Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi presa


Camila

Nunca he Sido una persona de hacer ejercicio, adoro más leer un libro y escuchar música debajo de algún gran árbol conectándome con mi lobo, si, amo la naturaleza, pero para admirarla más que para ser una lobezna salvaje.

Claro que a veces una puede cambiar de opinión, más cuando el nuevo vecino, moreno, atlético de 1.81 le gusta correr todos los días a las 6:00 am. La primera vez que lo vi yo estaba recostada debajo de un roble muy viejo que estaba en el parque del vecindario, yo estaba con los ojos cerrados tarareando una canción, cuando un olor a eucalipto y lluvia me erizo la piel, abrí los ojos para toparme con la mirada penetrante del alfa moreno dueño de ese delicioso aroma.

"Hola"

Fue todo lo que dijo antes de seguir corriendo, mi lobo inicio el movimiento de cola, sintiéndose atraída en su totalidad por el alfa moreno.

Así que aquí estaba yo a las 5:30 am todos los días para trotar y toparme a mi vecino, llegaba primero porque no quería que supiera que él era la única razón porque yo realice algún esfuerzo físico, aunque solo interactuábamos con un "Buenos días" o un "Hola" casual, me era más que suficiente para seguir viniendo.

Poco a poco entre los chismes de las vecinas que iban a comer con mi madre me entere de que se llamaba Kim Namjoon, que trabajaba en la comercializadora de la ciudad, tiene 28 años y para mí sorpresa sigue soltero.

Quiero aclarar no es que sea una especie de acosadora, además ¿Qué podría hacerle yo? Soy 11 años menor además de una Omega, jamás podría ir más allá de una admiración simple.


Ahora le añadimos a mi patética existencia que mi única diversión es  saludar a mi delicioso vecino, porque como si no fuera  suficiente que a mis 17 años aún no hubiera llegado mi primer celo, sin mencionar que mi aroma es casi inexistente, se que soy Omega por qué certificado de nacimiento lo dice, pero solo soy atractiva para los betas y si la madre luna lo quiere algún día tendré mi celo.

Pero esto tiene sus ventajas puedo andar sola sin preocupaciones, sin el temor de ser violada o marcada por algún alfa en celo. Así que por eso me daba el lujo de andar por el parque de mi vecindario siguiendo a ese moreno mayor.

Aunque claro la madre luna a veces jode nuestros planes...

Namjoon

Cuando decidí mudarme a este vecindario pensé en todas las ventajas que tendría, la mayoría son familias nucleares sencillas, además de hijos pequeños, no me causarían problemas, como un plus estaba el parque el cual me ayudaba a  calmar mis excesos de energía, a veces daba paseos en mi forma lobuna, sentir el viento fresco entre los árboles y ser libre en momentos.

A pesar de ser un alfa no me siento muy atraído hacia los olores de los omegas, me resultan molestos, pesados y  muchos me dan náuseas, esa es otra de las razones de venir aquí, no hay interés en que yo me fijé en alguien y así estaba bien, en verdad lo estaba....

Una mañana mientras corría en mi forma humana, escuché un ligero canto como un susurro, era una voz afinada, que llegaba de manera dulce a acariciar mis oídos, mi lobo se agito sintiendo la necesidad de correr hasta la dueña de la voz, entonces el viento me dio una bofetada con un aroma, vainilla y jazmines.

Era sutil, delicado como su canto, era la primera vez se un aroma me hacía aguar la boca, sin querer o tal vez queriendo hacerlo un gruñido leve salió de mi garganta, mi lobo reclamaba ese aroma y por la madre luna sería mío.

¿Cuál fue mi sorpresa? 

La dueña del aroma, era una niña, una pequeña Omega, de cabello rojizo ondulado, piel lechosa, labios rosas y pestañas largas, cuando la vi, seguía cantando sin pudor, sus labios se movían de manera lenta como si bailarán para mí. Quería tocarla, sentir su piel entre mis dedos, mis deseos en este momento eran simples, su perfilada nariz se movió un par de ocasiones, sin querer está a soltando feromonas para llamar a su Omega, abrió sus grandes ojos, y por un momento una mirada grisácea me domino.

"Hola" 

Fue lo único que pude decirle, antes de alejarme tan rápido como pude antes de que mi lado lobezno me dominará.

Hubiera deseado que esa fuera mi última interacción con ella, pero no fue así, todos los días la veía, corría de en mismo sendero que yo, para después tomar un descanso en ese viejo roble, analice todo movimiento de la linda Omega, sabía en qué casa vivía, a qué escuela asistía, quienes eran sus padres hasta me enteré que jamás había tenido un celo.

Tan virginal

Tan inocente

Tan pura

No era correcto, ella despertaba en mi deseos mas bajos, tan oscuros, sueños húmedos, y fantasías que ni en mi adolescencia llegué a sentir.

Es mejor que siga corriendo de ella, si me alcanza no se qué podría hacerle tampoco se si me detendría.

Habían pasado varios meses desde que la descubrí, me había ya acostumbrado a su presencia en el parque. El invierno había venido sin aviso, por lo que el aroma de la Omega era menos intenso y me controlaba más en su presencia.

Tenía un par de días que no la veía, no estaba viniendo al parque, me sentía preocupado, ansioso, necesitaba verla.

Su casa quedaba a un par de la mía, así que decidí que era un buen día para arreglar mi jardín y lavar el auto, vigilando siempre hacia la morada de la niña.

No me tomo mucho tiempo, pero al fin la vi, llegó con un par de muletas y su pie derecho enyesado, se veía algo triste entro a su casa con la cabeza baja.

Su madre me miró y saludo en mi dirección, tenía que saber que le pasó.

—Buenas tardes vecina, ¿todo bien?

—Si señor Kim, es mi pequeña tuvo un pequeño accidente en roble del parque, estará con férula un tiempo.

¿El parque? De haberse lastimado ahí me hubiera dado cuenta, pero no puedo decirle eso a su madre.

—Espero se recupere pronto.

—Si, por lo pronto estará en casa estos días.

Camila

Una maldita mierda, eso es mi suerte, una maldita mierda, esguince dijo el médico.

 ¿Cómo me lo hice? 

Fue algo que quiero olvidar, al parecer mis hormonas de Omega funcionan a la perfección, más si está cercas mi sexy vecino, estaba en mi casa bailando en mi habitación comenzando a tener algo de calor lo que me hizo querer abrir la ventana, ya que en estos días había hecho bastante viento por la llegada temprana del invierno, al  abrir un poco la ventana exhale  el vapor típico del choque de temperaturas, mezclado con algo más, eucalipto y lluvia.

Su ventana estaba abierta, y desde aquí alcance ver una espalda morena, haciendo flexiones, mi visión se agudizó lo que pudo, haciendo que mi temperatura subiera aún más, saque tanto la cabeza por mi ventana agarrada de la orilla, que al sentir una humedad leve en mi entre pierna me asusté, ¿Algo estúpido no es así? Pues más estúpido aún, que esto me hizo resbalar y caerme desde mi ventana hasta el tejado de la puerta. Mis reflejos ayudaron a qué el golpe no fuera tan grave, así que logré solo salir con un esguince de esto, pero no podría salir a "correr" estás dos semanas.

Pero aún así salí, no tanto por el, necesitaba hacerlo, estar encerrada me había estresado estos días. Mis padres no estaban así que no tenía quien me detuviera, tomé mi abrigo, mis audífonos y salí de la casa.

Me divertía ver cómo mi aliento hacia el vapor mientras cantaba, mis mejillas ardían un poco por el frío, todo estaba muy tranquilo, el atardecer estaba por llegar, llegué como pude al roble y me senté, seguí cantando mientras el sol bajaba, me veía el pie con la férula, le lancé un par de piedras al yeso, suspirando en un par de ocasiones.

—Estúpida, estúpida cosa.

El sol por fin se metió, me pare del roble para regresar a casa, pero un escalofrió que no era causado por el clima, me recorrió desde la nuca hasta mi espalda baja.

~ ¿Qué haces fuera de casa? ~

No me pude mover, una enorme bestia de ojos amarillos, me cortó el paso, no es como si pudiera correr a alguna parte, mi voz intento salir, pero solo movía los labios sin emitir ningún sonido.

Mis piernas flaquearon, mi cuerpo temblaba totalmente, estaba perdida, muerta, hasta que...

—Eucalipto

El olor era sumamente fuerte y los gruñidos de la bestia, provocaron otro golpe en mi al ver cómo ese lobo enorme, iba cambiando poco a poco a Kim Namjoon, su aroma era más fuerte de lo normal.

Sus ojos seguían amarillos aún en su forma humana, a pesar de estar desnudo su cuerpo emanaba calor, nunca había visto a un alfa en celo hasta el día de hoy.

—Debiste quedarte en casa pequeña —su voz entre gruñidos me hizo erizar la piel —tendrás que pagar las consecuencias, esta noche te hare mia.

Me levanto sin un mínimo de esfuerzo, mis fosas nasales se ensancharon al sentir toda su esencia tan cerca de mi, la vista se me había nublado, me sentía mareada, agitada y mi pulso se aceleró.

Era una sensación entre el terror y la excitación, estaba asustada de la bestia que me cargaba, pero también tenía empapada los pantys, su mano estaba en mi cintura mientras me llevaba a cuestas, y aunque yo traía ropa puesta su tacto me quemaba.

Habíamos llegado a su casa en nada, entramos por la puerta de su patio, sin bajarme subió las escaleras, yo iba sin resistencia, no gritaba, no me movía, estaba bajo una especie de hechizo.

El mayor me puso en la cama, ¿ya les dije que estaba desnudo? Pues mis ojos analizaron desde su mirada amarilla, bajando por esa piel canela de su torso hasta su entrepierna, era como un dios griego, trague saliva al ver su erección, jamás había visto un alfa desnudo, mucho menos en esta situación. Podría gritar, pedir ayuda, después de todo mi casa estaba cerca, pero no quería hacerlo, mi lobo empezaba a llorar por el contacto, y un dolor iniciaba en mi vientre.

—Camila— mi nombre dicho por su voz cargada de deseo, encendió un interruptor que se supone que no pasaría —¿Estás entrando en celo?


NAMJOON

Hoy iniciaba mi celo, cuando pasa siempre trato de alejarme de todos, sin mencionar que ahora debía de alejarme del vecindario, mi lobo no resistirá estar cerca del aroma de la pequeña Omega, mi autocontrol desaparece en su presencia.

Salí al parque, y sin pensarlo mucho me quité la ropa para transformarme en mi forma lobuna, ese fue mi primer error.

Inicie mi recorrido, cuando una ventisca de aire helado trajo a mi su aroma, "No debía salir" "ella estaba en su casa", por más que me negara ese era su aroma, también su voz.

~mía

Gruño mi alfa al verla, ahí estaba mi presa, la Omega que había estado evitando y ahora estaba servida para mí disfrute. Su mirada al verme en la noche que recién llegaba era de terror, mire su pie lastimado, ella estaba vulnerable, cosa que me excitaba aún más.

Me transforme ante sus ojos llenos de miedo, le dije lo que iba a pasar, la cargue en mi hombro para llevármela a casa, ella no se movía, no se resistía.

Me había costado mucho no arrancarle la ropa y tomarla ahí mismo, pero ella es algo que debe disfrutarse, algo que no debo comerme de un solo bocado, debo saborear cada momento.

Tras llevarla a mi casa y dejarla en mi cama, me detuve un segundo a admirarla, su respiración era errática, como si estuviera teniendo un ataque de asma, pero no era eso, su aroma se intensifico llamándome.

—Camila— su nombre salió en un gruñido —¿Estas entrando en celo?

Lo poco que me quedaba de control se esfumó, me arroje literalmente sobre ella, mi nariz se pegó a su cuello, inhalando su aroma como si fuera una droga, daba leves lamidas mientras tanto mis manos arrancaban la ropa de la pequeña, la chaqueta fue a dar hasta el otro extremo de la habitación, rompí sus pantalones, hice lo mismo con su blusa y la estorbosa ropa interior, solo quedó ella con esa cosa en su pie, no me estorbara estoy seguro de ello, solo será un poco molesto para ella.

—Espera— su voz estaba entre el llanto y la excitación —estoy asustada.

Sus ojos reflejaban tanta timidez que cada vez era peor para mí aguantarme penetrarla, que sea tan vulnerable me excita aún más. Pero debo tranquilizarla para que su entrega sea más placentera.

—Seré lo más gentil que pueda, pero no esperes mucho.

Me acerqué a sus labios para darle un beso mordiendo primero su labio inferior para que abriera más la boca, sus movimientos eran torpes, no podía seguirme el ritmo, su lengua se intimidaba por la mía, en lo que dejaba que sus dedos se metieran entre mi cabello, mis manos se deslizaron por su piel, la piel de mármol, la piel pura de una Omega, apreté mis dedos en su pequeña cintura, fácilmente le doblaba el tamaño.

—Alfa— gimió en mis labios —tus manos me queman.

—Te hare sentir mejor muy pronto, Camila.

Mis labios fueron a su cuello para recargarme de su aroma, el miembro me dolía palpitaba y chorreaba por ella, necesito distraer mi atención. Baje a sus senos admirando sus  pezones rosados los cuales estaban erguidos esperando por mi lengua, dio un mordisco causando un grito y el arqueo de su espalda, succione enredando mi lengua alrededor, si su voz cantando era un delite su voz gimiendo era un coro celestial. Deje mi mano atendiendo sus pezones para bajar a su entrepierna, por la madre luna, es un aroma delicioso, di una lamida violenta desde la base hasta su botón, esto fue suficiente para que ella convulsionara un poco jadeando, corriéndose por primera vez.

—Estas demasiado sensible, Camila, ¿tu primer celo es como lo esperabas?

Solo negó con la cabeza con sus ojos grises cerrados, su mano se cubrió el rostro.

—Camila, mírame, quiero que me veas mientras te devoro.

La tome por los muslos abriéndola pegando mi boca totalmente en su intimidad, ella se aferro de la cabecera de la cama, pero no dejo de mirarme, mi lengua sería el primer invasor dentro de su sexo, sus jugos me facilitaron la entrada, se retorcía ante cada lamida, nuestras miradas estaban conectadas, di una leve mordida a su botón excitado, ella hizo la cabeza hacia atrás, los músculos de sus piernas se tensaron, su segunda liberación llego a mi garganta. Me incorpore para mirar como trataba de regular su respiración, cerro las piernas acariciando su vientre, si un orgasmo suele ser muy satisfactorio en el celo lo es mucho más.

Me coloque sobre de ella sin aplastarla, sus manos temblaban un poco, pero recorrió mi abdomen con su tiernos dedos, hasta llegar a mi cuello me atrajo hacia ella, su nariz fue directo a donde se concentraba mas mi aroma aspiro para tranquilizarse, cosa que causaba todo el efecto contrario en mí, no soporte más, tome mi miembro y lo frote un par de veces en su hendidura para empaparme de sus jugos, la ventaja de que hubiera entrado en celo, es que su lubricación le haría menos dolorosa la primera vez, tome la pierna donde tenia el yeso para moverla hacia arriba y así tener mejor acceso a su interior, metí la punta ella clavo sus uñas en mis hombros.

—Alfa, duele espera, espera.

No lo hice.

Entre mas profundo, pero no me moví, su estrechez era demasiado para mí, si me movía ahora terminaría en un instante, lo cual sería vergonzoso para mí.

—La madre luna jugo sucio conmigo, no merezco a una omega tan dulce, tan pura, solo quiero corromperte Camila, quiero mostrarte todas las formas del deseo posible, quiero arrebatar cada astibo de inocencia de tu cuerpo —su cadera se movió un poco, gruñí al sentirla

Saque mi miembro, que ahora tenia algunos hilos rojos mostrándome que había tomado lo que reclame como mío desde la primera vez que la vi en el parque, volví a entrar esta vez me moví, embestidas lentas pero certeras, ella se aferraba de mi espalda dejando marcas rojas, me separe un poco para ver su cara cuando la penetraba, ella se mordía los labios ahogando los gemidos, había algunas lagrimas en sus ojos, me acerque a recogerlas con mis labios, ahora mi lobo me odiaba por hacerla llorar.

—¿Me detengo?

—No, no, quiero más Namjoon.

oh dulce Camila no tienes idea lo que acabas de hacer.

Me hinque en la cama, la tome de las pantorrillas para abrirla, entre mas fuerte solo vi como mi virilidad desaparecía dentro de ella una y otra vez, lo sonidos húmedos mezclados con nuestros aromas del celo quedaran marcados en nuestras memorias.

Subí sus piernas a mis hombros y la tomé de las caderas, mi miembro se había amoldado tan bien a su cuerpo que no quería parar de follarla, sus gemidos roncos me provocaban darle con mayor fuerza.

—Alfa me voy a correr de nuevo.

Me sali al escucharla, ella gruño de manera adorable, por un momento su lobo se asomo para recriminarme el cortarle su placer, me senté a su lado y la tome por las caderas tratando con delicadeza su pie lastimado, no creo que ella sienta molestia alguna a este punto sus mejillas estaban rojas y su aliento era demasiado caliente, era casi como si tuviera fiebre, ella sola acomodo mi miembro para que al sentarse se le clavara por completo, sus rodillas se apoyaron en la cama, para darse impulso al principio lo hacia de manera torpe, la tome de la cintura para enseñarle como debía moverse, ella parecía tener algo de pudor aun, así que escondía su tierno rostro en mi cuello al penetrarse.

—Ya no puedo más Alfa.

El sudor que recorría su espalda acariciaba mis dedos, bese sus labios para aprisionarla contra mi mientras se corría de nuevo, aprisionando mi miembro en sus paredes, provocando que mi nudo se formara, mis colmillos brotaron jale su cabello rojizo para tener acceso a su cuello, mordiéndola mientras los dos llegábamos al clímax.

Cuando me separé de su cuello, ella estaba llorando, puse mi frente en su hombro.

—Me tienes Jodido Camila muy jodido.

La había marcado, la había anudado, y ella aun era una omega menor de edad.

—Escúchame bien, no estoy arrepentido de nada, pero entiendo que puede ser difícil para ti, Camila solo adelante lo inevitable, mi alfa te reclamo desde la primera vez que te vi en el parque.

Se limpio los ojos con sus pequeñas manos, entre hipidos se metió en mi cuello.

—Es que mi madre me va a asesinar —su nariz se pegaba a mi cuello lo más que podía — además de que quiero más.

Cierto los celos de las omegas son más demandantes, solo sonreí para besarla de nuevo, ya mañana lidiaría con los problemas....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro