Capítulo 21: Tiempo.
Nunca había entendido porque muchas personas se entregan a los vicios que terminan dañando su cuerpo, pero hoy después de fumar mi tercer cigarrillo y beber mi primer vaso de whiskey antes de empezar mi normal jornada laboral, lo entiendo.
Tengo que ir a ver a Valeria antes de ir a la oficina, pero verla en el hospital me duele, me sonríe cuando me ve llegar y me abraza siempre, no deja de repetirme que no es mi culpa, que su vida siempre ha sido marcada por personas de esa clase, y que no podemos hacer nada al respecto, pero tampoco somos culpables por ello.
Quiero creerle cuando me consuela, pero sus ojos muertos, me hace ver que miente, se siente tan culpable como yo y en lo poco que le queda de humanidad, quiere salvarme, ayer le confesé lo que había hecho con el asesino de nuestro hijo, y sus ojos brillaron con tanta maldad, que llegué a pensar que quizás siempre fue una diosa, pero no de aquellas que habitan el cielo, después de todo Perséfone era la diosa de la primavera y venía desde mismísimo infierno. Después se sintió terrible, me dijo que no se iba perdonar haberme hecho bajar a su mundo y se empezó a perder en su mente, desde anoche no me habla, esa fue la razón por la que terminé viniendo a nuestro apartamento.
Me sirvo otro vaso, pero recuerdo que debo conducir, y no puedo morir en estos momentos, ella se sentirá tan culpable, que sería como matarla en vida, dejo el vaso servido y bajo por mi auto, en esta semana que Valeria ha estado en el hospital se ve diferente.
Aparco frente al hospital, me quedo como por cinco minutos dándome valor para entrar, no quiero que ella me ignore, en vez de entrar a su habitación, entro al baño, me lavo la cara y las manos, me aplico un poco de colonia para eliminar un poco el aroma a cigarro.
Cuando por fin entro, veo a la vieja Valeria, la estoica muchacha, empacando sus cosas para irse.
–¿Te dieron de alta?– Solo se detiene para mirarme un momento, mientras sigue haciendo sus cosas.
–No, siempre he podido irme cuando quiera dependiendo de mi responsabilidad, y me parece inútil estar aquí, no me estoy muriendo, en cambio mi trabajo si se está acumulando, sin mencionar que aquí me siento más vulnerable.
–Debes cuidarte más, es irresponsable de tu parte ir a la oficina.
–Igual no me detendrás, puedes llevarme al apartamento o me iré sola, puedes escoger.
–Te llevo entonces, no tengo más opción.
–Quiero pedirte un favor, quiero que te vayas a vivir a tu casa mientras aún estoy en el apartamento, me iré luego de eso y puedes volver, todo es tuyo ahora.
–¿Por qué?
–Necesito tiempo a solas, no me podré ir si te quedas a mi lado, y en realidad necesito irme.
–Está bien– Suspiré resignado y adolorido, entonces me vio con ternura y me dio un beso en la mejilla, creo que estoy loco, pero ese beso no me le dio ni Valeria ni Melissa, esa no es mi chica.
La llevo al apartamento y espera a que abra la puerta, en todo momento se queda atrás mío como si temiera entrar, o sencillamente está demasiado alerta, no le presto atención al asunto, porque al final tengo que desaparecer de aquí, mi prometida me ha echado de su casa.
–¿Puedes llevarme a la oficina?
–¿Hoy?
–Sí, no quiero estar demasiado tiempo aquí... Igual, solo me quedaré sentada en mi oficina, no haré ningún esfuerzo, lo prometo.
–Creo que la única opción que tengo es cumplir con tus deseos y demandas, los cuales no estoy muy seguro de que tengan diferencia– Me dirijo a la cocina y trato de prepararle algo saludable, que le guste, así que corto unas cuantas frutas y le dejo en la mesa un tazón de frutas con avena, el cuál ve con muy mala cara después de cambiarse, como si no le gustara.
Se ve preciosa, como si no hubiera pasado por nada, se sienta al frente de mí en la isla de la cocina, mientras preparo para mí unos huevos con tocino, como ella misma me enseñó a cocinarlos.
Empieza a separar las fresas, del plato y se come el resto, no entiendo por qué, si ama a las fresas incluso más que a mí, coloco mi plato frente a ella, dejando que el olor la seduzca, y la veo como se lame los labios, y agrego un poco jalapeño al plato, y sin poder resistirse me quita de mi comida.
–A Melissa no le gusta mucho los jalapeños y ama las fresas– Ella traga entero – En serio la amo, y la conozco lo suficiente para saber diferenciar la una de la otra, pero me tomó más tiempo del que hubiera pensado, pero eso querida, es porque pensé que estabas muerta, Mariana.
–Me sorprendes– Me aplaude y sonríe, tiene una sonrisa preciosa, es increíble que a pesar de verse igual sean tan diferentes –Soy alérgica a las fresas, y eres el primer ser humano que nos diferencia cuando estamos disfrazadas, mi madre solo nos reconocía porque el color de nuestros ojos.
–¿Y su padre?
–No lo recuerdo mucho, pero creo que no, aunque es muy difícil saberlo ya que no vio esta faceta de nosotras, es el mejor truco de magia– Me hace un guiño.
–Eso sirve para cometer cualquier crimen ¿No? Pueden ver a una persona hacer algo malo, pero si tiene coartada en otro lugar, no pueden condenarla.
–Muy bien muchachon, aunque también sirve para que dos personas se escondan con un solo nombre, aunque nunca nos imaginamos que también teníamos que cambiar tanto físicamente.
–Lo siento, no quise ofenderte, solo que el hecho de intentaras engañarme... No sé ni que pensar.
–Tienes razón, no es fácil descubrir que te engañaban o en mi caso que lo intenté– Dice mientras se come el resto de mi desayuno –Pero no me puedes reclamar sobre ser una criminal, después de todo eres un asesino ¿O eso lo olvidaste?
Sus palabras me congelan, es cierto, y era algo que Valeria, no, Melissa, no quería que me convirtiera, sin saberlo era una de las cosas de las que quería protegerme, pero era demasiado tarde para mí, y no debo olvidarlo.
–¿Cómo lo sabes?– Es lo único que opto por decir, no puedo ni siquiera excusarme.
–¿Quién crees que limpió el desorden? Lo hubiera hecho Mel, pero es mejor que se cuide y yo me encargue por primera vez del desastre, siempre soy yo quien los arma, era hora de que yo limpiara– Suspira y veo la diferencia entre las dos, deja que salga de su pequeño cuerpo un eructo que retumbó el apartamento– No te preocupes, estará bien, yo puedo protegerla, como ella lo ha hecho por todos, no olvides que eres un asesino, pero no te atrevas a olvidar la razón por la que lo eres, al final todos somos asesinos solo dependemos de nuestras circunstancias.
–Me recuerdas a mi hermano.
–Sí, esos son sus ideales.
–¿Te puedo hacer una pregunta quizás un poco incomoda?
–Si... Dime– Dudó antes de responder.
–¿Cómo puedes ser tan cerda? Es decir, casi tumbas el edificio– Soltó una carcajada abiertamente, definitivamente solo se parecen físicamente –Y apenas comiste unas frutas, me preocupa si te llegas a tomar una soda o una cerveza.
–Es un don nene, no cualquiera puede hacerlo, aunque Mel es todo un macho en competencia de eructos, solo que solo puede hacerlo muy ebria, cuando no sabe ni recordará lo que hizo, es muy tímida.
–Es bueno saber ese dato, pero como dije, por preocupación del edificio no bebas soda o cerveza en el apartamento y apúrate mocosa, se nos hará tarde.
–Ok– Salió brincando, es una niña grande –Una pregunta ¿Por qué me dices mocosa?
–Apenas tienes veintitrés por ende eres mucho menor que yo.
–En realidad tengo veinticinco, solo eres dos años mayor que yo y además también tengo una hija, pero ese es un secreto que debes guardar.
–¿Tienes una hija? ¿De quién? – Cuando se rió en mi cara entendí que se estaba burlando de mí, me estaba probando y yo caí redondito.
–Aún no lo sé, cuando terminamos la escuela hacíamos tríos todos los días con tu hermano y con Fred, así que no podría saberlo, pero a veces pienso que es de los dos, pero no les puedes decir, así como no les puedes decir quién soy yo realmente.
Al salir intentó abrir la puerta, pero no pudo, su huella no estaba registrada, por suerte, supe quién era, porque no habría manera de ella pudiera explicarme que no podía abrir la puerta para salir.
Llegamos a la oficina de la mano, es lo único que le hice prometer a cambio por no delatarla, siempre tenía que ir de mi mano, además cuando llegamos todos querían preguntarle muchas cosas, pero yo les pedí que se mantuvieran al margen, con eso creaba una escena dramática y de paso dejaba a mi diabólica y cerda cuñada lejos de los demás, en especial de mi hermano, él podría saberlo con apenas mirarla.
Mel era una excelente asistente y definitivamente muy buena con las computadoras, pero Mar puedo decir que es mejor, aunque nunca pude ver a la menor de las hermanas desempeñándose a su total capacidad, después de todo, Mar estaba codificando muchos archivos, protegiéndolos del acceso de su familia y borrando la existencia de Valeria Sanz de la faz de la tierra y la fase del internet.
Mar era muy divertida, artista, alma libre, me permitió conocer a su hija, la cual era real, al principio creí que era una de sus bromas, pero si había tenido una, es la razón por la que decidió "morir" junto con su hermana.
Mientras Mel estaba en coma, Mar pidió consuelo en los brazos de su amante, Fred, lo sé porque Abigail, tiene el apellido Pomel en todo su físico, pero la personalidad de las Mape, poco tiempo después despertó, unos meses más adelante descubrió su embarazo, llorando le contó toda la verdad a su hermanita, quien temió que la madre le hiciera lo mismo que a ella, entonces planeó su muerte.
Mel sabiendo del trato que le proponía María decidió aceptarlo, pero primero tendría que probarle a su familia que estaban muertas, en otras palabras, tenían que haber dos cadáveres. Al parecer Mel escogió dos prostitutas de la misma edad, aunque había sido difícil, porque tenían que tener características similares, siento pena por esas dos mujeres, pero para mí ahora es más importante que las gemelas hubieran sobrevivido a ese par.
=====
La semana pasó volando y cuando creí que Mariana había pasado completamente desapercibida la oficina, la descubrí a unos besos de terminar teniendo sexo con Freddy, aunque creo que me estaban "traicionando" desde hace algunos días... Ni modos. Aunque en realidad siento pena por Hannah, pero esos dos se aman, eso es obvio al verlos.
Mi hermano me confesó anoche después de muchos tragos y de enterarse que era ella quien estaba con nosotros, que había estado enamorado de ella cuando la conoció en el internado, pero Fred estaba tan enamorado también que cogió su amor apasionado y lo convirtió en un amor filial, poco a poco lo logró, en especial porque el amor de su mejor amigo era correspondido.
Es la última noche de Mariana en el país, así que hemos salido los cuatro a un restaurante, ya había venido con Mel, en una ocasión.
–¿Por qué eligieron este restaurante? – Preguntó Mariana
–Me gusta la comida italiana, y era el único restaurante de calidad que no pedía reservación –La verdad solo quería venir aquí mientras pensaba en Mel.
–¿Por qué? ¿No te gusta? – Intervino Fred.
–No es eso, este restaurante era de mi padre, ahora es de mi abuela, él nos traía siempre que le iba bien, nos traía regalos y celebrábamos nuestro cumple aquí los tres.
–Que bonito recuerdo– La animo un poco, se ve algo nostálgica.
Pedimos la cena, y hablamos de un motón de boberías y entonces el ruido de un estridente grupo que llegaba interrumpió nuestra conversación.
Era un corrillo de hombres jóvenes detrás de una mujer, una actriz muy famosa, he visto apenas un par de películas donde aparece, sin mencionar que ha estado en Hollywood y esas cosas, tengo entendido que aparece en muchas novelas nacionales también, es raro que venga sin escoltas o algo así.
Aunque el sitio parece muy reservado, veo que Mariana se siente incomoda con su presencia, incluso le da la espalda para no verla. Ahora que recuerdo Melissa también salió corriendo de aquí cuando la vio.
–¿La conoces? ¿Quién es ella? – Sucumbo ante mi curiosidad.
–¿Esa perra? Claro que la conozco, esa zorra fue quién intentó asesinar a mi hermana, legalmente tendría que llamarla madre, pero prefiero no hacerlo.
Alzó la copa y bebió de un solo trago el vino que había en ella, y eso que estaba casi llena. Sentí terror al pensar que me había equivocado de nuevo, que la descubrirían ahora.
Entró una mujer mayor, elegantemente vestida, la reconocí de la vez anterior, es la dueña de la tienda de maternidad a unas calles de aquí hablo con el mesero y este le trajo un valde de agua con hielo, después se lo arrojó a la actriz y prácticamente la sacó a la calle a tirones.
–Maldita bruja.
–Sabes que no eres bienvenida aquí zorra, lárgate y no te vuelvas a aparecer ¿Cuántas veces tengo que venir a sacarte de aquí como una cucaracha?
–¡Este restaurante me pertenece! – Gritó la mujer, es muy hermosa, no puedo crear que sea la cabeza de la mafia y mi suegra, esa bruja, es mi suegra.
–¡Jamás! Nada aquí te pertenece... ¡Vete ya! – Muy ofendida salió la actriz, seguida de su harem inverso que buscaba como consolar la actriz, aunque parecían acostumbrados porque ninguno salió a la defensa de la mujer que se supone era su idol, o eso creo.
Hizo que todos los comensales se retiran y los empleados también, luego se acercó a nuestra mesa, porque Mariana no nos había dejado ponernos de pie, cuando todo el mundo se retiró.
–Ven aquí muchacha– Sus ojos llorosos inspiraban mucha ternura –Me alegro poder estar viva, para poder verte de nuevo.
Mar se acercó para abrazar a su abuela, se dijeron un par de cosas al oído y luego se despidió.
–Abuela te pido que por favor cuides a estos chicos ¿Puedes?
–Claro que si hija, como no voy a cuidar a los padres de mis bisnietos, eso era lo que tu padre hubiera querido– Los chicos quedaron impactados ante la declaración de la anciana y Mar abría los ojos sorprendida sin mencionar que se sentía acusada.
–¡Abuela! –Gritó Mar para que ella se callara.
–Estoy en contra de lo que han hecho, cuando vuelvas, aunque no esté aquí tienes que mostrarle a tu hija su padre, ambos tienen el derecho no se lo puedes negar.
–Está bien– Dijo resignada y miró apenada a Fred que ni siquiera podía reaccionar.
Luego de eso nos despedimos, salimos por la puerta de atrás donde nos esperaban dos autos, uno para ella y el otro para nosotros, Mar subió en el auto y ya no volví a verla, no puedo dejar de preguntarme si las volveré a ver alguna vez.
=====
Han pasado algunos días, no he vuelto a ver a Fred por aquí, la semana que Mar estuvo aquí la pasaba todos los días, lo vi en una entrevista, pero se veía más acabado, incluso con el maquillaje que les ponen para las cámaras.
El puesto que se había abierto para Valeria fue reemplazado por mi hermana menor, Valentina, de alguna manera se empezó a interesar hasta conseguirlo, la idea de Valeria se ha convertido en todo un éxito, por eso iremos a celebrar todos juntos, Laura y Hannah le han hecho promoción a su manera. Laura destinando un espacio especial en el periódico invitando a más padres emprendedores, y Hannah contratando a mujeres sobresalientes como madres, sin mencionar que ahora ayudan a mi hermana con consejos, como empresarias y mujeres bellas.
Julián por su parte ha estado un poco más distante, ha salido de la empresa y ahora trabaja con su tocayo* en los bares temáticos, me comentó que habían abierto una cuenta secreta para que su legitima dueña pudiera utilizar los bienes necesarios cuando los necesitara, ellos no saben mucho de lo que pasó con mi prometida, pero si algo estoy seguro es que me apoyan como mejor pueden.
La celebración se hará en uno de los bares, es uno nuevo, y lo utilizaremos antes de su inauguración, Julián Gonzales me preguntó por el tema, y yo pensando en las gemelas decidí instantáneamente por anime, estoy seguro de que este lugar se llenará de otakus, igualitos a ellas, hice una pequeña investigación y me di cuenta qué son más de los que hubiera imaginado, lo bueno es que tendrá comida y bebidas asiáticas. Sin mencionar que, aunque haya toda clase de música, se tendrá especial atención a los pedidos relacionados con anime, dramas y películas orientales.
Las primeras en llegar son las chicas, vienen riéndose, aprovecharé hoy para hacer la prueba del chef así que están muy animadas, quién diría que mi cuñada Laura fuese tan comelona, se ve tan bien desde que sale con mi hermano, creo que es lo que más las une con Valentina.
Entra Santiago y se ve un poco distraído con la decoración, hace unos días me comentó que era su afición al anime lo que lo había unido a las gemelas, pero que solo se dio cuenta que eran dos después del incidente de Mel en el hospital, pues no muchos las diferenciaba y él no era uno de esos.
Después de un rato llegaron los demás, como lo pensé Freddy se veía diferente, al saludarnos le hizo un intento de sonrisa a Hannah, que ella recibió con un gesto de ternura y compasión, me quedo observándola y le sirve la comida, lo trata como a un niño, pero ya no hay en su mirada ese amor no correspondido y lastimero, han madurado, sobre todo, han cambiado.
Al final de la noche, mis dos hermanos pequeños se han ido a la casa, pero Santiago y Fred han abusado del saque y ahora tengo que escucharlos delirar entre sus pensamientos más profundos y frases incompletas, decidimos dormir en el establecimiento, creo que es una excusa de Hannah para cuidar de Fred sin quedar solos y la de Laura para pasar tiempo con Andrés, que por lo que escuché en la cena, hace mucho que no están juntos.
Santiago sigue bebiendo, no le quito la bebida, entiendo sus sentimientos, no saber donde estará esa persona que amas, si ya comió, si está durmiendo bien, si está bien... Pero en su caso es mucho peor, se puede amar más a los hijos que a cualquier a otro ser humano. Su pesadilla debe ser terrible.
Balbucea algo que no entiendo muy bien, entonces me ve con los ojos cristalizados, no sé que decirle, comparar su pena con la mía es un atrevimiento, lo llevo para que se acueste en uno de los sofás del recinto, ha bebido más que suficiente para duerma la semana, algo que es obvio que necesita.
–Jamás la volveré a ver– Solloza ya entrando en un sueño –Yo jamás la toqué, así que cuando se entere, nunca más volverá.
–¿Qué?– Sé que es muy tonto preguntarle a un ebrio, pero quiero sabe.
–Lo siento– Dice antes de caer ante los brazos de Morfeo.
Empiezo a recoger el desorden que ha quedado de nuestro encuentro, por alguna razón termino pensando en las palabras de Santiago, debe ser mi tiempo libre de no pensar en Melissa... Creo que he malentendido sus balbuceos, pero juro que dijo que no era su hija, pero creo que no era lo que quería decir, pero no me atrevo a preguntarle sobrio, no quiero echarle sal a su herida tan grande.
Mis ojos se cierran y me dejo arrullar por el frío, para soñar con la persona que extraño con todo mi ser, allí en ese lugar puedo ver a mi hijo crecer.
Seis meses después.
Miro al computador y paso mis manos por mi cara, me refriego desesperado, no quiero leer, no me atrevo, esto no puede estar pasando...
–¿Lo viste?– Entra mi hermano Andrés con cara de aburrimiento.
–No quiero abrirlo, me da miedo.
–Te hará Spam hasta que le respondas... Además, te adelanto las malas noticias– Suspira –Se va a casar.
–¿Quién es el desafortunado?– Antes de poder contestarme entra Valentina gritando como una niña pequeña, la madurez que había adquirido los últimos seis meses es arrojado a la basura con demasiada rapidez.
–¿Lo vieron? ¿Lo vieron?– Pega unos brinquitos, como un pequeño esperando su regalo de navidad.
–Yo aún no lo veo...
–Se va a casar en París la ciudad del amor...
–Corrección, la ciudad de las luces, querida– Dice mi hermano.
–¿Sabes con quién se va a casar?– Pregunto para evitar la pelea que viene entre los dos, siempre que llega Sophia a nuestro mundo, todo a su alrededor se vuelve un caos.
–¿Celoso?– Refuta ese pequeño demonio que tengo por única hermana.
–¿De nuestra prima fastidiosa? Jamás, es más, siento pena por el pobre diablo con el que se case.
–Di eso hasta que lo creas, porque todos sabemos que te hace falta Sophie.
Blanqueo mis ojos mientras mis hermanos huyen de la oficina riéndose, Sophia es una sobrina de mi mamá, la única que ha vivido con nosotros, ella es innecesariamente hiperactiva, en cierta ocasión su madre enfermó de gravedad y como mi tío solo tiene ojos para ella, se dedicó en cuerpo y alma a su esposa mientras estuvo en el hospital.
Creo que la manera de mi prima de soportar el duelo era siendo irremediablemente fastidiosa, incluso decía que se había enamorado de mí, y me había elegido para ser su esposo. Por suerte su madre no murió y se la llevo lejos, pero unos años después cuando cumplió quince decidió hacer la fiesta en mi casa, esa vez fue tan terrible como siempre, porque siempre era yo que terminaba de niñero, esa vez terminamos entrando a una fiesta en la cual no éramos invitados y me terminé acostando con una desconocida, recuerdo que unas semanas después me hacía exámenes de toda clase, temía haber terminado con alguna enfermedad de transmisión sexual. En otras palabras, odio a Sophia.
Me armé de valor, pensé en mi diosa, mi amuleto, y decidí abrir el mensaje.
Para: Mi pequeño amor
Asunto: Invitación a ver el amor de tu vida irse con otro.
De: Tu Crush.
Querido amor mío, lo siento, no puedo seguirte esperando más, además me he enterado de que me has puesto el cuerno, así que con todo mi dolor he decidido cambiarte por otro hombre, se que me amas y te duele venir a verme, pero tienes que hacerlo, hay que fingir ante la gente que no sentimos nada el uno por el otro... Este amor prohibido tiene que terminar, al menos como solteros...
Me la imagino riendo a carcajadas mientras escribe cuantas tonterías se la pasan por esa diminuta cabeza, creo que le llevaré a su futuro esposo unas llaves de oro o pondré su nombre en el muro de la fama, pobre mártir.
Hay una serie de flechas que indican que siga leyendo, pero me da pereza hacerlo, al final las sigo, se tomó mucho tiempo escribiendo este mensaje, porque eran muchas flechas.
Siempre lo he sabido, eres un buen hombre que no deja nada sin conclusión. Sé que he sido molesta contigo siempre, pero es que me encanta molestarte, probablemente no quieras venir a mi matrimonio, es normal, pero en realidad necesito que vengas, he escrito este mensaje probando a la suerte, la casualidad y al destino. Tengo que mostrarte algo que encontré, algo que te pertenece. Por favor no vayas a comentar esto con nadie, después de que te lo entregue ya decidirás como proceder.
Cordialmente Sophie Montenegro.
Su nota me dejó con muchas dudas, no sé si ella sabe lo de Melissa, pero en mi corazón guardo la esperanza que sea ella, sé que no pasará, pero quiero, necesito que así sea. Como también puede ser una de sus bromas macabras. Suspiro desde lo más profundo de mi alma, solo el tiempo lo dirá.
Dentro de un mes, veré a mi prima menos favorita.
*Tocayo: Persona con el mismo nombre.
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