7. El enemigo está entre ustedes
Elizabeth'S
-Haber si entendí - dijo Nicholas apoyado en la puerta de mi habitación, con una mueca - te vas a ver al dentista, luego a que te hagan un masaje chino en la espalda, porque según Connor libera tu alma, y después de todo eso, ¿te iras al colegio?
Asentí lentamente con una sonrisa - entendiste bien, Nicki. Por eso es que no voy a ir contigo ahora, nos vemos más tarde.
*¿¡En serio esperas a que se lo crea?!*
Se.
Nicholas arrugo su frente, y rasco su cabeza - está bien, pero me llamas cuando llegues al dentista - me señaló, y besó mk frente para luego salir chocándose con la puerta - ¡maldita puerta!
Rodé mi ojos, y saque mi celular, para marcar el número de Zed.
-¿Y?
-Ya estoy lista - dije viendo mi formal vestimenta - ven.
-Ya estoy afuera, tu sólo baja, estoy en un auto bordó.
Corté la llamada, y me fui corriendo hasta la puerta principal.
-Eli, pensé que te habías ido con Nicholas.
Sonreí mientras me giraba hacia mamá - si, es que...ya sabes, estoy indispuesta, y me tardé un poco en...
-¿El tampón?
Abrí mis ojos - que sutil mamá.
Ésta me guiñó un ojo - que te vaya bien cariño.
Asentí con una mueca, y salí en busca del auto bordó, lo cual no fue tan difícil, ya su estaba en la vereda del frente.
-Hola - dije mientras, subía en el asiento copiloto.
-Buenas - dijo Zed, arrancando el auto.
-¿Tienes...
-Tranquila, ya todo está armado, nuestra visita durará unas dos horas, no más. En cuanto hable nos largamos.
Asentí lentamente, nunca pensé que Zed tomara algo tan serio y maduro. Su celular sonó, y el atendió rápidamente.
-Clarissa... no te preocupes, yo lo tengo... si, claro... al mediodía te veré entonces - dijo mientras cortaba su llamada, y fijaba su mirada en mí.
No me culpen, no pude aguantar y hacer mi mirada picarona - así que Clarissa... ¿te gusta?
Zed rió - pff, ¿que dices? Es una amiga de trabajo, nada más. En serio Eli - dijo al ver que mi gesto no cambia.
Alce mis manos - okey, okey - mire un poco la carretera - ¿es linda?
Zed suspiró y cerró levemente sus ojos.
-¡Perdon! ya no hablo más - me cruce de brazos y piernas, y mire hacia un costado - ¿hace cuanto se conocen?
-Dos meses - dijo mientras giraba el volante para estacionar - y respondiendo tus preguntas anteriores, si, es linda. Pero nada más - se puso serio - Eli - dijo al ver mi cara de emoción.
-Lo siento - dije tosiendo, mientras me ponía en postura.
Zed rodó sus ojos, y nos bajamos del auto.
-¡Elizabeth! ¡harás giratoria a la puerta, de como la cierras!
Me encogí de hombros - ya, perdón.
Creo que es la primera vez que digo perdón, tantas veces un mismo día.
Saqué mi celular y marqué.
-Que onda.
-Llegué al dentista - dije sonriendo.
-¿Todo bien? ¿no pasó nada?
-Adios Nicholas, ya entro al consultorio. ¡Loviu!
Corte la llamada, y Zed me miró raro.
-¿Dentista?
-¿Qué? Tenia que inventar una escusa.
Zed rió y sacudió su cabeza - cuando necesite una, te pediré ayuda.
-Cállate - dije mientras entrábamos a la correccional.
Cuando ingresamos a la sala, había una secretaria, que no les miento, literalmente "desnudo con la mirada a Zed". Lo cual me provoco asco, y lastima por ella.
Zorra, ya verás.
Zed se puso a hablar con ella, la cual no despegó ni un ojo de él, lo cual fue incómodo porque yo estaba al lado.
Sonreí en mis adentros, cúando se me ocurrió una idea, para hacerla sufrir.
-Zed - le susurré interrumpiendo la charla - tengo frío - dije haciendo puchero.
Éste sonrió, y me tendió su abrigo, mientras frotaba con sus manos mi hombro.
La chica parecía que escupía rabia de lo enojada, y yo le guiñe un ojo.
Que se creía, la atorranta esa.
Luego de tener la hermosa charla, con aquella chica, nos llevaron a un lugar con una ventana, en donde se encontraba Milo del otro lado. El encargado de manejar ese cuarto, nos abrió la puerta, para que entemos en el mismo lugar, del pobre niño.
Con Zed nos sentamos frente a Milo, el cual no hace más que mirar hacia abajo.
Luego de unos minutos, tosí levemente - ¿Milo? - hablando literalmente, es como si se lo hubiera dicho a una pared.
-Estamos aquí para hablar - dijo Zed.
El niño no movió un pelo, y siguió en su misma posición, totalmente erguido.
-¿Puedes al menos mirarme a los ojos? - dije tratando de sonar amable.
Milo alzó su cabeza lentamente, mientas dejaba ver sus azulado e hinchados ojos.
-Bien - dijo Zed - ¿puedes contarnos que pasó?
Alce mi mano hacia Zed, y fije mi vista en Milo - ¿cuantos años tienes?
Me miró fijo, pero no dijo nada, lo cual hizo que me encogiera e mi lugar.
Zed entrelazó sus manos - escucha, queremos ayudar, pero no lograremos nada, si sigues así de cayado.
Sus ojos rebalsaron en lágrimas, y comenzaron a caer lentamente, por sus mejillas. Su mentón nunca tembló, solo sus ojos fueron testigos de esas lágrimas, lo cúal provocó en mí, mucha angustia.
-Milo, ¿quien te hizo ésto?
Su mirada dejó de estar perdida, para centrarse en mí - yo - dijo con una voz ronca y temblorosa.
Con Zed nos miramos y suspiramos profundo.
-Las cámaras ya se congelaron - me susurró Zed - Bruno acaba de avisarme, tenemos quince minutos
Asentí - bien - fijé mi vista en Milo - sabemos que mientes niño, ahora más que nunca debes decirme quien te hizo todo ésto.
-Las cámaras están bloqueadas por ahora, por lo que eres libre de hablar, y decirnos la verdad.
-Yo ya hablé - dijo bajando de nuevo su mirada.
-No, yo se que tu no mataste a nadie, no te creo. Dime quien te metió en todo ésto, por favor.
-No puedo - dijo forzando su voz, como si le hubiera costado decir eso.
-¡Si puedes! - dijo Zed - no somos gente ordinaria, nosotros conocíamos a Damon, y sabíamos como era. Te podemos ayudar.
Milo sonrió de costado - no saben nada, Damon no es ni una parte del gigantesco lío. No saben nada - volvió a repetir, dejándome totalmente aturdida.
Zed apretó sus dientes - ¿te suena si te digo Dylan Parker?
Milo miró fijamente los ojos de Zed, como si buscara un rastro de mentira en sus palabras. Su cara se puso pálida, y refrego sus ojos con una de sus manos, y con un leve tic en sus ojos, comenzó apestañar rápidamente.
-No sé de quien hablan - soltó sin más.
Alce mis cejas y me cruce de brazos.
*Hasta mi abuela miente mejor*
-Milo - dije apoyando mis manos en la mesa de centro - yo quiero ayudarte, pero no puedo hacerlo, si tu no m ayudas a mí. Necesito saber la verdad.
-¿Verdad? ¿cual de todas? - dijo aplastando sus manos en el cabello.
Zed miró su reloj, y se acomodó en su silla - mira niño, finos algún dato valioso, que nos sirva.
Milo mordió su lengua, y cerró sus ojos mientras suspiraba profundo - el enemigo está entre ustedes.
Abrí mi boca, sin entender nada, y dispuesta a hablarle, cerré mi boca, al ver que un policía entraba.
-Ya es hora.
Me encogí de hombros, y enojada me levanté. Entré aquí, con la intensión de aclarar dudas, y ahora estoy cayendo por un pozo sin fondo, lleno de preguntas.
Zed arrugo su frente, y sin despegar la mirada de aquel niño, salimos de la habitación.
Todo mi cuerpo tiembla de ira, no entiendo nada, "no saben nada" dijo, ¿a qué quiso hacer referencia con eso?
Mi celular vibró, y vi que era Bruno. Atendí apretando mis dientes.
-¿Pudieron averiguar algo?
-Pff obvio, ahora sabemos toda la verdad, ¿que creías? - pude ver de reojo la cara de culo de Zed.
-¿¡En serio?! ¿que les dijo? - su voz sonó emocionada.
Rodé mis ojos - no nos dijo una mierda Bruno, nos dejó con más dudas - Zed tocó mi hombro, pero le resté importancia, y seguí hablando con mi primo.
-Carajo, pensé... Bueno no importa lo que pensé, el punto es que, necesito hablar con ustedes, ¿pueden venir?
-Elizabeth - dijo Zed al lado mío.
Con furia miré al suelo, y le levante la mano a Zed - Si claro - dije sin ninguna expresión en mi rostro - en un rato nos vemos Bruno.
-¡Elizabeth!
Corte la llamada con Bruno, y me gire furiosa - ¡que te pasa McCall!
-¡Eso me pasa! - dijo tomando mi cabeza mientras me la giraba.
Abrí mi boca, al mismo tiempo que tomaba una foto con mi celular.
-¿Que... - dije fijándome lentamente el en aquella letra.
Zed tomó sus pelos, y se arrodilló en el suelo - ¡mi auto! ¿¡que clase de persona le hace algo así a mi auto?!
Me acerque lentamente, para leer un poco mejor lo escrito.
"No se entrometan en lo que no es suyo"
Alcé mis cejas, y pude notar que la ultima letra, estaba incompleta, por lo que el que lo hizo debe estar por aquí aún.
-Zed - susurré mientras lo tocaba con mi pie, ya que el llorón está tirado en el piso maldiciendo a todo el mundo.
-Estoy de luto, Eli, no molestes.
Suspire profundo, y rodé mis ojos - no seas estúpido, y levántate, creo que el que lo hizo está por aquí.
En un abrir y cerrar de ojos, Zed se paró al lado mío - ¿donde? - susurró.
Me acerqué a su oído - no lo se.
Zed bufo por lo bajo, y se fue a un costado de la calle, y yo por el otro.
Todo está muy callado, lo cual comenzó a preocuparme. Mi pies se chocaron con una vara metálica, lo cual la relacioné con lo escrito del auto. Quise sacar el celular para decirle a Zed, pero ya era demasiado tarde, ya que de unos arbustos el o la culpable, comenzó a correr.
-¡Zed! ¡allá va! - dije señalando al frente - ¡Zed! - me detuve al darme cuenta, que no tuve respuesta alguna de él.
Sacudí mi cabeza, y desesperada corrí hacia donde estaba él. El ruido de una moto llamó mi atención, y pude ver a lo lejos, como alguien se iba.
Pero eso no fue lo que me preocupó - ¡Zed! - dije corriendo a su lado.
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