
22. Perdón y bacalao, la combinación perfecta
📅 Sábado
- A ver si viene pronto Kepa, me muero de hambre -Ainara suelta la cuchara en el plato y se relame los labios.
- ¿Cómo está?
-Está perfecto, Nari.
- Pues ahora lo apago, lo dejo reposar y cuando venga Kepa cenamos.
Mientras apago la vitro y le pongo la tapa al bacalao Ainara se bebe otro sorbo de vino blanco. Ha traído un par de botellas porque dice que esta noche se piensa emborrachar bien a gusto. Su móvil lo tiene en silencio, dice que pasa de Alex y de todo el mundo. Que si pasa algo importante, ya se enterará mañana, que hoy solo quiere disfrutar de la cena con nosotros. Kepa me dio ayer las llaves de su casa para que Ainara y yo hiciéramos la cena tranquilamente. Esta confianza que tiene en mi me hace sentir bastante feliz.
- Ya estás pensando en Kepa. Tienes una cara de felicidad que no puedes con ella Naroa.
- Es que lo soy Ainara. Es que con él todo es tan diferente...es como si nos conociéramos de siempre. Entre nosotros las cosas surgen tan espontáneamente y tan natura... en mi vida he estado tan a gusto con alguien como lo estoy con él...
- Me alegro tanto por ti cariño. Y mira que Jax siempre ha sido mi número uno...pero Kepa le da cien mil vueltas a todos...
- Si que lo hace si...
Escuchamos el sonido de la puerta del sótano abrirse y sé que es Kepa. Nos vamos al comedor a esperarlo mientras lo escuchamos subir las escaleras. Ainara se sienta en el sofá y yo me quedo de pie para recibirlo en cuanto entre. La puerta del comedor se abre y aparece él mirándome muy sonriente. Hoy también han ganado y él ha sido titular, y se merece que le de unos buenos besos para darle la enhorabuena. Kepa avanza por el comedor cuando detrás de él aparece alguien más. Ferrán.
Me quedo parada mirándolo sorprendida y miro a Kepa el cual aprieta su mandíbula sin dejar de mirarme.
- Naroa -me dice Kepa mientras avanza hacia mi.
- ¡Lo que faltaba! -me giro para ver a Ainara ponerse de pie mientras mira a Ferrán muy cabreada- me voy Naroa.
- Espera Ainara, no te vayas -le dice Ferrán cogiéndola del brazo para que no se vaya.
- ¡No me toques imbécil! -le dice ella zafándose de él.
- Lo siento, perdona. No quería molestarte -le dice él avanzando un paso hacia atrás para darle espacio.
- Chicas, Ferrán quiere hablar con vosotras -nos dice Kepa mirándonos a las dos. Lo miro fijamente algo cabreada por la encerrona y lo veo mirarme suplicante.
- Yo no tengo nada que hablar con este imbécil -continúa Ainara- la última vez que hablé con él luego me puso de narcotraficante, de puta y de delincuente...
- Lo siento Ainara, lo siento de verdad. Me pasé un montón contigo, con vosotras -Ferrán nos mira a las dos y algo en su mirada me hace ver que realmente está apenado y arrepentido.
- Me pasé dice -Ainara pone sus brazos en jarra mientras lo mira. Veo que tiene los ojos brillantes y que se está aguantando las ganas de llorar- Naroa sabe lo que me cuesta abrirme a la gente. Creí que tú eras diferente, pero me equivoqué...
- Y lo soy Ainara. Perdóname, por favor. No lo pensé bien. Me dejé llevar por lo que me contaron y ...después descubrí que no era verdad...
- ¡Y claro que no es verdad! Joder, que yo no tengo ni puta idea de lo que hace o deja de hacer el cabrón de Alex, es que ni me interesa...
- ¿Has dicho cabrón? -Ferrán la mira con una media sonrisa y se acerca un poco más a mi amiga
- Ferrán, eres un capullo -sigue diciéndole Ainara mientras le sonríe un poco. Ella podrá decir misa pero se derrite delante de Ferran.
- Lo sé. Y lo siento. Os pido perdón a las dos por juzgaros cuando resulta que sois dos tías increíbles...por favor, os pido, no, os suplico que me perdonéis...me he portado fatal...
- Casi haces que rompamos Kepa y yo -le digo intentando hacerme la dura con él cuando yo ya lo he perdonado.
- Y me arrepiento un montón. Es que no tengo filtros, y cuando se trata de mis amigos, no quiero que le hagan daño... -me responde Ferrán.
- ¿Quién te contó lo de las drogas y todo eso Ferrán? -le pregunta Ainara.
- Puado.
- ¡Genial! -dice Ainara resoplando- si ese no se acuesta con Alex porque Collado no es gay, que si no ya hacía tiempo que estaría follándoselo...
- ¿Puado es gay? -dice Kepa bastante sorprendido.
- Algo así. Sólo sé que bebe los vientos por Alex -Ainara mira a Kepa y a Ferrán- no os fiéis de Puado y menos de Collado...
- Ahora lo sé -le dice Ferrán mirándolo arrepentido. Se ha acercado cada vez más a Ainara y ella no rehúsa su cercanía- ¿me perdonas Ainara?
Mi amiga y Ferrán se miran a los ojos fijamente y yo no puedo evitar esbozar una sonrisilla porque secretamente creo que esto es lo que necesita ella ahora mismo.
- Invítala mañana a comer y te perdona -le digo yo a Ferrán mientras él se gira para mirarme- pero no en un sitio pijo. Llévala a comer a la sierra, le encanta ir a los mesones de carne a la brasa.
Ainara me lanza una mirada y yo le saco a la lengua. Los dejo a los dos que sigan hablando y yo me voy a la cocina para ver como está el bacalao. Llego hasta allí y busco una fuente donde echarlo. Escucho los pasos de Kepa y sus manos se deslizan en mi cintura abrazándome.
- Siento no haberte dicho que venía Ferrán. Quería hablar con las dos a la vez.
- No pasa nada Kepa. No estoy enfadada.
Agarro sus manos y dejo que me aparte el pelo del cuello donde deja un tierno beso que eriza toda mi piel.
- Te he echado tanto de menos hoy. Me gustaría que un día fueras al Metropolitano a verme jugar algún partido.
Me doy la vuelta y deslizo mis manos en su cuello perdiéndome en la intensidad de sus ojos caramelo.
- Al próximo voy, te lo prometo -le dio besando sus labios. Nuestras lenguas se buscan y me entretengo besándolo unos buenos segundos.
- Huele de maravilla. Estoy deseando probar el bacalao.
- Espero que te guste.
- Todo lo que venga de ti me gusta Naroa -beso sus labios de nuevo y al separarme no puedo evitar abrazarlo unos segundos.
- Necesito tenerte cerca Kepa. Ahora mismo te necesito más de lo que pensaba.
- No voy a irme a ningún sitio Naroa. Y yo también necesito tenerte cerca...o encima o debajo...
Le doy un puñetazo a Kepa mientras él se ríe y volvemos a abrazarnos.
- ¡Tengo hambre! -la voz de Ferrán nos hace separarnos mientras nos reímos- ¡alimentadme pues!
- ¡Pues ayuda a poner la mesa! -le digo yo también gritándole- me alegro de que lo hayas invitado Kepa. Creo que al final nos haremos amigos y todo
📅 MÁS TARDE
- ¡Joder Naroa! que bien cocinas hija -Ferrán se toca la barriga después de haber repetido dos veces el bacalao.
- Me alegro que te haya gustado -le respondo mientras me echo otra copa de vino. Casi ni queda porque nos hemos bebido los cuatro las dos botellas que ha traído Ainara. Bueno, yo más que con esto que son futbolistas y se tienen que cuidar...
- ¿Qué queréis beber? -nos pregunta Kepa abriendo el mueble bar. Ainara se pone a su lado y empieza a ojear las bebidas que tiene mi novio.
- Uy, vodka morado. Trae anda, que el vodka pone tonta a tu novia -Ainara coge la botella que Kepa le tiende y la lleva hacia la mesa.
- ¿Cómo de tonta? -le pregunta Kepa sacando también una botella de Puerto de Indias.
- Cariñosa, besucona...tú sabes -le dice ella guiñándole un ojo a Kepa.
- Te estoy escuchando, Ai -le digo yo.
Kepa viene hacia mi y me da un beso en los labios que me hacen querer comerle toda la boca. Se sienta en una silla a mi lado mientras Ainara y yo estamos las dos en el sofá. Mi amiga me sirve un vaso de vodka el cual mezclamos con un poco de coca-cola
- ¿Y tú como te pones Ainara? -le pregunta Ferrán haciendo que ella lo mire riéndose.
- Unas veces le da por llorar y otras por quitarse el sujetador argumentando que es una prenda que la oprime -le respondo yo.
- Una puta sola vez me lo quité y es porque se me clavaba el aro y áun sigues dándome por culo con eso -me dice ella.
- Pues no llores ¿vale? prefiero verte con las tetas sueltecicas... -le dice Ferrán haciendo que yo me ría a carcajadas.
- ¿Ves? -le dice Ainara a Kepa girándose para mirarlo- ya se está poniendo tonta.
- Anda, que vamos a jugar a un juego -dice Ferrán sacando su móvil- que nos hace falta soltarnos un poco.
- Si lo que quieres es emborracharme y que te coma la boca otra vez...vas listo -le dice Ainara haciéndole gestos con la mano.
- Ya lo veremos pequeña -Ferrán le guiña un ojo a mi amiga y yo abro los míos sorprendida.
- Estos acaban follando -le digo a Kepa por lo bajito pero no lo suficiente porque Ainara y Ferrán me miran los dos.
- ¿Y tú y yo? -me dice Kepa poniendo su mano en mi muslo.
- Tú y yo vamos a hacer el amor cariño.
Me acerco a Kepa y le doy un beso poniéndole ojitos después. Si, vale, se me ha subido el vino y el sorbo de vodka. Y me siento más feliz que una perdiz. Ferrán saca su móvil y nos explica el juego. Tenemos que escoger un número del uno al 30 y cada número tendrá una pregunta a la que hay que responder con la verdad. Ainara es la que empieza eligiendo.
- El cinco -dice ella mientras Ferrán mira su móvil y se pone a reír.
- ¿Qué quieres que te haga la próxima vez que nos veamos? -le dice Ferrán mirándola fijamente.
- Que me hagas gemir como una perra -le contesta Ainara haciendo que el valenciano abra sus ojos como platos y yo empiece a reírme a carcajadas- has dicho que íbamos a jugar ¿no?. Venga, dame el móvil que me toca a mi preguntarle a Kepa.
Ferrán le da su móvil a Ainara todavía sin poder reponerse de la respuesta de mi amiga. Le está bien empleado por listo.
- El doce -le dice Kepa bebiendo un sorbo de su bebida. Dios, que labios más comestibles tiene.
- ¿A quién de nosotros dos elegirías para hacer un trío? -Ainara se ríe y yo miro a Kepa para ver que contesta.
- No me gusta los tríos, nunca lo haría -contesta él algo serio.
- A mi tampoco me gustan -contesta Ainara- pero si tuviera que hacerlo lo haría con Naroa y contigo.
- ¿Y yo qué? -le pregunta Ferrán haciéndose el indignado- que te te perdido perdón ochenta veces ya Ainara. No me dejéis solo jo...
- Tú con Elena y Pau que aquí sobras guapo -le dice Ainara riéndose.
- Podemos hacer una orgía los cuatro -le sugiere Ferrán.
- ¿Estáis de broma, no? -les pregunto yo algo enfadada- porque no pienso compartir a Kepa con ninguno de vosotros. No voy a dejar que lo toquéis.
- Me encanta como marcas territorio -Kepa me mira satisfecho y yo le sonrió mientras me muerdo los labios- venga que me toca a mi. Elige Naroa.
- El veinticinco -contesto yo.
- ¿Alguna vez te has masturbado pensando en mi?
- Si -le respondo mirándolo fijamente mientras él baja su mirada hacia mis labios.
- ¿Cuándo?
- Al día siguiente de conocerte...en la ducha...
- ¡Demasiada información Naroa! -los gritos de mi amiga no me distraen de la mirada de Kepa sobre mi. Él se acerca muy despacio para hablarme al oído.
- Tendrás que enseñarme luego como lo hacías pequeña pervertida -Kepa deja un suave beso en mi cuello que me hace temblar y desear que estos dos se larguen donde sea.
- Me toca -Kepa me da el móvil y me giro mirando a Ferrán.
- El once.
- ¿Qué intenciones tienes con la chica que hay a tu izquierda?
Vale, si, esa pregunta no está en el cuestionario, pero quiero saber lo que Ferrán quiere de Ainara. Él me habla a mi y se pone como un tomate sin girarse para mirar a mi amiga.
- Lo que ella me deje, la verdad -me dice Ferrán y mientras lo miro veo que es muy sincero en lo que me cuenta- por lo pronto voy a conquistarla poquito a poquito hasta que deje de ver al cabrón de Collado y se muera sólo por estar conmigo.
Ainara suelta un jadeo y yo abro mis ojos como platos. Ferrán se da la vuelta y la mira a ella la cual se lleva las manos a la cara visiblemente emocionada.
Pasamos el resto de la noche bebiendo y diciendo tonterías hasta que el tonteo de Ainara y Ferran es bastante evidente. Yo llevo un rato con mi mano en el muslo de Kepa. La he subido un poquito hasta rozarle el pene. Ha pegado un respingo en la silla y yo le he puesto morritos mirándolo divertida.
- Naroa y yo nos vamos a la cama -Kepa se levanta de la silla y me da la mano para que me levante- vosotros haced lo que os de la gana. Si queréis quedaros a dormir ya sabes donde está todo Ferrán. Hala, buenas noches y hasta mañana.
Kepa sólo me deja que le diga adiós con la mano a Ainara mientras veo como ella y Ferrán no dejan de mirarse. Mi novio me saca a rastras del comedor y me lleva hacia su dormitorio.
- ¿Me lo parece a mi o entre esos dos hay demasiada tensión sexual? -le pregunto a Kepa mientras entramos en su dormitorio.
- Pues que les explote en la cara, que se harten de follar esta noche o que hagan lo que les de la gana... yo lo único que quiero es que me enseñes como te tocabas cuando pensabas en mi.
Kepa me agarra de la cintura y empieza a besarme de una manera salvaje. Sus besos son duros y exigentes, tomando de mi boca todo lo que yo le doy. Sus manos suben mi jersey hasta quitármelo del todo y dejarme solo con el sujetador. Me va guiando poco a poco hasta tenerme tumbada en la cama. Me quita el resto de la ropa dejándome sólo en ropa interior. Pone la calefacción y lo veo sentarse en la cama mientras se relame los labios mirándome.
- Tócate Naroa, enséñame como lo hacías por favor. Me tienes loco desde que me lo has dicho.
La voz de Kepa es sumamente sensual y me viene a la cabeza aquel momento en la ducha. Trago saliva y sin dejar de mirarlo pongo mis manos en mi estómago y lo voy deslizando poco a poco hasta alcanzar el borde de mis braguitas. Poco a poco las voy bajando y él me ayuda a quitármelas haciendo que el mero roce de sus dedos en mi piel ya me tengan encendida.
Pongo mis dedos en mi centro y empiezo a tocarme sin dejar de mirarlo. Nunca había hecho esto. Nunca me había tocado delante de nadie, y tengo que decir que es sumamente excitante. Ver como me mira, como sus ojos brillan de deseo hace que mis niveles de lujuria aumenten poderosamente.
Siento como estoy mojándome y deslizo mi mano para tocar esa humedad que empapa mis dedos. No puedo evitar jadear cada vez que me toco, cada vez que mis dedos se mueven en círculos sobre mi clítoris con lentitud. Siento la mirada de Kepa en mi. Lo veo quitarse la camiseta y bajarse los pantalones hasta quedarse sin ropa también. Se coloca entre mis piernas y yo sigo moviendo mis dedos cada vez más deprisa, cada vez más ansiosa por correrme. Me encanta subir y bajar mis manos por toda mi abertura para después volver a concentrarme en mi clítoris.
- ¿Qué imaginabas cuando lo hacías Naroa? Cuando te tocabas pensando en mi.
- Que estabas en la ducha conmigo -escucho mi voz entrecortada porque siento que de un momento a otro me voy a correr- que tus dedos eran los que me tocaban.
- Debería haberlo hecho, cuando dormiste en mi casa, debería haber ido a tu cama por la noche y hacerte el amor. Debería haberte besado por todo el cuerpo y haberte hecho gritar mi nombre hasta quedarte sin voz.
Siento que ya no puedo más sobre todo cuando me habla así. Mis dedos se resbalan, estoy tremendamente húmeda. Siento mis mejillas como me arden y como mi cuerpo quiere liberarse.
- No puedo más Kepa -abro mis ojos para mirarlo y lo veo tocarse su pene mientras me mira
- ¿Quieres correrte tu sola?
- No...no quiero.
Kepa me da una media sonrisa y se posiciona entre mis piernas y de una sola embestida se introduce en mi haciendo que deje de tocarme y me concentre en él y solamente en él. Es moverse un par de veces y no puedo evitar explotar y tener un orgasmo increíble. Jadeo su nombre sin control. Me muerdo los labios para no gritar fuerte mientras él se mueve dentro de mi sin parar, hambriento de mi y de mi cuerpo. Lo abrazo con fuerza mientras intento recuperarme del orgasmo que acabo de tener para concentrarme en otro.
Y estoy que no me lo creo. No acabo de terminar cuando quiero hacerlo de nuevo. Kepa sigue moviéndose, sigue embistiéndome con fuerza mientras yo lo recibo gustosa. Mis dedos arañan la piel de su hombro. Mis labios se pegan a su cuello y siento de nuevo como mi cuerpo lo reclama. Sus movimientos dentro de mi me hacen desearlo cada vez más, el no querer que pare, el querer que me haga completamente suya.
- Kepa voy a correrme otra vez.
- Mi niña preciosa, hazlo. Córrete, que me voy contigo.
Abro mis piernas para sentirlo más profundo en mi. Siento un cosquilleo en todo mi cuerpo y me agarro con fuerza a Kepa mientras él no deja de moverse, de acariciar mis paredes y de hacerme sentir que somos uno y sólo uno. Mis labios buscan los suyos para que acalle mis jadeos. Mis piernas aún se alzan más y me invade de nuevo otro increíble orgasmo. Kepa enrosca su lengua con la mía y yo engullo sus gruñidos mientras siento como se derrama en mi y como juntos gritamos y nos saciamos el uno del otro.
Unos segundos después intentamos recobrar el aliento mientras recibo tiernos besos suyos por mi mejilla y por la suave curva de mi cuello. Él levanta la cabeza y me mira con los ojos brillantes mientras yo me pierdo en sus ojos caramelo.
- Eres mi puta fantasía hecha realidad Naroa.
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