere hacer lo mismo. No calcula bien y la parte de atrás de su coche roza la mía y yo acelero empujándolo. Alex de pronto pierde el control de su coche y unos metros más adelante va y se choca con una farola. Ainara pega un grito y yo hago lo mismo. Aparco el coche a un lado de la mal iluminada carretera y me quito el cinturón intentando calmarme.

- ¡Se ha matado! -dice Ainara llevándose las manos a la cabeza.

- ¡No digas tonterías Ai! Venga, vamos a ver si se ha hecho algo.

Miro a Ainara la cual tiene la vista fija donde está el coche de Alex.

- ¡Ainara! ¡Mueve el culo joder!

Mi amiga sale de su trance y se quita el cinturón. Ambas salimos del coche y yo rodeo mi lado hasta acabar cogiendo de la mano a Ainara. Ambas andamos abrazadas y con mucha cautela hacia donde está Alex. Al parecer el coche ha chocado con la farola y aparentemente no ha sido grave. Lo inspecciono mientras Ainara se queda mirando a Alex con la cara desencajada. Se ha dado en la parte izquierda, parece ser que tiene el faro roto y un poco destrozado el guardabarros, pero nada más.

- Naroa, Alex está muerto.

Ruedo mis ojos y voy hacia la parte del conductor. Aparto a mi amiga y miro a Alex que está encima del airbag. Me acerco a él pero antes me saco los guantes de lana de mi bolsillo. Que si, que he visto muchos capítulos de CSI, y más vale prevenir y que no estén mis huellas por si acaso. Me acerco a Alex y con mucho cuidado le levanto la cabeza. No tiene ninguna herida, ni sangre, ni nada. Acerco mi cara a su nariz y siento su aliento en mi mejilla. Lo inspecciono bastante bien y el muy cabrón hasta está roncando y todo. Increíble.

- No está muerto Ainara. Está respirando. Y por cierto, huele a alcohol que tira para atrás.

- ¿Estás segura?

- Está durmiendo la mona. Anda, vamos y llamamos a emergencias, ¿o quieres quedarte aquí?

- Ni de coña.

Ainara me coge del brazo y ambas caminamos hacia mi coche. A mi amiga le tiemblan las manos un montón. Cuando llegamos al coche, el cual está un poco alejado abro para coger el móvil.

- ¡La que se va a liar Naroa! -Ainara se lleva las manos a la cara muy nerviosa y medio llorando.

- Pero, ¿porqué?

- Pues porque ahora vendrá la policía, y nos preguntará que hacíamos nosotras aquí, verán tu coche y empezaran a hacernos preguntas...que la policía no es tonta Naroa.

Miro la parte delantera de mi coche con la linterna de mi móvil. No parece que tenga nada, ni un rasguño. Gracias Kepa, te amo por regalarme este coche amor.

- Nosotras no hemos hecho nada Ainara. Si acaso él . Joder, que nos ha seguido y nos ha intentado sacar de la carretera...

- Empezarán a preguntar y a atar cabos...se sabrá que era su amante, y lo de las fiestas, y lo de las drogas...y luego Belinda, se va a liar, pero a liar.

Ainara camina de un lado para otro con las manos en la cabeza. Me acerco hacia ella y se las quito para que me mire.

- Respira Ai, respira. A nosotros no nos va pasar nada. El que tiene que tener cuidado es ese capullo. Y ahora vamos, llamemos a emergencias vaya que se muera de verdad.

Volvemos al coche y cuando voy a marcar el número, vemos un coche que se para donde está el de Alex. Desde donde estamos nosotras no puede vernos, así que nos quedamos mirando y vemos como se baja un chico y saca su móvil rápidamente. Ainara me agarra del brazo con una mirada suplicante.

- ¿Y si nos vamos?

- ¡Ai! ¡Venga ya!

- Que si Naroa. Mira ese chico ya está con él y estará llamando a la policia. Seguramente cuando vengan le harán la prueba de alcoholemia y sumarán dos y dos...y no creo que Alex sea tan tonto como para decir que estaba persiguiendo a su ex-amante...

Miro a Ainara y miro de nuevo hacia donde está el coche del chico. Lo veo asomarse por la ventana y hablar seguramente con Alex. Mi amiga se muerde los labios mientras me mira.

- Naroa, vayámonos. Míralo, está bien.

Ainara tira de mi y resoplo fastidiada. Tampoco es como si dejáramos a Alex medio muerto-abandonado. Además se lo merece por cabrón.

-Vale, venga vámonos. Y de esto ni una palabra a nadie.

Nos montamos en el coche despacio. Arranco y decido no encender las luces hasta que estemos lo suficientemente alejadas de la carretera como para encenderlas. Voy con el corazón a punto de estallarme de los nervios. Vemos a lo lejos una ambulancia y coches de policía que pasan al otro lado de la autovía. Me muerdo los labios sin poder creerme lo que voy a hacer.

- Deberíamos llamar a Elena y decirle que no vamos a ir Naroa.

- ¡Joder, no podemos!

- ¿Y porqué? no estamos para fiestas Naroa, que yo estoy que me muero del susto.

- Pues porque Elena, Ferrán y yo te hemos organizado una fiesta sorpresa en casa de Elena, por eso tenemos que ir por cojones, fingir que había tráfico y tú poner cara de sorprendida, ¿te vale?

- Vale, pero no me chilles joder.

-No te estoy chillando, es que estoy nerviosa.

Ainara y yo nos quedamos calladas durante un buen rato. Estamos casi llegando a casa de Elena.

- ¿Crees que estará bien? -me pregunta Ainara mordiéndose los labios.

- Mira, por lo que he visto te digo que sí, que está bien. Pero si es algo más grave, verás como nos enteraremos pronto.

- ¡Madre mía!

Llegamos a la calle de Elena y saco mi móvil para mandarle un mensaje diciéndole que estamos aparcando. Me quito el cinturón de seguridad y le cojo a Ainara la cara con mis manos.

- Y ahora vamos a entrar ahí, vas a poner tu mejor sonrisa de sorprendida y si quieres hasta llora y todo, pero de esto ni una palabra, sobre todo a Kepa y a Ferrán, por lo menos hasta que termine la fiesta, ¿entendido?

- Entendido. Y Naroa...gracias.

- No me des las gracias. Si vamos a la cárcel que nos pongan juntas por lo menos.

Ainara se ríe y yo le saco la lengua. Salimos de mi coche y antes de ir a casa de Elena compruebo que en verdad no tenga ningún rasguño ni por delante ni por detrás quedándome más tranquila. Tocamos al timbre de su casa adosada y ella nos abre. Ainara me coge de la mano mientras yo cojo aire pensando como voy a disimular delante de Kepa lo que nos ha pasado. Si es que puedo, claro.

📅 MÁS TARDE

Llevamos cuatro horas en casa de Elena y ya se ha ido mucha gente. Quieren seguir la fiesta en alguna discoteca y Ainara y yo no tenemos muchas ganas. Tengo un nudo en mi estómago que no puedo y cada dos por tres me da por mirar en mi móvil por si hay alguna noticia de la muerte de Alex, que son las tonterías que me ha metido Ainara en la cabeza. Kepa me agarra de la cintura y me da un beso en el cuello.

- ¿Te pasa algo preciosa? Llevas toda la noche dispersa -le sonrío como puedo y niego con mi cabeza mientras lo distraigo con un beso.

- Nosotros nos vamos a casa -dice Ainara cogiendo de la mano a Ferrán- estoy un poco cansada y quiero dormir.

Ainara y yo cruzamos nuestras miradas. Agarro a Kepa de la mano y después de darle las gracias a Elena, salimos los cuatro de casa de mi amiga. Me muerdo los labios y creo que hasta me tiembla las manos.

- ¿Nos decís ya que coño os pasa? -nos dice Ferrán mientras se para en mitad de la calle. Ainara traga saliva mordiéndose los labios nerviosa.

- ¿Y qué nos va a pasar? -le replico yo.

- Naroa, te conozco cariño, y cuando habéis entrado te lo he notado. ¿Qué ha pasado?

- Pues si no ha pasado nada... - les digo yo intentando convencerlos.

La voz de Ainara interrumpe mi frase y hace que me tiemble todo el cuerpo.

- Casi matamos a Collado.