Capítulo 10: Un mundo lleno de secretos.
La nueva película empieza y siento la tensión en el ambiente, dos chicas muertas y una aparentemente soy yo... Tengo que dejar de pensar en eso estos momentos, Adrián hace que se me olvide cosas que no debería, despierta sentimientos confusos y complicados, está desenmascarando la cara de piedra que acostumbro a hacer, y eso no lo había logrado nadie.
El efecto del anime me encanta, sobre todo en mis conocidos, la mayoría se aburre y se quedan dormidos, las chicas volvieron a caer justo después de cenar, les gusta las películas románticas, de superación personal, de mascotas, en el idioma que sea... pero no de acción con subtítulos, pero los chicos, los tres, están entretenidos viendo el filme.
Me pongo de pie y me dirijo a la cocina y llevo los trastes sucios que hay aún en la sala, friego los platos y eso me da tiempo para calmar mis pensamientos, entonces llega Andrés, viene por un vaso de agua, que saca de la nevera, dejo de seguirlo con la mirada y cuando menos lo espero, se hace tras de mí, aunque me sorprende no me inmuto, no lo esperaba de él.
—No busques algo que no quieres encontrar, todos tenemos secretos, y tú, tú eres la reina de un mundo de secretos... Y cuando se descubran los de los demás, los tuyos saldrán a la luz tan rápido que no podrás ocultarte— Saca de su bolsillo una foto de las que había tomado Freddy en la tarde, y la pone sobre el lavaplatos —Después de todo se supone que estás muerta.
—Yo... Yo no soy quien crees— Lo volteo a ver, nuestros rostros están muy cerca, pero eso no me intimida, pero no puedo dejar de fruncir el ceño por la conclusión a la que llegó.
—¿Qué? No— Se ríe —Sé quién no eres... Lo que no sé es quien eres.
Adrián llega a la cocina, y nos encuentra en esa sospechosa escena, pero ninguno de los dos está dispuesto a perder, hasta que Adrián hala con fuerza a Andrés y lo quita de su lugar, nunca lo había visto así y realmente me sorprende, él nunca de los nuncas haría eso, ni siquiera podría decir si son celos, es posesivo, o me está defendiendo de su hermano o a él de mí.
Me besa, pero no es tierno ni delicado, es algo asfixiante y me siento ofendida, me toma un par de segundos separarme pero estoy atrapada con la inmobiliaria de la cocina, miró con detalle que me rodea y afianzó mi mano hacia el cuchillo que encuentro cerca.
—Si no te expusieras de esa manera, no tendrías que buscar ese cuchillo para defenderte— Se limpia la boca y sale rápidamente pero su hermano lo toma del brazo haciendo que se detenga— ¡No te atrevas! No en este momento.
No entiendo el porque de esas palabras, imagino que para ellos debe tener algún sentido, se marcha y enseguida escucho la puerta cerrarse, se fue.
—Lo lamento... Me dejé llevar, la chica que mencionaste hace que todo se derrumbe, Freddy se aferra a que está viva y eso es cruel... Sólo dejémoslo como un tema tabú ¿Quieres?
—Entiendo...— No, no lo entiendo, lo que si sé es que puedo esperar para investigar después, lo que me susurró antes era cierto, yo soy la reina del mundo de los secretos, y no quiero que nadie los descubra —Iré por tu hermano.
Salgo de allí, y trato de imaginar donde puede estar, por suerte ya había encontrado mi celular, y le llamé, pero no me contestó, segundos después me llega un mensaje.
"No llegaré esta noche, lo siento, fui un cretino".
Me siento en las escaleras un rato y siento que se me va ir la vida en suspiros. Está bien, tengo que calmarme, no puedo seguir haciendo las cosas de manera emocional, como todo está descontrolado no significa que yo me deje hundir con ello, si lo hiciera no sería yo.
Me dirijo a la tienda más cercana, casi nunca voy directamente, pero con tanta gente en casa, no me acostumbro y no puedo hacer lo que pienso, cuando paso por una puerta de vidrio, hago lo que toda mujer hace, mirar su reflejo y me doy cuenta que no tengo ropa apropiada para salir, sobre todo porque hace frío.
Llevo puesto una camisa sencilla y holgada, pero un pantalón corto y roto, me encantaría decir que es por la moda, pero la verdad es cuestión de demasiado uso, cuando estoy en la tienda compro unas cervezas, cigarrillos, una bolsa de dulces, y frituras. Cómo no quiero volver al apartamento, me dirijo al parque y me subo a un árbol, prendo el primer cigarro y me ahogo como si fuera la primera vez que fumo y caigo del árbol.
Entiendo, fumar es malo, me duele el cuerpo por el golpe, y me quedo en el suelo acostada bastante tiempo, me duele hasta pensar, llevaba un poco más de tres años sin probar un cigarrillo, creo que es eso... No quiero pensar, me duele pensar, cuando veo que todo está muy oscuro me obligo a pararme, no debería exponerme así... Ah... A eso se refería Adrián, bueno, muy tarde, por lo general siempre pienso antes de actuar, pero últimamente es al contrario.
Cuando voy entrando al edificio, me encuentro con Adrián que prácticamente viene corriendo, me ve y parece como si el alma le volviera al cuerpo y nuevamente se ve preocupado.
—¿Estás bien? ¿Qué te pasó?
—Me caí de un árbol
—¿Qué? ¿Qué estabas haciendo en un árbol?
—Salí a la tienda por unas cervezas, después quise un poco de tranquilidad, y me caí...
—Lo siento mucho, he invadido tu espacio y tú rutina— Me abraza —En dos días y ya me he convertido en un cretino.
—¿Quién dijo que eres un cretino desde hace dos días?— Lo escucho sonreír y sé que se ha calmado.
—Te lastimaste mucho— Cuándo entiendo que no es una pregunta, me reviso, tengo raspados los brazos y la cara, mis habilidades atléticas, esas mismas con las que me reconocían en la prepa... Se fueron por un caño al olvido.
—¿Quieres una cerveza?— Le muestro la bolsa que llevo en la mano— Además no me duele tanto...
¡Qué mentira! Pero igual él no tiene que saberlo.
—Mejor dame las cervezas, estás tan ebria que ni siquiera te das cuenta de que te duele— Se está burlando de mi, eso es bueno, significa que ya se siente más tranquilo.
Subimos juntos pero no deja de abrazarme, creo que siente que me caeré en cualquier momento, me detengo antes de entrar, hay que aclarar algunas cosas antes de comenzar, porque así no funcionará. Me deshago del abrazo lo que hace que él se detenga, aprovecho esta oportunidad para ponerme frente a él.
—Soy fuerte ¿Sabes? No soy WonderWoman o SuperGirl pero resisto la caída de un árbol, que un hombre me acose o intente intimidarme, sé que debo ser precavida pero también sé que y cómo hacer en caso de que me equivoque, si puedes entenderlo y respetarlo lo que sea que sea esto, puede funcionar.
Hace una pausa muy larga a mi parecer, creo que está tratando de digerir lo que acabo de decir, me siento algo nerviosa ante su respuesta, y me doy cuenta que lo único que quiero es que volvamos a la relación de la semana pasada. No quiero tener una relación romántica, no ahora o al menos no en los próximos cien años.
—No soy un príncipe azul que vive rescatando princesas de malvados dragones, tengo de romántico lo que los políticos tienen de honestos, pero estoy acostumbrado a tener todo entre mis manos, tener el control absoluto y llevo dos días, dos días sin tener el control de mi vida, entendí que lo que quería con Patricia era la rutina diaria que sería igual toda mi vida... Pero entendí que estoy tan enamorado de una persona que se escurre de mí como agua entre los dedos... No necesitas de nadie y al no hacerlo, te puedes ir de mi vida tan rápido como llegaste. Mi hermano me manipula contigo... Un montón de cosas más que pensaba que tenía bajo control y resulta que no, que sencillamente me he estado mintiendo todo este tiempo, que no tengo nada... Y yo...— Creo que por fin respira pero no puede más y se sienta en el suelo.
—No te estaba protegiendo en estos momentos, me estaba apoyando en ti para no caerme... Cuando te vi frente a mí hermano, yo... Perdí el control, lo poco que me quedaba, pensé te voy a perder y ni siquiera te tengo, sé que mis hermanos están enamorados de ti, soy el maldito peón que murió en la primer jugada... Y voy y me comporto como un niño, porque a tu lado vuelvo a ser un adolescente, por eso huí como la rata en la que me convertí... Luego mi hermano me llama para decirme que saliste a buscarme y no has vuelto, pensé que no te volvería a ver porque tú...
—¿Por que también soy una rata que huye...?
—También pensé que te había pasado algo...
Me quedo viéndolo, y luego me siento con él, al parecer no soy la única que sus sentimientos están en conflicto, por la manera en que había tomado las cosas creí que no le habían importando, pero parece que al igual que yo hago, sencillamente había escondido todo en su interior.
—No suelo huir, al menos no tan fácilmente, sí te comportaste como un cretino, pero desde hace mucho sé que lo eres, no eres perfecto, además ni tú, ni tus hermanos están enamorados de mí, porque estar enamorado implica un poco más de lo que sentimos en este momento, Andrés ni siquiera me quiere, más bien está pendiente porque en cierto sentido desconfía de mí, o eso es lo que me hizo creer cuando hablamos hace rato, en cuanto a Julián, bueno tú hermano es raro... Y lo digo yo, que soy rara.
—No sé que pensar al respecto.
—¿Qué tal si empezamos por ser amigos?
—Olvídalo... No puedo ser tu amigo, te juro que todo lo que hemos hecho juntos, no lo he hecho con ningún amigo... Ni siquiera con mis ex novias... Seamos nosotros mismos, sólo que juntos, sé mi novia.
—Vale... Pero nada público, porque hoy no pareces tu— Sonríe avergonzado.
—Te dije, a tu lado vuelvo a la adolescencia que no viví ¿Me puedo comportar como un adolescente cuando estemos en privado?
—Como quieras ninfo.
—¿Ninfo? ¿Porque ninfo?
—¿Sabes cuál es el origen de la palabra ninfómana?
—Si mal no recuerdo viene de la palabra griega ninfa por qué... ¡Ey! Qué grosera... Cuando me refería a comportarme como un adolescente no hablaba sobre ese tema...
—Esta bien entonces no tendremos sexo y listo.
—Claro que tendremos sexo, solo que lo haré muy ofendido por cómo me tratas, solo soy un objeto para ti— Se cubre el pecho y me hace sonreír, por culpa de este idiota me van a salir líneas de expresión.
Me levanto del suelo, y le doy la mano para que lo haga también, aunque niega mi ayuda y se levanta solo, buen punto, él tampoco necesita de mi, cuando se de cuenta se va ir de mi lado, será doloroso pero será lindo mientras dure.
Cuando empezamos a caminar me quedo pensando en algo que sé, y que Adrián obviamente no sabe.
—¿Sabes? Laura y Andrés llevan saliendo un tiempo...
—¿Qué? Pero ella dijo que le había ofrecido su cuerpo a Mario...
—No de esa manera, Mario es un buen chico, pero ofrecerle el cuerpo, significa que estará a su disposición cuando lo necesite, al menos es lo que significa para nosotras, y así lo tomamos.
—¿Por qué no lo habían dicho?
—Pues pensé que querían mantenerlo en privado, pero ahora que sé que Andrés y Freddy son amigos quizás sea por eso, ya sabes, ese código que dice que no te puedes meter con la hermanita de tu mejor amigo, pues es como una hermana para ti o algo así.
—¿De dónde sacas esas ideas?
—De las películas que ve tu nov...—¡Mierda! Me equivoqué— Ex... Tu ex.
—Ese es el problema de cambiar muy rápido de pareja —Como lo pensé, metí la pata y ahora se siente mal, debí arreglarlo.
—Como yo lo veo no cambiaste de pareja, pasaste de una relación ficticia a una real. ¡Diablos! Soy la novia de mi jefe. Qué cliché.
—¡Ex jefe! Niña... No olvides que te despedí. No eres el tipo de actriz que tendrían en una película romántica.
—Es verdad, Andrés dijo que me contrataría.
—Ahora que lo recuerdo, no puedo despedirte tan fácilmente...
—Es broma, no seré su secretaria y además tú también tienes dos más.
—Ya pensaremos en algo, por ahora estamos de vacaciones.
Me detuve antes de entrar al apartamento y como no sé, si todos están adentro, lo besé. Es nuestro momento privado aún.
Unos segundos después entramos al apartamento, al parecer nos estaban esperando en el comedor, así que les di la bolsa con cerveza, como disculpa.
—¿Qué te pasó? ¿Te peleaste por las cervezas?— Se me había olvidado que estaba desordenada, Hannah se ve preocupada.
—Se cayó de un árbol... No me pregunten como, yo la encontré en la entrada del edificio— Se excusó Adrián y huyó, ahora me parece gracioso.
—¿Estabas en un árbol?— Preguntó Laura y empezó a revisar la bolsa, encontró la cajetilla y la guardo en su bolso, en otras palabras me los decomisó. Lo bueno es que fue reservada así que ninguno más se dio cuenta. Yo solo afirmé con la cabeza a su pregunta —Bueno, es hora de irnos y dejar a los tortolitos solos.
—¿Por qué?— Preguntó Freddy.
—Por que cuando Vale Vale siente que no tiene espacio, se refugia en un árbol y pierde la noción del tiempo, eso es por lo general cuando muchas personas la rodean cerca de su espacio personal, en este caso el apartamento— Explicó Hannah relajadamente. Destapa una cerveza y se va, creo que por sus cosas.
Todos se despiden y se van, nuevamente mi nuevo novio y yo quedamos solos, se siente raro verlo de esa manera. Mi novio, espero acostumbrarme.
Tres semanas después.
El día de hoy ha sido muy largo, y estás tres semanas muy cortas, la primera semana, la que tomamos como descanso, en mi caso obligatorio, la pasamos encerrados en el apartamento, y fue genial, cuando volví al trabajo lo último que esperaba era que me ascendieran.
Soy la nueva promoción de la empresa, al señor Márquez propuso contratar más personas como yo, con gran capacidad intelectual y gran capacidad para tener su propia empresa, y como ahora tengo los bares que mi ex jefe me regaló, como comisión por ser despedida sin aviso, ahora soy una pequeña socia, solo que aparte de hacer lo mismo que hacía antes, tengo que velar por la seguridad, economía y estabilidad de los bares.
Debido a que mi promoción fue desprevenida, tengo que presentar un proyecto que lo justifique, y por supuesto soy quién está encargada de redactar la idea.
La idea es decir que los hermanos Márquez, me han apoyado desde la universidad al ser interna, también al darme trabajo, mucho trabajo.
El proyecto de Adrián es escoger un nuevo interno. Pero como es el presidente, soy yo quien le está ayudando. Aunque seguimos trabajando juntos, casi no nos vemos en la oficina, pero creo que ahora vive en mi apartamento, porque pasamos todas las noches juntos...
Aunque esta noche me reuniré con mías amigas para escoger el siguiente pasante, Hannah me ha ayudado muchísimo, utilizando sus influencias ha logrado que la universidad me de los mejores perfiles en estudiantes de economía.
Veo el reloj y me emociono, ya son las cinco, me puedo ir de la oficina, me pongo de pie y siento que se me mueve el mundo, tengo que volverme a sentar. No pasa nada... Ya tranquila, es por la sobrecarga de trabajo.
Me pongo de pie nuevamente, y salgo de la oficina con mi gran maleta, quiero caminar un rato, me siento ofuscada de estar encerrada todo este tiempo. Veo un sitio de comidas rápidas, y siento que se me derrite la boca, quiero una hamburguesa gigante, y como si eso me elevará del suelo, me dejo llevar.
Veo esa gran hamburguesa y me la devoro en menos de dos minutos, al parecer duró más tiempo comiendo que devolviendo mi comida, ahora estoy en el baño esperando que mis intestinos no salgan por mi boca.
—¡Maldita hamburguesa de mierda! ¿Cómo pueden vender algo que te hace tanto daño?— De nuevo trasboco lo poco que aún quedaba en mi estómago, nota mental, masticar mejor para que cuando vomite no duela tanto.
Mi celular suena... No quiero contestar, pero reviso es Laura ¿Habrá pasado algo? Vacío el sanitario y salgo con mis maletas... Quiero botar todo.
—¿Hola?
—¡Valeria...!— La escucho llorar
—¿Qué pasó? ¿Estás bien?
—Nooo... ¿Podemos encontrarnos ahorita?
—¡Claro! ¿Llamaste a Hannah o quieres que la llame yo?
—No quiero decirle a Hannah...
—Esta bien, estoy fuera de la oficina, así que me demoro al menos unos veinte minutos, porque tengo que ir a buscar el auto ¿Dónde nos vemos?
—En el centro comercial del centro...
—Está bien...— Estoy muy preocupada por mi amiga, algo que quiera hablar conmigo y no con Hannah, salgo disparada pero esta vez dejo mi maleta en el auto.
Nos encontramos en el parqueadero, y cuando me ve empieza a llorar, la abrazo porque no sé qué más hacer.
—Necesito de tu ayuda...— Apenas si entendí sus sollozos.
—Cuéntame ¿Qué está pasando?
—Tengo un retraso...
—Tontita y todo te queremos, no entiendo porque lloras por eso— Siempre hacemos esa broma ¿Qué le pasa ahora?
—Noooo ¡Tonta! Mi periodo no me ha llegado, no me ha bajado ¿Entiendes?— ¿Y eso que tiene que ver...? Oh... ¡Mierda!
—Pero pueden haber muchas razones porque no baja tu periodo, primero aseguremos que no es lo que estás pensando— Ahora si dije algo inteligente... Ando bien retrasada... ¡Espera!
—Es que no me di cuenta hasta hace un par de días, básicamente nos llega a las tres al mismo tiempo, pero como cada una anda en su propio mundo en estos momentos... No me acordé...— Mi mente está en blanco.
—¿Tienes algún síntoma o algo? No te apresures a sacar conjeturas ¿Quieres?
—Pues desde hace días tengo náuseas pero pueden ser por el estrés o puede ser psicológico.
—No somos un par de niñas, así que antes de llevar este drama a otro nivel, vamos a comprobar y a salir de esa duda —¿La de ella o la tuya? Ahora mi conciencia me pelea... ¿Ya para qué pedazo de imbécil? —En el tercer piso creo que hay una farmacia, vamos y compramos unas pruebas.
—¿Y si...?— Alzo la mano en señal de Stop y se calla, antes de pensar en hacer drama tiene que tener pruebas.
Subimos juntas, pero ella tiembla toda y está a punto de llorar, así que con la mirada le digo nuevamente que se calme, la dejo en una banca del centro comercial y me dirijo a la farmacia sola, tomo cinco pruebas de embarazo caseras, las pago y boto el recibo, después de salir meto la bolsa de papel a mi cartera, tengo un plan...
—Vamos al baño, allí podré leer las instrucciones de manera más cómoda...— Ella solo asiente, saco una prueba de mi bolso cuando entramos al primer baño, me alegra que puedo hacerla en cualquier momento del día— Aquí dice que si es una línea entonces es negativo pero si son dos líneas es positivo... Dependiendo de cómo te salga haremos las otras dos en casa.— Sí me robé dos, no es la única que olvidó su propio periodo.
Entramos cada una a un cubículo, y yo utilizo las dos marcas, mi corazón que se quedó en el parqueadero no soportaría llegar hasta mí apartamento. Leo las instrucciones de la otra marca y es similar, hago la prueba y veo como marca la primera línea y luego la segunda... ¡Me quiero morir! Cerca de cinco segundos hacen que mi mundo se parta en dos. Utilizo la otra prueba, pero en esta hay que esperar cinco minutos... La oigo llorar...
—¿Estás bien?— Pregunto, dime qué no para llorar juntas, nuestros hijos bastardos nacerán casi al mismo tiempo. Quiero golpear la maldita puerta.
—Creo que si, si quieres me puedes pasar otra prueba, aún tengo en el recipiente algo de orina.
—Está bien...— Le paso otra prueba por debajo de las paredes del cubículo, me pasa la que ya hizo, es negativo... ¿Por qué llora? Yo debería estar llorando pero mi alma y mi corazón se fueron de mi cuerpo.
Los cinco minutos más eternos del mundo ya pasaron, y veo la misma respuesta... ¿Se verá mal si subo al último piso y me tiro a la calle?
Tiro las pruebas a la basura, y con ello desecho todo lo que pasa por mi mente en este momento.
—En las instrucciones dice que puede ser muy reciente y no salir real la prueba, me haré una la otra semana, pero me siento más calmada.
—Esta bien... ¿Ahora me quieres explicar cómo llegamos a esto?
—Bueno, vamos a la zona de comidas, no he comido en todo el día por estar de nervios— Solloza aún pero ya se ve más tranquila.
—Esta bien— ¡No está bien!
Subimos a la plazoleta de comidas que queda en el quinto piso, y como vengo con mi amiga no me puedo tirar desde allí, aunque la idea cada vez se me hace más interesante.
Pide dos hamburguesas doble carne con porción de papas fritas, siento que se me derrite la boca, pero está vez como muy despacio, quiero que cuando se devuelva y ya sé el porqué, no sea tan cruel con mi garganta.
—Estoy saliendo con un chico desde hace tiempo...
—Con Andrés Marqués ¿No?— Abre sus ojos sorprendida.
—Si... ¿Quién más lo sabe?
—Adrián, pero yo se lo dije para que no sintiera celos de su propio hermano. No estoy segura si Hannah, pero no hemos dicho nada porque has de tener tus razones.
—Bueno, yo siempre he estado enamorada de Andrés, pero él no me prestaba atención, así que quería ser bonita, como la chica del internado.
—¿Cuál chica? ¿Cuál internado?
—Cuando enviaron a Freddy al internado, Andrés se hizo enviar para quedar con su amigo, y yo convencí a mamá de que me enviara también, quería estar cerca de Andrés, pero me enviaron dos años después, para ese entonces había una chica que siempre estaba en medio de ellos dos, aunque era de una clase inferior, cuando ellos se graduaron, ella salió poco tiempo después, se graduó pero no con la clase, presentó unos exámenes y pasó, no volvió... Por la forma en la que la cuidaban pensé que los dos estaban enamorados de ella, pero al parecer Andrés si sentía amor, pero no de esa clase, hace un par de años me aclaro eso... Ella se suicidó, y él quería morirse con ella. Y me contó que la quería como a su hermana menor, había algo en ella que le hacía querer protegerla. Esa vez pude consolarlo y por fin me vió, y años después empezamos a salir, pero no fue hace mucho que se volvió serio... Esa noche que saliste y luego llegaste herida, él se sintió responsable por provocar la pelea entre ustedes, y bueno, como consuelo lo seduje hasta terminar en la cama, pero lo hicimos sin protección... Por eso estaba tan preocupada.
—Creo que no necesito decirte nada, ambos fueron irresponsables esa noche, así que espero que para que no pase eso nuevamente, ve al ginecólogo y busques otros métodos... Puedo preguntar algo, es que tengo curiosidad.
—Si claro, mañana voy al médico y me hago una prueba de sangre y busco otro método. Y la pregunta claro puedes hacerla.
—Ese día que mencionaste, pregunté sobre esa chica, al menos creo que es la misma, por la manera en que reaccionaron y pues tengo curiosidad por ver otro punto de vista de tu hermano ¿Cuál era el nombre de esa chica?
—La verdad no era muy conocida para mí, sé que me salvó un par de veces, pero no podía verla como amiga, me sentía traidora con Hannah... Así que no recuerdo su nombre, pero puedo buscar su nombre en el internado, aunque debe ser demorado por qué está en Londres... Es el Saint James...— En un solo día sentí que mi vida se derrumbaba a pedazos, en un lugar tan lejos de aquí, tenían que encontrarse con ella... Y luego yo con ellos.
Ya no pude comer más, nada bajaría por mi garganta anudada en estos momentos, como quedaba casi todo, decidí llevarla, tenía que aparentar que todo estaba normal, ella terminó de comer y traté de prestar atención a lo que decía, pero mis sentimientos estaban a punto de explotar.
—¿Te sientes bien?
—Perdón, he tenido demasiado trabajo estos días y hoy no había comido nada, cuando me llamaste iba a almorzar apenas, ahora no me quiere entrar comida y tengo mucho dolor de cabeza... Perdón, estaba muy preocupada.
—Tranquila, deja el auto aquí y yo te llevo al apartamento, te decía que por ahora no le digas a Hannah, no quiero guardar secretos, pero no quiero estar con él amor de mi vida mientras ella no puede estar con él...
—Si, no hay problema, puedo irme sola, solo es llegar a casa...
—Esta bien, pero ten cuidado y gracias por ser mi amiga— Bajamos juntas y nos despedimos de un abrazo, cuando estaba por subir se giró— Mariana, ya recordé su nombre, era Mariana.
Llevé mis manos a la boca para no gritar, Laura volvió a mi, no sé si fueron las hormonas del embarazo, la noticia de saber que estaba embarazada, escuchar su nombre, o esa parte de la historia que ella nunca quiso contarme, pero solo lloré, con desespero, mi alma se estaba desgarrando y yo había puesto los clavos.
—¿La conociste?— Me pregunta desconsolada, Andrés seguro le contó partes que ella misma no podía decirme, o sencillamente su habilidad de periodista le había hecho darse cuenta, que la historia de esa chica era aún más complicada.
Yo solo afirmo con mi cabeza...
—Ella era mi hermana... Y se suicidó por culpa de tu hermano. No puedes decirle a nadie...— Sé que mi mirada es de dolor y rabia, pero esta vez no podré controlar lo que siento, cuando Laura intenta tocarme entre lágrimas la rechazo... —Lo siento Laura, no me toques, no, en este momento.
Entré al auto, y golpee la dirección con todo lo que pude, habían tantos ¿Por qué? Qué era imposible contenerme, veo a Laura irse hecha pedazos, pero no quiero que cargue con todo esto, no me toques Laura, no toques a un monstruo, Mariana no se suicidó, yo la asesiné...
Envío un mensaje para que ni Adrián ni Hannah vayan al apartamento, no puedo verlos en este momento, no deberían verme nunca más.
—Lo siento niño— Le hablo a mi vientre —Escogiste a la peor persona como madre... Yo no puedo tenerte... Lo siento, no quieres una asesina, como madre.
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