Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11. 3 X 3

📅 Una semana después...

📅 Jueves

Ainara, Elena y yo estamos sentadas en la cafetería de la facultad haciendo hora para nuestra próxima clase. Guardo mi móvil en el bolsillo después de leer el mensaje de buenos días de Kepa, algo que me hace sonreír. Llevamos una semana mandándonos mensajes y hablando por teléfono. Y aunque no nos hemos visto Kepa no para de decirme que tenemos que quedar otro día, pero que esta vez quiere invitarme a cenar. Me estoy haciendo de rogar porque aunque me apetece mucho quedar, aún me da cierta vergüenza estar con él. No sé, es como si todavía no tuviera asimilado lo que está pasando entre nosotros.

Ainara me mira alzando una de sus cejas y yo le hago un gesto con mis hombros. A ella si le he contado que volví a verlo y que somos amigos. Lo único que me ha dicho es que tenga cuidado por que no quiere que me rompa el corazón. A ver, ahora mismo somos amigos y de ahí a que vaya a algo más...
Vale si, no me lo creo ni yo.

- Ay. Por allí viene Pau.

Me quedo mirando a Elena la cual tiene una sonrisa ahora mismo de oreja a oreja. El otro día nos contó que ha conocido a un chico en una de sus optativas y que le gusta un montón. Se le nota porque no para de hablar de él. La veo agitar su mano llamándolo y giro mi cabeza para ver como el chico en cuestión se acerca a nosotras.

- ¡No me jodas! - digo en un susurro mirando a Ainara.

- ¿Qué pasa, tía?

- El tal Pau, que es el amigo de Kepa.

Le digo mirando al rubio que se acerca a nuestra mesa. Elena se levanta muy sonriente y lo saluda con dos buenos besos. Pau le sonríe también y nos mira a nosotras dos quedándose muy sorprendido cuando repara en mi.

- ¿Tara? - me pregunta él haciendo que yo cierre mis ojos nerviosa.

- No, soy Naroa - le respondo.

- No, tú eres Tara.

- Que no, que soy Naroa -él me mira frunciendo el ceño como no creyendo lo que le digo.

- Entonces, ¿eres la hermana gemela de Tara?

Dios. O Kepa no le ha dicho mi verdadero nombre o es más tonto que mandado a hacer.

- ¡Que no ostias! Que no tengo hermana gemela y me llamo Naroa. Lo de Tara era una broma.

Le hago un gesto con los ojos para que se calle porque Elena no deja de mirarnos a los dos muy confundida. Pau coge la indirecta y se sienta en una silla con nosotras.

- ¿Y de  que os conocéis vosotros? -nos pregunta Elena a la cual veo que me mira muy sospechosa.

Aprieto mis labios y cojo aire pensando en que voy a decirle.

- Ella es amiga de mi mejor amigo - dice Pau mirándome con una media sonrisa. Vale, pues no es tan tonto.

- ¿Ah, si? ¿Y de qué amigo? - sigue diciendo Elena.

- No lo conoces Leni - le respondo yo.

- ¿Y como se llama? ¿Y por qué no lo conozco yo?

- Uy Naroa -me dice Ainara poniéndose en pie mientras me coge de la mano - venga, que llegamos tarde a Cultura.

Me levanto con rapidez dejando a Elena con la palabra en la boca.

- Bueno Elena, luego nos vemos en mi casa - le digo a mi amiga- y Pau, me alegro de verte.

- Igualmente. Le daré a nuestro amigo recuerdos tuyos. Y oye, te queda bien la sudadera del Atlético.

📅 MÁS TARDE

Ainara y yo hemos tenido que contarle a Elena que fuimos a una fiesta del rollete de Ainara y que ahí fue donde conocí a Kepa. Es una verdad aunque a medias. Lo único que nos ha dicho es que podíamos haberla llevado. 

Mis dos amigas llegaron hace un rato a mi casa. Pedimos un par de pizzas y las dos aparecieron con suficiente alcohol para hacer un botellón casero. Tenemos la música puesta y de vez en cuando nos ponemos a bailar dándolo todo.
Elena está algo achispada y lleva un rato con el móvil mandando mensajes y riéndose.

- ¿A quien le mandas mensajes? - le pregunto mirando por encima de ella- ¡madre de dios!

Elena me mira riéndose. Esta un poquitin borracha y tiene las mejillas muy sonrosadas.

- ¿Qué pasa? - pregunta Ainara sentándose al otro lado de Elena.

- Aquí ésta - le digo señalando a nuestra amiga - que le está mandando unos mensajes a Pau que tela.

- A ver -dice Ainara. Elena le enseña el móvil y la castaña empieza a reírse leyéndolos en voz alta.

ELENA tú y yo tenemos una cita

PAU Cuando quieras

ELENA pero tú ropa no está invitada

PAU pues te invito a portamos mal, ¿vienes o voy?

ELENA ven tú, pero te advierto que no estoy sola. Estoy en casa de Naroa con Ainara

PAU pues me llevaré dos amigos para que las entretengan

ELENA te mando la ubicación. No tardes nene

- ¿En serio va a venir? - le digo a mi amiga mirándola bastante alucinada

- Si, si. Y trae dos amigos, lo mismo uno de ellos es tu amigo ese - Elena se ríe mientras Ainara y yo nos miramos- y ya que Pau viene pienso comerle toda la boca y lo que no sea la boca.

- En mi cuarto no -alzo mi dedo en su dirección y Elena me mira con picardía. 

Desde que la conozco no la había visto tan entusiasmada en un chico y me alegra porque nos contó que se tuvo que venir de Tarragona porque su último ex le hacía la vida imposible. Estoy un poco nerviosa ante la posibilidad que Pau traiga a Kepa. No lo veo desde la semana pasada, y si, me muero por verlo. Ainara y yo nos bebemos un par de chupitos de vodka morado sobre todo para aplacar mis nervios. 

Media hora después el timbre de mi casa suena y mi corazón ahora mismo así como mi estómago está bastante revuelto. Elena va a abrir muy alegre y Ainara y yo nos ponemos en pie esperando a "nuestros invitados".

- Espero por lo menos que el otro amigo de Pau o bien esté bueno o me de una buena conversación porque estar de sujeta velas con vosotras dos es bochornoso -me dice Ainara haciendo una mueca.

- No estás de sujeta nada, tonta -le digo abrazándola- primero, entre Kepa y yo no hay nada, y segundo, tampoco es que haya entrado por la puerta...

Cierro mi boca al instante y una sonrisa se forma en mi cara al verlo entrar en mi comedor. Me muerdo los labios nerviosa sobre todo al ver como me da una mirada de arriba a abajo que hace enloquecer a todo mi cuerpo. Y maldita sea si no está hoy más bueno todavía que la última vez que lo ví. No me lo pienso, me acerco a él y lo abrazo poniendo mis manos en su cuello. Kepa se queda algo sorprendido pero sus manos tardan poco en estar en mi cintura.

- Me alegro de verte. Aunque no lo creas te he echado de menos -le digo en un susurro para que sólo él pueda escucharme. Kepa se separa de mi y sus ojos relucen al compas de una hermosa sonrisa torcida.

- Yo también te he echado de menos .

Nos quedamos mirándonos como si estuviéramos solos en la habitación hasta que la risa y un ligero carraspeo del moreno que los acompaña me hace girarme y soltarme de su cuello.

- Hola Ferrán -le digo acercándome a él para saludarlo con dos besos- me alegro de verte, ¿Qué tal?

- Pues bastante bien, ¿y tú N-A-R-O-A-T-A-R-A? -ruedo mis ojos al mirarlo y él se ríe a carcajadas

- ¡Vaya! Así que este es el gracioso de los tres -dice Ainara mirando a Ferrán con los brazos cruzados. El valenciano se separa de mi y gira su cabeza para mirar a mi amiga. No me pasa desapercibido el repaso que se hacen los dos.

- No bonita, yo soy el guapo de los tres -le responde Ferrán acercándose algo más a mi amiga

- Deberías hacértelo mirar, ¿Ferrán?

- Para ti, tu dios.

Ainara rueda sus ojos al mirarlo y se da la vuelta para volver a la mesa. Me giro mirando a Kepa y veo que su mirada sigue fija en mi. 

- Asi que esta es tu casa -me dice él sonriendo.

-Ven anda, que te la voy a enseñar.

Agarro de la mano a Kepa y sus dedos se entrelazan con los míos. Es como si fuera de lo más normal el cogernos de la mano. Dejamos a nuestros amigos en el comedor y le hago un pequeño tour por la cocina, el baño, y los dos dormitorios. Al llegar al mío, Kepa lo mira todo con mucho detenimiento y curiosidad. Sobre todo las fotos de mi mural. Se apoya en mi escritorio mientras yo lo miro algo más alejada de él.

- Anda ven -me dice alargando una de sus manos. Se la cojo y él me acerca hasta tenerme colocada entre sus piernas. Sus manos se posan en mi cintura y esta cercanía que tenemos no es buena para mi salud mental porque me tiene temblando- no has querido ir ni un sólo día a cenar conmigo. Al final siempre soy yo el que te busca...

Me muerdo los labios mientras me lo dice y dejo escapar un suspiro  mientras bajo mis ojos para mirarlo. Kepa me mira con calma, estudiando cada uno de mis movimientos con total tranquilidad.

- Aún te da vergüenza estar conmigo Naroa.

- Algo sí, para que engañarnos. Es que Kepa, las circunstancias en las que nos hemos conocido...no son como para tirar cohetes.

- Naroa -una de sus manos sube hasta mi mejilla y sus dedos dejan una leve caricia para apartarme un mechón de pelo- nos hemos conocido y punto, no le des más vueltas por favor.

- De acuerdo.

- Me gustaría invitarte a cenar, si quieres claro.

- Claro que quiero. Pero no me lleves a un sitio de esos pijos de futbolistas. Quiero cenar no pasar hambre.

Kepa me sonríe y asiente mientras sus ojos marrones se posan en mis labios. Sus dedos siguen acariciando mi mejilla y su mano intensifica su agarre en mi cintura. Estamos muy cerca el uno del otro, tanto que siento su respiración en mi mejilla. Cierro los ojos perdida en las suaves caricias de sus dedos en mi piel.

- Chicos -dice de pronto Ferrán asomando su cabeza por la puerta- o venís o mato a tu amiga.

- ¿Qué te pasa con Ainara? -me separo de Kepa con mala gana y lo escucho resoplar fastidiado. Voy hacia la puerta y salgo de mi dormitorio seguida por el vasco.

- Que es una marisabidilla. Se cree que lo sabe todo -contesta él bastante fastidiado.  

- Vaya, por fin hemos encontrado a alguien que no le das miedo Ferrán -le dice Kepa mientras entramos en el comedor.

Al hacerlo veo a Ainara sentada en la mesa comiendo gominolas y a Elena sentada en las rodillas de Pau mientras con una de sus manos le da una gominola de sandía jugando a "te la doy y te la quito".

- ¿Y estos dos? -le pregunto a Ferrán mientras voy a sentarme a la mesa.

- ¿Estos? que ya creo que esta noche van a dar rienda suelta a su pasión. Desde que llegamos no se han separado. Anda, bebamos algo o NO AGUANTO -Ferrán grita esto último mirando a Ainara y ella le responde sacándole su dedo anular.

Ruedo mis ojos viendo a estos dos comportándose como niños y a los otros como adolescentes salidos. Bueno, vale, yo también quiero hacer como Elena y sentarme en las rodillas de Kepa. Pero bueno, me conformo con estar sentada a su lado.

Aunque mi amiga tarda poco en levantarse de las piernas de Pau y cogerlo de la mano.

- Naroa, voy a enseñarle a Pau el póster que tienes en la habitación de tu hermano -me dice ella tirando de Pau hacia el pasillo.

- ¿Qué póster? -le contesta Pau algo confundido.

- Un póster Pau, un poster.

Elena rueda sus ojos mientras sale del comedor agarrada de la mano del rubio.

- ¡Cierra la puerta! - le grito viendo como ella se da la vuelta y cierra la puerta que nos separa. 

- Vaya, acompañar a mi primo a que eche un polvo es el mejor plan que he tenido nunca para un jueves por la noche - dice Ferran algo fastidiado.

- Pues nada Ferran, gracias por la parte que nos toca -le respondo dándole un vaso a Kepa para que se eche algo de beber. Mis dedos rozan los suyos un instante y sé que él también lo ha notado por como me mira.

- Ostias. Perdona tía. Pero de saberlo, nos hubiéramos ido los tres por ahí -contesta él.

- Ei. ¿Y yo qué? - le dice Ainara echándole su peor mirada asesina.

- Tú es que eres muy borde guapa.

- Hablo quien pudo.

Ferran y Ainara se dedican los siguientes minutos a provocarse mutuamente.

- A Ferran le gusta tu amiga -me dice Kepa hablándome muy bajito cerca del oído. Giro mi cabeza y me doy cuenta de que estamos muy cerca el uno del otro y que sus gruesos labios me piden a gritos que lo bese.

- ¿Estas seguro? Si se llevan a matar.

- Es lo que le pasa a Ferran cuando le gusta alguien. Se hace el duro para que ella no se de cuenta y luego poco a poco la va conquistando.

- ¿Y qué haces tú cuando alguien te gusta?

Kepa alza las comisuras de sus labios en una ligera sonrisa. Su cálido aliento cosquilleo mis mejillas mientras me mira.

- ¿Yo? Pagar tres mil quinientos euros para que no la toque nadie.

Trago saliva y siento como mis mejillas me arden. Él se ríe al verme tan azorada y me permito darle un puñetazo en el brazo mientras apoyo mi cabeza en su hombro.

- ¡Deja de comer gominolas! - le dice Ainara a Ferran mientras él la mira con la boca llena.

- ¡Y tú no des por culo bonita! ¡Que falta te hace un buen polvo!

- ¡Dios! Y ahora me dirás que te prestas voluntario o algo así.

- ¿Yo? Ni pagandome me acostaba contigo...

De pronto Ainara se queda callada y desvía su mirada hacia la mía. Ferran me mira a mi y entonces hace un gesto con su cabeza negando. Me quito del hombro de Kepa mirando como mi amiga se retuerce las manos nerviosa. Sé lo que está pensando y sé que siente culpable.

- Pues no sabes lo que te pierdes Ferran - le digo yo intentando relajar el ambiente.

- De todas formas no eres mi tipo - le dice Ainara- estoy harta de cabrones que solo me quieren para una cosa... yo quiero un tío que me valore, que me apoye y que bese el suelo por donde yo piso.

Mi amiga me mira con tristeza y yo le sonrío como puedo. Me da una pena de verla así porque cada vez tengo más claro que el tal Alex no le hace ningún bien.

- Tampoco pides tanto -le dice Ferran- quitando lo del suelo, lo demás yo, sin problema. Te apoyo todo lo que quieras.

- Yo también quiero un tío que me apoye -digo yo sobre todo mirando a Kepa- que me apoye en la mesa, en la pared, en la ducha...

- Ahí estoy contigo hermana - Ainara alza su mano para chocarla conmigo y ambas nos reímos sobre todo viendo la cara de los chicos.

- Vale -me dice Kepa poniendo una mano en mi muslo y apretándomelo - tomo nota Naroa, tomo nota.

Elena y Pau volvieron al comedor casi una hora después. La pareja tuvo que aguantar toda clase de improperios nuestros sobre todo después de que nos hubiéramos bebido una botella de tequila entre los cuatro.

A Ainara se le ocurrió la genial idea de jugar el "twister". Cuando me mide a este piso me encontré el juego en uno de los cajones y siempre que vienen estas dos acabamos borrachas jugando a el. Lo que no sabía yo lo complicado que era jugar a esto 6 personas porque con el lío de manos, pies y cuerpos que tenemos, parece más una orgia que otra cosa.

De hecho estoy literalmente encima de la espalda de Kepa y tengo que pasar uno de mis brazos por encima de su cuello y temo que voy a caerme. Intento hacerlo con cuidado soportando las risas de él mientras lo hago y cuando ya creo que voy a conseguirlo, Kepa se levanta llevándome en la espalda. No puedo evitar soltar un grito de la impresión y agarrarme a su cuello mientras mis piernas rodean su cintura.

Kepa se pone a andar por todo mi piso hasta que llegamos a mi dormitorio. Yo no he parado de reír desde que se levantó del suelo y las carcajadas de él resuenan en toda mi habitación. Llegamos al borde de mi cama y yo me agarro aún más a él.

- Puedes bajarte Naroa.

- No. Soy un koala y tú eres mi árbol.

- Bueno, duro me pongo de vez en cuando la verdad...

- Eres un cochino. Te vas a enterar.

Me acerco a su cuello y empiezo a lamerlo con mi lengua pero Kepa no se inmuta.

- Humm. Me gusta mucho que me chupetees, dulce.

- ¿Dulce? .-suelto una carcajada nerviosa porque el mote me encanta. 

Le tiro un bocado en el cuello y Kepa me tira a la cama como si fuera un saco de patatas. Se deja caer a mi lado y pone uno de los cojines debajo de su cabeza para girarse y mirarme a los ojos. Alza uno de sus dedos y muy suavemente va trazando mi mejilla, la nariz, la frente, los ojos, hasta rozar mis labios. Es una caricia lenta que me parece de lo más sensual.  Porque es que él lo es.

- ¡Que bonita eres por dios!

Mis mejillas se calientan y no puedo evitar suspirar con fuerza mirándolo. Me gusta. Me gusta muchísimo. Y es más que eso. Siento algo por él más fuerte de lo que pensaba. Nunca nadie me había gustado tanto como Kepa. Y estoy muerta de miedo porque yo solo soy una desgraciada que tiene que llevarlo todo para adelante como pueda y él es un futbolista de élite que nunca tendrá los problemas que tengo yo.

- Anda ven que nos vamos a hacer unas fotos. Así me pones ahí en tu muro también - Kepa saca su móvil del bolsillo y me acerca a él para hacernos las fotos.

- Vale - le digo dejando que me abrace.


- Oye, no me pongas en Instagram -le digo después de hacernos las fotos

- No pensaba hacerlo. No quiero compartirte con nadie.

Vuelvo a mirarlo y él coge una de mis manos y se la lleva al pecho mientras sus ojos marrones me miran intensamente. Su mirada es clara y sincera, sin ninguna maldad ni engaños por su parte. Permanecemos así, sin hablar siquiera, solo perdidos en la mirada del otro, sintiendo su corazón latir fuerte y acompasado a los latidos del mío.

- Kepa, nos vamos ya - Ferran entra en el dormitorio y escucho a Kepa a mi lado resoplar fastidiado aunque acaba levantándose.

- Voy al baño y nos vamos ¿vale? -le dice él mirando a su amigo.

Me incorporo y me quedo sentada en la cama. Antes de irse, Kepa se da la vuelta y me da un beso en la mejilla que me hace temblar de arriba a abajo. Sale de la habitación y yo miro hacia el techo cogiendo aire con fuerza. Cuando bajo mis ojos veo a Ferrán que se ha acercado un poco más a mi y me está mirando como evaluándome.

- Gracias Naroa -me dice dejándome algo descolocada.

- Gracias...¿porqué?

- Hacia tiempo que no lo veía sonreír y desde que os conocisteis, no para de hacerlo.

*** Buen domingo a todo el mundo. Ya os habréis dado cuenta que mi pequeña Naroa y Kepa están empezando a sentir algo el uno por el otro.
Es cuestión de tiempo que se enamoren, eso está claro.

Gracias a todo el mundo que me lee, ésta y mis otras historias porque cuando me decís lo mucho que os gusta lo que escribo, me hacéis sentir que lo que hago vale la pena.

Miles de gracias.

Muchos besos y abrazos para todos ***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro