Capítulo 11: Eclipse.
Miro mi reloj nuevamente, son cerca de las tres de la tarde, me quiero ir del lugar, me han invitado a tomar unos tragos nuevos clientes. Pero no quiero estar más aquí, y ya no puedo traer a Valeria, porque oficialmente ya no es mi secretaria. Quiero llegar al apartamento de ella, porque en las últimas tres semanas nos hemos quedado juntos, prácticamente vivo allí, con ella.
Quiero llegar, preparar la cena, comer juntos en el sofá, poner una película y besarla mientras fingimos que nos interesa el filme. Un largo suspiro brota de mi, llamando la atención de mis acompañantes, entre esos mi padre y mi hermano mayor.
—¿Ya estás aburrido? No me digas que prefieres estar en otro lugar amigo— Me dice uno de los nuevos clientes, es un hombre como de mi edad, se ve que es muy alegre y que gusta del ambiente del restaurante.
—Nunca he sido de beber mucho o de salir a bailar, prefiero leer— O estar arrunchado con mi novia...
—Bueno hijo, puede que sí, pero debido a tus circunstancias es bueno que el alcohol cure las heridas de un corazón lastimado —Comenta el hombre mayor, tiene cerca de unos sesenta años, pero tiene el dinero y la sabiduría para que el mundo le siga y ahora que es un cliente, me traerá muchos beneficios.
Creo que el abuelo piensa que estoy deprimido por la ruptura con Patricia, si supiera el bien que me ha hecho ese acontecimiento, no tengo como pagarle a esa mujer por haberme sido infiel, porque pude darme cuenta de lo enamorado que estoy de Valeria y el tiempo perdido con una lo llevo a toda prisa con la otra, con la que siempre tuvo que ser.
—No estabas tan enamorado de esa chica como crees —Sigue hablando el abuelo —Si la amarás en verdad, sentirías que tú mundo se derrumbaba ante tus pies y hasta el oxígeno más puro se sentiría tóxico, y eso hijo no se puede disimular.
—¿Cómo puede decir usted eso? —No me siento para nada ofendido, solo tengo curiosidad.
—La mujer que yo amaba falleció hace mucho tiempo ya, y pensé no hay ninguna que siquiera pueda reemplazarla, pensé que moriría tras ella, pero no fue así, y entonces conocí a una mujer, impresionante que me hizo dar cuenta que el amor que sentía por primera esposa era insignificante, por mi segunda esposa aún respiro, ella amorosamente cuidó de los hijos que no eran suyos, y ellos no pueden llamarla más que madre, porque es perfecta... Cuando ella no esté, moriré... Porque ella es mi vida, vendrá una mujer que te haga sentir, que nada vale sin ella a tu lado,y que no importa lo que haga, serás feliz si ella es feliz... Y eso implica que si se va con otro que realmente la haga feliz, entonces en medio de la tristeza serás feliz.
—El amor suena complicado -—Alzo el vaso de whisky que tengo en mi mano hace más de media hora, la idea de ver a Valeria en brazos de otro... Me bebo el trago de un solo sorbo, quiero que esté siempre a mi lado, entonces la imagino sonriendo, si fuese Andrés o Julián... O cualquier otro que la hiciera sonreír... —i alguien la hace sonreír, esa persona la tiene merecida.
No me doy cuenta que dije lo último en voz alta, hasta que mi hermano pone su vaso para brindar.
—El hombre que haga sonreír a la chica que amas, es quien se merece amarla más que nadie —La sonrisa de Andrés es perfecta, creo que es su manera de aprobar mi relación con Valeria.
La charla sigue siendo de amores y desamores, entonces veo un mensaje de la susodicha.
No vengas al apartamento hoy, estaré con las chicas toda la noche. Tendremos una especie de pijamada hoy sin chicos.
V. Sanz.
Su mensaje me hace poner mala cara, quiero llegar a dormir con ella... Pero bueno, antes de mí tenía amigas, sería injusto quitarles o arruinar su amistad.
Mi padre me envía una mirada de reprensión por los gestos que estoy haciendo, así que sin palabras le digo que no pasa nada, y me concentro en los clientes. Por suerte para mí la reunión no dura mucho más.
Cómo hemos bebido, mi padre envía el auto de Andrés y el mío, con un conductor designado, mientras nos lleva en su gran auto familiar, al parecer siempre está dispuesto a llevar a toda su familia en su auto.
Mi hermano mayor se distrae con el celular, y yo, bueno yo dejo que mis pensamientos me lleven al lugar donde quiero estar, cierro los ojos y casi que puedo verla, en su cama, dormida por el cansancio del trabajo y mi incapacidad de no tocarla mientras posa semidesnuda entre las sábanas, su exquisita piel nivea, hace un par de noches le hice un masaje con una crema brillante, y como si viera el tesoro al final del arcoiris su piel perlada me sedujo, esa mujer se ha convertido en mi droga y yo el infeliz adicto que se consume en ella.
He tenido varias novias aparte de Patricia, pero si quisiera comparar ninguna llegaría siquiera a la mención con Valeria presente, aún no puedo olvidar esa tarde que los celos me invadieron, verla tan cerca de Andrés me enfureció. Una infidelidad por lo general es cosa de dos, así que lo que hubiera pensado mi yo normal, es que si hubiera algo entre ella y mi hermano, la culpa sería de los dos. Pero no, pensé en la inocente Sanz y el malvado Marqués, me sentí estúpido, en especial cuando caí en la cuenta de que ni siquiera podría llamarse infidelidad, para eso tendría que haber una relación entre ella y yo...
Mi estúpido comportamiento me aterró y huí a la azotea, pero cuando Andrés me llamó para decirme que ella había desaparecido por ir de tras de mí, sentí que mi corazón me abandonaba para correr tras ella... ¿Y si no volvía? ¿Y si era tan cobarde como yo?
La encontré herida cuando salí a buscarla pensé en que algo terrible le había pasado, pero con calma me explicó que solo había caído de un gran árbol, vi los cigarrillos y cervezas en su bolsa, probablemente había salido a despejarse como las personas normales, pero con la privacidad que le habíamos robado, pensar en verla fumando me recordó que es tan terrenal como cualquier otra, aunque sienta que el deseo me lleve hasta el infierno y con su amor me eleve a los cielos.
Cómo la mujer frentera que es, puso los puntos sobre la ies, y aclaró la mayor parte de mis dudas y mis inseguridades, además de poner lo nuestro en una relación, y con ese sello de muerte con la que le vendería mi alma al diablo, su sonrisa fue la que cerró el contrato. Siento como un gran suspiro sale de mi cuerpo.
La vibración del celular me despierta de mis cavilaciones y veo un mensaje de mi hermano.
"Llegamos"
Abro bien los ojos y me doy cuenta que el coche está en el garaje, ni el conductor, ni mi hermano o mi padre están por ahí, espero que crean que me he quedado dormido, me doy risa, de como esa chica me vuelve loco, y lo peor todos creerían que es porque le hago el amor desde hace unas cuantas semanas, pero la verdad es que siento que la amo de toda la vida, gracias Patricia por romper la venda de mis ojos y de paso mandar nuestro compromiso al fracaso.
Al entrar en la casa me encuentro con mamá que me ve sorprendida, aún vivo en la mansión de mis padres, y es que siendo soltero, no consideré la opción de mudarme, aunque ahora este considerando el ni siquiera volver.
—Hijo hubieras avisado que vendrías, te habría preparado tu comida favorita.
—Mamá no hables como si tu hijo se hubiera ido de viaje o de casa... O al menos dímelo a mí, ya que yo sí no vivo aquí —Protesta Andrés bastante divertido.
—Es que no había venido a casa en días— Andrés no sabía que aún me seguía quedando en casa de Valeria, así que se ríe de mí al descubrirlo, al parecer soy su payaso personal, se acerca a mamá y la abraza
—Nuestro bebé está creciendo y ya quiere quedarse con su novia, pronto dejara la casa —Se burla Andrés y después le da un beso a mamá.
—¿Novia? ¡Ay! Hijo no me digas que volviste con esa mujer— Veo la tristeza en sus ojos y puedo adivinar un poco de decepción —No creo en los rumores, pero una mujer que llama la atención así misma tan dudosamente afectando su propia reputación, no es una buena mujer.
—Mamá no... -_Trato de aclararle que no volví con Patricia, pero me interrumpe y no me deja terminar.
—Hijo respeto tu decisión, pero honestamente no puedo aprobarlo.
—Ojalá hubiera vuelto con esa mujer patética— Julián pasa airado hacia la cocina, su sarcasmo casi me tira al suelo. Al parecer mi hermano sabe de mi paradero en las últimas semanas. Esto es malo, muy malo.
—¿A qué se refiere tu hermano jovencito?— Mi madre me mira con reproche, no está de acuerdo en que salga con una y otra, no quiere que ninguno de sus hijos sea un Don Juan, que ande lastimando mujeres —¿No te estás quedando en el hotel para evitar a los medios?
—Mamá, no volví con Patricia, pero tampoco ando de mujeriego por ahí...
No le prestes atención, Andrés solo está jugando contigo— No quiero mentirle a mamá, pero quiero disfrutar más tiempo entre Valeria y yo a solas antes de anunciar nuestra relación. Mamá tiene una toalla en las manos y con mi agilidad se la quito, sé una manera de distraer a mamá de este asunto.
Pongo mi mano izquierda sobre mi espalda y le pego con la toalla a mi hermano en su cara.
—Señor usted me ha ofendido y ha manchado mi honor, lo reto a un duelo —Hace muchos años Andrés vio una película de vaqueros donde los personajes mantenían su honor por medio de duelos, se obsesionó tanto con ello, que leyó toda la información asociada a los duelos y un día cualquiera lo pasó a la vida real, si se enojaba con nosotros sus hermanos, nos retaba a duelo.
Al principio usábamos nuestras armas de juguete, pero en un enfrentamiento con Valentina, ella utilizó las albóndigas del almuerzo, después de eso, nos 'enfretabamos' por casi todo, y para invocar al duelo utilizábamos cualquier prenda de tela, incluso nuestros calcetines y la guerra comenzaba, horas y horas de duelo hasta que el primero cayera, Valentina a pesar de ser la menor se defendía muy bien, nos divertimos mucho, lamentablemente el fundador de nuestro principal juego creció y pronto tuvimos que madurar y comportarnos, los duelos se acabaron, nuestra infancia había terminado.
Pienso en que vamos a utilizar en nuestro duelo, y me voy a la nevera, hay una gran bolsa de tomates maduros, estas serán las armas.
—¿Señor, no está usted muy grande para estas cosas?— Veo a mi hermano para confirmar porque no quiere jugar, pero veo en sus ojos la picardía de años pasados, así que lo arrojo la mitad de los tomates.
Antes de salir al jardín, me quito el abrigo del traje, pierdo movilidad con el, y veo a Andrés acomodarse las mangas de su camisa blanca de marca.
Llegamos al jardín, empezamos la cuenta de los pasos, debe ser hasta diez.
Uno...
Dos...
Tres... No termino de contar cuando siento el primer impacto, el tramposo de mi hermano me ha golpeado en la espalda, cuando giro a su encuentro otro golpea en mi cara, por suerte está maduro, empiezo a lanzar sin compasión mis municiones, pero poco logro alcanzarle, corre hasta mí y yo huyo de él, hasta encontrar una posición más favorable.
—No hice trampa, solo conté más rápido que tú— Se justifica, está cansado de tanto reír, creo que no se había divertido en años.
—Vil señor, no justifique sus malvadas acciones— Nunca he destacado en los deportes y no soy el mejor en puntería, la verdad siempre perdí contra mis hermanos, pero tengo lo que ellos no tienen, planeación y paciencia, así que después de que Andrés se cansa le tiró mi última munición, por suerte le doy en el pecho aunque apunté a la cabeza.
—¡Oh no! ¡Me has herido! Un zombie me ha herido... Moriste desde la primera vez, así que no cuenta.
Reímos un rato los dos tirados en el suelo, revolcados en la tierra, como cuando éramos niños, creo que los dos lo necesitabamos.
Después de la lucha voy hasta mí habitación, tomo una ducha, quiero que Valeria se divierta, que ría, que sea feliz, que alguien la haga feliz, pero lo que más me gustaría es que fuese yo quien la haga feliz.
Me pongo algo cómodo, unos vaqueros oscuros y un buso blanco manga larga de algodón, y unos tenis. Mientras busco entre mis lociones y fragancias, un gran libro llama mi atención, sé lo que hay dentro...
Parece un libro, pero solo es una bitácora de dibujo, mi bitácora, el primer dibujo sale despedido por la gravedad, la razón por la que aprendí dibujo, es el rostro de una niña de seis años, mi primer amor.
Me siento sobre la cama mirando ese viejo dibujo... ¿En qué momento me olvidé de ti? Lo que sentía por ella era lo más puro y real que he podido sentir por alguien, repaso con mis dedos las líneas de su pequeño rostro, lamento mucho no haberla podido encontrar de nuevo, no quiero olvidarla pero Valeria ha estado ocupando todo de mí... Desde que ella apareció en mi vida, esta personita empezó a desaparecer. Lo lamento Mel.
Saco el dibujo y le pido el favor a Damián, el asistente de papá, para que mande enmarcar el dibujo, quiero conservar su bonito recuerdo, aunque estas alturas solo sea eso. Me dirijo a la mesa, la cena está por servirse y mi mamá se enojara sino estoy allí con la familia.
—¿Estás bien?— Pregunta mi papá cuando llego a la mesa, imagino que no tengo la mejor cara, si él es quien pregunta.
—Sí, papá— Suspiro en la respuesta, existen dos personas en mi vida que la han puesto de cabeza en poco tiempo.
—Hijo, imaginamos que no es fácil todo esto, pero algún podrás superarlo y seguir adelante— Interviene mamá, se ve algo triste.
—¿Te refieres a Patricia?— Pregunta Valentina a mamá de manera relajada y después se llevó un bocado a la boca.
—Si nena ¿Quién más?— Mamá mira a Valentina confundida, y mi papá por respuesta, pero este le desvía la mirada, no pensé que él lo supiera... O al menos que no lo tuviera tan claro.
—Pues Valeria... Obvio... Todos en la oficina saben que mi hermanito está durmiendo con su ex secretaria, eso fue lo que hizo que ascendiera tan rápido— ¿Desde cuándo la sátira hace parte de mi hermana pequeña? Me siento ofendido ante el comentario, pero si es verdad que eso se rumora en la empresa, me siento muy enojado y a la vez arrepentido de perjudicar tanto a la pobre Valeria... Un golpe en la mesa nos sobresalta a todos.
—¿Desde cuándo un rumor es solo algo que acabas de inventar?— Interviene Julián —Solo porque eso es lo que piensas no tienes que inventar un chisme, solo preguntar y ya.
—Quizás no todos sepan que esa bruja está durmiendo con Adrián, pero si es muy sospechoso su ascenso.
—Valentina ten cuidado con tu vocabulario y tus modales, eso no es de una señorita —Habla papá, serio y creo que también enojado —Fui yo quién sugerí que Valeria Sanz fuese ascendida a socia por su labor en la empresa, bienes materiales y contactos ¿Crees tú que le daría el puesto que tiene ahora solo por tener una relación con Adrián? ¿Insinúas que su puesto ha sido por conveniencia y no por mérito?
—Pues así parece...
—Entonces mañana mismo Valeria regresará a ser secretaria, pero no como la asistente que siempre ha sido, solo la chica que toma llamadas y planea agenda. Julián y tú se van a empezar en correo, Andrés se quedará con la presidencia y Adrián no sé, ya revisaré su currículum, quizás lo mande a la universidad de nuevo, porque por el comportamiento de hoy parece haber olvidado el manejo de clientes.
Todos nos quedamos callados ante su resolución, sobre todo Valentina, su lógica la ha dejado muy ofendida, la verdad es que él tiene razón, nuestro trabajo es gracias a nuestro esfuerzo y una parte de empuje, ha defendido a Valeria de la mejor manera.
—Yo nunca he estado en contra del ascenso de Valeria, además trae consigo unas ideas innovadoras, si asocia sus complejo de bares temáticos a nuestra empresa, tendremos una gran variedad de nuevos clientes, productos y servicios— Andrés tiene muy claro que papá puede cumplir su promesa y saca su trasero del barco, él no quiere la presidencia.
—Las cosas están bien cómo están- Valentina suspira y da paso con rabia por haber perdido, tiene que cuidar su puesto, además probablemente su comentario también tendrá repercusiones en ella.
—Hijo, no quiero que salgas con esa señorita, termina tu relación con ella- Las palabras de mi madre entran como puñal en el pecho.
—¿Por qué? ¿No es suficiente para mí? ¿No es de mi clase social? O ¿Es un estorbo para esta familia?— Mi tono es más elevado de lo que pensaba, pero estoy harto de todo esto, y si, quiero correr e ir con quién estoy a gusto, y no es mi familia en estos momentos.
Me he mantenido callado porque no creo ser la mejor defensa por ahora, pero lo último que espero es que mis padres me digan con quién debo estar y con quién no, y menos después de que nadie dijo nada aún con el fiasco de novia que tuve por cuatro años.
—No se trata de clase, solo no quiero que mi familia se descomponga por una infortunada mujer.
—Si una mujer descompone esta familia, es porque nunca tuvo un buen fundamento- La declaración de Andrés es impactante para todos, pero dolorosa para mamá, veo como su corazón se rompe, ella es el fundamento de esta casa, si una jovencita acaba con nuestra familia, es porque mamá no fue suficiente para nosotros.
—¿Porque la defiendes a ella y atacas a mamá?— Valentina ahora se ve preocupada y un poco adolorida también —¿Qué tanto le puedes deber a una mujerzuela como ella?
—¿Quién dijo que era como tú? Todos saben que han pasado más hombres por tu cama que por la de ella... - ¿Qué? ¿Andrés le está hablando así a Valentina? —Sabemos que Julián te cubre para que puedas salir sola, así que no vengas a fingir nada, hasta mamá lo sabe, por eso se queda hasta tarde esperando a que regreses, mientras Julián se queda como un idiota esperándote en casa de su amigo Jordan, te voy a dar la misma advertencia que le di a Valeria hace unas semanas, no busques cosas que no quieres saber, y si el problema tuyo es porque Valeria no le presta atención a Julián, primero deberías tener en cuenta los sentimientos de tu hermano al menos antes de dejarte ir por tu rabia sin sentido.
—Yo no salgo con hombres como lo haces ver— Valentina voltea a ver mis padres —Lo juro. La odio, la odio... Tú estás enamorado de ella, y Julián siempre le ha tratado bien y ahora Adrián también... No es justo, es el que menos ha intentado conquistarla.
—Vale, yo no estoy enamorado de ella, la admiro como persona y como mujer, por eso siempre soy detallista con ella, a su edad ha logrado hacer muchas cosas y lo ha hecho sola, nosotros somos grandes y poderosos, pero estamos juntos, yo siempre te tengo a ti, y mis padres, incluso puedo contar con Andrés... Pero ella no, y quiero que me vea cómo alguien en que se pueda apoyar. Tampoco creo que Adrián se la merezca, la ha tratado como una esclava, y ni siquiera le ha puesto cuidado cuando se enferma por tanto trabajo, además así como es mentira de que sales a encontrarte con hombres, porque fue una afirmación y nadie te pregunto que los qué haces en realidad ¿Cómo sabes si es verdad que Valeria y Adrián están saliendo? ¿Has visto algo en la oficina que parezca así? Todos sabemos que se decidió que Adrián durmiera en su casa, pero no con ella... Además papá ni siquiera le consulto si podía hospedarlo. Sé que la afirmación de Andrés es para que entres en razón, porque el no piensa eso de ti, es sólo que has lastimado la reputación de su buena amiga —Quiero pararme y aplaudir el discurso de Julián, sé que él y todos saben sobre una parte de mi relación con Valeria, lo que nadie sabe es que tanto... Bueno, Andrés si, pero él la está defendiendo. Lo importante es que Julián es el más parecido a papá y con palabras tan sabias ha arreglado lo que probablemente hubiera sido la división de la familia.
—¿En serio la vez como solo una amiga? —Mi pequeña hermana se siente terrible por haberse dejado llevar de sus emociones y ahora se dirige a Andrés.
—¿Cómo más podría ver a una niña?
—Lo siento, me porte de manera indigna, yo...— Valentina rompe a llorar, pero hasta que no termine la cena no se puede parar de la mesa.
Todos empezamos a comer rápido para que Valentina pueda irse a su habitación, cuando llega un mensaje de texto de un número desconocido.
Lo siento mucho, hice algo que no debía y sin querer lastimé mucho a Valeria, quizás no exista una manera de cómo pueda yo repararlo pero al menos tu si puedes consolarla. Búscala, te lo suplico.
Atte Laura Pomel
Su mensaje me deja un poco desconcertado, tengo un millón de preguntas que quisiera resolver con Andrés y a la vez quiero salir a buscarla, le reenvío el mensaje al mismo, y este bota un suspiro demasiado largo.
—Ve a buscarla, no hagas preguntas, solo búscala— Veo la preocupación en su cara, pero no sé qué hacer así que opto por obedecer, con mi cena a medio comer, me paro de la mesa.
—¿Vas a ir por Valeria?— Pregunta papá y yo solo afirmo con la cabeza.
—Algo pasó, no sé qué pero no parece algo sencillo.
—Espera un momento hijo, llévate tu cena y algo para ella— Comenta mi madre, aunque no esté de acuerdo en mi relación con ella, no deja de ser una madre magnífica.
—Deja así mamá, si es lo que creo, lo último que va a querer es comer, su amiga le ha roto el corazón de la peor manera— Dice Andrés creo que su cara está a punto de perder su figura.
—Andrés puedes levantarte— Dice papá y mi hermano se le va la vida en un suspiro
—Gracias— Dicho esto y toma su celular, pone el marcado rápido de su celular, contestan rápidamente del otro lado —Laura ¿Qué hiciste?
—Con llorar no solucionaras nada— Sigue hablando mi hermano por el teléfono sin moverse mucho, y yo igual me quedo quieto— Llevaré a Adrián hasta su apartamento y luego iré al tuyo, amor, escúchame lo hecho, hecho está, esperemos a ver Adrián que tanto soluciona ¿Quieres?
—¿Qué pasó?— Pregunto desconcertado, sé que el resto de mi familia aún nos alcanza a oír, pero después les doy explicaciones.
—Olvidé que mi novia es una periodista de talla internacional, y que la tuya es tan curiosa como un gato... Pues ese gato salió muy lastimado.
Ahora ya no hay nada que pueda negar sobre mi relación con Valeria, pero eso es lo de menos, sin mencionar que se ha hecho público la relación de Andrés con Laura, no puedo imaginar la decepción de mi madre al enterarse que me ocultamos tantas cosas.
No hablamos mucho más en el camino, creo que estaba desesperado por quedarse a solas, así que como el pidió no hice preguntas, entre rápidamente al apartamento y la busqué por todos lados, pero no la encontré, hasta que decidí entrar al cuarto de baño...
Allí estaba sumergida en la bañera, veo una botella de vino a la mitad, y una serie de vidrios de lo que era otra botella en el piso con sangre y vino mezclados, al igual que el agua la cubre...
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