Capítulo 8: Juego Sucio.
Utilice un truco sucio, tomé las llaves del auto de mi jefe... De Adrián, tengo que acostumbrarme a que ya no es ni jefe. Salimos de la oficina en ese auto, el señor Andrés mencionó que es bueno que Adrián tenga su propio transporte y a la vez que esté escondido al igual que el dueño. Cuando se marche seguramente tomará un taxi, y Adrián prometió esperarme.
Así que estoy segura que a ninguno le hará falta, mientras conduzco llevo en mi mente la promesa de mi ex jefe, si de todas maneras había decidido hospedarse en mi casa no tenía porque decirlo, y si pensaba marcharse tampoco tiene que esperarme, aunque no niego que al volver, quiero verlo allí.
Llego al edificio donde vive Freddy y me concentro, los últimos dos días mi mundo ha estado en caos, gracias a Adrián Marqués, pero no puedo permitirme vivir en el caos, me coloco la peluca rubia y una gafas grandes oscuras, ya nadie podrá saber que se trata de mi, podrían pensar que me parezco pero no asimilar que soy la misma chica de ropa simple que parece la sombra del presidente Marqués.
Me quedo en la puerta frente a su apartamento, siento nervios ¡Mierda! Se supone que tengo nervios de acero ¿Dónde fueron? Inhalo profundamente y sé que desde que entre por esa puerta solo puedo improvisar, nunca sé quién está del otro lado.
Entro suave y sigilosamente, su apartamento es tres veces más grande que el mío, así que tengo que ser precavida, cuando llego a la sala de estar, escucho el llanto de una mujer.
—Mira, te tienes que ir, lo nuestro no hubiera funcionado de todas maneras, yo no consigo divorciarme de mi esposa y ella está loca.— El maldito infeliz me ha estado utilizando a su antojo.
—Pero yo te amo Fred, dile eso, ella no puede atarte a ti— Pobre niñita, solo te utilizó y ahora lo hace conmigo para que lo dejes en paz.
—Lo que tú sientes, no es amor, el amor es estar dispuesto a dejar ir a la otra persona cuando no le conviene estar con uno, el amor es cuidar de otra persona aunque esta lo ignore o no le importe, eres una niñita mimada y sin sentido, no te quiero volver a ver en mi vida, y te voy a hacer un favor, te voy a dejar ir antes de que llegue mi esposa.— Está realmente furioso, pero su declaración sobre el amor me parece linda y lo lindo no es parte de ese hombre, así que me imagino que hay algo más en sus palabras.
—Fred...— No ha pasado mucho tiempo pero esta mocosa ya me tiene harta, reviso el arma que traigo en el bolso, tiene balas de salva pero es bueno asegurarse, no vaya a pasar un accidente.
—Maldito infeliz— Me había sacado las gafas, no veía muy bien y sería muy sospechoso si lo hiciera, ambos se sorprendieron al verme —Te dije que si te veía con otra te iba a matar.
—No es lo que tú piensas, ella es solo una amiga y ya se iba, solo me pedía ayuda— A Freddy le costó un par de segundos reconocerme y meterse al papel que el mismo había creado.
—¿Amiga? ¡Amigo el ratón del queso! Y esa vagabunda es obvio que quiere ser tu queso.
—No, no para nada, oye lo que estás diciendo, crees que pondré a alguien por encima de ti...
—¿Y nuestros hijos? Por supuesto que sí, a ti no te importamos— ¡Ay! Qué drama... Me siento ridícula ¿Cómo alguien puede hacer un show así y realmente saber que es verdad? Ya me aburrí de esta telenovela, así que saco el arma y me la pongo en la sien, pero la chica no dice nada, así que río y la amenazo a ella y ahora sí empieza a sentir miedo, es toda una hija de p... Si yo me hubiera suicidado no le importaba, ni mis hijos imaginarios, ese pedacito de escoria ambulante me las va a pagar.
—Déjala ir... No le hagas daño, no soportaría que fueras presa.
—Soy abogada cariño, no iré, quizás tú si... Pero yo no— Río como la loca que se supone que soy, y él se acerca y me besa haciendo que baje el arma, pero el pedazo de escoria en vez de huir me quita el arma y ahora nos amenaza a ambos.
Freddy queda helado, pero yo siento como hierve mi sangre, me pongo frente a ella y pongo el arma en mi pecho, aunque sean balas de salva pueden causar daño en los tejidos blandos así que evito exponer mi rostro, veo su cara de espanto, lo sé, estoy fuera del papel de la esposa loca, ahora soy yo, la real yo, y esa yo, es peor que la mujer dolida de hace unos minutos, me dirijo a ella con el paso firme, que sepa que aunque fuesen balas reales lo haría del mismo modo, cariño no le temo a la muerte, de un solo golpe le hago caer el revólver, y mientras ella lo mira en el suelo, mi puño recibe su nariz.
La pobre cae por la fuerza ejercida por mi puño, la tomo del cabello y la arrastro a la cocina, quiero que sienta pánico, que lo piense dos veces al meterse con un hombre comprometido, así sea falsamente, cuando tomo el primer cuchillo no es la única en sentir miedo. Es un gran cuchillo con el que incluso podría atravesar su corazón, pero aún no estoy segura si quiero hacerlo.
Pongo el cuchillo alrededor de su cuello y halo su cabello con fuerza para que me mire bien, mientras le hablo.
—Si, te mueves cortaré tu cuello hasta ver cómo cae tu cabeza fuera de tu cuerpo, así que escúchame bien perra, te daré una oportunidad, solo una, vete de aquí y nunca vuelvas, no mires a mi marido, no pienses siquiera en él, porque yo lo voy a saber y te vas a arrepentir.
—No sabes con quién te estás metiendo— Me amenaza y veo en sus ojos la furia, no está acostumbrada a perder, pero yo solo sé ganar o morir.
—¿Y tú? ¿Sabes con quién estás tratando?— No importa quien sea, sería bueno que de una vez aprendiera que no todo puede obtenerse sencillamente porque uno lo quiere —Soy la muerte linda, así que nunca sabes cuándo y cómo voy a llegar a ti, pero lo sé todo.
Paso la punta del mortal del objeto de acero, dejando tras el un rastro ligero de sangre, luego con el mismo filo cortó la maraña de cabello que estoy halando, liberándola de mi agarre, y habiendo visto que lo que dije era cierto, huye, y hace bien, porque sí, puedo convertirme en la parca.
Pero la puerta no abre, así que me dirijo a ella, y se cubre como la rata asustada en la que se ha convertido, llego hasta allí y la oigo sollozar, pongo mi huella en la puerta y esta se abre.
—No pensabas matarme...— Susurra.
—No aquí, tengo una vida que ocultar y no traeré a nadie que pueda descubrirla cerca de lo que me pertenece —La veo tropezar antes de poderse marchar.
Cuando la veo bien, tiene la nariz rota, lo que ha dejado rastro en la puerta por su lado interior, me alivia pensar que no se ahogó con su propia sangre cuando la hice levantar la cara para que yo pudiera verla.
—¿Qué fue todo eso?— Freddy me mira con recelo.
—¿Quién era esa chica?— Ignoro su pregunta, me gustaría saber quien es, si se atrevió hacer todo lo que hizo.
—No sé quién era o al menos no estoy seguro— No puedo creer que este imbécil se acueste con todo lo que tenga una falda y ni siquiera sepa quién es —No me acosté con ella.
—¡Seguro!— Mi sarcasmo sale en breve, cuando es obvio que sabe mis pensamientos.
—La vi por primera vez hace apenas unas semanas, declarando su amor eterno por mí, no me extrañó porque eso pasa desde la universidad y lo sabes, aunque esta niña que me imagino está en sus 20's empezó a seguirme a todos lados y hoy llegó hasta aquí... Pensé que era otra persona y la dejé entrar, desde el principio le he dicho que estoy en una relación, aún así siguió insistiendo...— Suspiró cansado.
—¿Así que cuando yo llegué le dijiste que estabas casado?
—Honestamente no te esperaba aún, sabía que vendrías y me hubiera gustado preparar una trampa, pero todo esto se está saliendo de control y no puedo hacerles esto.
—¿Hacerles?— Por fin vi su rostro, se sentía en conflicto y preocupado, creo que acaba de envejecer diez años en una noche.
No me dice nada, así que me levanto y empiezo a limpiar el desorden que causé, hay sangre en algunos lados y hay que prevenir que pueda venir la policía, me quito los zapatos altos, hasta ahora caigo en la cuenta que siempre pude resbalar y cometer un asesinato accidental ¡Demonios!
Uso las toallas de la cocina y mucho blanqueador para limpiar los rastros, limpio el cuchillo y luego con el mismo me corto mi dedo índice y hago que sangre mucho, luego creo un nuevo rastro, uno que de la apariencia de un accidente y lo termino en la puerta, luego paso el trapeador por todo el piso entre el blanqueador y la sangre, esparciendo todo por el suelo, quitando de eso cualquier lógica y rastro real.
Me siento al frente de la isla de la cocina, Freddy está en la misma posición que antes, ¿Cómo pude ser tan tonta? Por eso trato de que mis sentimientos no salgan a flote, acabo de darle la razón al periodista Freddy Pomel que soy un peligro para su hermanita menor y su ex novia, dejé que la emoción me llevara por encima de la razón, dejé que mi verdadera personalidad saliera y dominara mi ser.
—Nunca había visto que sintieras remordimiento, creo que nunca había visto que Valeria Sanz se expresara con su angelical rostro, aunque esa risa satánica que brotó de ti cuando actuabas como mi esposa me dio miedo, fue horripilante no lo vuelvas a hacer ¿Quieres?
Su cara vuelve a la normalidad, saca una botella de whisky y dos vasos, en uno de ellos coloca hielo y en el otro no, me pasa el que tiene hielo y me sirve solo un poco del líquido dorado, mientras él prácticamente llena su vaso.
—Lo siento...
—Ahora entiendo porque reaccionaste de esa manera aquella vez, cuando alguien está en peligro tú solo lo proteges a tu manera— Lo coloqué a mi espalda, para protegerlo , así que que estoy segura que él no pudo ver mi rostro en ningún momento —Ellas estarán a salvo si están contigo.
—¿Por qué sigues hablando en plural? Estoy segura de que cuando diste esa tierna declaración de amor hablaste de dos personas distintas, una puedo atreverme a decir que es Hannah y la ¿Otra?
—Siempre pienso en Laura, no quiero que corra ningún peligro, pero no es en la única persona que pienso... Y si tienes razón Hannah fue mi primer amor, pero no podía ser...— Suspira con tristeza y toma un gran sorbo de su vaso.
—Así que malvado cucarachon tiene sentimientos— Mi comentario lo hace reír.
—Entendí esa referencia— Yo alzo en mi vaso en respuesta y lo choca, él sonríe— Cuando Hannah y yo empezamos a salir, me gustaba mucho, aunque éramos muy pequeños, duramos cinco años de novios y yo apenas cumpliría quince cuando rompimos... Hannah empezó a hacer planes de boda y aunque me dio miedo, yo quería hacer parte de sus planes, un día dijo que su sueño era ser mi esposa, y ya no le puso atención a sus estudios, sus sueños de diseñadora empezaron a estar bajo los de ser ama de casa, me enviaron lejos de ella porque la estaba arruinando y cuando la extrañé lo entendí, si yo estaba cerca, ella no hubiera tenido una vida real. Volví en las vacaciones cuando ella cumplía doce, nunca había tocado siquiera sus labios, y estaba enamorado de ella hasta la punta de sus cabellos, pero cuando volví no era la misma, quería entregarse a mí pero no en un acto de amor, era más bien de rebeldía contra sus padres...
Volví a alejarme mucho antes de compartir con ella algo más, siempre he sido hermoso— Me guiña el ojo de manera coqueto, pero yo solo le observo no logrará que pierda de nuevo el control —Así que muchas chicas se hicieron de rumores de que salía con ellas o que se habían acostado conmigo, o inventaban que otras lo hacían y yo las dejaba como simples basura, no negué nada de eso, para ese entonces mi hermana estaba conmigo y se enojó al creer en todas esas mentiras, luego se las dijo a Hannah y ella volvió a ser la misma, así que me quedé con la mala fama de ser todo un conquistador, cuando ella siguió sus viejos sueños entendí que había tomado una buena decisión, aunque me rompió el corazón hacerlo— Para cuando terminó su relato se bebió de un solo trago el restante del líquido que aún quedaba en el vaso y sirvió más.
—Y la que te ignora ¿La conozco?— Juro que en ese suspiro casi se le va alma.
—No estoy seguro... A ella no le importó lo que yo podía hacer por ella, y murió... Se suicidó.
—¡Oh! Yo no sé qué decir...
—Pues eso fue lo que me dijeron, nunca vi su cuerpo ni nada, así que pudo ser uno de sus trucos baratos.
—No entiendo.
—Yo tampoco, verás ella...— Alguien golpeó a la puerta e interrumpió la conversación, Freddy se puso en pie y fue a la puerta y se devolvió corriendo, alzó mi bolso y a mí, y nos botó dentro de su armario, el golpe fue duro para mí trasero así que me tomó unos segundos de más reponerme.
Salí gateando de la habitación y noté que colocaba todo en su lugar, y el vaso del que había bebido lo ocultaba, entró ignorándome a propósito, se quitó la ropa y me lanzó sus calzoncillos a la cara, maldito infeliz, antes de poder decirle algo, nuevamente me alza y me esconde en el armario, pero esta vez está desnudo y no quiero defenderme, no quiero tocar nada... Se pone una toalla y me señala unos edredones donde puedo esconderme aún más, se dirige a la ducha y en unos segundos sale con el cabello mojado. Creo que quiere dar la impresión de la demora es porque se bañaba.
Luego sale dejando húmedo el suelo, así que si salgo de nuevo se dará cuenta, me molesta pero le haré caso está vez, escucho voces y me quedo en silencio.
—Me estaba bañando... No te escuché— ¡Ja! ¡Lo sabía!
—¿Qué hubiera pasado si alguien me hubiera visto?— ¡Ay no es cierto! Conozco esa voz chillona.
—Entonces no hubieras venido así de sencillo.
—No seas tan cruel conmigo, mira que he arriesgado mucho viniendo aquí.
—Lo sé, por eso no entiendo a qué vienes, ya te lo dije, no me interesa hacer ningún plan contigo, solo fue sexo. Además deja de intentar arruinar a otros.
—Mira vengo porque tú estúpida hermana dio a entender que rompí el compromiso porque soy una cobarde.
—Yo, como su editor en jefe le dije que pusiera que Marqués había roto el compromiso porque eres una zorra, pero ella no quiso, me dieron ganas de despedirla, pero papá no me deja.
—¿Qué tú? ¿Qué?
—¿No te revolcabas conmigo mientras anunciaban tu compromiso? Porque eso es lo que hacen las zorras.
—Pero eso es porque como dijo tu hermana, él lo hacía con su secretaria...—¿Qué Laura dijo qué?
—En primer lugar Laura no dijo eso, cuando tú lo insinuaste en el restaurante ella salió en la defensa de Valeria, son amigas, así que era obvio que lo hiciera. En segundo lugar, eso pasó en el restaurante, mucho después de que yo te cogiera donde yo quise y como quise, no puedes excusarte en la primera idiota que encuentras, además si yo fuera Adrián, yo si me la habría cogido, se nota a leguas que es una sumisa a la que hay darles sus nalgadas en el escritorio— Puedo oír su maldita risa, lo hace a propósito, quiero hacerle un nuevo diseño de sonrisa, pero el desgraciado sabe que si salgo, la mujerzuela podía llevarlo a los medios y hacer de esto algo peor.
—¡No soy una zorra!— Escucho una bofetada, entonces escucho una más fuerte —¿Cómo te atreves a golpear una mujer?
—¿Cómo te atreves a golpearme?— Dice Freddy con una vocecilla de enojo y sarcasmo —Quieres igualdad pero no si te pagan con la misma moneda, no soy Adrián niñita, y si me la haces a mí, a mí me la pagas, sabes... Voy a hacerte morder tu propia lengua viperina, claro, te puedes ir cuándo quieras, pero no lo harás porque al final solo eres una zorra...
Los oigo dirigirse al comedor, por lo que alcanza a llegar a mis oídos están teniendo sexo, y no es muy amable con ella, me siento asqueada con Freddy por tratarla como lo hizo pero más con Patricia por permitirle hacerlo. Sé que lo él le dijo fue más para mí, que para ella... Aún así ella se hubiera podido marchar.
Pasa cerca de una hora y solo puedo recriminarme por ellos, por todo, como no me di cuenta, Freddy mencionó que habían tenido sexo el mismo día del compromiso, lo peor creo saber en qué momento fue, Patricia insistió en que se sentía ansiosa y se alejó media hora del lugar de reunión, no lo vi, a él, ni a sus intenciones... Estoy completamente segura que fue su respuesta a que yo halla dañado su compromiso.
Están nuevamente en la habitación, siento que se me va la vida de tanto suspirar.
—Mira, solo tienes que casarte conmigo ¿Si? Podrás vivir solo si quieres y esas cosas...— La escucho suplicar y siento pena por ella.
—Ya te dije que no puedo, y que lo de hoy es la última vez— Abrió el armario para sacar ropa —Eres una buena chica, pero tienes que hacer algo por ti misma, es tu vida al fin de cuentas, fuiste a la universidad, toda tu vida has tenido educación de calidad algo que muchas mujeres no podrán y sin embargo marcan la diferencia... No puedo casarme contigo, porque ya tengo esposa, y si ella descubre esto... Mira— Nuevamente entró al armario, pero esta vez sacó mi bolso, al cuál estaba aferrada... Me lo arrancó de las manos y se rio en mi cara— Esta es la solicitud de divorcio y pedido de custodia, no puedo perder a mis hijos por una mujer que se comporta como una prostituta y pretenden que la traten como una dama.
La escucho llorar, y sé que él limpia sus lágrimas, sus malditos cambios de humor me tienen estupefacta, aunque aún no le perdono que la haya golpeado sé que tiene razón en lo que dice, encontré una faceta de Freddy que no conocía y me causa curiosidad, sé que está utilizando la fuerza bruta para ayudar a Patricia, y que sólo ella puede decidir si utiliza para bien o para mal tan cruel método.
Me quedo encerrada un poco más de tiempo, pero más que el armario estoy sumida en mis pensamientos, cuando Freddy nuevamente abre las puertas estoy un poco aturdida por todo lo que he escuchado. Me pasa una tableta con el artículo que Laura escribió, recuerdo que Hanna habló de eso en uno de sus mensajes...
—Toma, lee y no salgas aún— Saca un nuevo traje y se retira.
"El compromiso Marqués-Ardila se rompió...
Patricia Ardila ha roto el compromiso con su novio Adrián Marqués luego de una discusión en el Retro-Restaurant Edén, al parecer la pareja había estado presentando problemas por la famosa obsesión de Marqués por su empresa, la cual la ha llevado al éxito seguro, pero no para su futuro matrimonio.
A unos cuantos días del sí, la novia ya no pudo aguantar que su novio, pasará más tiempo con sus empleados que con ella misma, así que la heredera de las industrias Ardila Corp. Terminó con el compromiso antes de que llegara a mayores..."
Ya no quise leer más, sé que Laura hizo de esto un artículo decente no por desobedecer a su hermano mayor, sino porque ella fue quien sacó mi nombre a la luz pública, y todo lo demás incluyendo lo que pasó en mi apartamento con la "víctima" de este conflicto me hace sentir confundida, y avergonzada de todo.
—Ven— Veo la mano que Freddy me extiende para ayudarme a salir, pero solo le paso nuevamente la tableta y me pongo de pie sola. Y salgo.
—Quiero aclararte un par de cosas, creo que estás tomando todo personal, y no es así, nada de esto es parte de nuestra guerra, es sólo un favor que le hice a Adrián Marqués como socio, sabes que también soy inversionista en su empresa, y un matrimonio con los Ardila solo nos hará perder dinero. No me acosté ni por venganza ni por amor, solo porque al igual que hoy tenía muchas ganas... Y es que cuándo te llevé al armario desnudo, pues la tela de tu ropa rozó con mi cuerpo... Y bueno, sino hubiera sido Patricia hubiera buscado a otra...
Si, abofeteé a esa mujer, pero no es lo que crees, quería hacerlo desde que insultó a mi hermanita, y bueno, me dio la oportunidad cuando me golpeó.
Tú y yo no somos amigos, puedo confiar en ti, en que cuidarás de Laura, pero no creas que no jugaré sucio si es necesario.
—¿Si no somos amigos porqué te importa lo que yo piense respecto a ti?
—No es que me importe, solo soy honesto contigo, y quiero que lo seas cuando te pida que seas honesta conmigo, es obvio que quiero algo de ti— Su mirada está concentrada en la mía, pero en ese momento me mira de arriba hacia abajo, aunque no hay ningún un toque de lujuria en su mirada, solo hielo —Y espero que me des lo que quiero.
No estoy segura de lo que acaba de proponerme, así que solo me marcho sin mirar atrás, sé que es un hombre manipulador y que quiere que caiga en su trampa, me ha hecho dudar muchas veces de mi misma, pero él jamás sabrá que puede manipular mi voluntad. Llego con ansias a mi apartamento y a la vez con lentitud, tengo que disculparme con Adrián por todo lo que he visto y de lo que soy responsable.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro